Por Johanna Gallegos: johanna.gallegos@pucp.pe

Nadia Ramos Serrano es presidenta del Centro de Liderazgo e Innovación para Mujeres de Las Américas. Este, es un laboratorio de ideas cuyo propósito es influir en las políticas y prácticas públicas para que en un futuro se pueda asegurar un papel más eficaz de las mujeres. En esta entrevista con La Antígona, nos relata su experiencia en el proceso de formación de lideresas políticas, mujeres aguerridas y capacitadas cuya aspiración es llegar a ser grandes políticas que puedan cambiar y guiar el destino de sus regiones. 

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¿Qué es lo que se busca en una mujer líder?

Tener una mujer líder y formarla lleva mucho tiempo. Pueden tener muchas actitudes pero esas actitudes deben de moldearse; lograr tener un mejor entendimiento de los contextos. No solamente queremos líderes de un día, de una semana o un mes. Queremos lideresas que se mantengan en el tiempo, que estén constantemente atentas a la coyuntura y que estén representando a las mujeres. 

¿Qué obstáculos o problemáticas has hallado en común en toda la región de América Latina? 

Una de las cosas que más me preocupó de estos cuatro años que llevo conociendo y entrevistando a líderes de movimientos regionales es que un 100% de ellos, son varones. Segundo, he corroborado que muchos de ellos no tienen campañas de capacitación dirigida a las mujeres. Así mismo, cuando ellas participan en algún espacio siempre es para alguna acción de proyección social o eventos como el día de la madre, navidad, etc. No tienen una presencia real, una con liderazgo. 

También, cuando estuve en departamentos del oriente y en los andes, he notado que a pesar de que ahí se habla quechua, aymara y lenguas amazónicas ninguno de los documentos está acondicionado para este tipo de población vulnerable. Tampoco se incluye  a las mujeres que provengan de comunidades aymaras y amazónicas; y en la parte de la costa, a las comunidades afrodescendientes. Literalmente son invisibles en sus propios movimientos y partidos políticos. 

Al conversar con muchas de las mujeres que forman parte de estos partidos, uno de los temores que tienen es que siempre se elige a personas cercanas del representante y a ellas se les deja de lado. Son mujeres con garra que si estuvieran capacitadas seguramente estarían aportando, pero no se invierte en su formación. Ellas actúan en lo que sienten que hacen falta en su sociedad sin las respuestas inmediatas pero para hacer política hay que mirar a futuro y en general, eso les falta a ellas. 

¿Se podría interpretar entonces que la participación política de las mujeres está siendo reprimida? 

Más que reprimida, está invisibilizada. Si no tuviéramos las acciones aplicativas que tenemos en el país, seguramente no participaríamos en política. No habría interés alguno en incluirnos en la lista electoral. Creo que las acciones como tener una cuota de género ha permitido que se incluyan a las mujeres. Obviamente en Perú le sacamos la vuelta a todo y algún tiempo atrás las mujeres eran incluidas en los últimos lugares. Entonces, hay obstáculos y hay invisibilidad en el liderazgo de las mujeres. 

Sin embargo han existido iniciativas que permiten se visibilice la participación de las mujeres en política como lo mencionas, una de ellas es la cuota de género. Otra es la ley de paridad y alternancia. ¿Consideras que ésta, puede ayudar a que en estas próximas elecciones en Perú, podamos tener mayores cuadros de mujeres? 

La ley de paridad y alternancia es una lucha que le ha tomado muchos años a la sociedad civil. Así como esperábamos que se aprobara esta ley también esperábamos que se derogara el voto preferencial.  Este, es un obstáculo para que la ley de paridad y alternancia se cumpla. Por ejemplo en las elecciones congresales tenemos una lista abierta (semiabierta) y también tenemos un trinomio presidencial. Esto significa que cada congresista inicia su campaña de manera libre. Cada quien ofrece su candidatura de la manera que vea mejor; cuando lo ideal sería que tengan una lista cerrada con una sola propuesta programática. Así los postulantes no ofrecen cosas que no se pueden cumplir. Sin embargo, no se aprobó el voto preferencial y eso significa que en el 2021 no está garantizado que nuestro parlamento pueda tener un 50 -50. Sabemos que la cobertura que darán los medios a los varones va a ser alta, dando pie a que nosotras nos quedemos en el puesto en el que nos hemos mantenido por los últimos 30 años que es entre el 27 al 30% de representación de mujeres en el parlamento. 

A pesar de que existe una cuota de género. 

Claro. A pesar de que hace 30 años existe la cuota de género, nunca hemos roto el techo de cristal. Siempre hemos oscilado entre 25, 27 y 30%.  

No tenemos la eliminación del voto preferencial pero ¿existen otras medidas que se pueden implementar como mayores capacitaciones o más escuelas como el Centro de Liderazgo para las mujeres de América Latina?

Los partidos políticos que tienen representación parlamentaria reciben millones de soles que están destinados a muchas cosas, una de ellas: la capacitación de sus miembros. Sin embargo, al revisar los informes que detallan los gastos de los partidos políticos y vemos que ese dinero es gastado en pagar luz, agua, teléfonos, pago a secretarias, asistentes y en realidad los fondos destinados a formación y capacitación no son utilizados de manera adecuada por que si uno pide los padrones de quienes asisten a esos talleres son las mismas personas. No hay diversidad de personas. ¿Por qué no se descentralizan las capacitaciones? ¿Por qué no se ponen cuotas para mujeres afrodescendientes e indígenas; para mujeres amazónicas o con discapacidades? Hay tantas mujeres que representan a muchos grupos vulnerables en este país.

No se ha tomado muy enserio el tema de la capacitación y formación. Si hubiese sido así, seguramente, ahora no se estaría llamando a mujeres de la televisión o farándula, si no a mujeres bien capacitadas, las incluirían en sus listas. No hay nada de eso y es realmente preocupante. 

Dentro del Centro de Liderazgo para las mujeres de América. ¿Cómo se forman a las mujeres líderes que muchas veces tienen miedo de entrar a la político porque son invisibilizadas, silenciadas y subestimadas? 

En el proceso de elección de las chicas y mujeres que entran a los cursos, una de las preguntas que tienen que llenar en los formularios precisamente tiene que ver con su participación en política. Ellas deben estar decididas a participar en política. Para nosotras es una satisfacción el saber que ellas han tomado esa decisión. Nuestro esfuerzo, nuestras horas y dedicación valen. Dedicamos nuestra energía a formar a mujeres que han optado por participar en política. 

También, en la Escuela de Liderazgo, al iniciar las capacitaciones dividimos los temas. Leemos libros políticos, filosóficos y también abrimos un curso relacionado al cine, ya que este también genera sensibilidad. Hemos escogido películas donde hay mujeres que han hecho política. Esto sirve de inspiración a mujeres que están involucrándose en el tema político. Y finalmente, le hemos dado importancia al tema de la oratoria. Vemos que hay una debilidad en nuestras lideresas de poder comunicarse en grupos grandes. Es así que incluimos un curso de oratoria política para mejorar sus habilidades. 

¿Cómo les ha ido al implementar estos cursos en plena pandemia? ¿Cómo se dictan las clases de oratoria de manera virtual?

Anteriormente, no habíamos considerado el tema de la oratoria en la currícula. Nosotras incluíamos las visitas institucionales pues nuestro éxito siempre ha sido en provincias. Casi 23 o 24 departamentos de nuestro país se han movilizado hasta Lima para hacer estas visitas a Palacio de Gobierno, a la oficina de la comisionada de la mujer de la Defensoría del Pueblo, nos entrevistamos con la Presidenta de la Comisión de la Mujer del parlamento, fuimos al Poder Judicial, al Ministerio Público, y así sucesivamente. Con esta nueva normalidad, las redes se han convertido en una gran herramienta. Usamos Zoom, Whatsapp, hacemos transmisiones en vivo en nuestras redes para aquellas mujeres que aún no se deciden y esperamos que al ver los cursos se motiven. Así que estamos usando todas las herramientas posibles e incluso nuestra docente de Oratoria es una campeona sudamericana. Este 24 y 25 de noviembre estamos abriendo el concurso de oratoria para nuestras alumnas. Son 70 alumnas de 14 países de la región en esta promoción.

¿Cómo es la participación de las alumnas? ¿Las sientes motivadas a pesar de las difíciles situaciones políticas que estamos viviendo en la región?

Yo he podido hablar con muchas de ellas, incluso con compañeras de Nicaragua que acaban de sufrir el huracán hace menos de unas semanas. También con las chicas de Chile que han vivido el cambio de su constitución. Así mismo con chicas de Bolivia, que son muchas y que estuvieron siguiendo muy de cerca las elecciones. Ellas han decidido entrar en política. Muchas de ellas son activistas. Además son sociólogas, politólogas, abogadas, o de esa área. Entonces para nosotras es mucho más fácil involucrarlas porque ya tienen claro a dónde quieren llegar. Es un honor haber conocido a chicas que tienen un alto perfil político. Les damos herramientas que les van a servir cuando sean autoridades. Los partidos deben darles asesorías, pero nosotras les damos las herramientas. 

Coméntanos sobre las campañas que ustedes están creando desde la Escuela de Liderazgo.

Nosotras iniciamos dos campañas. La primera inició en 2016 y ha concluido este Lunes 09 de noviembre. Con ella, hemos recorrido el país, hemos tenido mucha cobertura en medios nacionales. Hemos promovido la campaña “Mujeres listas para las listas” donde resaltamos la importancia de la capacitación de las mujeres para poder ejercer el liderazgo político dentro de las listas electorales y siendo autoridades. Este año nos hemos internacionalizado y hemos abierto la Escuela a toda la región. Los casos en otros países no son tan distintos, salvo en Uruguay y Costa Rica. En general el 90% tenemos la misma situación de machismo en donde no se visibiliza a las mujeres. Es por eso que hemos iniciado la campaña “Yo quiero ser presidenta”. Precisamente porque desde el 2017 no hay alguna presidenta mujer. Hubo muchas vicepresidentas que acompañaban al presidente. Nos resulta extraño que estén detrás del poder cuando deberíamos estar al frente. Es por eso que hemos iniciado esta campaña que va durar hasta el 2024. Es una campaña internacional de sensibilización para que haya más candidatas mujeres a la presidencia y por qué no…. ¡Presidentas de sus respectivos países!

¿Qué acciones van a tomar para esta campaña?

Hemos iniciado ayer con afiches de nuestras alumnas de los 14 países de la región. En estos, se ven a ellas con las banderas de sus países: Guatemala, Perú, Costa Rica, Colombia, entre otras. Así mismo, nuestro segundo punto de intervención será organizar foros para promover las candidaturas de las mujeres a la presidencia. Se vienen las elecciones en Ecuador y Perú. Entonces nosotras debemos ayudarlas a que puedan postular a las presidencias de sus países. Por otro lado, salimos en medios para poder informar a la opinión pública. 

Comentas que encuentras una diferencia en países como Uruguay y Costa Rica en cuanto a la política. ¿Qué rescatas de estos países? ¿Cuál es la diferencia entre los demás de la región?

Por ejemplo, tenemos una alumna: Fabiola Romero. Ella está constituyendo el primer partido político de mujeres en Costa Rica. Para nosotras es fantástico tener una mujer como ella y que se esté capacitando en la Escuela. Ella nos relata la experiencia del proceso de constitución de un partido político. Así mismo en Uruguay, se tiene una cobertura política impresionante, parecida a la de Europa. Hay un alto sentido cívico y hay respeto por la democracia. A diferencia de otros países de América Latina en el que hay un conflicto enorme de poder o hay conflicto entre el Ejecutivo y el Legislativo. Sin embargo, si evaluamos qué pasa con las mujeres de poder en países de Europa o Asia, nos daremos cuenta que estas mujeres, primero han sido diferentes con estos políticos que se han visto conflictuados con el tema del poder. Nosotras queremos que haya un nuevo liderazgo para América latina con mujeres que se sientan comprometidas y busquen encontrar soluciones a todo. 

A pesar de todos los comentarios negativos que critican el trabajo de algunas mujeres que han alcanzado poder y que han cometido errores.

Las mujeres son tan humanas como los hombres. Hay mujeres que se han equivocado, que han cometido delitos, que se comportan con actitudes machistas y que nos colocan a las demás en una situación empinada. Nos ponen difícil la cancha.  Sin embargo, nuestra Escuela de Liderazgo tiene como propósito inculcar la cultura de la sororidad. No competir para hacernos daños, si no de una manera sana y abierta.

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