Por Alessandra Vera
La industria musical aún sufre los impactos de una pandemia que arrasó con un modelo principalmente dependiente de los conciertos en vivo. Aún así, la música ha encontrado nuevas posibilidades gracias a la virtualidad. Las mujeres en la música no se quedaron atrás, y hoy impulsan la sororidad a través de eventos como el 1er Encuentro Latinoamericano de Mujeres en la Industria Musical 2021.
Las mujeres enfrentan problemas específicos en todos los espacios. La música no es la excepción. Esto, se ha reconocido y visibilizado cada vez más, pero aún queda mucho por hacer. No se trata solamente de la evidente falta de artistas mujeres en las programaciones de festivales de música. Un estudio de USC Annenberg Inclusion Initiative reveló que solo el 2.6% de responsables de la ingeniería de sonido o mezcla de las principales canciones de 2019 son mujeres, mientras que de los 2767 compositores que aparecen en los créditos de esas mismas canciones solo un poco más del 12.5% son mujeres. Más allá de las cifras, las razones por las que estos problemas deberían importarnos pueden entenderse mejor gracias a conversatorios como “Mujeres en la Música”, que fue parte de la actual edición del MIM LATAM.
Tejiendo redes para abrir más puertas
“Si ya las mujeres en general, no solo en la música, accedemos de forma muy limitada a ciertos espacios, a ciertos lugares, en la música la mayoría de las mujeres son un sector emergente, o sea que no acceden a los lugares de más visibilidad. En este contexto de pandemia la brecha aumentó mucho más, y el COVID tiene ya actualmente un efecto regresivo”, contó Leticia Ramos desde Uruguay. Cantante, compositora, licenciada en comunicación y también integrante del colectivo Más Músicas Uruguay desde 2018. Ella, tiene claro que el cierre de muchos locales donde se realizaban los conciertos en vivo será uno de los principales problemas en los próximos años.
“Hay menos espacios, y esos menos espacios ¿para quiénes son? Para las personas que tienen más alcance o más visibilidad. En su mayoría son varones o son personas que tienen carreras ya consagradas”. La solución podría estar en las alianzas que se generan gracias a espacios como MIM LATAM: “Nosotras tenemos que presionar para que se mire esta situación y se busquen soluciones para promover la cultura y la música pero con perspectiva de género. Para eso estamos, para presionar y lograr que suceda”.
Aunque las participantes de este conversatorio vienen de países y realidades diferentes, todas coinciden en que las alianzas entre mujeres de la industria son primordiales. Desde Argentina, Florencia Buggiani “La Negra” comentó que si bien la reciente creación del Ministerio de Género y Diversidad en su país ha abierto muchas puertas para la cultura, los problemas de género en el mundo de la música no se solucionarán solamente con políticas públicas.
“La ley de cupo que tenemos para los escenarios acá en Argentina, realmente no se implementa del todo. Que exista no quiere decir que eso se cumpla. Por eso es super necesario concientizar entre todes. Debemos empezar a plantearnos cómo hacer que esta ley se distribuya y se cumpla”, explicó la rapera, compositora, bailarina y actriz feminista. La también integrante del colectivo de productoras de Mar del Plata “Rudas” resaltó que es necesario cuestionar constantemente las políticas públicas para que realmente garanticen un cambio en la práctica. Sin embargo, agregó que también hay que actuar desde dentro de la industria. Por ejemplo desde la producción de eventos: “Siempre van las mismas caras a los mismos escenarios. Todo bien, son mujeres, son disidencias, pero siempre las mismas personas. Entonces, eso es algo que también tenemos que plantearnos entre nosotras productoras y gestoras culturales. Esto de abrir y tejer redes”.
Otro aspecto a considerar es cómo se pueden expandir las redes entre mujeres de la música más allá de la virtualidad. Esto, para que nadie sea excluida en Latinoamérica. La rapera y activista afroperuana Carolina Isabel Carbajal Navarro explicó que incluso antes de la pandemia, para las mujeres en el campo “si hubo algún espacio, pues se accedió muchísimo menos”.
Si bien las redes sociales han sido importantes sobre todo para las mujeres en Lima, Carolina expresó que se necesitan alternativas a la virtualidad para no excluir a las mujeres de zonas rurales o sin acceso a internet y/o educación. Mujeres que se inician en la música empíricamente y/o a “mujeres y disidencias que no tienen los medios económicos ni tejen este tipo de redes”.
Karolinativa -como se conoce a Carolina en el mundo del hip hop- también señaló que hay que considerar que las mujeres pueden enfrentar obstáculos distintos según el género musical al que se dedican: “Soy una mujer negra, afroperuana, activista hace 16 años. Ha sido difícil trabajar en la música creando hip hop, ya que es un género que en el Perú -y creo que en muchos espacios- se ve como el ritmito de moda, el bling bling y la delincuencia. Mucho más cuando viene hecho por una mujer”.
Los mensajes en la música y la inversión pública
La música puede aportar a la sociedad de muchas formas. No solo es una industria que puede contribuir a la economía, sino que también es un espacio que puede canalizar y unificar los sentimientos de una sola Latinoamérica. La misma que, actualmente atraviesa estallidos sociales importantes.
Alejandra Lanza, productora y compositora del proyecto escénico y musical TIMPANA, explicó que en Bolivia no existe un apoyo concreto para las artes desde el gobierno. Esto, es un problema ya que “no es solo entretenimiento, es industria. Mueve la economía”. Para la también actriz -con una renombrada carrera en Bolivia– es necesario que, ahora que algunas redes entre las mujeres de la música ya se han tejido se den más pasos a favor. Uno de ellos es que otros públicos se enteren de los problemas de género que existen en la industria musical. Pero el reto quizá, será encontrar la forma más efectiva de comunicar estos problemas.
En los últimos años, Colombia ha sido un lugar clave para la música latinoamericana. Sin embargo, la situación política del país ha sido compleja desde que el presidente Iván Duque propuso una reforma tributaria este año. Una protesta nacional emergió desde el 28 de abril, y el movimiento creció por la represión policial. La protesta volvió a las calles el 20 de julio por el Día de la Independencia colombiano. Ante una situación como esta, la música puede ayudar a canalizar el sentir de una sociedad sumergida en una profunda crisis.
“La cultura sí es un detonante fuerte para esa transformación social y la resiliencia. Para acoger todos los procesos -digamos- de guerra que han habido pues en nuestro país. La emergencia, el COVID y toda esta situación hizo que haya un estallido en donde se visibilizan todas las problemáticas que tiene el sector cultura en el país. Una de esas fue la falta de inversión por parte del estado”, expresó Linda Criollo. La productora musical, economista y ex candidata al Concejo de Bogotá, también recordó que en Latinoamérica solo el 15% de las discografías son propiedad de mujeres. El desafío es lograr que más mujeres se involucren en esta industria.
Colombia, quizá es un ejemplo de cómo la música puede tener un potencial económico y social a la vez. Pero no es el único caso. México, es otro claro ejemplo pues sus ingresos totales por música en vivo entre 2016 y 2020 fueron de 225 millones de dólares. Pero en esta meca latinoamericana de la música también es importante contar los testimonios e historias de mujeres, especialmente cuando tan solo en 2019 los casos de mujeres asesinadas ascendieron a 3825.
Para Magda Valdivia, gestora y promotora cultural mexicana, la pregunta principal es “¿qué es lo que se está haciendo socialmente por medio de la música y el arte?”. Y es que el artivismo -hacer activismo a partir del arte- puede salvar vidas. Magda narró que el proyecto El Palomar reunió a cantautoras y compositoras para crear una canción en 2020, y así surgió todo un movimiento feminista. La prioridad de estas mujeres no fue vender su música, sino el mensaje: “que no nos maten”. La comercialización es importante, pero también puede aplicarse luego de que una artista elija el mensaje que quiere contar, y Magda lo tiene muy presente.
“Importantísimo el mensaje que se puede dar como artistas, mujeres además. Yo creo que ya de ahí parte construir una nueva escena musical. Una que genere esta integralidad, este mensaje”, agregó la moderadora de este panel, Susana Obando. La suma de todas las voces de las mujeres latinoamericanas es importante, y para que puedan ser escuchadas se debe seguir fomentando la sororidad dentro de la industria.
Sobre MIM LATAM y la música
El Encuentro Latinoamericano de Mujeres en la Industria Musical (MIM LATAM) se lanzó por primera vez en 2021. Comenzó el 15 de julio y va hasta el 07 de agosto. Es gratuito, se transmite por Facebook Live, y cuenta con una programación variada. Esta, incluye conversatorios, charlas, talleres, presentaciones de libros y sesiones de networking.
MIM LATAM nació en Panamá a través de Atrapando Sueños Art Media (Panamá) y Conectadas “Movimiento de trabajadoras Culturales en Latinoamérica”, con el respaldado de Ibermúsicas y el Ministerio de Cultura de Panamá. Ahora, las mujeres de toda Latinoamérica vienen participando en todos las actividades del encuentro. Más información aquí.