Cutting: una peligrosa práctica que puede llevar a la muerte

Cutting: una peligrosa práctica que puede llevar a la muerte

Por Karina Rodriguez

Prácticas riesgosas como el cutting que no son atendidas a tiempo pueden ocasionar la muerte del paciente. (Foto: ABC Family)

La palabra cutting traducida al español significa corte. Es una práctica que suele presentarse en niños, adolescentes y jóvenes. Consiste en realizarse autolesiones utilizando objetivos afilados en diversas partes del cuerpo para calmar un episodio de tensión sin causar el suicidio.

¿Qué va a ser de nosotras sin mi papá? Si somos puras chicas. Cuando me dieron la noticia lloré y al siguiente día no dormí. Siempre pensé que mi papá iba a volver y pasar por la puerta como siempre”. 

Sandra tiene 19 años y hace casi 4 perdió a su padre producto de su dependencia al alcohol. Al principio, no podía creer que él ya no estuviera más con ella. La tristeza y la soledad se fueron apoderando de su cotidianidad. Su madre y hermana tenían que sustentar los gastos familiares, por lo que pasaba muchas horas sola mientras tenía que elegir la carrera a estudiar.

«Me pusieron a estudiar a la mala”.

El clima familiar tiende a influir en la salud mental de los adolescentes y jóvenes, motivo el cual los padres deben tener especial atención con ellos. (Foto: Sinc – Ciencia Contada en Español)

“Hacía cosas que no debía”, confiesa.  Durante buen tiempo prefirió guardar ese secreto. Con la pérdida de su padre, fiel compañero y cómplice, no sentía la confianza suficiente para revelarle a nadie cómo lidiaba con su dolor. “Me sentía más tranquila. Es como un alcohólico que dice yo tomo para olvidar mis penas, en mi caso era: yo me cortaba para tranquilizarme», relató para La Antígona. 

Lo cierto es que se trata de una práctica peligrosa y síntoma de problemas más profundos. Amparo Salinas, psicóloga clínica especializada en niños, explica que el cutting es una especie de mecanismo que “distrae” o “calma” el sufrimiento interno de quienes lo padecen. “Los jóvenes se autolesionan como parte de alivio a fuertes oleadas de angustia o ataques de pánico. No lo hacen por aceptación. Es por desesperación”, refirió. Menciona que lo ideal para los padres es brindar acompañamiento y, si el caso lo amerita, trasladar al paciente a una clínica. Para ello es vital que los padres se mantengan cerca de su hijos y perciban los cambios de conducta.

En el Perú, las cifras son muy alarmantes con respecto a la salud mental. Y según el MINSA los problemas se agudizan con el pasar de los años. En el  2021, se registró un aumento del 42.1% en comparación con el año 2020, alcanzando 755 mil 954 atenciones. Esta cifra se mantuvo en 2022, año donde se reportaron 959 mil 020 casos, y continuó ascendentemente hasta llegar al pico de 2023, lo que representa un aumento del 85.3% respecto al 2022.

Asimismo, en el año 2023 se contabilizaron 125 mil 078 menores con diagnóstico de trastorno depresivo recurrente, un tipo de afección de salud mental donde un paciente experimenta múltiples episodios de depresión mayor a lo largo de su vida.

El cutting es una práctica que suele realizarse en adolescentes y jóvenes que usualmente tienen problemas familiares. (Foto: Shutterstock)

Es importante mencionar que, la acción de realizarse estos cortes como una especie de “autorregulación” es síntoma de profundas afecciones y no debe pasarse por alto. A largo plazo, este tipo de conductas puede comprometer la vida del adolescente. “Generalmente son cortes superficiales, nunca son profundos, pero en una de estas  situaciones que los lleva a tener pensamientos irracionales pueden llegar a matarse. Asociar el dolor al placer, a la felicidad o a la alegría va a generar que los problemas de salud mental que ya padece está persona o está empezando a padecer se exacerben”, refirió Renato Pérez, psicólogo clínico y maestro en educación.

En el caso de Sandra, todo comenzó con la crisis en la que cayó tras la partida de su padre. Su hermana, califica su carácter como complicado y recuerda que cuando fue pequeña era muy renegona. Comenta que desde que falleció su padre, ella se volvió mucho más sensible pero inicialmente desconocía los cortes que ella se realizaba. En tanto, su madre pensaba que era algo propio de la edad, incluso llegó a pensar que era un capricho. De esta forma, empezaron a producirse  discrepancias entre la madre y la hermana de Sandra. La familia no estaba unida para enfrentar la situación y el grave estado de salud mental de la joven.

Casos como el de Sandra, forman parte de la estadística difundida por la Sociedad Psicológica Americana, que indica que el 17% de adolescentes acuden a las autolesiones al menos una vez más en su vida. Mientras que en el Perú, las cifras más actuales del Sistema Nacional de Defunciones (SINADEF), revelan que a nivel nacional se han registrado un total de 345 casos de suicidio a nivel nacional. 

La jefa del Servicio de Salud Mental del Hospital Nacional Arzobispo Loayza, doctora Isabel Vásquez, a través de la Plataforma del Estado Peruano, comentó su postura: “Muchas personas supuestamente sanas los culpabilizan diciendo que sí tiene ese problema es porque ellos no se esfuerzan para resolverlo porque no toman actitudes adecuadas”. Además, agregó que, las personas que suelen escuchar un pseudo consejo (una opinión de no especializada) se sienten mucho más desesperadas y preocupadas, haciéndoles  sentir culpa y alejándonos de los servicios de salud mental. 

Afortunadamente, Sandra, con el apoyo de su hermana y madre, decidió acudir a un psiquiatra y allí obtuvo por fin un diagnostico: depresión, bipolaridad y ansiedad. Desde ese momento empezó un tratamiento que la ayudó a estabilizarse. Cuando tiene un episodio fuerte de tensión, busca asilo en su habitación para desordenar y ordenar su ropa. Es su nuevo “calmante”. Una forma positiva de enfocar esa energía que antes la llevaba al dolor. Hoy Sandra está terminando su carrera de contabilidad en un instituto. Su relación con su madre ha mejorado, juntas han enfrentado la tormenta y han salido fortalecidas.

Según la experiencia del psicólogo clínico en el área de pediatría, Renato Pérez: “Los conflictos familiares, la falta de atención, y los comentarios negativos con los hijos causan un impacto muy grande. Esa forma de interacción familiar está llevando a que los hijos desarrollen un trastorno mental que se ve reflejado en el síntoma más visible que es el cutting”. 

Además, agregó que, con el tiempo este tipo de conductas pueden ir en aumento ya que el cuerpo empieza a generar tolerancia a los mismos neurotransmisores que se generan a raíz de esta práctica. “Necesitan experiencias que los lleven a tener más mucho placer mediante el dolor físico o emocional. Incluso, pueden llevarlls a la muerte”, puntualizó. 

Pero hay ayuda. Existen canales para pedirla. Si sientes angustia, ansiedad o tristeza que te llevan a querer autolesionarte recuerda que no estás sola: existen 275 CSMC (centros de salud mental comunitaria) distribuidos a nivel nacional destinados a ayudar a quienes tengan cualquier tipo de vulnerabilidad. Asimismo, la línea gratuita 113 Salud funciona las 24 horas del día y se puede realizar una llamada mediante un operador de telefonía fija o celular a nivel nacional marcando la opción 5.

Los canales de auxilio se pueden solicitar mediante WhatsApp al número 95 55 57 00 o al Telegram 95 28 42 623. Finalmente, está la opción de correo que es infoalud@misa.gob.pe

Busca ayuda. Presta atención a las personas que quieres por si la necesitan.

REGISTROS ATÁVICOS: POEMAS QUE SE MECEN ENTRE LA HIEL Y EL AMOR

REGISTROS ATÁVICOS: POEMAS QUE SE MECEN ENTRE LA HIEL Y EL AMOR

Por Johanna Gallegos @Johanna_Gallegos_a

Diandra García, escritora trujillana, firmando su libro «Nombres para un desamor». Imagen: Savia Casa

La escritora trujillana Diandra García presenta su primer libro de poesía titulado “Registros atávicos” (Alastor Editores, 2024) y conversa con Johanna Gallegos para La Antígona. Este libro es el debút poético de la joven escritora y a su vez, un trabajo impecable de más de tres años de registros escritos con pensamientos, vivencias y sentimientos que marcaron su vida. Un diario íntimo, un registro de historias, una “habitación propia”.

Diandra García Rouillon es una de las brillantes promesas de la literatura liberteña y peruana. Es Bachiller en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Antenor Orrego y estudiante de la carrera de Lengua y Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha sido redactora de las revistas Taquicardia, Cadá y La Antígona. Desde muy joven se vio inundada de literatura y descubrió su gran talento al ganar el primer puesto en el concurso de Cuentos de Amor Universitario (UNFV, 2021) y al ser finalista del Festival de Poetas Inéditas de La Libertad (Alianza Francesa). Hace poco presentó su primer libro “Nombres para un desamor” (Dentro, 2023), un conjunto de cinco cuentos donde explora la temática del amor y las relaciones desde una mirada fresca y experimental. 

En esta entrevista, Diandra conversa sobre su primer libro de poemas “Registros atávicos”, la experiencia de registrar cada pensamiento y vivencia a lo largo de tres años para dar como producto una obra poética conformada por cuatro secciones: hiel, herencias, retorno y amor.

Diandra, quisiéramos saber más sobre tus primeros acercamientos a la poesía; conocíamos tu gran talento con la narrativa, sin embargo, este es tu primer libro de poemas y nos encantaría saber ¿por qué elegir la poética?

La historia es larga pues lo primero que escribí fue poesía. El 2019 escribí mi primer poema, lo recité en el 2020 para un público y desde ahí no paré de ir a recitales e involucrarme. Es por eso que este libro, “Registros atávicos”, contiene poemas que escribí durante el 2019, 2020, hasta el 2023; es un libro que se desarrolló en esos años. El primer manuscrito que hice fue el 2022, fue revisado y aceptado a finales de ese mismo año y el 2023 ha estado en ediciones. 

Este libro fue escrito antes que “Nombres para un desamor”, sin embargo, por distintos procesos que he vivido, tuvo un proceso más lento. 

¿Y esto porqué sucede?

Me pasa que en la poesía —más que en la narrativa— el proceso de pulir es mucho más intenso y colaborativo. Me gusta involucrar, no solo al editor, si no a compañeros y amigos. A ellos les envío mis escritos preguntándoles sobre sus pensamientos y opiniones. Además, hubo un proceso de maduración personal. No soy la misma persona de hace tres años; en esa época tenía menos seguridad, y es más, sé que en algunos poemas se podrá entrever ese “manotazo” a un estilo ajeno. Poco a poco pude asegurar mi voz, aunque sigo haciéndolo hasta ahora, como todos, creo. 

Definitivamente fue un proceso de creación largo y seguramente hubo muchas fuentes de inspiración, cuéntanos ¿qué podemos encontrar en “Registros atávicos”?

En primera instancia, “Registros atávicos”, tiene un concepto interesante pues es de una persona que va escribiendo como un diario. Por eso la portada es una especie de “diario personal”.

Una bitácora con estilo “girly”…

Claro, algo similar. Yo quería que se sienta eso, como algo que escribió alguien y que fue creciendo. Y, por ello, también se divide en cuatro secciones. Estas están asociadas a un año.

Siempre he escuchado que las personas que escriben poesía empiezan desde su familia. A mí me pasó eso. Inicié como una especie de “13 Reasons Why”, dirigiéndome a todas esas personas a las que, yo sentía, que no les había dicho algo y que restaba un mensaje dentro de la herida que yo tenía. En eso encaja la primera sección del libro. Son como poemas con mensajes de rencores, de temas agudos y punzantes; se titula “hiel” por esos motivos. Dentro también hay dedicatorias a personas pero siempre partiendo desde ese sentimiento de rencor. Son los poemas más antiguos.

Luego de ello, pasa el año 2021 y en este año gira la sección de “herencias” dónde abarco a mi familia. Hay un puente entre esta sección y “hiel” porque la voz poética tiene un rencor más familiar y sobre todo con el padre y otras figuras como la madre, la abuela, entre otras. “Herencias” es justo eso y hace alusión al nombre del poemario pues atávicos es justo eso, algo ancestral. 

“Retornos” regresa al rencor, pero esta vez no está dirigido hacia una persona sino a uno mismo. Es como volver a uno mismo; una suerte de vómito.

Una introspección de uno mismo atada al sentimiento de rencor…

Sí, no es para nada una mirada compasiva. En “retorno” hay más juicio y una sensación de insuficiencia. 

La última sección es “amor”. Es mi favorita porque son los pocos poemas que escribí durante mi adolescencia y temprana juventud que parten justamente del amor, y no necesariamente desde una idea romántica. Sí tiene poemas de amor romántico como uno que me encanta titulado “AMOR” pero también hay otros como “Ciudad amarilla” que es sobre el amor a una ciudad, en este caso Trujillo pues yo quería que este poemario esté bien relacionado a esta ciudad. Hay menciones de Trujillo a través de descripciones que para mí son notorias y espero que lo sean para el lector. Incluso, hay menciones a personas relacionadas a este espacio como un artista trujillano que falleció. 

¿Fue escritor? ¿Dirías que te inspiró?

No fue escritor, él era artista. Su nombre era Diego Zeta. Fue miembro de la comunidad y estuvo encargado de muchas ilustraciones para la Alianza Francesa de Trujillo. Tenía un gran talento. Tuve la oportunidad de trabajar con él y durante ese tiempo conecté con su manera de percibir la vida y su filosofía. Su muerte fue impactante para mí y quería escribir sobre él pero al no ser tan íntima tenía ciertas dudas si hacerlo. Al final y con el pasó del tiempo, decidí hacerlo y ahora está incluido en el poemario. 

¿Está en la sección amor? 

No, está en “retornos” porque justamente es parte de volver al pasado, ver atrás y recordar a alguien que ha fallecido; es una vuelta atrás. Y de hecho en esta sección hay una parte que tiene dedicados. Hay uno para Zeta, uno para Amy Winehouse, uno para Gabriela Mistral. Solamente en esa sección hay dedicatorias para personas específicas. 

¿Tienes una sección favorita? 

Es complicado. Yo diría “amor” pero es más que nada porque fue como una antesala de hacia donde miró mi literatura después de mudarme a Lima. Las fechas de cada sección no son del todo fidedignas, hay una carga ficcionalizada. La mayoría de poemas sí pertenecen al año en el que están asignados pero otros han sido cambiados por cercanía de tema. 

Siento que en el caso del 2023 o “amor”, hay mucho de Lima. Quizá no aparece tan descriptivamente pero fue parte de mi experiencia al mudarme, fue en una etapa transicional y así la siento…como una transición a dónde estoy ahora. Yo quise aproximarse a la temática del amor pero me frenaba porque sentía que era un tema manoseado, tan sucio que no quería mancharlo más. 

Mi otra sección favorita fue “hiel”, la primera. Actualmente no me siento tan representada por esos poemas pero siento que funcionan bien juntos, especialmente al ser recitados. Al presentarlos al público rinden bien como puesta escénica. Su presentación la siento más teatral que las demás y su carga performativa es alta. 

Es un contraste interesante… ir desde la hiel al amor; es como ir desde un polo al otro, ¿al escribir el poemario, lo imaginaste así? 

No, vengo dándome cuenta ahora (risas). Ahora que lo pienso, el primer poema tiene la palabra odio. Así que se podría decir que sí, que va del odio al amor. 

Exactamente ¿Sientes que quieres quedarte en esta etapa de “amor” o piensas en explorar aún más? 

Estoy explorando. El año pasado escribí dos poemas que son completamente lejanos a lo que suelo escribir. Uno se titula “Ha pasado el tiempo, ¿y?”, es de temática política y parte de la liberación de Alberto Fujimori. Nunca antes me había expresado políticamente pero me resultó indignante la situación, sobre todo por el enfrentamiento que hubo en redes sociales y hasta en cenas familiares. Se daban polémicas y debates para saber qué lado era el más villano. Yo considero que fue una falta de respeto a las personas que fallecieron asesinadas. Desde esa mirada fue que me animé a escribir y me expresé a través de la ironía. Anteriormente había escrito sólo una vez sobre el fallecimiento de un manifestante en la sierra de La Libertad, pero ese poema aún lo reservo. 

Con respecto a mis exploraciones, la mayoría han sido desde el amor, la ausencia, la sencillez. De eso se trató mi experiencia creativa estos últimos meses. Pienso que no todos los escritores parten desde sus evoluciones personales, algunos sí tienen pinceladas de sus vidas en sus escritos pero para mí no es así. Creo que es más una carga privada. Un espacio íntimo que se va ficcionalizando. 

¿Eso te pasó con ambos libros?

Sí. El primero no es autobiográfico pero sí hay una carga íntima. Muchas personas que me conocen me preguntan si va dedicado a ciertas personas pero no siempre es así. Entiendo por qué lo hacen pues hay mucho de mí en ellos.

¿Has pensado en escribir más de tus pensamientos en temática política? 

He pensado en cómo articular más mis nuevos intereses. Me preguntaba cómo juntar poesía política con poesía de amor, pero por lo pronto y como es un proceso muy espontáneo, creo que los productos que vienen van a ser iguales. Voy a seguir escribiendo hasta que sienta que he compuesto un cuerpo y que por sí mismo puede andar bajo un título. Mientras tanto iré recitando pues sirve mucho. Enfrentas a un público y ves cómo la reciben y entienden, si sienten algo. 

¿Y con respecto a los cuentos? 

Yo creo que me sería más fácil escribir un libro de cuentos porque tengo ya escritos algunos y considero que podría crear más desde otros lugares. De hecho, con los cuentos agarré dos vertientes —como con la poesía—, un lado que parte desde el horror, una carga de suspenso y que tiene ciertas referencias al futuro (de manera tecnológica incluso) por ejemplo hablando de compuestos químicos —que desconozco por supuesto— (risas) y de enfermedades incluso; y también tengo esta otra vertiente que mirá hacia el amor que pregunta por las relaciones extrañas, que no sobreviven al tiempo o que son más de dos personas participando en la relación. Siento que debo articularlas para tener un producto pero no me estreso porque mi escritura es un proceso espontáneo. 

¿Es un ejercicio muy propio tuyo? 

Es más como un impulso sistemático. Constantemente tengo ese impulso por registrar algo y a veces me voy al vertedero de la poesía, a veces al de la narrativa. Nunca traté con novelas pero no las excluyo. Solo sé que para mí la escritura es una necesidad, un imperativo diario. 

¿Lo consideras un hábito?

Sí, definitivamente. Es un hábito ritualizado. Yo le otorgó una suerte de sacralidad. Tanto es así que a veces es incómodo cuando alguien entra a ese espacio sagrado e interrumpe de alguna manera.

¿Cómo fue tu camino para contactar con la editorial actual con la que estás publicando? ¿Fue un proceso complicado?

Fue un proceso en el que fui intentando muchas veces. Yo tenía mi manuscrito como un bebé, totalmente nuevo. Un amigo me recomendó una editorial a la cuál envié este manuscrito pero ellos me dieron la sugerencia de imitar a otros poetas porque aún no veían en mí, una voz madura. Eso me desanimó muchísimo pues yo consideraba que sí había una personalidad en esos textos. Anteriormente, ya había enviado ese manuscrito a dos editoriales: Dendro y Alastor. La primera la conocía por amigos y la segunda, yo la conocía desde antes y la admiraba pues en ella habían publicado poetas que me gustaban como Denisse Vega y Victoria Mayorga. Era un sueño publicar en el mismo espacio pues había mucha literatura de mujeres. 

Mi primer contacto fue en marzo del 2023 y recibí respuesta en diciembre. Yo creía que era un tema muerto, no tenía planes de publicar. Jamás pensé en dejar de escribir aún cuando en ese tiempo trabajaba como community manager. Sabía que seguiría escribiendo. Era algo que haría toda mi vida pero no creía recibir respuestas para publicar hasta que un día recibí un mail (en el trabajo) de la editorial. Cuando leí me puse a llorar en el baño, llamé a mi mamá y le conté. También intenté llamar a un amigo que era mi lector beta, la persona que leía todo lo que escribía y me daba una mirada crítica pero por temas personales no fue posible hablar con él por lo que sentí que no podía contarlo, no se lo dije a nadie más. Ya con el tiempo fui revelando a las otras personas. Un tiempo después, Dendro me contactó disculpándose por la demora en responder, así que les pedí que tuvieran en consideración mis cuentos, los leyeron y les gustó. Esa es la razón por la que “Nombres para un desamor” salen antes que “Registros atávicos”, a pesar que fueron escritos después que los poemas. 

Alastor Editores nos ha dado una pincelada de lo que contiene “Registros atávicos” pues en redes sociales publicaron el poema “Balada”; en tus propias palabras ¿qué significado tiene para ti esta pieza que justamente suena como una canción? 

“Balada”, para mí, es un poema muy dulce acerca de la pérdida, la ausencia paterna. La dulzura de no tener al padre a pesar de sí tenerlo. Este poema tiene una historia bonita pues su proceso de creación contiene una trayectoria. Era una canción. No soy música pero me gusta cantar y suelo crear. “Balada” nace en la ducha. Empecé a cantar, luego caminé hacía mi cuarto, caminé por todo el departamento en Trujillo y finalmente tomé posición en la sala y empecé a escribir en un cuaderno. Quería aproximarme al origen de ese ritmo y por mi autopercepción, muchas veces siento una sensación de que “hay algo malo en mí”, y mis dolores han nacido de ahí y persisten. Es una insistencia entre el pensamiento y la sensación. Entonces en el poema, hay una búsqueda de ese malestar en el padre. Quizá lo que esté mal nace desde ese padre que nunca apareció y que representó una especie de cárcel durante el crecimiento. 

Una canción hecha poema 

Sí. Me gusta que al ser una canción, su mismo lenguaje no es tan solemne. Incluso la última parte termina en “pa” —haciendo referencia a pa’ cantar— en lugar de “para cantar” y se anexa al significado de padre e infancia. 

Esta estrategía de convertir canciones en poemas es novedosa dentro de la poesía ¿tuviste otras técnicas originales para escribir?

En “Registros atávicos” hay de todo un poco. Tiene poemas —como el de Amy Winehouse— que son, básicamente, poemas tradicionales con rima consonante, métrica y deviene de las lecturas que tenía. El libro es un diario porque mis textos nacen de mis cuatro formas de escribir. La primera es a partir de la melodía; suelo tararear y decir frases; otra es más de escritura automática e ir puliendo; otra es más ritual, pues involucra el cuerpo como expresión, es decir, selecciono canciones y empiezo a moverme pensando en elementos —tierra, agua, fuego y aire— y empiezo a escribir. Suelo usar mucho esta forma. Por último, está la de expresar con mi voz lo que quiero decir. El poema, para mí, es una construcción que se lee. Sé que hay escritores que se quedan con lo que redactan en el papel. Yo necesito que el poema tenga una lectura. Escribo pensando en cómo va a sonar cuando lo recite. 

Tus formas de escribir son muy honestas

Sí, y a veces me generan situaciones con las personas que me rodean. Una vez escribí un cuento desde la perturbación de ver una herida grande en el cráneo de un amigo. Por este sentimiento que me producía ver esa lesión empecé a escribir un cuento en plena universidad. 

Tu escritura se volvió una manera de lenguaje tuyo

Sí. Esa técnica está más presente en narrativa que en poesía. Yo soy mucho de tomar algo pequeño y llevarlo hasta sus últimas instancias, hasta casi la exageración para ver qué sucede. En la poesía suele pasar pero menos frecuente. Hace poco escribí un poema “Dos veces narciso”, en el que busqué llevar la decepción amorosa hasta la última consecuencia, la idea de no me amabas. Eso no pasa en la vida real pero la literatura te permite ficcionalizar algo y que de alguna manera, eso sea más honesto de lo que pasó. 

Cuéntanos sobre los eventos de presentación y firmas que tendrá “Registros atávicos”

Personalmente, me gusta estar involucrada en la realización de estos eventos y estar acompañada de más artistas y en general de mucho arte, es por ello que contacté —en enero— con Cindy Muñoz, poeta trujillana y Lizeth Agüero, artista; y ambas aceptaron estar este 23 de marzo en la presentación de “Registros atávicos” en Trujillo que se llevará a cabo en la Alianza Francesa (Jirón San Martín 858) a las 7pm. También estarán grandes músicas y cantantes que sigo desde muy jóven.

En Lima, también habrá una presentación para la cual invité a dos amigas: Leslie Baltazar, literata que tiene poemas musicalizados que me agradan muchísimo, y Ari Enero, actriz, performer y clown. Este evento se dará el 06 de abril en la librería Placeres compulsivos (Jirón Sucre 407, Barranco) también a las 7pm. 


♦ Nació en Trujillo, Perú, en 2000.

♦ Es escritora y estudiante de literatura.

♦ Ha publicado poemas en la Revista Bohemia Liberteña y es redactora de La Antígona.

♦Obtuvo una mención honrosa en el III Concurso de Cuentos de Amor Universitario.

♦ Publicó el libro “Nombres para un desamor” y ahora, “Registros atávicos”.


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8M: NO HAY LUGAR PARA LA TRISTEZA

8M: NO HAY LUGAR PARA LA TRISTEZA

Por Yahir Campos

«Mi mamá me está enseñando a luchar por mis derechos» – FOTO: Yahir Campos

Todos los años se reúnen en distintas plazas del mundo. Mujeres formidables, con el espíritu inquebrantable, llenas de euforia, que a una sola voz de lucha proclaman la igualdad negada por miles de años. Era un 8 de marzo y me encontré, en medio de esta furia incandescente, en la concentración en el parque Combate de Abtao, San Isidro, rodeado de amistades resilientes.

Aquí las escuadras se preparaban para dar marcha contra la sociedad machista. Las tarolas y distintos instrumentos de percusión encendían los ánimos, las largas y medianas banderolas pintaban la escena, pinturas y carteles sellaban lo que iba a ser una postal orgullosamente inolvidable. Eran 5 bloques comandados por sus batucadas que disponían a avivar las voces, y algunas personas de incógnito listas para dejar pinturas murales.

Esta fecha fue asignada desde 1975 tras una pronunciación de la Organización de Naciones Unidas (ONU); anteriormente era conmemorada en diversos días como el 28 de febrero o 19 de marzo. Desde entonces, el 8M es una jornada especial que nos recuerda la lucha de miles de mujeres por igualdad de derechos y oportunidades.

Es importante saber el porqué se viven estas marchas y para ello se debe entender su significado. Estas son un símbolo claro de que el progreso radica en la voluntad del pueblo. Las mujeres a lo largo de la historia han sido parte crucial del cambio, pero esta sociedad tiende a acosar su voluntad y aplacar sus derechos.

Ruido de consciencia es el nombre que adoptaron las agrupaciones musicales que llegaron a la marcha del 8M que tuvo gran acogida y que contó con la organización de «Sembrando sueños» y «Sakura Maru», ambas asociaciones, tienen un compromiso firme por la lucha contra la violencia de género por lo que se encargaron de llevar la celebrbación y cada cuadra de la av. Arequipa fue el albergue de estas implacables manos y gargantas.

Todo comenzó en el parque de Los Museos-Centro Cívico, un punto importante pues los asistentes relataron sus testimonios y concedieron entrevistas sobre el feminicidio, preparon las pancartas y organizaron toda la parafernalia del convoy de la marcha. Fue la manera perfecta para renovar fuerzas.  

La música es una liberación de deseos apasionados, por ello siempre será fuente de reclamos efusivos del alma. Esa tarde, mientras fotógrafos capturaban los mejores momentos, había músicos a cargo del concierto eletroctoacústico que daban lo mejor de si mismos —como todos los asistentes— y equiparaban la energía de las frases en carteles.

Mensajes de aliento

‹‹YO SÍ TE CREO Y SI TE PASA ALGO AMOR MÍO LO QUEMAMOS TODO›› y ‹‹SOY HERMANA DE LAS NIÑAS QUE NUNCA TOCARÁS››, fueron algunas de las frases que me causaron un sentimiento de aprensión. Temo porque soy hijo de mi madre, hermano de mi hermana y tío de mi sobrina. En esta suerte de sociedad exasperante las malas noticias están a la orden del día. Mi rabia mudó a humor cuando observé un muro pintado: ‹‹YO NO SALÍ DE TU COSITA, TÚ SALISTE DE MI COÑO››, un lenguaje explícito, pero eficaz que me impulsó a seguir recolectando frases para un álbum de elegías fotográficas. 

De pronto empezó a garuar. Las personas iban y venían con pañoletas verdes o lilas, la vista de los vecinos se dejó cautivar por el ambiente y acompañaban con los cánticos y palmas. La Asociación de Madres Luchando por Justicia (AMLJ) llevaban cruces con el nombre de sus víctimas y en el estandarte fotos de nuestras hermanas caídas. La batucada eximió el afligido mensaje y todas empezaron a saltar.

Ya no es tiempo de tristeza, pensé a pesar de que las lágrimas caían del cielo…quizás de las hermanas que partieron y que aún viven en los corazones de miles. Colectivos sociales; mujeres y personas LGTBIQ; gremios y sindicatos; trabajadoras sexuales, mujeres con discapacidad y familiares, todas unidas por la lucha de la igualdad y la erradicación de la violencia de género.

Caía la tarde y un arcoíris sonreía en el cielo para dibujar el trayecto de la marcha hacia un horizonte de esperanza.

Razones de lucha

El cansancio no tuvo lugar. No hay forma de que nos callen. Hay muchos motivos para seguir tomando las calles. La violencia, núcleo de la desigualdad que niega a extinguirse, se presenta no solo en acciones físicas. Por eso el lema principal fue ‹‹TRABAJO SÍ, VIOLENCIA Y EXPLOTACIÓN NO››

Si el movimiento obrero de finales del siglo XlX insistió para conseguir el voto femenino y el derecho a la formación profesional, hoy las razones son similares.

Según la ONU, cerca de 2.700 millones de mujeres no pueden acceder a las mismas opciones laborales que los hombres y hasta en 2019, menos del 25% de los parlamentarios eran mujeres. Ese claro desnivel es una cruenta manera de establecer la visión patriarcal y desequilibrada en el ámbito político y laboral de nuestra sociedad.

Y no solo es en el área de trabajo; en eñ 2023, el diario El Peruano realizó una encuesta que refiere que el 55.7 % de las mujeres de entre 15 y 49 años ha sufrido alguna vez violencia psicológica y/o verbal, física o sexual por parte de su pareja o compañero.

Una fuerza incomparable

El cronograma finalizó en el parque Kennedy. Los 5 bloques se dispersaron para terminar la jornada con arengas y reflexiones, que el público asistente y los aledaños aclamaron con furor. Una persona se encargó de sentenciar con el megáfono y una banderola con fotos de los abusadores contra las mujeres víctimas de feminicio. La indignación era tremenda cuando se oían los crueles crímenes, sin embargo, no hubo cabida para la melancolía pues las voces furiosas se encargaron de llenar de orgullo el corazón de Miraflores y renovar las fuerzas de lucha.

A pesar de que la violencia de género parece no acabar, la unión de las mujeres nunca guardará silencio y estallará de rebeldía.

Día de la Vulva: Rompiendo tabúes y empoderando el autodescubrimiento femenino

Día de la Vulva: Rompiendo tabúes y empoderando el autodescubrimiento femenino

Por Arturo Gutarra

El viernes 8 de marzo se llevó a cabo una marcha en Lima con motivo del Día de la Mujer Trabajadora. (Foto: Candy López / La Antígona)

Conoce los desafíos que enfrentan las mujeres en la sociedad actual y la importancia de educarse sobre la salud íntima y el bienestar de las mujeres.

La marca Nosotras impulsa el «Día de la Vulva» para fomentar el autodescubrimiento femenino. Esta celebración, que tiene lugar el 5 de marzo, busca empoderar a las mujeres desde sus propios cuerpos, rompiendo estereotipos y promoviendo la aceptación de la belleza individual de cada mujer. 

Según el Servicio de Orientación en Sexualidad (SOS) del Apoyo a Programas de Población (APROPO), organización dedicada a mejorar la calidad de vida de mujeres y hombres en Perú, el 15% de los peruanos realiza consultas relacionadas con dudas sobre la anatomía y los órganos sexuales, revelando una brecha de tabúes en nuestro país.

En una encuesta realizada por La Antígona a mujeres mayores de 18 años, se encontró que el 96% cree que la sociedad aún enfrenta tabúes en torno a la anatomía femenina. 

Sin embargo, el 61% de las mujeres encuestadas admitió no haber participado en actividades relacionadas con la salud íntima o el bienestar femenino debido a la falta de información y campañas de salud específicas para las mujeres. 

La falta de información sobre salud íntima y bienestar femenino trasciende fronteras. (Foto: Arturo Gutarra/archivo)

CONOCER NUESTRO CUERPO

La ginecóloga Corina Hidalgo, del Centro Mundo Salud, destacó que muchas mujeres desconocen la diferencia entre la vulva y la vagina, y en algunos casos tienen temor de mencionar los nombres completos de sus partes íntimas.

En una entrevista para La Antígona, Hidalgo señaló: «A diario me encuentro con mujeres que nunca han observado su vulva, les genera mucho miedo tocarla. Incluso cuando se trata de la higiene íntima, hay cierto temor.».

La ginecóloga resaltó la necesidad de educar a las mujeres sobre su anatomía y fomentar la autoexploración para que puedan comprender su cuerpo y detectar posibles cambios o anomalías

Asimismo, enfatizó en la importancia de una buena higiene íntima y la necesidad de derribar los miedos y tabúes que rodean a la sexualidad femenina.

UN GRAVE ERROR

Por otro lado, la especialista manifestó que desde muy temprana edad se nos enseña a hablar únicamente de la vagina al referirnos al aparato reproductor femenino, sin embargo, este no es el único componente visible. 

En algunos casos, cuando las pacientes acuden a una consulta médica debido a una picazón, mencionan que les pica la vagina, pero en realidad se refieren a la parte superior, es decir, la vulva. En relación a esto, la ginecóloga explicó: «Es en ese momento cuando utilizamos maquetas para mostrarles las diferentes partes íntimas y explicarles la diferencia entre ambos órganos. Esto nos ayuda enormemente en el proceso de diagnóstico».

La Dra. Corina Hidalgo explica, durante una entrevista para La Antígona, acerca de las distintas partes que componen la vulva. (Foto: Captura de vídeo/Zoom)

Hemos alcanzado como sociedad un punto en el que sentimos temor y vergüenza al intentar hablar con nuestros padres o hijos sobre temas relacionados con las partes íntimas.

La Dra. Corina señaló que en su consultorio recibe a madres preocupadas por los cambios en los genitales de sus hijas, y en la mayoría de los casos les tranquiliza explicándoles que las diferencias anatómicas son normales. Además, se asegura de informar al padre para que esté al tanto de que se trata de algo natural y luego compartir esa información con la adolescente.

EL ESPEJO COMO HERRAMIENTA

La sexóloga y escritora Valérie Tasso, embajadora de LELO España, destaca la importancia de una educación sexual reglada, como se lleva a cabo en Inglaterra desde los 5 años. 

En una entrevista para ABC, Tasso enfatiza que esta educación no se trata solo de aprender sobre el sexo sino de conocer nuestro propio cuerpo, incluyendo aspectos como la educación afectiva, el respeto hacia los demás y la prevención del maltrato de género. 

Para la embajadora, la educación sexual va más allá de aprender a usar un condón y se centra en la autoexploración, que tiene beneficios maravillosos al ayudarnos a descubrir nuestros propios gustos y preferencias. Recomienda utilizar un simple espejo como herramienta para explorarse y afirma que cuanto más nos aceptemos, más nos empoderamos.

Las Vulvas Espejo Vitral se ponen a la venta a través de Internet en México. (Foto: Vitaliia Karelina/etsy.com)

Las expertas también resaltan la importancia de los orgasmos, no solo por el placer que proporcionan, sino porque fomentan la lubricación vaginal. Según explica una de las expertas, las relaciones sexuales frecuentes, incluso sin penetración, pueden ser beneficiosas para combatir la sequedad vaginal, especialmente durante la premenopausia y la menopausia. 

TABÚ 

Por otro lado, la psicóloga Reyna Victoria Sánchez Hernández, a través del Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas, explicó que un tabú es un concepto utilizado para referirse a aquello que, según las convenciones sociales, creencias religiosas o supersticiones, se considera prohibido o vetado por la sociedad.

Sánchez Hernández también señaló que dentro de los tabúes o creencias sobre la sexualidad, destaca la idea de que si no se habla de sexo, no es necesario educarse ni acceder a servicios de protección sexual. 

Mujeres cuelgan prendas de ropa interior para representar la lucha por la salud menstrual y la igualdad de género en conmemoración al #8M. (Foto: Carina Escudero/La Antígona)

Además, persiste la creencia de que las mujeres deben ser vírgenes hasta el matrimonio y de que si no tienen relaciones sexuales, serán abandonadas y serán responsables de ello. Estas creencias han llevado a que las mujeres no puedan expresarse libremente y sean vistas como objetos.

“Tenemos un desconocimiento acerca de nuestra sexualidad y esto puede ser influenciado por las falsas creencias, prejuicios, hechos distorsionados, desinformación, mitos; todo esto explica lo que es un tabú o deja claro lo que ignoramos del tema”, indicó la especialista.

La importancia del Día de la Vulva radica en su objetivo de promover la educación, la conciencia y la aceptación de la diversidad y la salud sexual femenina. Esta celebración busca romper los estigmas y tabúes asociados a la vulva, fomentando un ambiente de respeto y entendimiento en nuestra sociedad.

Es fundamental comprender que la vulva no es solo un órgano físico, sino también un símbolo de empoderamiento y autonomía para las mujeres. Reconocer y valorar la diversidad de las vulvas es un paso crucial hacia la igualdad de género y el respeto por el cuerpo femenino en todas sus manifestaciones.

Hecho Por Mujeres: el festival de cine peruano feminista celebra su sexta edición

Hecho Por Mujeres: el festival de cine peruano feminista celebra su sexta edición

Por Diandra García

Desde sus comienzos, en 2017, el Festival Hecho Por Mujeres ha sido un pilar para la disminución de la brecha de género en el audiovisual peruano. En esta nota, Fabiola Reyna, su fundadorx, nos habla de cada año transcurrido.

“Lo hice porque quería ser escritorx”, dice Fabiola Reyna. Cuando decidió estudiar comunicación, sus padres pidieron a sus hermanos que lx convencieran de desistir. “Querían que estudie ingeniería industrial”, se asombra, antes de continuar con la lista de cosas que sí es: comunicadorx, escritorx, fotógrafx, gestorx cultural. Dentro del amplio currículo, destacan tres entes con alma propia: 

  1. La cinta ancha, libro que recoge su experiencia e investigación de la brecha de género en el cine peruano.
  2. El Observatorio de Género y Cultura, incubador de proyectos, investigaciones y herramientas para la reducción de brechas de género en el sector cultural.
  3. El Festival Hecho Por Mujeres, cuya historia se remonta a 2017 y nos conduce a Fabiola y a mí, en febrero de 2024, a una conversación por videollamada.

Hecho por mujeres: un ente vivo este 2024

2017 / Fabiola Reyna propone crear un ciclo de cine peruano hecho por mujeres en sus prácticas profesionales. El proceso fue más engorroso de lo anticipado. “En mi criterio, en mi intuición, sabía que no era porque (las mujeres) no hayan hecho películas, sino que era costoso encontrar información sobre ellas”, afirma Fabiola. Su idea sería la semilla para abordar un problemático elefante en el rubro audiovisual del Perú.

2018 / “Amo el cine feminista”, Fabiola asegura. En eso, no estaba solx. Sus compañeras comunicadoras, también feministas, se sumaron a un proyecto que hoy cumple seis años de vida: el Festival Hecho por Mujeres. Al principio, el enfoque estaba solo en mujeres cis. Después, paulatinamente, la mirada de lxs organizadores se trasladó hacia las disidencias. Hoy, “mujeres” es un nombre que ampara diversxs identidades de género.

2019 / Segundo año. Síntoma de algo asombroso acerca del trabajo de Fabiola: la sostenibilidad. “Tras la acogida de la primera edición ¿supiste que debía continuar?”, le pregunto. Ellx no se toma ni un segundo para contestar que sí, que claro. 

“La brecha de género era un asunto más o menos evidente (en el rubro). Por eso, distintas instituciones nos apoyaron,  nos apoyan hasta el presente. El Centro Cultural de España, por ejemplo, o el Ministerio de Cultura, que nos dio una sede antes de que ganáramos los estímulos siquiera”, comenta Fabiola, con una voz construica con agradecimiento y seguridad. 

“Yo era consciente de que era una iniciativa de largo periodo. Eterno no… En un futuro, el punto es que no exista esta brecha tan grande. Y sí, estamos un poquito lejos. Sin embargo, espero que en unos años… Bueno, estamos viendo bastantes cambios ¿no?”.

2020 / Época de cambios inesperados. Debido a la propagación de la COVID-19, el festival tuvo que cancelarse. Aun así, más tarde, el equipo retomó las labores, con un lente distinto. “Ya no podíamos tener una mirada territorial… (La pandemia) tuvo sus pros y contras. Permitió que personas de distintas regiones no estén obligadas a movilizarse hacia Lima. Por ahí que eso nos acercó un poco”.

El aislamiento puso una nueva reflexión sobre la mesa: la colaboración, la unión de cada miembrx desde sus habitaciones individuales, era esencial para la resiliencia del proyecto. “Nos dimos cuenta de la importancia de nuestra red cercana, de darle espacio a nuestras emociones”.

2021 / Durante la primera edición, la participación de lxs colaboradores fue “muy voluntaria”. En cambio, a partir del segundo año, Fabiola instauró el propósito de que la sede del festival rote entre las diferentes regiones del país. “El afiche tendría que ser, por tanto, de unx ilustradorx de la región, que comparta las luchas del festival, claro”. 

2022 / “Más que un interés profundamente cinéfilo, la motivación de este festival es trans feminista. Usamos el cine como herramienta de activismo”, Fabiola explica. No se trata de un abordaje desde los contenidos necesariamente, sino de una mirada, una forma de reaccionar a las “relaciones de poder y discriminaciones en la sociedad (peruana)”. 

El público de Hecho por Mujeres, desde siempre, ha encarnado esta aspiración. “(Antes) hablábamos desde el binario. Luego, pasé por un proceso de transición personal, (como) el festival, que sigue evolucionando… Cuidarnos es ahora, para mí, una cosa central”.

2023 / El cuidado en el epicentro. En 2023, la trujillana Silvia Arellano tomó la posta como directora de Hecho por Mujeres. “El festival ha sido como mi bebé. Cuesta soltarlo, aceptar que ya crece por sus propios rumbos”, confiesa Fabiola. A su vez, piensa que los modos de trabajar, las experiencias, les han ayudado a anticipar cualquier obstáculo en el camino. 

“Cuando pasó lo de las matanzas durante el gobierno de Dina, teníamos hecha toda la programación. Pero estaba la frustración, la rabia… ¿Qué hacíamos con esa rabia? ¡Nuestro proyecto es sobre derechos humanos! Decidimos que ese espacio debía contribuir”. Así, el festival respondió a los mismos dolores que lxs peruanxs. Para Fabiola, aquello es fundamental. “(Hecho por mujeres) es un ente vivo. Somos un medio para la raboia también, creo que eso es muy bonito”.

2024 / Sexta edición. Del 8 al 16 de marzo. En Trujillo, Lima, Chiclayo, Piura. Una agenda de actividades de formación, encuentros, exhibiciones, con las diversidades queer como base. Cuatro secciones de competencia: cortometrajes, cortometrajes universitarios, cortometrajes experimentales y largometrajes. Una curaduría llamada Disidencias, realizada por Lorena García (programadora del festival) pensada en 3 vertientes: la representación del cuerpo femenino en escenarios de conflicto, la apropiación disruptiva del archivo y el cine desde la amistad.

De hecho, para el Festival Hecho por Mujeres, lxs amistades han sido algo vital. “Se mezcla lo laboral y lo amical. En el equipo, hay que entender, no solo hacer. Todavía es retador liderarlo, todavía tengo muchas dudas”, Fabiola admite. 

El Cine Chimú, lo laboral, lo amical

En esa línea, le revelo a Fabiola que, para mí, resulta en verdad significativo que la sede principal de esta sexta edición sea el Cine Chimú de Trujillo, uno de los centros culturales más históricos de la ciudad. “Tiene un pasado de pornografía incluso, me parece muy poderoso que hoy sea un espacio de resistencia”. Fabiola asiente. Al replicar, ingresa a una de las zonas limítrofes entre lo laboral y lo amical: la familia.

“Mi papá es de la sierra de La Libertad, de Lucma (Gran Chimú). Le conté que haríamos el festival en el Cine Chimú… ‘¿Lo conoces?’, pregunté. ¡Obviamente sí!’, dijo. (Mis padres) han aprendido, han tenido la intención de aprender acerca de lo que hago. Asisten a todas las ediciones del festival, siempre en primera fila”, espeta, de nuevo, con aquella fortaleza y gratitud.

En ese momento, me percato del corazón en lo que Fabiola y el festival hacen: los lenguajes. Más precisamente, lxs lenguajes. El audiovisual, la escritura, la poesía, la memoria.. En palabras de Cristina Peri Rossi, Hecho por mujeres es para el cine peruano, para Fabiola y para nosotrxs, todxs lxs mujeres, “nuestra forma particular de cambiar la ley de los hombres”.