Por Johanna Gallegos y Zoila Antonio Benito
johanna.gallegos@pucp.pezrab1996@gmail.com

En el mundo digital, la violencia sexual parece estar normalizada. Foto: Parenthood

El aislamiento social obligatorio decretado por el COVID – 19 ha causado un incremento en las horas dedicadas a las redes sociales para tener información y comunicación con lo que ocurre fuera de casa. Pero también se ha convertido en un escenario ideal para que se desate la violencia sexual a través del internet. Las denuncias de personajes públicos y figuras de la televisión han reavivado la polémica respecto a qué se puede llamar acoso. En el mundo digital, la violencia sexual parece estar normalizada.

El 30 de marzo del 2009, se estrenó en horario estelar “Al fondo hay sitio”, una serie de televisión que narraba la historia de una familia ayacuchana y su nueva vida junto a sus adinerados vecinos. El rating estuvo a su favor: tuvieron un circo propio, giras nacionales y en el extranjero. El éxito duró ocho años.

Uno de los personajes más queridos fue el de Grace Gonzales, interpretado por la actriz Mayra Couto, con un carácter inocente y tierno. Su amor platónico era Nicolás De las Casas, que recayó en el actor Andrés Wiese, su vecino rico y galán con quien tendría una relación sentimental y hasta una hija. Así se convirtieron en una de las parejas más queridas de la televisión peruana. Cuatro años han pasado desde que Couto dejó de grabar con Wiese. Hace una semana muchos los recordaron pero no por la serie, sino porque ella lo denunció por acoso mostrando unos mensajes través de su cuenta de Instagram.

La actriz expuso una conversación en la que recrimina al actor por hostigarla durante el tiempo que compartieron el set de grabación. Esta publicación sucedió tras otra denuncia contra el actor: una menor de edad mostró en el programa de espectáculos de la periodista Magaly Medina un chat de Instagram con imágenes con contenido sexual explícito que él le había enviado. La adolescente de 17 años, con videos y fotos de Wiese desnudo, aseguró haber sido acosada sexualmente.

Chat de Mayra Couto a Andrés Wiese por mensajería directa en Instagram

A partir de esta noticia, los análisis en redes sociales, fotos, videos, memes y miles de comentarios aparecieron en decenas de páginas en Facebook, que junto a Whatsapp es una de las páginas más visitadas por los peruanos, según un último estudio de We Are Social, una de las agencias creativas más grandes de América y especializada en plataformas digitales. Fue también Trending Topic Topic en Twitter. Hubo comentarios a favor y en contra de la menor de edad y de Mayra; otros usuarios publicaron pruebas e imágenes de la joven para intentar descalificarla y poner en duda su denuncia.

¿Los usuarios de las redes sociales, entre ellos jóvenes y adolescentes, están normalizando la violencia sexual hacia las mujeres en este espacio virtual? ¿La violencia sexual puede manifestarse en este lugar? Estos son, hoy en día, espacios para que los usuarios se sientan identificados con otros, se formen grupos o se compartan opiniones. Pero los casos como la menor de edad que denunció al actor y el de la actriz no han estado libres de ataques violentos, burlas o censuras en redes sociales. La inmediatez, la falta de información, la disponibilidad, y el anonimato que ofrecen medios como Facebook o Instagram, estarían incrementando este tipo de violencia. 

Para la periodista y abogada especialista en derecho penal Josefina Miró Quesada,  la violencia sexual y sus manifestaciones sí están reguladas en el Perú. En el 2018, se modificaron los artículos 183-B del Código Penal sobre Proposiciones a niños, niñas y adolescentes con fines sexuales; 176 – C sobre chantaje sexual; 153 – B sobre explotación sexual y el más resaltante: el 154 – B sobre la difusión de materiales audiovisuales con contenido sexuales. “Hay una normativa que se modificó recientemente para tratar de reforzar la protección y evitar las agresiones de este tipo por el uso de las tecnologías”, precisó.

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Fuente: IUS, acoso en redes sociales 

Al ser consultada sobre el caso de Wiese, quien es investigado por la fiscalía por presunto acoso sexual a una menor, Miró Quesada consideró que sí configuraría ese delito y que es una “invasión no solicitada de un tercero” al espacio de intimidad sexual.  Resaltó, además, la importancia de que haya un hostigamiento frecuente. “Debe ser una conducta que implique el acto de seguir, asediar o establecer contacto con una persona con la finalidad de realizar actos de connotación sexual sin su consentimiento”, agregó.

Sin embargo, el acoso sexual es solo la punta del iceberg del tipo de violencia hacia la mujer que existe, sobre todo, en el mundo virtual. Por ejemplo, Couto continúa siendo punto de ataque de grupos de usuarios que se autodenominan o tienen la misma línea del llamado “Beba Army” – nombre inspirado en un jugador del videojuego ‘Dota 2’-  quienes actúan agrediendo, hostigando y burlándose de la posición de la actriz y de otros personajes televisivos como Magaly Medina y el ex conductor Rodrigo González, quienes comentaron y difundieron las denuncias.

Grupos de usuarios que se autodenominan o tienen la misma línea del llamado “Beba Army”  quienes actúan en oposición a la actriz y a personajes televisivos que la apoyan

Grupos de usuarios que se autodenominan o tienen la misma línea del llamado “Beba Army”  quienes actúan en oposición a la actriz y a personajes televisivos que la apoyan

Lo ocurrido con este tipo de colectivo virtual es también un delito de acoso, según Miró Quesada. “Esto es una réplica de lo que sucede en el mundo no virtual. En este espacio tienen cierta impunidad a esos actos justamente porque están cubiertos bajo el disfraz del anonimato”, aseguró. El no poseer una identidad refuerza las agresiones, las vuelve más violentas y más colectivas, señala la especialista en derecho penal. 

Un ambiente a su favor 

A inicios de junio, la ex candidata a Miss Perú Lucero Sánchez denunció, a través  de noticieros locales, la filtración de un video íntimo que grabó con su pareja mientras tenían relaciones sexuales. Al día siguiente de su aparición, su nombre y la palabra “video” se posicionaba como una de las búsquedas más realizadas en Google en el país. En una entrevista la modelo dijo que sufría de ataques de ansiedad por los comentarios y los mensajes que desconocidos le enviaban a su celular. Páginas en Facebook le tomaron capturas al video íntimo en mención. Lo convirtieron en meme.

Una situación similar ocurrió con la cantante Mayra Goñi, quien tuvo una transmisión en vivo por Instagram en la que interactuaba con sus fans. Mientras ella hablaba con sus seguidores, en la que los invitaba a hablar desde sus casas, un usuario le mostró sus genitales. La reacción de Goñi fue de total sorpresa y molestia: su rostro reveló el shock por este tipo de acoso sexual. Desde aquella oportunidad, confesó que siente mucho temor de que dicha situación se vuelva a repetir y que estaba muy afectada por lo ocurrido. Este episodio también generó una ola de memes y muchos optaron por reproducir el video en sus redes sociales, burlándose de la artista. La fiscalía ha iniciado una investigación por este hecho por el presunto delito de acoso sexual a quienes resulten responsables.

“Saber que estás haciendo que se rían pero hiriendo a alguien, es tan moralmente despreciable como atacar de forma abierta. Está buscando que le digan ‘qué hábil eres’, y Facebook y los medios sociales en general se prestan mucho para esto”, sostuvo Eduardo Villanueva, investigador de la PUCP especializado en redes sociales.

Por su parte, el psicólogo social Víctor Ochoa señaló que esta violencia puede tener consecuencias en el mundo real. “Estas personas que tienen estas cuentas, pueden usarlas para ejercer una revictimización a una persona que está denunciando un hecho de acoso o violencia. Como sociedad es un mensaje preocupante”, remarcó.

Meses antes de esta denuncia, Mayra Couto también fue criticada en redes sociales por la manera en la que se expresaba. En su cuenta de Instagram, la actriz detalló los rasgos de su nuevo personaje en el corto llamado “La munda es nuestra”. La palabra “munda” generó críticas. Y este post no fue olvidado por algunos usuarios quienes tras la denuncia de acoso sexual a Andrés Wiese, utilizaron esta noticia para defender al actor.

Usuarios usando la palabra ‘Munda’ como justificación a burlas hacia Mayra Couto a raíz de la denuncia a Andrés Wiese

Usuarios usando la palabra ‘Munda’ como justificación a burlas hacia Mayra Couto a raíz de la denuncia a Andrés Wiese

Los memes, comentarios, videos, imágenes relacionados a la denuncia presentada ahora por Couto, para el psicólogo Ochoa. “siguen siendo un acto de acoso, porque ves que estas personas están tomando estas prácticas para sustentar el acoso cibernético que se está ejerciendo”.

La misma condición que tienen las plataformas como Facebook e Instagram, como están concebidas y diseñadas, no disminuye la probabilidad de encontrarse con contenido que no deseamos ver. “La responsabilidad de que estas cosas ocurran tiene que ver mucho con cómo se han gestionado los medios. Pueden bloquear, pero no lo hacen porque hay una intención comercial de hacerlo lo más atractivo posible”, agregó Villanueva sobre las filtraciones de material íntimo (o derivados) por redes sociales. 

¿Leyes para las redes sociales?

Los movimientos propios de la danza clásica que realizaba el joven bailarín Brian Gómez en una transmisión en vivo en Instagram en la que enseñaba una clase de ballet para hombres, generaron que los usuarios lo ataquen la semana pasada. Comentarios satíricos, homofóbicos y hasta descalificativos sobre su sexualidad lograron que termine con la clase para evitar más caos: más violencia. De inmediato, el Ballet Municipal de Lima se pronunció y lamentó dichas agresiones.

Usuarios con diferentes apodos agreden a bailarín Brian Gómez . En la última captura, un ‘llamado a la acción’ para ‘atacar’ en grupos como ‘Beba Army’

Usuarios con diferentes apodos agreden a bailarín Brian Gómez . En la última captura, un ‘llamado a la acción’ para ‘atacar’ en grupos como ‘Beba Army’

Este caso retrata un nuevo delito de acoso homofóbico y una manifestación más de la violencia sexual en las redes. Los comentarios emitidos por usuarios no podrían ser tomados como una forma de libertad de opinión, aclara Josefina Miró Quesada. “Si es una opinión que lesiona al otro ya no es parte de mi derecho de legítima expresión y entra al ámbito de lo delictivo”, indicó. A este problema se le suma el factor del anonimato que te da las redes sociales. (AU)

Según un estudio hecho el 2018 por la Asociación Civil Hiperderecho, el tipo de contenido que recibe mayor cantidad de violencia vía internet son los temas que giran alrededor de cuestiones de género como la libre expresión de opiniones políticas y sociales (33%), la agenda movimientos sociales o activismo feminista (32%) y las fotos personales de mujeres y personas LGBTIQ+ (22%). Con esto “se busca castigar la expresión de ideales, intereses y contenido que defienden la igualdad de género”, remarcó dicha institución.

Además, el Observatorio Nacional de Violencia contra las Mujeres, espacio digital propio del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables registró 1603 casos de acoso virtual en el 2019: el 73% de los delitos son manifestados a través de Facebook y el 46% mediante WhatsApp. Estos dos son los medios más usados en lo que va del 2020 en pleno estado de emergencia por el avance del COVID-19. Ante estas situaciones, Facebook ha tomado algunas medidas para prevenir este tipo de violencia. Una opción inmediata es reportar una cuenta o publicación cuyo contenido vulnere o victimice a cierto sector de la población. En el caso del acoso sexual, Facebok se encuentra implementando programas como el llamado “Nunca sin tu consentimiento”. 

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Sin embargo, ¿esto será suficiente? Para Villanueva no lo es. El especialista sostiene que estas empresas “no han tenido un papel fundamental” para frenar las situaciones como las que hemos mostrado en este reportaje, por lo que considera más efectivas si las denuncias pasan de un plano virtual a lo social. “En una sociedad como la peruana no sancionamos a esas personas. Los medios tienen mucho que ver, porque lo ponen como algo controversial, donde no califican a la persona abiertamente. Si no tenemos sanción social, las sanciones formales no van a ser tan efectivas”, resaltó. (AU)

Miró Quesada coincide con Villanueva y resalta que es vital denunciar tales abusos; y rescata que este acto debe darse por el medio de denuncia donde la víctima o víctimas crean que sea más efectivo. Como abogada reconoce que la justicia, en casos de género, tarda en llegar y que el archivo “puede quedarse a mitad del camino”.

La investigación a Andrés Wiese por enviar vídeos íntimos a una menor y por el presunto delito de acoso sexual está a cargo de la Cuarta Fiscalía Especializada en Violencia contra la Mujer de Lima. Sin embargo, en redes sociales, el nombre de la joven y sus cuentas han sido expuestos. Couto prefirió crearse cuentas alternativas a las que tenía por la censura y ataques que recibía. Pidió a sus compañeros de Al fondo hay sitio no hablar más del tema. 

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