En Perú, el ciberacoso y la sextorsión se han convertido en problemas graves para la seguridad y el bienestar de niñas, niños y adolescentes. El aumento del uso de redes sociales y dispositivos tecnológicos ha expuesto a los jóvenes a nuevas formas de abuso que afectan profundamente su salud emocional y psicológica. Estas problemáticas están creciendo de manera alarmante, con cifras que reflejan un aumento en la victimización de los adolescentes. Esto resalta la urgente necesidad de una respuesta efectiva desde la legislación y la educación para proteger a este grupo vulnerable.
El aumento de la sextorsión en niños, niñas y adolescentes en Perú refleja un peligro creciente en el entorno digital, donde los menores se enfrentan a constantes amenazas de chantaje y acoso cibernético.Fotografía: Aldeas Infantiles SOS Perú
La sextorsión, un delito que combina el chantaje con la amenaza de difundir material íntimo, ha emergido como una preocupación alarmante en Perú, afectando principalmente a niños, niñas y adolescentes. Según la encuesta sobre “Percepciones y Experiencias Digitales en torno al: Ciberacoso, Grooming, Retos virales peligrosos y Sextorsión” realizada por Aldeas Infantiles SOS Perú, el 4% de los niños, niñas y adolescentes entre los 10 y 17 años han sido víctimas de sextorsión, y el 9% ha sufrido grooming (acoso y abuso sexual en línea), lo que refleja la vulnerabilidad de este grupo ante los riesgos cibernéticos. Asimismo, el informe revela que el 54% de los adolescentes peruanos ha experimentado ciberacoso o ciberbullying.
Una encuesta realizada por eBIZ reveló que el 30% de los escolares en Perú han sido víctimas de ciberacoso. Este preocupante dato resalta la magnitud del problema, que afecta a una gran parte de la población juvenil, expuesta a diversas formas de violencia en línea. Aunque el entorno digital ofrece múltiples beneficios, también ha creado nuevas oportunidades para la explotación y el abuso de los más vulnerables. Este fenómeno se ha intensificado tras la pandemia, cuando el uso de redes sociales y plataformas digitales se disparó, dejando a muchos jóvenes más expuestos a los acosadores.
Asimismo, un estudio del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), encargado por CHS Alternativo, indicó que los riesgos de explotación sexual en línea aumentaron considerablemente debido a la pandemia. El informe estimó que, en 2022, alrededor de 280 mil niños, niñas y adolescentes en Perú recibieron propuestas para mantener relaciones sexuales a través de Internet, mientras que otros 501 mil menores fueron solicitados a enviar fotografías de sus cuerpos. Además, más de 573 mil menores se encontraron en persona con personas que los habían contactado en redes sociales, sin ser sus amigos.
Frente a estos delitos, la legislación y la educación juegan un rol crucial para proteger a las víctimas y prevenir este tipo de situaciones. De acuerdo con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en el Resumen Estadístico de Alertas contra el Acoso Virtual 2024, el 85% de las personas que denunciaron estos incidentes fueron las víctimas, mientras que en el 49% de los casos reportados se confirmó la existencia de acoso.
Esta situación resalta la urgencia de adoptar medidas preventivas y educativas para proteger a los niños y adolescentes, brindándoles herramientas para identificar y enfrentar estos riesgos, y promoviendo una cultura digital más segura y responsable.
En respuesta a esta crisis, en Perú se promulgó la Ley N.º 30096, que tipifica el delito de sextorsión dentro de la legislación sobre delitos informáticos. Esta ley establece sanciones penales para quienes amenacen con difundir imágenes o videos íntimos con el propósito de obtener beneficios económicos o sexuales. Recientemente, se han realizado modificaciones a esta legislación para fortalecer la protección de las víctimas y facilitar la denuncia de estos delitos, incluida la viralización de contenido sexual sin consentimiento. Además, el Decreto Legislativo N.º 1625, publicado en agosto de 2024, introdujo reformas al Código Penal que aumentan las sanciones por la difusión no autorizada de imágenes y material audiovisual con contenido sexual, así como por el chantaje sexual asociado.
El Ministerio de Educación ha implementado plataformas como SíseVe para reportar casos de violencia escolar, incluyendo el ciberacoso. Sin embargo, los datos muestran que muchos casos son archivados sin una investigación adecuada. La necesidad de capacitación tanto para educadores como para padres es crítica para crear un ambiente seguro donde los jóvenes puedan navegar en línea sin temor.
Aunque la legislación es crucial para sancionar a los agresores, la educación desempeña un papel esencial en la prevención de estos delitos. Organizaciones como el Comité de Derechos Humanos de la Niña y el Adolescente (CDHNA) promueven la implementación de programas educativos que fomenten un uso responsable de la tecnología. Además, diversas organizaciones no gubernamentales están asumiendo un rol activo en la lucha contra el ciberacoso. Un ejemplo de ello es Aldeas Infantiles SOS, que ha lanzado campañas de sensibilización dirigidas tanto a niños como a padres, para informar sobre los riesgos del ciberespacio. Estas iniciativas tienen como objetivo empoderar a los jóvenes para que reconozcan y denuncien situaciones de acoso o sextorsión.
El ciberacoso y la sextorsión representan amenazas reales para los adolescentes peruanos, pero con una legislación firme y una educación integral, se puede enfrentar este problema. Es fundamental que tanto las autoridades como la sociedad trabajen juntas para crear un entorno virtual más seguro para los jóvenes. La prevención, la legislación y la concienciación son elementos clave para combatir estos delitos que afectan la vida de miles de adolescentes en el país. Además, es esencial que los padres y tutores se involucren en la vida digital de los adolescentes, brindándoles orientación sobre cómo proteger su privacidad en línea e identificar señales de acoso o sextorsión.
Lima, 8 de marzo de 2025 – Miles de mujeres en sus diversidades y disidencias tomaron las calles de Lima el pasado sábado 8 de marzo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en una manifestación que, más allá de un acto simbólico, fue un grito contundente por la justicia, la igualdad y el reconocimiento de los derechos fundamentales de las mujeres en el Perú.
La marcha, que inició en la Plaza San Martín y se extendió por el centro histórico de la ciudad, se caracterizó por su diversidad y la masiva participación de colectivos feministas, organizaciones sociales y ciudadanas de diferentes distritos de la capital. Con pancartas, consignas y cánticos en defensa de sus derechos, las manifestantes expresaron su rechazo hacia la violencia de género que persiste en Perú.
“¡Ni una menos, vivas nos queremos!”, fue una de las tantas consignas que resonaron a lo largo del recorrido. La convocatoria reunió a mujeres de todas las edades, identidades de género y sectores, quienes denunciaron la violencia sistemática que enfrentan diariamente, no solo en el ámbito doméstico, sino también en el espacio laboral, académico y en la vía pública.
Uno de los principales reclamos fueron los crecientes feminicidios en el país. Según datos oficiales, entre el 1 de enero y el 6 de marzo, se han registrado 54 mujeres asesinadas de forma violenta en el 2025, una cifra alarmante que evidencia la incapacidad del sistema de justicia para garantizar la seguridad de las mujeres. Durante la protesta se exigió un abordaje integral de la problemática, mayores recursos para la prevención y sanción de estos crímenes.
La desaparición forzada de mujeres también fue una de las temáticas centrales, ya que, en muchos casos, las desapariciones de mujeres no reciben la atención adecuada por parte de las autoridades, lo que aumenta el riesgo y la impunidad.
Además de la lucha contra la violencia, las manifestantes demandaron igualdad de condiciones laborales, el reconocimiento de las trabajadoras del hogar, el acceso a la educación y la salud sin discriminación.
En la movilización también se dejó en claro que la lucha por los derechos de las mujeres no es solo una cuestión de ellas, sino de toda la sociedad. Como se replicó en las voces de muchas de las participantes: “Hoy, más que nunca, nos unimos porque sabemos que, si no estamos todas, no estamos completas”.
La marcha de este 8 de marzo se sumó a la larga lista de movilizaciones globales en el Día Internacional de la Mujer, un recordatorio de que la lucha por la igualdad y la eliminación de la violencia de género sigue siendo una tarea pendiente en todos los rincones del mundo. En Perú, como en otros países, la marcha fue una muestra palpable de la resistencia y la esperanza de que algún día las mujeres puedan caminar libremente sin miedo a la violencia.
Con tan sólo dos meses del año transcurridos, el Consejo de Prensa Peruana reporta restricciones y amenazas a la prensa. Mediante un informe se alerta sobre el aumento de hostigamientos judiciales, agresiones y restricciones a los periodistas en distintas ciudades y regiones del Perú.
Las amenazas y amedrentamientos para con la prensa no cesan. Dicha situación se acentúa más tras lo acontecido en televisión nacional el último domingo 02 de marzo.
Durante una entrevista con la presentadora Sol Carreño, el ministro del Interior, Juan Jóse Santiváñez, admitió haber tenido acceso a un reportaje de Cuarto Poder antes de ser emitido al aire. En el mismo, y según la transcripción que enseñó desde su celular, se revelaba que dos testigos protegidos denunciaban que el titular pedía presuntos sobornos para resolver casos judiciales de manera ilegal.
Tras ser confrontado por Carreño en varias ocasiones de la entrevista, Santiváñez, indicó que su directora de Comunicaciones le había enviado el informe periodístico; sin embargo, fue desmentido por ella misma en vivo al indicar que no lo había compartido el texto. Así mismo, se excusó en no revelar más detalles por privacidad de fuentes periodísticas.
¿Vigilancia desde el Estado?
La calidad de la libertad de prensa ha ido mermando en los últimos años por diversas agresiones, abusos y ambiguas acciones de las que han sido víctimas periodistas durante investigaciones a hechos delincuenciales y de corrupción por parte del Gobierno.
Según el Consejo de la Prensa Peruana (CPP) a través del informe sobre Libertad de Expresión en el Perú existe un fuerte incremento de agresiones a medios de comunicación y periodistas. Entre ellas la vigilancia y hostigamiento , restricciones a la cobertura gubernamental y proyectos de ley. Todas estas acciones amenazarían la independencia de la prensa.
En el año 2022, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) instó a Gobiernos y a organismos internacionales a elaborar normas que prohíban claramente el espionaje a periodistas y reconocer la inviolabilidad de sus comunicaciones. Sin embargo, poco o nada se ha avanzado al respecto.
El reclamo emitido por FIP se debió a los crecientes casos de investigaciones que revelaron «la amplitud y el alcance del uso de programas de espionaje a periodistas» y que evidenciaban que este tipo de seguimientos son «una de las principales y más preocupantes amenazas para la libertad de prensa”.
Los casos más sonados de este tipo de agresión a la labor periodísticas fueron el caso de los periodistas presuntamente espiados por el Gobierno español, la vigilancia al periodista Thanasis Koukakis en 2021 o el seguimiento a más de 20 periodistas de El Salvador, cuyas comunicaciones fueron intervenidas con el programa Pegasus entre junio de 2020 y noviembre de 2021.
Caso Santivañez
En medio de lo acontecido recientemente, visto desde muchos sectores como un grave suceso que reflejaría un tipo de acoso y amenaza a la prensa, la Fiscalía de Perú registró el domicilio del ministro del Interior por un supuesto delito de abuso de poder, en relación con unos audios vinculados al cierre de la Diviac, una oficina de la Policía Nacional de apoyo a la lucha contra la corrupción.
Por su parte, el titular declaró que «la intención es encontrar artefactos electrónicos o de comunicación que puedan, de alguna u otra manera, relacionarse con el delito de abuso de autoridad».
Se espera que en las próximas horas, realice un viaje a Bruselas tras ser autorizado por la presidenta Dina Boluarte para participar en una importante reunión ministerial del Comité Latinoamericano de Seguridad Interior y la Unión Europea (CLASI-UE).
Mientras tanto, se espera que su equipo de prensa pueda aclarar la situación acontecida en señal abierta y las consecuencias que traería una comprobación de espionaje o vigilancia al medio de comunicación señalado. Los periodistas de Cuarto Poder, ya han señalado no haber entregado ninguna información previa a ningún intermediario o personaje relacionado al gabinete o sector del títular.
Sin duda alguna, se aguardan más reacciones de parte del parlamento y Estado para garantizar la libertad de expresión y el derecho de las y los trabajadores de prensa del Perú de desempeñar su oficio libre de presiones y de hostigamientos.
¿Alguna vez has hecho comentarios como “por qué ella sigue en esa relación tan abusiva”, “si fuera yo no lo permitiría…”, “por qué no denuncia”, “por qué no se va”, etc.?
Las relaciones abusivas son complicadas de “entender” para aquellas personas que solo somos espectadoras y no participantes. Primero tenemos que comprender el ciclo de la violencia
¿Qué es esto? Te explico:
El ciclo de la violencia es, según la Asociación Psicológica Americana, el marco conceptual para entender la persistencia de las relaciones de maltrato.
Está dividido en tres fases o etapas:
1. Luna de Miel: Esta etapa puede durar meses y es la que normalmente se presenta al inicio de una relación con una persona abusiva, es caracterizada porque el abusador da un trato con cariño, por los detalles, se muestra sensible, reflexivo, vulnerable, etc.
Las relaciones abusivas nunca inician con abuso, este es de manera gradual, cuando se comienza a conocer a una persona que nos gusta o nos atrae suceden dos hechos muy importantes: el primero es que tendemos a comportarnos o modificar nuestro comportamiento en las primeras citas o reuniones y es porque estamos inundados de emociones, y muchas veces nuestra capacidad de razonar y reflexionar se ve afectada. También buscamos generar interés en el otro. El abusador no se muestra como abusador.
Lo segundo es que la oxitocina se segrega cuando nos enamoramos, esta hormona está catalogada como la hormona del amor y la compasión, y es cuando sentimos mayor bienestar, empatía y apego. Entonces somos más tolerables con nuestros vínculos, más comprensibles.
En la mayoría de las veces tenemos más tolerancia hacia ciertos tipos de comportamientos con las personas que compartimos un vínculo o apego afectivo, contrario con aquellas personas con las que no compartimos ninguno.
2. Fase de acumulación de tensión: Esta etapa también puede durar meses y se caracteriza por la irritabilidad y enojo del abusador, crece el estrés y disminuye la comunicación en la relación, ocurren incidentes “menores” de violencia. Cabe mencionar que no hay un incidente menor cuando de violencia se trata.
Inician los abusos verbales, la violencia verbal y psicológica, las cuales en la mayoría de veces pasa desapercibida, esto puede deberse a muchos factores, principalmente a una cultura que ha normalizado este tipo de violencia.
3. Fase de la violencia o de crisis: Como su nombre lo dice, en esta etapa la violencia física y/o sexual está presente, lo que puede resultar en lesiones graves o incluso la muerte, usualmente perdura entre 24 y 72 horas.
Luego de esta última fase, vuelve a comenzar la fase de “luna de miel”, donde se muestra arrepentimiento por parte del agresor, súplica de perdón, promesas, etc.
Cada fase puede tener una durabilidad distinta, puede disminuir o aumentar y es repetitiva. La víctima tiende a ver estos episodios como hechos aislados, además, a nivel cognitivo tiene una imagen diferente del agresor y sumado a esto el apego creado.
También, es muy común que los abusadores reviertan su responsabilidad hacia las víctimas, utilizando la manipulación y la intimidación, es decir que niega que el abuso haya existido y revierte los papeles, tergiversando, manipulando o mintiendo para exponer a la víctima como culpable, atacando su credibilidad y presentándose a sí mismo como la misma víctima.
Este escenario es un claro ejemplo de la táctica conocida con el acrónimo de DARVO, que proviene del inglés “deny, attack and reverse victim and offender” es decir: “negar, atacar e invertir víctima y agresor”. Este comportamiento del agresor hace dudar a la víctima de su propia experiencia, tildándola de sensible, exagerada y haciéndola sentir culpable, lo que refuerza la dinámica de control del abusador hacía la víctima.
Este ciclo de violencia está vivo en América Latina y el Caribe, donde, cada día, al menos 11 mujeres son víctimas de feminicidio, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Esta violencia se filtra no solo en los hogares, sino también en la forma en que las instituciones públicas responden, en el tratamiento sensacionalista de los medios y en la idealización romántica de relaciones tóxicas en el cine.
Es un círculo vicioso, siempre mutante, que se esconde en las sombras de nuestra sociedad sin llegar a erradicarse. Reflexionar sobre esta realidad es el primer paso hacia la transformación.
Así que la próxima vez que cuestiones por qué una mujer sigue involucrada de una relación abusiva, medita sobre el ciclo de la violencia y piensa que todo parece más fácil cuando lo vemos desde el exterior.
Es importante saber reconocer la calidad objetiva de una noticia. Así que si eres estudiante de periodismo o simplemente eres un lector que se pregunta: “¿el Perú es un país xenofobo?”. Atento a esta nota porque te vamos a mostrar cómo reconocer titulares falsos o imprecisos.A inicios de noviembre La Antigona estuvo presente en los talleres de Periodismo de Migración y Fact Cheking dictado por Cápsula Migrante, un medio que realiza periodismo de migración con gran crecimiento en redes sociales.
En el contexto peruano actual, con una alarmante presencia criminal en las calles, la mala práctica de la prensa escrita (en materia digital o física) hace que surjan tendencias prejuiciosas sobre la migración venezolana en la opinión pública.Vamos a puntualizar los patrones que verificamos en el discurso narrativo del periodismoal momento de informar sobre noticias que impliquen a la comunidad venezolana en el Perú. Además, ofreceremos consejos y recursos expuestos por Cápsulas Migrante en función de una buena labor periodística.
TITULARES CON APARENTE CERTEZA
El factor principal que extiende la estigmatización social no son las noticias como tal, sino los titulares que llevan un mensaje cargado de rechazo. Según la Encuesta de Percepción sobre Migración Venezolana en Perú, desarrollada por IDEHPUCP (2021), el 70,5% de los peruanos considera que la migración tiene un impacto negativo en el país. Estos datos se reflejan fácilmente en las redes sociales, donde los usuarios no ocultan su desagrado con sus comentarios. En tal sentido, Héctor Villa León, fundador de Cápsula Migrante, comentó durante el taller que, como sociedad, replicamos lo que vemos en las noticias porque somos sensibles al sesgo de información.
Muchos medios escritos no han tenido mesura en la publicación de sus titulares a lo largo de los años. Uno de los diarios que no ha tenido reparos para calificar es diario Ojo. En 2018 inició a sembrar odio en su tiraje con la portada “Lluvia de ladrones venecos”. En febrero del 2020, este diario publicó una portada con la frase “¡Lárguense venezolanos!”, dicha por el entonces alcalde de la Victoria, George Forsyth, quien acusaba a los migrantes por el alza de crímenes en su distrito. Ese mismo año también puso en su portada una afirmación que causó zozobra: “10245 denuncias contra venezolanos”.
En tal sentido, los lectores toman como cierto los enunciados que provienen de la prensa. Para el general de la PNP y Maestro en Desarrollo y Defensa Nacional, Olger Benavides Ponce, las narrativas mediáticas y los imaginarios sociales han forjado una supuesta relación entre la migración venezolana y el crimen. Este análisis fue resultado de su investigación llamada Efectos de la migración venezolana en la seguridad ciudadana de Lima Metropolitana.
Frente a ello, Villa León enfatizó que el uso de las palabras causan fuertes impresiones, por eso es necesario evitar emplear términos relacionados con desastres naturales tales como: avalancha, ola, inundación, plaga, etc. cuando informamos sobre personas, ya que superpone al migrante como un invasor. Por su parte, Pierina Sora, periodista y cofundadora de Cápsula Migrantes, menciona que el periodismo de migraciones requiere la precisión del lenguaje en las noticias para señalar al migrante, sea refugiado, desplazado o apátrida. “No existe migrante ilegal, solo ilegal, es su condición”, señaló la experta durante el taller.
Agenda Setting y Fact-checking
Una pregunta razonable sería “¿por qué el ataque mediático a los migrantes?”. Generalmente, es por un propósito disuasivo y poco responsable para culpar al “otro” por las desgracias. Sin embargo, también está el tema político, pues es fácil para las autoridades conseguir aprobación despotricando a los venezolanos.
Existe un término llamado agenda setting que, en palabras simples, se refiere a los temas que los medios de comunicación deciden informar, cuidando sus propios intereses y condicionando la opinión de la audiencia. En ese sentido, las políticas migratorias han generado mucha discusión en la opinión pública.
Héctor Villa León enfatizó la necesidad de los periodistas en aplicar fact-checking a la información de las noticias que desarrollen y, a su vez, también para corroborar otras publicaciones.
El fact-checking es la verificación de datos utilizados en artículos de investigación o en una nota informativa que, para generar views, propala una creencia tomándola como cierta. En un país dogmático como Perú es sencillo replicar titulares en la web.
De acuerdo al politólogo americano, Robert Entman, la reiteración, la variada disposición de la información en los textos y la conexión con símbolos culturales y sociales son tácticas empleadas por los medios para conferir mayor o menor énfasis a un aspecto de la realidad. Esa idea respalda la constante divulgación de los abruptos titulares en internet. La migración va a seguir ocupando el tema en la agenda, por eso Villa León nos ofrece recursos para una mejor investigación. Existen maneras de manipular la verdad, entre ellas destacan:
Falsa conexión: El uso de datos verdaderos, pero asociados con temas polémicos y con información discontinuada
ontenido engañoso: Principalmente, el empleo de un titular disclusivo que generaliza grupos sociales
Contenido impostor: La tergiversación de las declaraciones de una autoridad, modifica ligeramente las palabras, pero descontextualiza la idea principal
Contenido manipulado: Verdades a medias, además añade elementos nuevos para despistar la verdad.
Contenido fabricado: Es el peor de los casos, es una información orquestada con una finalidad oscura.
¿Cómo podemos detectar esta mala práctica? Lo principal es identificar la fuente de origen y evaluar los datos que se presentan usando estos recursos web que ayudan para verificar la información
INVID: Es una extensión de Chrome y te permite analizar videos, tweets y datos para comprenderlos mejor, puesto que los trolls pueden cortar y editar un video sin contexto para confundir a los espectadores.
Fact-Checker ONG: Creador por periodistas independientes, es una web que contiene plug-in y capacitaciones para verificación de datos
Youtube DataViewer: Permite verificar la autenticidad de los contenidos en esta red social.
Periodismo sin fronteras
El Perú es el segundo país con más migrantes venezolanos y, como tal, es un gran desafío gestionar la información de manera ética y responsable para no generar divisiones sociales. Para Pierina Sora, es muy importante humanizar las historias, visibilizar con la misma exposición a los miles de venezolanos que llegaron a suelo peruano y han aportado a la sociedad en distintas áreas como el arte, la medicina, la ingeniería, la educación, etc.
¿Podemos calificar al Perú como un país xenofobia? La verdad es que no. Nuestro país es caso claro de las consecuencias de la desinformación masiva. Seguro has leído o escuchado que los peruanos damos más oportunidad al extranjero que a sus compatriotas.
Bueno, esa aparente afirmación contradeciría la pregunta en cuestión y revalidaría las intenciones detrás de la prensa mediática.
Más allá de la estigmatización y la nacionalidad, el periodismo debe ser un puente entre culturas, para mostrar las costumbres regionales y valorar nuestras raíces. No hacer partidismo, sino surgir a partir de un discurso integral que construya al Perú como nación próspera, siempre recordando lo que dijo el taita José María Arguedas: El Perú es un país de todas las sangres. Esta es una prueba más de nuestra pluriculturalidad.