ATRESplayer PREMIUM presenta ‘Las noches de Tefía’, su nueva serie original, que se estrena en todo el mundo el 25 de junio 

ATRESplayer PREMIUM presenta ‘Las noches de Tefía’, su nueva serie original, que se estrena en todo el mundo el 25 de junio 

NOTA DE PRENSA

Entre 1954 y 1966 existió, en un paraje desértico de la isla de Fuerteventura, un campo de concentración franquista conocido con el eufemístico nombre de Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía.

Creada por Miguel del Arco, dramaturgo, guionista y director de escena, es una de las voces más influyentes del panorama teatral.

‘Las noches de Tefía’ está protagonizada por Marcos Ruiz, Patrick Criado, Miquel Fernández, Jorge Perugorría, Roberto Álamo, Raúl Prieto, Javier Ruesga, Carolina Yuste, Ana Wagener, Israel Elejalde, Jorge Usón y Luifer Rodríguez, entre otros.

‘Las noches de Tefía’ es una producción de Buendía Estudios con la participación de Atresmedia.

ATRESplayer PREMIUM presenta ‘Las noches de Tefía’, su nueva serie original integrada por seis episodios. La nueva serie de la plataforma de pago de Atresmedia se lanza en todo el mundo el 25 de junio. Tras su paso por el Festival de Málaga, donde logró un largo aplauso y una gran ovación por parte de los presentes.

Creada por Miguel del Arco, dramaturgo, guionista, director de escena, actor y una de las voces más influyentes del panorama teatral, ‘Las noches de Tefía’ narra uno de los episodios más desconocidos: el campo de concentración franquista que existió entre los años 50 y 60 en la isla de Fuerteventura, donde se recluía a los condenados por la Ley de Vagos y Maleantes. 

El amplio reparto de la serie está formado por Marcos Ruiz (‘El Nudo’), Patrick Criado (‘La casa de papel’, ‘Mar de plástico’), Miquel Fernández (‘Fariña’, ‘Mar de plástico, ‘Tu cara me suena’), Israel Elejalde (‘Aquí no hay quien viva’, ‘Hombres de Paco’, ‘Bajo sospecha’), Roberto Álamo (‘Bienvenidos al Lolita’, ‘Bajo sospecha’), Jorge Perugorría (‘Guantanamera’, ‘Refugio’, ‘Siete días en la Habana’), Carolina Yuste (premio Goya por ‘Carmen y Lola’), Raúl Prieto (‘Sin identidad’), Javier Ruesga (‘+ de 1.000 mentiras’), Luifer Rodríguez (‘Grasa’), Jorge Usón (‘Amar es para siempre’, ‘La catedral del mar’), Ana Wagener (‘Los hombres de Paco’, ‘Alba’) y José Luis García-Pérez (‘Vive cantando’, ‘Bajo sospecha’), entre otros.

‘Las noches de Tefía’ es una producción de Buendía Estudios con la participación de Atresmedia. La ficción, que podrá verse de manera exclusiva en ATRESplayer PREMIUM, Sonia Martínez en la producción ejecutiva y Montse García como directora de Ficción de Atresmedia. Miguel del Arco y Antonio Rojano firman el guion y el propio Miguel del Arco junto a Rómulo Aguillaume están al frente de la dirección.

El equipo técnico cuenta con profesionales de gran prestigio como Marta Miró en la dirección de Producción, Jon Aguirresarobe e Iván Caso en la dirección de Fotografía, Coque F. Lahera como jefe de Sonido, César Macarrón en la dirección de Arte, Sandra Espinosa como figurinista, Paty López Lopez como jefa de Maquillaje y Paco Rodríguez como jefe de Peluquería. Arnau Vilà firma la BSO y Antonio Ruz ha creado la coreografía. Conchi Iglesias es la directora de Casting. 

La banda sonora original de ‘Las noches de Tefía’ está compuesta por Arnau Vilà, cuya carrera ha estado siempre vinculada al mundo de la televisión; de hecho, es director musical de ‘Tu cara me suena’, programa de Antena 3. El músico catalán también ha destacado por sus composiciones y producciones en teatro como ‘Ricardo III’, ‘Antígona y Peregrinos’ y ‘Refugio’.

Sobre ‘Las noches de Tefía’

TEFÍA

Entre 1954 y 1966 existió, en un paraje desértico de Fuerteventura, un campo de concentración franquista conocido con el eufemístico nombre de Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, uno de tantos lugares donde el régimen enviaba a los condenados por la ley de vagos y maleantes que, a partir del 54, fue implementada para incluir también a los homosexuales.

EL TINDAYA

Para lograr sobrevivir a las duras condiciones del campo de concentración, la imaginación de los presos se dispara y en sus mentes crearán un lugar de ensoñación en el que se cumplen sus mayores fantasías y sus anhelos se hacen realidad: El Tindaya.

Charli, el fantástico narrador, inventó para todos ellos El Tindaya, un deslumbrante music hall donde cada uno tiene su alter ego. Un espacio de libertad en el que, como dice su tema de bienvenida, “el límite de lo posible revienta al imaginar”.

2004

En el año 2004 Airam Betancor, uno de aquellos presos homosexuales, se ve obligado a recordar los diecisiete meses de trabajos forzados que padeció en Tefía cuando apenas tenía veinte años. Las investigaciones de un documentalista que intenta dar voz a la historia de silencio de la colonia penitenciaria fuerzan a Airam a hacer un doloroso ejercicio de memoria que provocará muchos problemas en su vida.

Los personajes protagonistas

MARCOS RUIZ ES AIRAM “LA BAMBI”

Llega a Tefia con 19 años. El mote, como a todos, se lo puso La Vespa nada más verle. Tímido y asustado, con mano para la costura. Fue denunciado por tener relaciones con el hijo de la señora para la que servía su madre. En Tefía conoce el horror al ser violado y el valor aunque no sepa reconocerlo.

PATRICK CRIADO ES MANUEL “LA VESPA”

Gaditano, el rey de los motes y el amor de Airam.  Valiente, temerario y con una chispa que lo enciende todo a su paso. No es la primera vez que entra en Tefía. Ha vivido mil vidas y de todas sale reforzado. Es capaz de hacer humor en el peor momento y tiene más salidas que el metro en hora punta.

MIQUEL FERNÁNDEZ ES CHARLI

Formado en Derecho, pero entregado al teatro, tras conocer a Nisa en la facultad. Marcado por la represión de la dictadura, por la falta de libertades y la censura, es encerrado por escándalo público debido a sus múltiples borracheras. Se debate entre la rebeldía y la sumisión al opresor.

CAROLINA YUSTE ES NISA

Atractiva, de voz prodigiosa y con un halo de misterio que levanta pasiones. Su historia con Charli se desvela cuando éste la incluye en su cabaret imaginado convirtiéndola en la artista principal del Tindaya, en contra de Boncho que la encuentra demasiado recatada para el club.

RAÚL PRIETO ES BONCHO

Un galán de cine con aires chulescos. Machista y buscavidas. Negocia con los carceleros, chulea a los homosexuales y desdeña a las mujeres de las que solo aprecia su potencial erótico hasta que cae rendido a los pies de Nisa, la artista del Tindaya, un personaje ajeno al mundo real de Boncho.

JAVIER RUESGA ES “LA SISSI”

Una mujer encerrada en un cuerpo de hombre. Endurecida por los desprecios y las burlas, encuentra su mundo en la fantasía del cabaré donde El Seriales la transforma en la mejor vedette de todos los tiempos.

ROBERTO ÁLAMO ES “LA VIGA”

Carcelero grande, fuerte y violento, sobre todo con los homosexuales a los que desprecia especialmente. Hijo de falangista y admirador del caudillo, está obsesionado con la instrucción militar y la brutalidad para someter a los presos.

ISRAEL ELEJALDE ES DON ANSELMO

Detesta a los homosexuales, está obsesionado con la disciplina y su particular idea de justicia. Sueña con cambiar de destino, Tefía le parece un infierno y está dispuesto a todo por salir de allí. Saca lo peor de sí mismo.

JORGE USÓN ES “CONDE FÉNIX”

Grande, vulnerable y conmovedor. Padece una enfermedad mental que le pasa factura e incapaz de soportar la violencia del centro, se pierde en un viaje místico sin retorno. Su peculiar mirada inspira a El Seriales y le convierte en el Conde Fénix, el mago del Tindaya.

JOSÉ LUIS GARCÍA-PÉREZ ES “EL ANDALUZ”

Carcelero, natural de Jaén y ex combatiente de la Guerra Civil. Hombre de campo, seco y callado, centrado en su trabajo y sin fijaciones con la violencia. Lo único que de verdad despierta su pasión, serán los olivos que deciden plantar en Tefía.

JORGE PRUGORRIA ES AIRAM

Formó una familia y creó una fábrica de vestuario de carnaval, lo que siempre le gustó. En el 2004, tiene 70 años y necesita encontrar el valor para hacer pública su memoria, aunque para ello, debe enfrentarse a su familia.

ANA WAGENER ES ÁGUEDA

Exmujer de Airam y madre de sus dos hijos. Ha rehecho su vida junto a Diego, pero no puede perdonar a Airam su engaño durante veinte años de matrimonio.

ATRESplayer PREMIUM va por delanto

ATRESplayer es el servicio de vídeo online de ATRESMEDIA, el primer grupo de medios español. Accesible desde cualquier parte del mundo, la plataforma ofrece series y programas de los diferentes canales del grupo (Antena 3, Atreseries, Atrescine y ¡HOLA! TV), tanto en vivo como en VoD.

El catálogo de ATRESplayer no deja de crecer y ya cuenta con más de 7.000 horas de series reconocidas y producidas en España, como ‘Velvet’, ‘Gran Hotel’, ‘El Tiempo Entre Costuras’, ‘Vis a Vis’ y ‘Sin Identidad’. Entre sus últimas incorporaciones, destacan ‘Las noches de Tefía’, ‘By Ana Milán’, ‘FoQ: el reencuentro’, una miniserie de dos capítulos donde los alumnos del Zurbarán se volverán a ver diez años después y ‘Pongamos que hablo de…’, al que se ha sumado ‘El instante decisivo’ sobre los doce días que transcurrieron entre la liberación de José Antonio Ortega Lara y el asesinato a manos de ETA de Miguel Ángel Blanco. También destacan novelas diarias y programas de entretenimiento como ‘Pasapalabra’, ‘El Hormiguero’ y las distintas ediciones de ‘La Voz España”.

Para más información: www.atresplayer.com

A 20 años del informe de la CVR, 75% de la población afirma que hubo violencia sexual en el conflicto armado interno

A 20 años del informe de la CVR, 75% de la población afirma que hubo violencia sexual en el conflicto armado interno

NOTA DE PRENSA

  • Según la CVR, más del 83% de casos de violencia sexual fueron cometidos por integrantes de las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional
  • El Caso Manta es el tercer juicio de Latinoamérica que aborda la violencia sexual durante el conflicto armado interno como crimen de lesa humanidad

Este año se cumplen dos décadas de la entrega del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), el cual reveló graves violaciones a los derechos humanos como la violencia sexual contra las mujeres durante el conflicto armado interno. Según una encuesta a nivel nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) preparado en noviembre del año pasado para la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) y DEMUS (Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer), el 75% de la población afirmó que hubo violencia sexual contra las mujeres por parte de soldados y subversivos.

La violencia sexual fue una estrategia que sometió los cuerpos de las mujeres como armas de guerra de manera sistemática y generalizada, por lo que se consideran crímenes de lesa humanidad, de acuerdo a estándares internacionales. Según la CVR, más del 83% de casos de violencia sexual entre 1984 y 1990, fueron cometidos por integrantes de las Fuerzas Armadas o la Policía Nacional. Uno de los casos vigentes es el Caso Manta, donde trece exmilitares del Ejército peruano vienen siendo denunciados por nueve mujeres del distrito de Manta en Huancavelica. Asimismo, el 56% de encuestados por el IEP, le atribuye responsabilidad de la violencia sexual a las fuerzas armadas.

La denuncia, realizada hace más de dieciséis años, continúa su curso legal a través del segundo juicio oral con más de cuatro años en desarrollo hasta la fecha. Según la defensa a cargo de Demus, se espera que las audiencias vuelvan a ser públicas, así como lograr sentencia justa y reparadora a fines de este año. “Ese 75% no es un dato menor, estamos hablando de que 3 de cada 4 peruanos reconoce que hubo violencia sexual y el Caso Manta está incluido. Por eso es emblemático, por la gravedad del delito que se juzga, porque está en juego el abuso de poder de las autoridades sobre las mujeres en tiempos de conflicto y la reafirmación del derecho a la verdad en su doble dimensión: individual, que comprende a las víctimas directas; pero también en una dimensión colectiva, en la que se engloba a toda la sociedad, ya que tenemos derecho a conocer la verdad histórica de nuestro país, las circunstancias y el porqué de estas atrocidades.” señala Víctor Álvarez, abogado del Caso Manta, quien también hace un llamado a la Sala para otorgar celeridad y publicidad en el juicio por el derecho a la verdad.

¿Por qué es importante el Caso Manta?

En un contexto de conflicto como el que vive el país, donde impera la violencia, el racismo y la discriminación, el Caso Manta es importante para mantener viva la memoria y asegurar medidas de no repetición. Recordemos que, después de los casos Sepur Zarco y las mujeres Achí de Guatemala, el Caso Manta es el tercer juicio de Latinoamérica que aborda la violencia sexual durante conflicto armado interno.

Cynthia Silva, abogada y directora de Demus, indica que “pese a los obstáculos y hostilidades en el proceso judicial, la decisión de las mujeres de Manta por mantenerse firmes en su lucha constituye un aporte trascendental para que la historia del conflicto armado se muestre más completa. Su decisión implica también que sean reconocidas e incluidas como actoras clave para el proceso de restablecimiento de una verdadera democracia. Esperamos que la sentencia constituya un hito histórico y que salde, en alguna medida, las deudas del sistema de justicia en el derecho a la verdad de todas las mujeres víctimas de violencia sexual en el conflicto armado, de la ciudadanía en general y, en particular, a las mujeres agraviadas. Que el acceso a justicia y reparaciones integrales esté basado en un trato digno, libre de revictimización y discriminaciones, pero, sobre todo, para que no vuelva a suceder lo ocurrido en Manta”.

Las mujeres de Manta levantan su voz

“Agarró a mi tía, la tumbó a la cama, le sacó su ropa, le obligó a sacarse el pantalón y le ordenó al otro militar: “¡Cáchala a ella! Yo voy a hacer los mismo con esta terruca”, declaraciones como esta se pueden leer en “Nuestras voces existen: Testimonios de violencia sexual durante el conflicto armado interno en Manta” un libro publicado en junio de este año por la organización feminista Demus que recoge a voz y los sentires de tres denunciantes del caso: María, Marilia y Teresa. El público puede acceder de manera gratuita a la publicación a través de la página web de Demus.

Analy y Olga, una vida intrahospitalaria

Analy y Olga, una vida intrahospitalaria

¿Cómo es la vida cuando tienes una hija internada en un hospital durante casi 20 años?

Por Leah Sacín @leahsacin

Esta es una historia que se aferra a la vida, que muestra cómo la fortaleza del espíritu puede romper encierros y que el amor sostiene todo el tiempo que sea necesario.

Es también una historia sobre el trabajo invisible y sobre la necesidad de un sistema nacional de cuidado.

La primera vez que Analy entró al Instituto de Salud del Niño ubicado en el distrito de Breña en Lima Perú, tenía ocho meses de nacida. Esa también sería la última vez. Y lo sería, porque Analy Soria Aguilar nunca más salió de allí. Hoy tiene veinte años y toda una vida aquí dentro. Han sido casi siete mil días en los cuales existió otra constante: la presencia de su madre Olga Aguilar a su lado. Una vida transcurrida entra Cuidados intensivos y el piso 8 del Hospital del Niño, el área donde están internados los pacientes pediátricos crónicos, aquellos que dependen de un respirador artificial para vivir. Hoy son cinco niños allí, Analy es la que más tiempo tiene. 

El recuerdo de Olga es que su hija fue una bebé sana, gordita y juguetona hasta los seis meses. Desde allí empezó a contraer gripes y a los 8 meses tuvo una muy fuerte que implicó que la internen en el hospital. Todo cambiaría y se complicaría en esos meses. Analy llegó a contraer neumonía intrahospitalaria, su cuadro se hizo más complejo, su madre recuerda “casi se nos va varias veces en ese tiempo”. Pero la pequeña resistió. Olga, su esposo y su hija mayor tuvieron que quedarse permanentemente en Lima, aunque aquí no tienen familia pues son oriundos de Anchash. La vida dio vuelvo tras vuelco. 

Mientras Analy luchaba por vivir y era asistida por ese respirador del que dependería ya para siempre, su madre, como tantos, dormía en los exteriores del hospital. Algunos días volvía a casa, esa humilde vivienda que consiguieron alquilar en Puente Piedra y desde la que demora casi dos horas en llegar a ver a su hija. “En todos estos años, cada vez que yo me voy de su lado me duele el alma, pienso si le ocurre algo si va tener problemas para respirar, yo he aprendido a atenderla en casi todo también”, relata Olga. 

Año tras año el sueño de esta madre ha sido que su familia algún día pueda estar junta, las cosas sencillas: un almuerzo, una cena de Navidad, un día cualquiera todos juntos en casa. En su pequeña vivienda de Puente Piedra hay juguetes, adornos y muchos detalles que esperan algún día recibir a Analy. Pero ella nunca ha pisado esta casa. La posibilidad de salir del hospital no solo se hace imposible por el respirador, en algunos casos hay pacientes que consiguen respiradores para casa, las condiciones de su vivienda tampoco hacen factible que ella pueda ir. 

Para que pacientes como Analy pudieran vivir en casa se debería crear un sistema, un fondo para hacerlo posible. Pero también se evaluarían las condiciones en casa y la cercanía a un centro de salud y ese proceso es muy posible que su familia no podría pasarlo.

Pero mientras el sueño de ir a casa es como una lucecita lejana pero que alumbra, la energía de Analy es un sol resplandeciente. Desde pequeña le ha gustado contar su historia, primero en medios de comunicación, en eventos del Minsa y luego llegaron las redes sociales que la ayudaron a romper las barreras. A través de las redes Analy empezó a hacer tutoriales de maquillaje, videos con sus canciones favoritas y también conectarse con muchos artistas que le gustaban, varios de ellos han venido a visitarla. Ahora que ya tiene veinte años le gustaría generar más contenidos y utilizar el mundo virtual para seguir creciendo. 

La palabra de Analy: el coraje de romper el encierro 

Hacerle una entrevista a Analy no es sencillo. Visitarla requiere permisos y la certeza de no llevar ningún virus o bacteria que la puedan poner en riesgo. Llamarla por teléfono no funciona porque su voz es tenue, como un susurro. Pero Analy utiliza las redes sociales para conectarse con el mundo. Y allí fue posible acercarle preguntas para que ella sea protagonista también de esta nota porque si algo desea como pocas cosas, es comunicarse con ese mundo que le es ajeno pero deseado. 

¿Cuál es tu primer recuerdo de infancia?

Lamentablemente en la UCI lo queriendo ver a mi mamita.

¿Un recuerdo de una salida del hospital?

Cuando salí por primera vez y fui al parque de las leyendas. – Hubo un tiempo en que la condición de salud de Analy permitía que pueda salir del hospital por breves períodos de tiempo y con un respirador manual. 

¿Cómo es tu relación con tu mamá?

Super bien, la admiro que es valiente y que a pesar de todo no se rinde y está conmigo siempre y viene desde lejos a verme todos los días. 

¿Cuál es tu sueño?

Irme a mi casa y tengo un sueño más estudiar y ser alguien. Y hacer mi libro y ayudar a mi mamá. – Analy tiene una hermana mayor: Nataly, ella la admira mucho. Nataly estudió para ser técnica en enfermería pero por la precaria economía familiar, no pudo culminar sus estudios. 

¿De qué sería tu libro?

De mi vida para que la gente sepa cuánto cosas he pasado y que a pesar de eso no me rindo

¿Qué significan las redes sociales para ti?

Abrirme con el mundo exterior porque tu sabes que acá no es fácil estar conectada a un respirador sin poder hacer nada en estas cuatro paredes por ahí yo trato de ser feliz. Me gusta escuchar música hacer tik tok.

¿Tienes algunas amigas?

Tengo una amiguita virtual que se llama Emily es de Argentina. Nos escribimos siempre.

¿Un mensaje para chicas de tu edad?

Pues que la vida no es fácil hay y habrá dificultades pero que no se rindan y que siempre hagan caso a sus papás en todo porque todo lo que hacen lo hacen por su bien

Y que amen la vida, que estudien, que sigan adelante, que a pesar que haya mil problemas siempre estén de pie. Que sean felices, y que sean ellas mismas

Al final de la breve conversación, Analy me pide que le diga cuántos seguidores ya tiene en Youtube: más de treinta mil, le digo. Se emociona y me pide que la ayude a difundirla, “aún no hago contenido pero haré, sueño llevar un taller para hacer videos”.

Sobre las labores de cuidado de tiempo completo

Pero ¿cómo es la vida cuando una hija está internada en un hospital de por vida? Olga lo explica con una naturalidad digna de la extraordinaria que es: “yo no puedo faltar ni un día para ver a mi Ani y aunque los médicos me dicen que nunca va salir, yo se que un día vamos a estar los cuatro juntos en casa”. Su voz tiene siempre algo de esperanza y algo de cansancio también. Son 20 años recorriendo la distancia desde Puente Piedra hasta Breña, todos los días.

Olga Aguilar dice que se le hace imposible tener un trabajo. Pero vaya que lo que hace todos los días es una labor titánica y, aunque no reconocida, de un valor incalculable. Ella no falta un día al hospital, trae la ropa, pañales, sondas, la atiende, la cambia, le lava los dientes y la deja acostada. En ir y venir son cuatro horas de su día en el transporte público. Los días miércoles trabaja en la cafetería de las voluntarias del hospital, se despierta cuatro y treinta de la madrugada para estar a tiempo. Se siente muy agradecida de ese día de trabajo remunerado en el que vende jugos e interactúa con estas mujeres voluntarias que han sido sus grandes aliadas en el hospital. Para obtener algunos ingresos Olga también vende chompas, aunque claro, las ofrece para entregar cerca del hospital que es su punto de referencia diario. 

La labor que realiza Olga es invisible especialmente porque en el Perú no tenemos un sistema de cuidados integrales. ¿Qué son sistemas integrales de cuidados? Según ONU Mujeres se trata de “un conjunto de políticas encaminadas a concretar una nueva organización social orientada a cuidar, asistir y apoyar a las personas que lo requieren, así como reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados –que hoy realizan mayoritariamente las mujeres-, desde una perspectiva de derechos humanos, de género, interseccional e intercultural”.  

Según esta visión las políticas deben implementarse pensando y articulando en torno a las personas como centro y el Estado debe ser garante del acceso al derecho al cuidado

Si consideramos que, además, Olga realiza labores de cuidado de una hija con discapacidad permanente y severa entendemos que su caso es aún más complejo. En el Perú, existe una iniciativa y se llama “Yo cuido Perú” es una Asociación de Madres cuidadoras, de hijos con discapacidad y promueven el derecho al cuidado digno y al tiempo propio. Desde hace algún tiempo promueve la aprobación del el PL 2735-2022-PE de reconocimiento del derecho al cuidado y de la creación del sistema nacional de cuidados en Perú.  

Mientras tanto, la vida de Olga sigue como hasta hoy, una vida intrahospitalaria, diariamente al lado de su hija, soñando con ese día en que todos juntos puedan estar en su casa y mirarse para decir: lo logramos. 

Para que ese día llegue, son múltiples voluntades las que deben confluir. 

La trata de personas en el Perú: Una cruda realidad que el Estado no puede erradicar

La trata de personas en el Perú: Una cruda realidad que el Estado no puede erradicar

Por Leticia Alvarez

Cada 30 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas y el Perú no es ajeno a esta problemática. Cifras de víctimas en aumento, la población migrante como nuevo grupo vulnerable de trata de personas y la incapacidad del Estado para perseguir a los victimarios, son tres de muchos factores que impiden erradicar este problema por completo.

El pasado 30 de julio se conmemoró el Día Mundial contra la Trata de Personas y es necesario poner en agenda esta problemática en la que cada año aumentan las cifras de casos de víctimas de este delito de explotación humana. La población vulnerable a ser víctimas de trata de personas son, en principal, mujeres, niñas, niños y adolescentes, quienes mediante distintos métodos de captación son retenidos en contra de su voluntad hasta ser rescatados por las autoridades respectivas.

Pero, ¿qué se entiende por trata de personas? Según Ricardo Valdés, director ejecutivo de la organización Capital Humano y Social Alternativo (CHS Alternativo) y ex viceministro de Seguridad Pública, explicó que la trata de personas es la explotación de un ser humano por otro que se beneficia y lucra económicamente. Además, añadió que muchas veces la víctima no es consciente de la situación de explotación que está ocurriendo con ella, puesto que existe un aprovechamiento por una serie de condiciones de vulnerabilidad que tenía como la forma en la que fue captada y los maltratos que recibió cuando estuvo retenida en contra de su libertad.

Según el artículo 129-A del Código Penal Peruano, se identifica a la trata de personas como delito cuando “el que mediante violencia, amenaza u otras formas de coacción, privación de la libertad, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o de cualquier beneficio, capta, transporta, traslada, acoge, recibe o retiene a otro, en el territorio de la República o para su salida o entrada del país con fines de explotación, es reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de quince años”. 

En ese sentido, la trata de personas es considerado un delito en nuestro país y que, según estimaciones de la organización CHS Alternativo, es la segunda economía ilícita que mueve más dinero en todo el Perú, en el cual las redes criminales pueden obtener hasta 1300 millones de dólares al año, y de los cuales, 700 millones corresponden a la explotación laboral y los otros 1600 millones a la explotación sexual, las cuales son las dos principales finalidades de la trata de personas.

En lo que va del 2023, se han reportado más de 2,222 denuncias por trata de personas, de las cuales 688 son investigadas en la Fiscalía Especializada en Trata de Personas (Fistrap). Asimismo, de estas 688 denuncias administradas por las fiscalías especializadas en todo el Perú, la región con más casos denunciados es Arequipa con 115, seguida de Lima Norte con 70, Tumbes con 65, Loreto con 62 y Lima Centro con 61 denuncias.

Asimismo, según las estadísticas del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, el 90,6% de las víctimas de trata de personas son mujeres, el 48,1% fueron menores de edad en el rango de 12 a 17 años y el 72,6% fueron captadas con fines de explotación sexual y laboral. No obstante, Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de Política y Gobierno en la Universidad George Mason de Virginia, señala que actualmente la población migrante también son vulnerables a esta problemática. 

«Las personas piensan que van a tener otro tipo de trabajo y llegan a espacios que no conocen en situación de gran vulnerabilidad sin sus familias y sin sus pasaportes y terminan explotadas sexualmente o laboralmente, en distintas actividades cada vez es más frecuente esto porque se utilizan más las redes sociales», explicó al medio RPP Noticias.

Respecto a los casos reportados y denunciados hasta ahora en el presente año, la Fistrap logró 44 sentencias condenatorias para los tratantes; sin embargo, pese a los esfuerzos de las autoridades por combatir esta problemática, se enfrentan a diferentes obstáculos que lo impiden. El primero de ellos es que la inversión estatal para prevenir y perseguir la trata de personas ha disminuido en los últimos años, lo cual impide conseguir los recursos suficientes para reducir lo máximo posible el número de víctimas de trata de personas.

El segundo de ellos, según lo comunicado por Ricardo Valdéz, director ejecutivo de CHS Alternativo, es que no existe un registro único de víctimas de trata de personas, por lo que no hay un canal que sistematice las estadísticas y el impacto de las distintas modalidades del delito de manera exacta. El tercer problema, de acuerdo con Mercedes Arce, directora de Programas y Proyectos de CHS Alternativo, es que no existe un enfoque que se centre en la víctima cuando ésta es rescatada. 

“La víctima es puesta en albergues o en casas de acogida, donde no siempre se garantiza que lleve un proceso de recuperación y reinserción. Además, cuando es retirada, en muchos casos retorna a su familia, donde están sus victimarios, haciendo que vuelvan a caer en manos de los tratantes y al círculo de donde escapó”, enfatizó.

Por último, otro problema que agrega Arce es que el número oficial de las víctimas solo se orienta a las denuncias, pero no hay un registro de lo que pasa después de su rescate y supuesta recuperación. “Por ejemplo, cuántas de estas 2,611 víctimas pudieron ser rescatadas y reinsertadas, cuántas cambiaron su vida o regresaron con sus tratantes, eso no lo sabemos”, aseveró.

Si conoces o sospechas de algún caso de trata de personas en Perú, acércate a la comisaría más cercana o contáctate con la Central Única de Denuncias-CUD (línea gratuita 1818), una plataforma de atención de denuncias que funciona las 24 horas del día, los 365 días del años, en español y quechua. Asimismo, si conoces de un(a) peruano(a) en el exterior que es víctima de trata de personas o tráfico ilícito de migrantes, por favor comuníquelo al consulado peruano más cercano (www.rree.gob.pe), al correo : tratadepersonas@rree.gob.pe o a los fonos: 51-1-2043270; 51-1-2043272. 

¿Qué significa vivir con depresión? 

¿Qué significa vivir con depresión? 

Por Josselyn López

En palabras de Fátima Martínez, vivir con depresión es desesperanza, es como caminar sin un lugar al cual llegar y todo está oscuro. 

El trastorno depresivo es un trastorno del estado de ánimo, uno de sus principales síntomas es la tristeza y la pérdida de interés para la realización de actividades rutinarias. 

Según la Organización Mundial de la Salud, el 3.8% de la población mundial se ve afectada por la depresión. 

Las mujeres tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticadas con un trastorno de depresión en comparación a los hombres, esto puede deberse a varios factores, biológicos, hereditarios y circunstanciales. 

Los casos de mujeres cuyo diagnóstico ha indicado depresiones generalizadas, son bastantes. Fátima, es una de ellas. Fue diagnosticada con depresión este año. Menciona que recibir la noticia fue un balde de agua fría, muy fría. Y la primera pregunta en su mente era: “¿Qué va a pensar la gente de mí?”, “Van a decir que estoy loca”. 

Actualmente se estigmatiza a las personas diagnosticadas con algún trastorno, comentarios como “Ya se te va a pasar”, “Estás demente”, “No aguantas nada”, “Necesitas buscar de Dios”, “Eso te pasa por…”, entre otros, son comunes en una sociedad fracturada y donde la salud mental no es una prioridad. 

Honduras no cuenta con datos estadísticos nacionales sobre la población diagnosticada con trastornos mentales, pero se estima que el 50% padece alguna enfermedad mental. Esta cifra puede ir en aumento y sumado a esto se halla la carencia de la atención integral en el área de salud mental. 

Fátima tiene empleo, comenta que es complicado asistir a sus labores, estar concentrada en sus funciones cuando se está sintiendo vacía y con ganas de rendirse. No puede tomarse el día porque la depresión no es excusa para hacerlo, debe de mantenerse de pie, sin tambalearse, aunque sienta que el mundo se le viene encima.

Desde su diagnóstico, se encuentra esperando cita para iniciar con un proceso psiquiátrico y psicoterapéutico, la espera se ha vuelto muy larga y siente que los días pasan más lentos; ha perdido el apetito, no puede conciliar el sueño, está cansada física y mentalmente. 

El país hondureño solo cuenta con dos hospitales públicos que atienden problemas de salud mental; esos mismos no dan abasto para la demanda existente. Y desde hace más de cinco años el abastecimiento de medicamentos ha sido insuficiente. 

Fátima no solo lidia con una enfermedad mental, si no con la precarización del sistema de salud público en el país que vive. 

La salud mental es un derecho fundamental, por lo que el Estado tiene la obligación de garantizar la atención, prevención y promoción. Debe de ofrecer servicios de calidad y satisfacer las necesidades de la población que se encuentra diagnosticada con un trastorno mental. 

Lamentablemente, así como Fátima existen muchas otras personas que se encuentran en situaciones similares y nuestro deber es exigir una atención integral, una correcta garantía de medicamentos y abastecimiento de personal especializado en salud mental en los hospitales públicos y privados.