EL ARTE DE SER MUJER

EL ARTE DE SER MUJER

Por Yahir Campos

Sol pintando El mural del bicentenario en Cercado de Lima.

La creatividad en el Perú abunda sin dirección y sin apoyo de políticas constitucionales que promuevan el arte. Sin embargo, hay quienes no esperan las puertas abiertas para entrar en el mundo artístico, al contrario, luchan y persisten en su innovación día a día. ¿Cómo es eso? Pues, se las ingenian; y al principio toca vivir por el arte, para luego cumplir el ansiado sueño de vivir del arte. 

La historia de Sol, una pintora muralista, y Ana, una fotógrafa pictórica, revelan que el arte muchas veces necesita de tiempo para ganar impulso. Tiempo, como todos los que construyen su camino sin mérito sanguíneo o apadrinamiento, pero que, además, la distinción de género latente no les permite exhibirse con parcialidad.

Ante esta adversidad viven todas las peruanas en diversas áreas pero ese panorama no las amilana. Al contrario, las reinventa para dirigir su vocación como creativas. 

Parece que a las artistas les gusta complicarse la vida. Es como su combustible. Por ello, es usual que empiecen estudiando una carrera y que en simultáneo se dediquen a su expresión artística. 

MUJERES CREATIVAS

Sol estudió Trabajo Social en la UNMSM. Desde pequeña sus manos inquietas producían figuras. Usaba los jabones y cualquier objeto puntiagudo para formar siluetas, como las banderas de las bandas favoritas de sus amigas para obsequiárselas. Su padre, pintor y ex estudiante de Bellas Artes, siempre la alentó a pintar y ella canalizó su vida con los pinceles. Ahora es conocida como Sol Luna Art, una artista plástica, lesbiana, feminista que aborda temas sociales.

Ana en su workshop de cianotipia. Archivo: Instagram @supa.lab.foto. 

Ana estudiaba Ciencias de la Comunicación en la USMP. En su infancia reconoció su gusto por las artes visuales, el dibujo, y la pintura; en la universidad despertó su pasión por la  fotografía con el Fotoperiodismo, y específicamente con el curso de crónica. Dicho amor la llevó en el 2020 a dejar la carrera y fomentar su vocación fotográfica bajo el seudónimo de anacrónicca.

Mural: Máxima Acuña, mujer que lucha, pintado en Breña, realizado  en el marco de 8M para el festival Nosotras Estamos en la Calle. Archivo Instagram: @sollunar.art.

El 2020 fue un año de cambios. Sol también lo percibió así pues en este periodo ganó reconocimiento por su pintura llamada Unidad y Urbanismo. Un año en el que redescubrió su propósito. Desde entonces ha trabajado en proyectos, grupales y personales, siempre recreando la realidad social y la reivindicación de la mujer. Para ella hay caminos igual de importantes y significativos como la de mujeres históricas como Micaela Bastidas y peruanas que luchan día a día. Su pintura Máxima Acuña, mujer que lucha o Mujer de todas las sangre, lo comprueban. 

Las marchas contra Manuel Merino reunieron a muchos artistas. Ana, excomulgada de su carrera, encontró el hecho perfecto para empezar a contar crónicas a través del fotoperiodismo. Como en muchas sociedades, los tiempos de conflicto trajeron cambios. Ambas fueron conociendo su proceso. 

CREATIVIDAD Y CULTURA

La Organización de las Naciones Unidad ONU declaró el 2021 como el Año Internacional de la Economía Creativa. Su nombre fue dado a raíz del confinamiento y las consecuencias innovadoras que trajo pasar más tiempo ensimismado. En momentos difíciles se alentó por la creatividad para resolver problemas socioeconómicos. Un ejemplo de ello, fue el boom de los emprendimientos y el desarrollo de muchos artistas en el mundo.

Mural: Amor entre mujeres sin fronteras, ubicado en Mirones Bajo, Cercado de Lima. Archivo Instagram: @sollunar.art.

‘’A veces me viene el pensamiento de que en el pasado todas esas grandes obras anónimas, quizás fueron escritas por mujeres que tenían que ocultarse por temor a no ser aceptadas, comentó Sol. Ella reflexiona sobre la comparativa entre el varón y la mujer en cuanto a la exposición. Para ella sus pinturas no tienen que gustarle a todos, basta con transmitir un mensaje, que en ocasiones pueden incomodar. ‘’ Pinté Amor entre mujeres sin fronteras, evocando la unidad entre la mujer peruana y venezolana que también sufre desigualdades. Y como en esta época hay mucha xenofobia, fue mal visto para algunos’’. 

Para conocer el arte es fundamental la cultura y las costumbres con las que uno crece. Rodearse de las personas correctas, que te reconocen y te animan a emprender tu formación. En esta parte del mundo los creativos suelen innovar notablemente porque, según una gran parte de personas, el arte no es rentable en Latinoamérica, y si no hay oposición en casa, el escenario no es apto para débiles. Por eso las mujeres artistas se encorajinan para contar como nadie su resistencia.

‘’Las mujeres de mi familia estamos muy vinculadas a la pasión y el arte. Mi madre es profesora de educación inicial, y al igual que el arte, la educación no es una carrera rentable; sin embargo, ella persistió y me transmite esa valentía de seguir lo que me apasiona’’, agregó Ana tras consultarle sobre la reacción de su familia cuando decidió dejar la carrera para dedicarse a la fotografía. 

Para Sol y Ana, salir del apoyo de la familia y conocer el mundo artístico fue lo más complicado. Además, el siguiente paso fue expresar sus emociones en un sentido amplio, para que muchas mujeres puedan sentirse identificada. Las marchas sociales la llevaron a retratar los miedos, penas y tristezas con orgullo y con mucha creatividad. 

EL DESCUBRIMIENTO

‘’En el 2021 un amigo me habló sobre los procesos alternativos, y me inscribí a un curso llamado Fotoalquimia en Chile -que fue un taller virtual-, algo totalmente nuevo para mí. Allí conocí los procesos alternativos para fotografiar escenas sin cámara. Me pareció increíble como se podía hacer fotos de una manera muy pictórica’’, dice Ana.

Este es un proceso conocido como solarigrafía. Un concepto y una práctica fotográfica basados en la observación del recorrido del sol. Ana encontró en la cianotipia y en la clorotipia el proceso perfecto para plasmar sus historias. ‘’De pequeña tuve referencias de pintores Kahlo, Picasso, Dalí. Siempre busqué que mis fotos parezcan pinturas’’, agrega.

Antimemorial, técnica clorotipia. En retrato a los asesinados por el gobierno de Dina Boluarte.  Archivo Instagram:  @supa.lab.foto

‘’Cuando empecé con los procesos alternativos, quise expresar mis problemas personales vinculados con el exterior, como conecto esto que siento como mujer que soy, que vive rodeada de violencia y que tiene una historia. Hablar del dolor, del luto, ausencia, eso lo conseguí con la cianotipia’’ añadió una Ana entusiasmada. En el 2023 Anacronicca realizó un trabajo con la clorotipia, donde retrata con hojas de coca a los asesinados por el gobierno de Dina Boluarte en señal de protesta

Sol Luna trabajó con la Municipalidad de Lima realizando murales. En sus trabajos conmemora el papel social de la mujer bajo un enfoque femenino. Sol no se considera artista, para ella serlo requiere de una trayectoria que cree no posee. ‘’Cuando converso con mi novia me convence de que sí lo soy, porque mis creaciones transmiten un mensaje con emoción. Una vez un señor bajo de un camión y me regaló 20 soles, me dijo que estaba muy lindo lo que pintaba, fue una sensación muy agradable’’, comenta.

Unión y resistencia. 

Las mujeres tienen el papel de apoyarse unas a otras para exponer su arte. Fomentar su innovación formándose integras pues son muchas las mujeres creativas, sin embargo, tienen poca visibilidad. Sol lucha por fomentar espacios de reconocimiento; relata que con ayuda de los vecinos de un AA.HH en Carabayllo habilitaron un espacio recreativo para los niños, además realizó pinturas de aquellas madres que colaboraron en la actividad, reflejando que con la fuerza unida se materializan propósitos.

Mural: Mujer de todas las sangres realizado de manera participativa con los alumnos del colegio María Parado de Bellido en la Comunidad Shipibo-Conibo de Cantagallo. Archivo Instagram: @sollunar.art

Sol busca innovar, seguir creando por muchos años, pintar en lugares históricos y poco convencionales para dejar su mensaje, eso, para ella, es inmortalizarse y trascender en su arte.

‘’Creo que es necesario cambiarle el chip a las instituciones para que entiendan que el trabajo de las mujeres es muy valioso. Muchas veces las historias relacionadas con un cuerpo femenino son contadas por varones’’, menciona Ana, indignada porque siente la poca atención que hay para las mujeres artistas. 

Esto la llevó a formar, junto a unas amigas, el colectivo Ojo de loca , su proyecto más ambicioso. Surge en noviembre del 2023 por la ausencia de grupos o espacios enteramente femeninos en donde las mujeres puedan expresarse sin ser juzgadas. El propósito es abrir camino para las mujeres artistas, compartiendo su enfoque en temas expresamente de género, como el feminicidio o el aborto. ‘’ Cuando lanzamos convocatorias sobre temas como el aborto, tengo la oportunidad de conocer chicas muy talentosas, cuyos trabajos son muy inspiradores y no son conocidos. Estas situaciones me alientan a seguir creando estos espacios’’.

Su arte, significa para ellas, una forma de expresar su resistencia. Y realmente lo es pues las mujeres son protagonistas de innumerables casos de violencia, discriminación, abuso y desigualdad. Una situación que se busca cambiar mediante el arte y la lucha constante por representación.

La realidad es que las mujeres pueden estar fácilmente en situaciones de vulnerabilidad y las variables que tienen para sobresalir en el campos laborales como el arte y otras áreas no son medidas, generalmente, con la misma vara con la que se mide a un hombre. Es en este panorama que se reconoce el trabajo inalcanzable y ganas de salir adelante de talentosas artistas que protestan con su arte.

Las mujeres que han sorteado, con su poderoso ingenio, miles de años de represión nacen virtuosas. Y al unificarse pueden reconstruirlo todo. 

“Amigurumis”: un arte que sana y ayuda a cerrar las brechas de género

“Amigurumis”: un arte que sana y ayuda a cerrar las brechas de género

Por Karina Rodriguez

La palabra Amigurumis, es un acrónimo japonés que está compuesto por ami, que significa tejido y nuigurumi, muñeco de peluche. Según la tradición nipona, los Amigurumis no son cualquier peluche convencional, ya que se encargan de alimentar el espíritu de niño que cada uno lleva en su interior. También brindan protección y consuelo. En el mundo, es una técnica conocida desde hace siglos; mientras que en el Perú, ha servido como símbolo de empoderamiento y superación. 

Rosa Maguiña nació en el distrito de Huallanca, en el departamento de Ancash. Hace 30 años emigró junto a su familia a la ciudad de Trujillo, en la región La Libertad. Es la última de seis hermanos y a lo largo de su vida ha tenido que trabajar en mercados y fábricas para salir adelante. En esa lucha tuvo que ir desprendiéndose poco a poco de su sueño de ser contadora. 

“Yo terminé la secundaria completa, pero cuando me preparaba para la universidad, cuatro meses después, mi papá falleció y con mi mamá quedé a cargo de mis hermanos pequeños ya que ella debía salir a trabajar. La mayoría logró terminar su secundaria y luego tomaron diferentes rumbos”, contó. 

Muñecos pikachu confeccionados por la artesana Rosa Maguiña. Foto: Rosa Maguiña / Archivo.

En el año 2020 enfrentó una batalla interna para no dañar su salud mental. “En la pandemia me deprimí, mi mamá cayó mal y yo solo me la pasaba durmiendo. No podía salir de casa para no contagiarla. Entonces, mi hermano, como es chatarrero, me trajo una computadora, me enseñó a usarla y poco a poco conocí esta técnica”, relató. Ahora, tiene dos trabajos: vigila un terreno y ofrece sus manualidades en algunas ferias de la ciudad con el respectivo permiso municipal. Claro, todo esto sumado a la responsabilidad de cuidar a su madre de 87 años. 

Emérita Morales tras culminar su jornada laboral en el centro histórico de Trujillo. Foto: La Antígona / Karina Rodríguez.

Una historia similar es la de Emérita Morales, quien dentro de poco alcanzará los 60 años. Actualmente, es madre soltera y lleva más de 20 años vendiendo en las calles del Centro Histórico de Trujillo. Mediante redes sociales, confiesa que cuando era niña no sentía afinidad por tejer. Años más tarde, luego de tener a sus dos hijos logró adquirir esta nueva habilidad que le ha dado gratos momentos. 

“Con este arte me siento feliz, gracias a Dios he podido conocer personas de otros sitios. Uno se emociona, a veces no puedo viajar, pero mis tejidos si pueden viajar lejos. Cuando puedo sacar un nuevo animalito me siento mucho más tranquila”, relató con gran entusiasmo. Confiesa que vender en la vía pública no ha sido nada fácil, porque constantemente ha sido retirada por serenos de la zona. 

Sin embargo, los obstáculos nunca han sido más fuertes que sus ganas de progresar. Hace poco, viajó a Lima en busca de hilo de oveja para sus próximas creaciones, que van desde desde curiosos animales, hasta recordadas figuras de televisión como Timoteo. Ahora, se encuentra realizando algunas gestiones con la comuna edil de la ciudad para que pueda participar en eventuales ferias, de la mano con las creaciones que le brindaron soporte económico para educar a sus hijos. 

A través de estas historias, se puede evidenciar que las metas que no llegaron a concretarse en el camino fueron modificadas o cambiadas en su totalidad con el transcurrir de los años por múltiples motivos. El arte de tejer a mano no solo ha sido un soporte económico, sino también emocional para quienes han enfrentado complejos episodios a lo largo de su crecimiento como mujeres, madres y emprendedoras. 

Verónica Rodríguez mostrando parte de su mercadería hecha con la técnica Anagurumi, en las calles de Trujillo. Foto: La Antígona / Karina Rodríguez.

Verónica Rodríguez, guarda una historia similar a las anteriores. Ella es natural del distrito de Chimbote, región Ancash pero a los 15 años decidió viajar a Trujillo por un mejor futuro. Es consciente de que la vida es muy dura cuando hay pocas posibilidades económicas, razón por la que decidió no ser madre. «Para qué tengo más familia, si lo que me alcanza es para mí», dice mientras se dispone a guardar sus últimas creaciones para volver a casa. 

Actualmente, lleva 4 años creando y vendiendo estos muñecos de lana, pero no siempre fue así. La ilusión de estudiar una carrera universitaria la acompañó un tiempo, pero el ritmo de vida al que debía ajustarse la llevó por otro camino. «Quería estudiar Ingeniería Química. Postulé un año, dos; pero, como no entré, mejor me fui al Mercado Mayorista a trabajar. Vendí botitas, medias, y así comenzó todo. El ingreso era diario y en el caso de la universidad, era un gasto para ingresar”, confesó. 

Con la ayuda del internet, poco a poco ha ido sumergiéndose en el mundo del amigurumis, arte que se basa en la creación de muñecos hechos de lana; de igual forma, teje ropa para muñecas “Barbie”. Muchas de sus clientas prefieren adquirir las pequeñas prendas porque son más resistentes que las convencionales. Por las tardes, con más paciencia se dedica a tejer nuevos productos. La ilusión de ver concretada una ‘obra’ le brinda paz y tranquilidad. 

En Perú, el ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, Daniel Maurate, indicó que en el año 2023, la tasa de empleo informal fue superior entre las mujeres (78.6%). Respecto al grupo por edades, los más afectados por la informalidad laboral fueron los jóvenes (80.7%), personas adultas mayores (83%) y el grupo más perjudicado fue el de las personas con discapacidad (87.4%). 

Estas cifras nos llevan a reflexionar sobre las dificultades que tienen que enfrentar los grupos considerados como vulnerables, cuyos integrantes deben buscar otras opciones para subsistir de distintas partes del país. Según un estudio de Changing The World Of Work For Good, publicado el 12 de mayo del 2023, en la sociedad, las mujeres tienen más dificultades en alcanzar sus metas porque siguen siendo estereotipadas en el papel de ‘cuidadora de niños y ancianos’. 

En gran porcentaje tienen doble carga en el hogar, además de sus otras responsabilidades. Sin mencionar que, en el centro de trabajo 3 de cada 5 mujeres han sufrido acoso de tipo sexual o abuso verbal. Situación que nos lleva a cuestionar el problema desde la raíz, es decir desde los hogares, para ello conversamos con la psicóloga, Flor de María Sánchez, quien puso énfasis en el tipo de crianza que suele darse en la mayoría de ellos.

 “La mujer suele ser vista como alguien inferior frente a los derechos que puedan tener los varones en nuestros hogares. A veces desde las mismas madres sucede. Les dicen a sus hijos que como son hombres no pueden ayudar en las tareas de la casa, y con respecto a las niñas, tienen que atender al papá. También cuando el varón que llegó pasada la hora acordada y no pasa nada, al contrario de la niña que no tiene que salir”, menciona. Este tipo de situaciones ocasiona que la carga familiar recaiga mucho más en las hijas. 

Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, en nuestro país la artesanía tiene gran prestigio internacional. Es muy bien valorada por su calidad y estilo. En el año 2022, generó exportaciones por US$ 46 millones (valor FOB) y S/ 98 millones en ventas en el mercado nacional. Asimismo, según el reporte del Mincetur más reciente del año 2024, se ha logrado identificar al menos a 62 583 personas dedicadas al rubro artesanal. 

El programa “Ruraq Maki, hecho a mano” impulsado por el Ministerio de Cultura, también apoya a los artesanos y artistas que atraviesan medianos y grandes obstáculos con sus creaciones. Su principal objetivo es promover y salvaguardar el arte y la artesanía de las principales tradiciones del país. Fue creado en el año 2007, y desde entonces ha servido para proteger y promover la artesanía peruana. Sin embargo, la brecha de desigualdades laborales, todavía es ardua. 

El abogado Darwin Davila y gerente de Administración Tributaria y Rentas de la Municipalidad Distrital de Parcoy, provincia de Pataz, región La Libertad se manifestó sobre esta situación: “En la sierra persiste mucho el machismo. Una mujer no puede ostentar un cargo alto porque no tiene respeto. Cuando habla pierde credibilidad. La población prefiere que un hombre sea quien informe sobre la realidad. Todavía existe el estereotipo de que una mujer no puede encajar en un puesto de dirección, no puede escalar laboralmente”. 

Asimismo, reconoció que los escasos niveles económicos también influyen en que ellas tengan más dificultades en prepararse mejor académicamente y por ende obtener un buen trabajo. Muy aparte de ello, la calidad en educación no siempre es la mejor. A pesar de invertir en una buena academia para ingresar a la universidad, no siempre es suficiente porque no han tenido una buena secundaria o no disponen de todos los elementos que las lleven a tener el rendimiento adecuado. 

Otro factor que puede ser considerado en un punto quiebre en las empresas, sobre todo para las mujeres puede ser la edad. El letrado considera que en el sector privado se valora más al trabajador de acuerdo a su edad, es decir a mayor edad, significa mejor productividad, más responsabilidad y mejores resultados. “No existe una ley que determine la edad. La empresa será quien determine la edad idónea de la persona que aceptará en su trabajo. Según la ley 728, que regula el sector privado, es hasta los 70 años, no sin antes una previa comunicación con el trabajador”, puntualizó.

En cierta parte coincide con la versión de la psicóloga anteriormente mencionada. Sin embargo, siente que la edad en el caso de las mujeres es visto cómo algo perjudicial a diferencia de los hombres. “Siempre van a encontrar mayores oportunidades los varones que las mujeres. Conforme pasan los años es igual. Si ven a un hombre mayor, dicen que es un hombre con mucha experiencia; pero, en la mujer, si se ve que está en búsqueda de trabajo, ya está mayor, ya esta vieja no trabajará igual”, lamentó. 

Según la Encuesta sobre Representaciones de Trabajo de Cuidado de Perú realizada en el año 2023, por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), Oxfam y el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán revelan que el 83% de personas encuestadas confirmó que a lo largo de su vida ha visto a las mujeres dedicarse mucho más a las actividades de cuidado. Pero en una menor medida, apenas el 15% indica que tanto mujeres como hombres se han dedicado a ambas actividades. 

“Desde que somos niñas se nos atribuyen responsabilidades de cuidado que se incrementan en la medida que crecemos. Estas mismas responsabilidades no se generan en los hombres, por lo que la gran mayoría no se involucra en estas labores en la misma medida que las mujeres y tal es esa naturalización que el Estado no ha generado políticas públicas específicas para garantizar el derecho al cuidado”, detalló Liz Meléndez, directora de Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán para el portar de Oxfam. 

En esta situación, es importante resaltar que el Estado debe reconocer el derecho al cuidado y asegurar su provisión mediante una mayor cobertura de servicios como salud y educación. Además del fortalecimiento del marco institucional para garantizar servicios de calidad que sean accesibles para todos y por ende brindan más oportunidades de desarrollo de forma igualitaria.

Proyecto de Ley sobre Identidad de Género sigue olvidado

Proyecto de Ley sobre Identidad de Género sigue olvidado

Por Ángela Valvidia

La iniciativa fue presentada en el 2016, y cinco años luego, debatida en la Comisión de la Mujer sin resultados, en la Comisión de CIDH se ha resaltado la importancia de reconocer la identidad de las personas por parte del Estado. Esta iniciativa lleva más de 7 años encarpetada.

El pasado 23 de marzo, en el Tribunal Arcoíris (espacio en el que se visibilizan las violaciones de derechos que enfrentan las personas LGTBIQ+ y desde donde se exige justicia) Sebastián Marallano recordó el doloroso momento que vivió junto a su esposo Rodrigo Ventosilla, en el aeropuerto de Bali, Indonesia, a donde habían viajado por su luna de miel el 6 de agosto del 2022. Los problemas empezaron cuando la Policía del país asiático vio diferencias entre la identidad de género de Rodrigo y los datos de su DNI, según sus abogados y familiares. Luego fue detenido por supuesta posesión de drogas (cannabis). Y en menos de una semana después fue declarado muerto en un centro médico.

Sebastián, quien también denunció haber sido víctima de violencia por parte de la Policía de Indonesia, ha señalado que existe la preocupación de que el caso quede impune y sin que el Estado peruano reconozca la negligencia que habría cometido el cónsul Julio Tenorio, quien no prestó auxilio de manera inmediata y viajó a Bali recién el 12 de agosto, el día siguiente de la muerte de Rodrigo. El próximo 17 de abril habrá un plantón delante del Ministerio de Relaciones Exteriores para levantar voces en busca de justicia por la muerte de Rodrigo. 

Pero el abandono del Estado hacia las personas transexuales se evidencia de diferentes maneras. Por ejemplo, en el Congreso de la República está olvidado el proyecto de ley sobre Identidad de Género (N° 790), que se presentó en el 2016. En marzo del 2021, la Comisión de la Mujer aprobó el dictamen; sin embargo, aún continúa detenido en la Comisión de Constitución a donde también lo mandaron en una ruta sin fin. 

Al respecto, Marisa Glave, una de las autoras de la iniciativa, manifestó que la propuesta no tendría por qué ir a esta última comisión, sino a la de Justicia porque no se requieren de cambios constitucionales y se trata más bien de Derechos Humanos. ‘‘La Constitución habla claramente del derecho de las personas a su identidad, no habla de mujeres u hombres biológicamente ni hace una diferenciación alrededor de las personas trans”, declaró al diario La República.

Actualmente, si una persona trans desea variar su nombre o el sexo en su DNI, debe realizar procesos judiciales que resultan costosos, pueden tomar muchos años y no tener respuestas favorables. E incluso si hay sentencias judiciales positivas, la procuraduría del Reniec suele apelar las decisiones del juez, por lo que el trámite demora aún más, como cuenta la periodista trans y coordinadora del Observatorio DDHH LGBT de Perú, Gianna Camacho. El camino más adecuado y respetuoso de los Derechos Humanos de las minorías sexuales sería la aprobación de este proyecto de ley. De esta manera, el trámite sería solo administrativo; es decir, bastaría con ir al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) y solicitar los cambios correspondientes sin necesidad de alguna constancia médica o legal. 

Miluska Luzquiños, defensora de Derechos Humanos e Identidad de Género, resalta la importancia de contar con una ley de este tipo: ‘‘El trasfondo no es el nombre, es el contexto de violencia y de exclusión que viven las personas trans por ser trans, que, si bien inicia en el no reconocimiento del nombre adquirido socialmente, termina en una serie de situaciones desgastadoras de exclusión laboral, educativa, económica, social. Hay que verlo más allá’’. 

Sumado a ello, una ley de identidad de género también significaría disminuir los índices de violencia que viven las personas trans, precisa Luzquiños. Agrega que desde inicios hasta este año se han registrado al menos 17 casos de transfeminicidios, según data recolectada por las organizaciones de la sociedad civil. No obstante, pese a la discriminación constante, exclusión de derechos básicos y violencia existente, el PL no cuenta con el apoyo suficiente para ser debatido en la Comisión de Constitución y, eventualmente, en el Pleno del Congreso de la República

La Defensoría del Pueblo ha recomendado al Congreso y al Gobierno aprobar la ley en varias ocasiones, alegando la necesidad de contar con esta para permitir a las personas trans acceder a los servicios que ofrece el Estado, a través del reconocimiento de su identidad en sus documentos y así evitar actos discriminatorios que pueden presentarse en las instituciones públicas. En el 2016, la Defenosoria del Pueblo publicó el Informe Defensorial N° 175. Derechos humanos de las personas LGTBI: Necesidad de una política pública para la igualdad en el Perú. 

Asimismo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que es vinculante para países como el Perú que pertenecen al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, ha expresado mediante la opinión consultiva OC-24/17 que el reconocimiento de la identidad de género por parte del Estado “resulta de vital importancia para garantizar el pleno goce de los derechos humanos de las personas transgénero”.

Lamentablemente, el caso de Rodrigo, quien perdió la vida en Bali sin que hasta la fecha se tengan detalles de lo que ocurrió no ha servido para generar conciencia y tomar acciones reales respecto de la importancia de tener una Ley de Identidad de Género. El Perú sigue siendo uno de los países que menos derechos LGTBIQ+ otorga en la región, estamos entre los más atrasados. Por ejemplo, países vecinos como Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay ya tienen leyes que permiten acceder al derecho de la identidad. En ese sentido, urge que la iniciativa sea debatida en el Perú. 

Honduras: Un país feminicida

Honduras: Un país feminicida

Por Josselyn López

Honduras es uno de los países centroamericanos más violentos para las mujeres, esta violencia se ve reflejada en cifras de muertes violentas de mujeres, las cuales de enero a octubre de 2023 llegaron a 341, según datos del Centro de Derechos de Mujeres, CDM. La mayoría de estos femicidios no obtienen justicia, el 95% de los casos siguen impunes. 

Es una triste realidad. En los últimos años, el país hondureño superó las cifras de muertes violentas de mujeres con un aumento del 29% de cifras.

El lunes 27 de noviembre, en 24 horas se reportaron tres asesinatos de mujeres en diferentes puntos geográficos del país. A María Gómez la atacaron con un machete en la zona oeste; Carmen Munguía fue asesinada a tiros por su pareja en la zona norte y; Karina Rodríguez, quien anteriormente ya había tenido un atentado de muerte, fue acribillada en la zona occidente. 

Uno de los medios de comunicación tradicionales del país deja en evidencia la falta de perspectiva de género para el abordaje de noticias. En su nota se menciona lo siguiente: “la mayoría de estas muertes son femicidios, a menudo realizado por su pareja o algún pretendiente “rechazado”».

Detrás de cada muerte violenta de mujeres, está presente la pornomiseria en los medios de comunicación. 

La violencia contra las mujeres también se ve reflejada en los datos del Sistema Nacional de Emergencia (911), de enero a septiembre de 2023 se registró un total de 64,228 denuncias, de las cuales 26,456 fueron por violencia doméstica y 37,772 fueron por maltrato familiar; es importante señalar que no todas las mujeres que son víctimas de algún tipo de violencia denuncian, por lo que los datos pueden ser mayores. 

En el mes de febrero de este año 2024, el Observatorio de DDHH de las Mujeres del CDM, registró 14 muertes violentas en el mes de febrero, dando un total de 40 femicidios en los primeros dos meses del año. 

La ola de violencia a la que las mujeres se encuentran expuestas deben de verse como una emergencia de país. 

La impunidad que rodea la vida y memoria de las hondureñas 

El 19 de marzo de 2023, Ana Hernández fue encontrada muerta en el interior de su vivienda al Sur de Tegucigalpa, lugar que compartía con su pareja el Mayor de artllería Allan Franco Mendez, miembro activo de las fuerzas armadas de Honduras. 

Al parecer Ana se había quitado la vida, así lo reportaron los medios y así lo declaró Franco, sin embargo, sus familiares creen que fue femicidio ejecutado por su pareja. 

Ángel Hernández, padre de Ana, no recibió los resultados de la autopsia de su hija, ha pasado un año desde entonces y su familia sigue esperando justicia. 

En ese momento Franco, siendo el principal sospechoso, fue detenido por posesión ilegal de armas, quien a los días fue puesto en libertad. Se supone que el Mayor de artillería fue dado de baja, sin embargo, esta información no ha podido confirmarse. 

Don Ángel no ha obtenido respuestas claras sobre la muerte de su hija, la cual está llena de incertidumbres y dolor. 

El primero de enero del año 2022, Angie Peña fue víctima de desaparición forzada en la Isla de Roatán. 

Angie abordó un jet ski junto a su hermana, actividad que realizaban con frecuencia, sin embargo, la joven no regresó. Tras horas de desaparecida y se realizó una búsqueda y se descartó la posibilidad de que la joven haya fallecido ahogada.  

Meses después de su desaparición, se encontró la moto acuática en las costas del país de Belice, el traje de baño y los aretes que la joven portaba al momento de su desaparición. 

Gary Lee Johnston, empresario norteamericano, condenado por trata de personas y pornografía infantil se encontraba vinculado a las pruebas más contundentes del caso, las pertenencias. 

En agosto del 2022 fueron allanadas cinco propiedades en Roatán, los allanamientos fueron parte de la búsqueda de pistas sobre la desaparición de Angie. En la casa de Gary encontraron el traje de baño y uno de los pendientes de Angie. 

Esta información indicaría que la joven habría estado en la casa del estadounidense, sin embargo, no se han obtenido más actualizaciones sobre el caso. 

Han pasado más de dos años y los padres de Angie siguen esperando respuestas sobre el paradero de su hija. 

El 07 de febrero del año 2021, Keyla Martínez fue encontrada muerta en una celda de la Unidad Departamental de la Policía número 10 de La Esperanza, Intibucá. 

Las autoridades, sin una investigación, afirmaron que la joven se había suicidado. 

Tras esta información los cuestionamientos de las defensoras de derechos humanos y especialistas en medicina forense fueron contundentes, ya que en las condiciones de la celda era imposible que se quitara la vida. 

Esta versión fue desmentida pues la autopsia reveló que Keyla fue víctima de asfixia mecánica. 

En agosto de 2021, el caso fue tipificado como homicidio imprudente en grado de comisión por omisión. 

Jarol Rolando Perdomo fue el único policía acusado por el feminicidio de Keyla, fue enjuiciado y encontrado culpable, pese a ello, fue puesto en libertad el 28 de febrero del año 2024.  

Este tipo de prácticas evidencia la impunidad y la corrupción que rodea el 90% de los casos de violencia contra las mujeres, lo que deja en evidencia la desprotección de los derechos de las niñas y mujeres hondureñas.   

Insensibilización ante la violencia contra las mujeres

Parece que la mayoría de la sociedad hondureña está insensibilizada ante la violencia contra las mujeres, todos los días el país hondureño se despierta y recibe la noticia de que una mujer ha sido violada, asesinada o desparecida, y esto no sorprende a la población, de hecho, forma parte de la cotidianidad. 

No resultan desconcertantes las fotografías sin censura de hechos violentos o titulares de noticias como “Hombre mata a mujer por rechazo”, “Cegado por amor…” o comentarios como “Se lo buscó”, “Se lo merecía”, etc., es evidente que la violencia machista y la misoginia forman parte de la norma social. 

El trabajo del Estado por un país libre de violencia contra las mujeres debe de enfocarse en la creación de políticas públicas para la prevención de violencia, así mismo, se debe de educar y sensibilizar a la población, se debe fomentar la igualdad en materia de género. 

Cada día es trágico y a pesar de las dificultades y la violencia a la que las mujeres se ven enfrentadas, la lucha se mantiene en la exigencia al Estado para crear las condiciones necesarias para que las mujeres puedan vivir sin miedo y libres de violencia. 

NECESITAMOS SEGUIR HABLANDO DE ESTO: EN EL PERÚ LAS MUJERES TRABAJAN MÁS Y GANAN MENOS

NECESITAMOS SEGUIR HABLANDO DE ESTO: EN EL PERÚ LAS MUJERES TRABAJAN MÁS Y GANAN MENOS

Por Valeria Delgado

El 8 de marzo de 2024, diversas instituciones publicaron estudios respecto a la actual brecha de género en el Perú. Al vernos en esta situación anualmente es imposible evitar preguntarse: “¿aún existe la brecha de género? ¿Hemos mejorado en algo? ¿Es necesario seguir hablando de esto?”. Sí, es necesario, porque el Perú no está avanzando para eliminar las brechas de género, no todas las empresas verdaderamente están apuntando a una equidad, no se está rompiendo el techo de cristal y no se está recortando la brecha salarial. ¿Por qué? Porque el Perú no es Lima y no todas las mujeres peruanas acceden a una educación secundaria y trabajo formal.

Laura Blacido, planner estratégica Senior en McCann Lima y activista feminista en la ONG Manuela Ramos, es más firme y señala que el país está retrocediendo.

“Tenemos un Congreso que está proponiendo políticas y leyes antiderecho – en muchos ámbitos, incluyendo los derechos de las mujeres. Un ejemplo claro es que el matrimonio infantil fuera prohibido recién en noviembre de 2023 y que se siga poniendo en tela de juicio el aborto que sí está permitido: el aborto terapéutico. Lo último que ha pasado es el intento de cambiar el nombre del Ministerio de la Mujer por el Ministerio de la Familia, afirma.

Las mujeres son una población aún vulnerada y violentada en la sociedad peruana. En los dos primeros meses del 2024 se reportaron 33 feminicidios y 40 tentativas, según datos del el Ministerio de la Mujer.

Fuente: Índice Del Desarrollo Social de la mujer y el hombre en los países de América Latina 2023 –Centrum PUCP.

PERÚ: EL PAÍS DE LATINOAMÉRICA CON LA PEOR BRECHA DE GÉNERO

Un estudio de Centrum PUCP, publicado en 2023, señala al Perú como el país con la mayor brecha de género en todo Latinoamérica. El porcentaje del país es 10.8%, y el de la región es de un 7%. Se tiene una brecha favorable en salud y educación, lo que nos indica que las mujeres están accediendo a educación y salud. Pero la balanza se desequilibra cuando se menciona autonomía y oportunidades.

“Que el Perú ocupe ese lugar es bastante lamentable. Muchas mujeres son el sostén económico de sus familias: son las ambulantes, las que tienen su puesto en el mercado, las que venden pollo broster en la esquina de la cuadra. Las vemos y conocemos, pero muchas veces ignoramos su papel en la economía del país y los hogares. Hasta el día de hoy siguen existiendo muchas desigualdades, condiciones precarias de trabajo, el limitado acceso a opciones de promoción y desarrollo profesional”, comenta Carolina Caballero, promotora de los derechos y disidencias de la ONG Manuela Ramos.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) menciona que las normas de género asocian a las mujeres y niñas como principales cuidadoras de las personas dependientes, tanto dentro como fuera del hogar. Caballero sostiene que esta mentalidad es la que pone obstáculos a la vida profesional de las mujeres. Se construyen sesgos representados con preguntas incómodas en entrevistas sobre sus planes de matrimonio o maternidad, o la falta de consideración de mujeres en edad fértil para puestos de liderazgo.

Paola del Carpio Ponce, economista e investigadora para la Red de Estudios para el Desarrollo, opina lo mismo y considera que en la sociedad actual no solo existen techos de cristal, sino también muros de cristal.

“Sobre el techo de cristal y la cantidad de mujeres en un cargo de poder – no es que la mujer no pueda, sino que ni siquiera postula porque necesita más flexibilidad de tiempo o menos carga para estar en el hogar. Pero no solo se trata de que las mujeres no siempre llegan a los puestos altos, sino que están demasiado representadas en las actividades menos remuneradas o asociadas al cuidado. Indistintamente de la jerarquía, ese tipo de diferencias tiene una consecuencia sobre cuánto puedes aspirar a ganar en el futuro”, señala.

El más reciente estudio del INEI “Perú: Brechas de Género, 2023: Avances hacia la igualdad de mujeres y hombres” deja entrever incluso que las mujeres están más preparadas que nunca. En el año 2022, la tasa de acceso a una educación superior en mujeres fue del 29,6%, superior en 4,6% a la tasa en el caso de los hombres (25%). Esta es una situación favorable para las mujeres que se ve desde hace 10 años… Sin embargo, las mujeres ganan un 27,8% menos que sus pares masculinos.

Tanto Blacido como Caballero resaltan que estas cifras no representan necesariamente a la realidad del país. De acuerdo con el último Censo Nacional en Perú, solo 1 de cada 10 mujeres accede a la educación superior.

“La cifra del reporte del INEI es una brecha bruta, que toma datos de hombres y mujeres en general. Pero hay otro estudio realizado por la Universidad de Pacífico, que salió en el 2022, que limpia la comparación y compara a hombres y mujeres con un mismo nivel educativo, con la misma experiencia, con trabajos similares; y aun así hay una brecha”, comenta del Carpio Ponce.

“Muchos piensan que eso es una cuestión solo de gustos y que a las mujeres no les gusta la ingeniería o no les gusta la matemática o son menos buenas; pero eso no explica todo lo que está ocurriendo. Desde la primera infancia, los estereotipos marcan a las niñas y sus decisiones. Además, por la carga en el hogar y posibles hijos en el futuro, las mujeres tienen a escoger trabajos con menos carga porque necesitan esa flexibilidad”, agrega.

Entonces, no es que las mujeres no trabajen; trabajan más en cosas por las cuales no les pagan. Cuando se decide tener una familia o hijos, se requiere de flexibilidad para hacer frente a cualquier necesidad. La estadística nos demuestra que, en el Perú, el costo de la inflexibilidad se lo llevan las mujeres.

HABLEMOS DEL TIEMPO EN CASA

La autonomía y acceso a oportunidades es importante para garantizar el bienestar de una persona, como lo es la educación y salud – y podemos decir que no todas las mujeres acceden en la misma capacidad a ninguna de estas variables. Sin embargo, algo crucial en cuanto a salud y que muchas veces se olvida – pese a lo mucho que se habla de ello – es la salud mental.

El estudio de INEI señala que el “bienestar de una persona no depende solo de su ingreso o consumo, sino de su libertad sustantiva para usar el tiempo”. Esto quiere decir que la propia falta de suelo o descanso llega a “una pobreza de tiempo”. Las mujeres peruanas viven en un estado de pobreza de tiempo.  Porque tienen un total de 75,54 horas totales trabajando, de las cuales 36,27 son al trabajo remunerado y 39,28 al doméstico (no remunerado). Los hombres pasan un total de 66,39 horas trabajando – por 50,46 de ellas reciben una paga y por 15,54, no.

Según Laura Blacido, esta pobreza de tiempo también es violencia de género. Que la mujer no tenga acceso al tiempo extra que posee el varón para seguir desarrollándose profesionalmente e incluso le reste tiempo de descanso puede terminar afectando a su salud física y mental – y eso es violencia.

“La violencia tiene muchas formas que no nos permite identificarlas. Escuchamos de la violencia física, escuchamos de la violencia psicológica – pero incluso la violencia psicológica no es necesariamente que te llenen de insultos, sino que incluso el silencio es violencia. Si vives con una pareja que si se enoja deja de hablarte, eso es violento. Lo mismo pasa con el tiempo de descanso, del cuerpo y de la mente; si no está permitido, es violento”, explica.

EL IMPACTO DE LA PANDEMIA: AUMENTO DE INFORMALIDAD

Caballero sostiene que la pandemia significó un golpe duro para la economía; pero cuando esta se estabilizó, las mujeres vieron tuvieron un “retorno a la normalidad” más accidentado. “Estudios señalan que el empleo femenino se ve caracterizado por tasas de informalidad mayores en comparación a la masculina, y con la pandemia esta aumentó aún más”, señala.

La informalidad lleva a las mujeres a una situación de peligro, porque no tienen acceso a leyes laborales justas, condiciones laborales óptimas; las expone a la inseguridad ciudadana y no les provee de un ingreso fijo.

 “Los ministerios muchas veces promueven la imagen de ‘la mujer emprendedora’, pero ¿qué mujer es? ¿Una mujer blanca que ha tenido acceso a la universidad, que tiene acceso al transporte? La realidad de la mujer que vive en Zona 7 no va a ser la misma de una que vive en un asentamiento humano. Existen mujeres en la selva que son víctimas del matrimonio infantil y, por ende, embarazo adolescente. Existen mujeres en la sierra que no tienen acceso a servicios de salud”, resalta.

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Las voceras de este artículo coinciden en que el camino que le falta recorrer al Perú, en cuanto a brechas de género, es extenso. En un país donde no existe una igual repartición de oportunidades, donde el Estado no llega a todos lados, son las leyes y políticas públicas las que deben garantizar un cambio inmediato para no solo garantizar el acceso a una Educación Sexual Integral (ESI), sino también a mejores condiciones laborales y erradicar los estereotipos de género desde la temprana infancia.

Por el lado privado, se necesita una mejor flexibilidad en los puestos de liderazgo, garantizar políticas firmes frente al acoso laboral, brindar una mejor distribución del tiempo de trabajo y cuidado del hogar es crucial. Esto no solo beneficiará a las mujeres, sino también los hombres; porque, como señala Paola del Carpio Ponce, “no creo que los padres no quieran pasar tiempo con sus hijos”.

Solo así podremos decir que el Perú verdaderamente está haciendo algo para alcanzar la equidad. De lo contrario, seguiremos siendo el país con la brecha de género más grande de toda Latinoamérica.