Por Hilary Venegas

Desde 2003, cada 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, una iniciativa anual impulsada por la OIT. FOTO: Internet.

Cada año, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) selecciona un tema específico y relevante para destacar. En este año, el enfoque principal se centra en las repercusiones del cambio climático en la seguridad y la salud laboral. Además, la OIT ha publicado un nuevo informe titulado «Garantizar la seguridad y la salud en el trabajo en un clima cambiante», el cual revela datos alarmantes sobre el creciente impacto del cambio climático en la seguridad y la salud de los trabajadores. 

Es crucial que, se preste atención al tema de los desafíos particulares que enfrentan las mujeres en sus lugares de trabajo, resaltando la importancia de abordar las disparidades de género en las políticas de seguridad y salud laboral. Las inquietudes sobre la seguridad y la salud laboral para las mujeres pueden diferir dependiendo del sector, la empresa, las áreas específicas de trabajo y las personas con las que se relacionan en su entorno laboral. Uno de los desafíos principales que enfrentan es la exposición a la violencia, el acoso o los riesgos psicosociales en el trabajo.

A nivel global, se ha publicado el primer informe mundial sobre Experiencias de Violencia y Acoso en el Trabajo, realizado por OIT-Lloyd’s Register Foundation-Gallup. Este informe revela que el 22.8 % de las personas ha experimentado al menos una forma de violencia o acoso en el lugar de trabajo durante su carrera laboral.

Según el Primer Informe ELSA sobre acoso laboral en el Perú, el 34 % de los encuestados ha enfrentado alguna forma de acoso sexual en el trabajo. Solo el 4 % reconoce haber experimentado directamente acoso, y únicamente el 10 % de aquellos que lo reconocen han presentado una denuncia. Además, la encuesta señala que la mayoría de las personas que experimentan manifestaciones típicas de acoso sexual son mujeres, siendo el 39 % de ellas de entre 18 y 29 años, y el 36 % de entre 30 y 49 años reconocieron haber experimentado algún tipo de acoso en los últimos dos años.

En 2019, se aprobó el Convenio 190 de la OIT, una normativa internacional que integra la igualdad y la no discriminación con la seguridad y la salud en el trabajo. Este convenio promueve el derecho de todas las personas a trabajar en un entorno laboral libre de violencia y acoso. Perú se suma a esta iniciativa al ratificar el Convenio 190 en 2022. Aunque existen leyes y políticas que se alinean con lo establecido en el C190, aún es necesario ajustar el enfoque de las leyes laborales contra la violencia y el acoso para que se adecuen a la definición de violencia y aborden las diversas manifestaciones y situaciones contempladas en el Convenio. 

De acuerdo con el informe «La Violencia Laboral en Perú en el contexto del Convenio 190 de la OIT», elaborado en 2022, el 74% de las personas encuestadas afirmaron haber experimentado o estar experimentando situaciones de violencia en sus lugares de trabajo. Específicamente, el 80% de las mujeres identificaron estas situaciones, en comparación con el 58% de los hombres.

Durante una entrevista con el abogado laboralista Renzo Quijano, destaca que el hostigamiento sexual o el acoso hacia las trabajadoras es un elemento muy común en casi todas las relaciones laborales. Además, señala que hay un bajo número de denuncias y una respuesta insatisfactoria por parte de los procedimientos establecidos para abordar este problema. “Una medida para poder afrontar esta situación es que los empleadores puedan tener mecanismos mucho más eficientes para poder combatir esta serie de situaciones”, señala. 

Por otro lado, Quijano enfatiza que es fundamental establecer una política de prácticas abiertas y una política de sensibilización continua sobre el acoso y hostigamiento sexual en el trabajo. Estos son elementos importantes para combatir esta situación. Además, señala que es más probable que ocurran estos delitos en un entorno laboral donde la comunicación con los superiores o los canales de queja no ofrecen garantías suficientes a los denunciantes. Sin embargo, lo más importante es asegurar la protección, cobertura y evitar revictimizar a la persona que denuncia, así como seguir los protocolos correspondientes. 

La violencia laboral no solo afecta el bienestar emocional y psicológico de la víctima, sino que también puede tener consecuencias negativas en su desempeño laboral y en el ambiente de trabajo en general. Es importante que las empresas implementen políticas y medidas para prevenir y abordar el acoso sexual en el lugar de trabajo, promoviendo un ambiente laboral seguro, respetuoso y libre de violencia.

Por ello, es crucial que las iniciativas de seguridad y salud laboral reconozcan y se adapten a las necesidades específicas de las mujeres. Asegurando que las mujeres tienen un ambiente de trabajo seguro y saludable, no solo se mejora su bienestar individual, sino que también se contribuye a la productividad y sostenibilidad general de los lugares de trabajo.

El Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo ofrece una oportunidad para reflexionar sobre estas cuestiones y fomentar un cambio positivo y duradero.