Por Yahir Campos

Sol pintando El mural del bicentenario en Cercado de Lima.

La creatividad en el Perú abunda sin dirección y sin apoyo de políticas constitucionales que promuevan el arte. Sin embargo, hay quienes no esperan las puertas abiertas para entrar en el mundo artístico, al contrario, luchan y persisten en su innovación día a día. ¿Cómo es eso? Pues, se las ingenian; y al principio toca vivir por el arte, para luego cumplir el ansiado sueño de vivir del arte. 

La historia de Sol, una pintora muralista, y Ana, una fotógrafa pictórica, revelan que el arte muchas veces necesita de tiempo para ganar impulso. Tiempo, como todos los que construyen su camino sin mérito sanguíneo o apadrinamiento, pero que, además, la distinción de género latente no les permite exhibirse con parcialidad.

Ante esta adversidad viven todas las peruanas en diversas áreas pero ese panorama no las amilana. Al contrario, las reinventa para dirigir su vocación como creativas. 

Parece que a las artistas les gusta complicarse la vida. Es como su combustible. Por ello, es usual que empiecen estudiando una carrera y que en simultáneo se dediquen a su expresión artística. 

MUJERES CREATIVAS

Sol estudió Trabajo Social en la UNMSM. Desde pequeña sus manos inquietas producían figuras. Usaba los jabones y cualquier objeto puntiagudo para formar siluetas, como las banderas de las bandas favoritas de sus amigas para obsequiárselas. Su padre, pintor y ex estudiante de Bellas Artes, siempre la alentó a pintar y ella canalizó su vida con los pinceles. Ahora es conocida como Sol Luna Art, una artista plástica, lesbiana, feminista que aborda temas sociales.

Ana en su workshop de cianotipia. Archivo: Instagram @supa.lab.foto. 

Ana estudiaba Ciencias de la Comunicación en la USMP. En su infancia reconoció su gusto por las artes visuales, el dibujo, y la pintura; en la universidad despertó su pasión por la  fotografía con el Fotoperiodismo, y específicamente con el curso de crónica. Dicho amor la llevó en el 2020 a dejar la carrera y fomentar su vocación fotográfica bajo el seudónimo de anacrónicca.

Mural: Máxima Acuña, mujer que lucha, pintado en Breña, realizado  en el marco de 8M para el festival Nosotras Estamos en la Calle. Archivo Instagram: @sollunar.art.

El 2020 fue un año de cambios. Sol también lo percibió así pues en este periodo ganó reconocimiento por su pintura llamada Unidad y Urbanismo. Un año en el que redescubrió su propósito. Desde entonces ha trabajado en proyectos, grupales y personales, siempre recreando la realidad social y la reivindicación de la mujer. Para ella hay caminos igual de importantes y significativos como la de mujeres históricas como Micaela Bastidas y peruanas que luchan día a día. Su pintura Máxima Acuña, mujer que lucha o Mujer de todas las sangre, lo comprueban. 

Las marchas contra Manuel Merino reunieron a muchos artistas. Ana, excomulgada de su carrera, encontró el hecho perfecto para empezar a contar crónicas a través del fotoperiodismo. Como en muchas sociedades, los tiempos de conflicto trajeron cambios. Ambas fueron conociendo su proceso. 

CREATIVIDAD Y CULTURA

La Organización de las Naciones Unidad ONU declaró el 2021 como el Año Internacional de la Economía Creativa. Su nombre fue dado a raíz del confinamiento y las consecuencias innovadoras que trajo pasar más tiempo ensimismado. En momentos difíciles se alentó por la creatividad para resolver problemas socioeconómicos. Un ejemplo de ello, fue el boom de los emprendimientos y el desarrollo de muchos artistas en el mundo.

Mural: Amor entre mujeres sin fronteras, ubicado en Mirones Bajo, Cercado de Lima. Archivo Instagram: @sollunar.art.

‘’A veces me viene el pensamiento de que en el pasado todas esas grandes obras anónimas, quizás fueron escritas por mujeres que tenían que ocultarse por temor a no ser aceptadas, comentó Sol. Ella reflexiona sobre la comparativa entre el varón y la mujer en cuanto a la exposición. Para ella sus pinturas no tienen que gustarle a todos, basta con transmitir un mensaje, que en ocasiones pueden incomodar. ‘’ Pinté Amor entre mujeres sin fronteras, evocando la unidad entre la mujer peruana y venezolana que también sufre desigualdades. Y como en esta época hay mucha xenofobia, fue mal visto para algunos’’. 

Para conocer el arte es fundamental la cultura y las costumbres con las que uno crece. Rodearse de las personas correctas, que te reconocen y te animan a emprender tu formación. En esta parte del mundo los creativos suelen innovar notablemente porque, según una gran parte de personas, el arte no es rentable en Latinoamérica, y si no hay oposición en casa, el escenario no es apto para débiles. Por eso las mujeres artistas se encorajinan para contar como nadie su resistencia.

‘’Las mujeres de mi familia estamos muy vinculadas a la pasión y el arte. Mi madre es profesora de educación inicial, y al igual que el arte, la educación no es una carrera rentable; sin embargo, ella persistió y me transmite esa valentía de seguir lo que me apasiona’’, agregó Ana tras consultarle sobre la reacción de su familia cuando decidió dejar la carrera para dedicarse a la fotografía. 

Para Sol y Ana, salir del apoyo de la familia y conocer el mundo artístico fue lo más complicado. Además, el siguiente paso fue expresar sus emociones en un sentido amplio, para que muchas mujeres puedan sentirse identificada. Las marchas sociales la llevaron a retratar los miedos, penas y tristezas con orgullo y con mucha creatividad. 

EL DESCUBRIMIENTO

‘’En el 2021 un amigo me habló sobre los procesos alternativos, y me inscribí a un curso llamado Fotoalquimia en Chile -que fue un taller virtual-, algo totalmente nuevo para mí. Allí conocí los procesos alternativos para fotografiar escenas sin cámara. Me pareció increíble como se podía hacer fotos de una manera muy pictórica’’, dice Ana.

Este es un proceso conocido como solarigrafía. Un concepto y una práctica fotográfica basados en la observación del recorrido del sol. Ana encontró en la cianotipia y en la clorotipia el proceso perfecto para plasmar sus historias. ‘’De pequeña tuve referencias de pintores Kahlo, Picasso, Dalí. Siempre busqué que mis fotos parezcan pinturas’’, agrega.

Antimemorial, técnica clorotipia. En retrato a los asesinados por el gobierno de Dina Boluarte.  Archivo Instagram:  @supa.lab.foto

‘’Cuando empecé con los procesos alternativos, quise expresar mis problemas personales vinculados con el exterior, como conecto esto que siento como mujer que soy, que vive rodeada de violencia y que tiene una historia. Hablar del dolor, del luto, ausencia, eso lo conseguí con la cianotipia’’ añadió una Ana entusiasmada. En el 2023 Anacronicca realizó un trabajo con la clorotipia, donde retrata con hojas de coca a los asesinados por el gobierno de Dina Boluarte en señal de protesta

Sol Luna trabajó con la Municipalidad de Lima realizando murales. En sus trabajos conmemora el papel social de la mujer bajo un enfoque femenino. Sol no se considera artista, para ella serlo requiere de una trayectoria que cree no posee. ‘’Cuando converso con mi novia me convence de que sí lo soy, porque mis creaciones transmiten un mensaje con emoción. Una vez un señor bajo de un camión y me regaló 20 soles, me dijo que estaba muy lindo lo que pintaba, fue una sensación muy agradable’’, comenta.

Unión y resistencia. 

Las mujeres tienen el papel de apoyarse unas a otras para exponer su arte. Fomentar su innovación formándose integras pues son muchas las mujeres creativas, sin embargo, tienen poca visibilidad. Sol lucha por fomentar espacios de reconocimiento; relata que con ayuda de los vecinos de un AA.HH en Carabayllo habilitaron un espacio recreativo para los niños, además realizó pinturas de aquellas madres que colaboraron en la actividad, reflejando que con la fuerza unida se materializan propósitos.

Mural: Mujer de todas las sangres realizado de manera participativa con los alumnos del colegio María Parado de Bellido en la Comunidad Shipibo-Conibo de Cantagallo. Archivo Instagram: @sollunar.art

Sol busca innovar, seguir creando por muchos años, pintar en lugares históricos y poco convencionales para dejar su mensaje, eso, para ella, es inmortalizarse y trascender en su arte.

‘’Creo que es necesario cambiarle el chip a las instituciones para que entiendan que el trabajo de las mujeres es muy valioso. Muchas veces las historias relacionadas con un cuerpo femenino son contadas por varones’’, menciona Ana, indignada porque siente la poca atención que hay para las mujeres artistas. 

Esto la llevó a formar, junto a unas amigas, el colectivo Ojo de loca , su proyecto más ambicioso. Surge en noviembre del 2023 por la ausencia de grupos o espacios enteramente femeninos en donde las mujeres puedan expresarse sin ser juzgadas. El propósito es abrir camino para las mujeres artistas, compartiendo su enfoque en temas expresamente de género, como el feminicidio o el aborto. ‘’ Cuando lanzamos convocatorias sobre temas como el aborto, tengo la oportunidad de conocer chicas muy talentosas, cuyos trabajos son muy inspiradores y no son conocidos. Estas situaciones me alientan a seguir creando estos espacios’’.

Su arte, significa para ellas, una forma de expresar su resistencia. Y realmente lo es pues las mujeres son protagonistas de innumerables casos de violencia, discriminación, abuso y desigualdad. Una situación que se busca cambiar mediante el arte y la lucha constante por representación.

La realidad es que las mujeres pueden estar fácilmente en situaciones de vulnerabilidad y las variables que tienen para sobresalir en el campos laborales como el arte y otras áreas no son medidas, generalmente, con la misma vara con la que se mide a un hombre. Es en este panorama que se reconoce el trabajo inalcanzable y ganas de salir adelante de talentosas artistas que protestan con su arte.

Las mujeres que han sorteado, con su poderoso ingenio, miles de años de represión nacen virtuosas. Y al unificarse pueden reconstruirlo todo.