TODOS UNIDOS POR JHOANA

TODOS UNIDOS POR JHOANA

Por Arturo Gutarra

Una familia ha reunido a toda una comunidad de Bongará, en Amazonas, para luchar por la salud de una joven de 26 años. La estudiante de medicina y fundadora de la ONG «En Memoria de Hipócrates», Jhoana Tapia Hernandez, viene batallando el cáncer de mama desde los 24 años y este año no solo regresó, sino que se ha propagado y ha hecho metástasis. Ahora, sus seres queridos buscan el apoyo para lograr su pronta recuperación.

El cáncer metastásico alcanzó a Jhoana antes de realizar su internado de medicina en la ciudad de Trujillo y ha afectado sus pulmones y su otra mama. La joven natural de Amazonas viajó desde Trujillo hasta la ciudad de Lima el 23 de marzo de este año, para realizarse exámenes médicos, sin imaginar el diagnóstico que recibiría.

En Lima, le comunicaron que el cáncer había vuelto y se había esparcido. Un derrame pleural masivo era el causante de su frecuente tos y falta de respiración. Pero, además del diagnóstico también descubrió que el Seguro Integral de Salud (SIS) no cubría los medicamentos que necesitaba para el tratamiento que podría prolongarle la vida. Por ello, realizó un video en la plataforma de TikTok comentando su situación y solicitando ayuda. También hizo un llamado de atención hacia el Ministerio de Salud (MINSA) y a sus futuros colegas.

Sus familiares y amigos del centro poblado El Progreso, en el distrito de Pomacochas, en Bongará – Amazonas, salieron a las calles exigiendo que el MINSA escuche su pedido. Pero, pese a la insistencia y hacer público el caso, los doctores optaron por no atenderla ni recetarle el medicamento que le salvaría su vida. Incluso algunos de sus futuros colegas, partidarios de cargos políticos, la han dejado en el abandono, cortando el sueño de una joven universitaria y fundadora de una ONG que apoya a pacientes oncológicos.

UNA ESPERANZA DE VIDA 

Los padres de Jhoana están seguros de que superará este maligno, ya que en una anterior oportunidad venció al cáncer de mama y se preparaba para las próximas operaciones realizando una rifa. Actualmente se encuentra en el distrito de Surquillo (Lima) realizando sus chequeos en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas y en establecimientos de salud particulares, costeando medicinas de alto costo que la ayudarán en su sobrevida.

En esta oportunidad, solicita el apoyo de todos y todas. Aquí dejamos los detalles para apoyar económicamente a Jhoana:

Pueden encontrar más información de su caso y la rifa prosalud que realiza en Instagram, Facebook y TikTok: @DoctoraJhoanaTapia 

¿Dónde están las madres? ¿Dónde están las hijas?

¿Dónde están las madres? ¿Dónde están las hijas?

Por Jesús Maza

Cada segundo domingo de mayo se conmemora a las madres; aquellas que nos dan la vida y que siempre procuran nuestro bienestar. Pero ¿qué pasa con aquellas y aquellos que perdieron a esta figura familiar a causa de un feminicidio?

El pasado viernes 12 de mayo en Perú, un grupo de madres, tías, hermanas, abuelas y demás familiares salieron a exigir justicia para las víctimas de feminicidio. Ellas, con valentía, pidieron al Gobierno peruano celeridad en los casos y mejores garantías de vida para las mujeres.

“No tengo nada qué festejar”, expresó con impotencia Rosario Aybar Servelion, madre de la socióloga Solsiret Rodíguez, quien desapareció en agosto de 2016 y cuyos restos fueron encontrados en febrero de 2020.

Familias Unidas por Justicia es el nombre del colectivo dirigido por Sandy Evangelista Loa, joven de 25 años quien en 2006 sufrió la lamentable pérdida de su hermana mayor Nelva y que hoy lucha para apoyar a los deudos de las mujeres asesinadas en busca de justicia y, como si fuera un sueño utópico, frenar a la violencia contra la mujer desde todos los medios posibles para que ninguna familia tenga que pasar por esto.

“Entrando a 2019, nos dimos cuenta de que el Estado no te hace caso cuando estás sola, tiene que ser muy mediático para que te hagan caso. Entonces, decidimos unirnos. Primero éramos cinco familiares, nos juntamos y vinimos al Ministerio de la Mujer. No nos quisieron atender, pero fuimos el primer grupo que nació en el año 2019, donde hubo el índice más alto de feminicidios con 168 casos”, expresó la joven dirigente y activista.

En todo este trayecto, Sandy ha escuchado historia tras historia, cada una más desgarradora que otra y, la mayoría, con el mismo desenlace: nada.

“En el proceso judicial, no hay tiempo para descansar en la familia y el Ministerio de la Mujer no funciona si no estamos detrás. No funciona como entidad ni constitución si es que los propios familiares no están detrás denunciando y exigiendo”, manifestó Sandy.

A pesar del desamparo por parte de las autoridades, Familias Unidas por Justicia sigue de pie y, haciendo honor a su nombre, se aferra a sus ideales y se mantiene en pie de lucha. No sabemos cuándo pueden faltar nuestra madre, hermana e hija. Aunque no lo aceptemos, esa es la cruel realidad en la que vivimos.

Actualmente, según las cifras del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en lo que va del 2023, se han registrado 58 feminicidios y, en el primer trimestre del año, la Defensoría del Pueblo y la PNP reportaron 671, 884 y 889 denuncias por desaparición de mujeres correspondientes a enero, febrero y marzo, respectivamente.

Más de medio centenar de familias se suma al mar de cifras de aquellas que no pasaron un Día de la Madre como se suele representar. Las lágrimas de alegría para ellas son de impotencia. Noches intranquilas imaginando que las que faltan aún siguen en cuerpo y alma. Habitaciones vacías con un falso olor a perfume que las transporta a épocas donde no quisieran salir.

¿Quiénes son estas familias? A continuación, conoceremos algunos de estos testimonios.

Sandy Evangelista Loa

Le arrebataron la vida a Nelva (Evangelista Loa) un 27 de febrero de 2006. Quien le arrebató la vida salvajemente fue Nicolás Giovanni Vásquez Velarde que era su pareja, en ese entonces.

«Nelva conoció a Giovanni cuando ella tenía 15 años y tuvo una relación de 10 años, porque ella tenía la misma edad que yo tengo ahora cuando la asesinaron.

Desde un inicio, ella sufría violencia desde todos los ámbitos y ella era consciente de que lo sufría, ya que lo denunció en tres oportunidades, porque él intentó matarla. No fue una violencia silenciosa. Fue un intento de feminicidio, que actualmente ya está tipificado así.

Las tres denuncias relatan el horror. En la primera, Giovanni la obligó a cavar un hueco, mientras le decía que ahí la iba a enterrar viva. La segunda fue porque la agarró a pedradas queriendo romperle la cabeza. La tercera sucedió cuando la asfixió y la dejó casi muerta. Ella, en su inconsciencia, logró escuchar que Giovanni dijo: “¿Dónde está el cuchillo? Para matarte”. Ella revivió, prácticamente, y fue hacia las autoridades para denunciarlo, pero, tal como ahora, no hicieron nada.

No siguieron el caso, no lo detuvieron jamás, tuvo la complicidad de la familia del asesino siempre, pero no hicieron nada.

Nelva escapó a Ayacucho durante tres meses y regresó por mí, por mis hermanos y por mi mamá. Cuando ella llegó a Lima, Giovanni comenzó a acosarla, volvió a golpearla e intentó ingresar a la casa.

Ella tenía planeado fugarse a Chile en una quincena de marzo de 2006. No sé qué pasó, se enteró el asesino y, faltando quince días para que ella escape, fue asesinada y no por simplemente celos, como sugiere la sentencia.

A ella le quemó, la golpeó, y la agredió salvajemente. Fue quemada con agua hirviendo y, aún así, la necropsia reveló que Nelva seguía viva cuando la enterró y que prácticamente murió por asfixia y desangramiento. 

Giovanni fugó por diez años y cuando fue capturado en Colombia, ya se encontraba varios años en la lista de los más buscados con la recompensa más alta de 30.000 soles.

Lo capturaron y extraditaron a Lima por ser un caso mediático. Y justo por ello, el Ministerio Público cambió la tipicidad de ‘homicidio simple’ a ‘parricidio’, porque, a pesar de que en 2016 ya se reconocía al feminicidio como delito, no actúan con la ley vigente, sino con anterioridad y el máximo delito en 2006 era el parricidio.

Lo sentenciaron a 28 años y él apeló con un recurso de nulidad a la Corte Suprema. Con este proceso, le reducen la condena a 20 años porque los jueces alegaron que sufrió celotipia y que por eso la mató.

No tomaron en cuenta las tres denuncias que existían, las mismas que eran la clara prueba de que no había celos ahí y que ya era algo planeado, premeditado.

Nosotros como familia y yo como hermana intentamos hacer algo, pero lamentablemente los únicos que pueden apelar en las instancias son los asesinos, la familia no. Solamente somos actores civiles que no podemos defender a nuestras víctimas, solamente los asesinos, justamente porque están vivos tienen ese derecho.

Katherine Flores Mendoza

«Mi hermana Estefanny Flores Mendoza tenía 20 años cuando fue asesinada.

El hecho ocurrió un 13 de abril de 2019 en su propia casa a manos de su expareja José Luis Falcón Gutiérrez, de 30 años. Él la estranguló y ocultó el cuerpo.

Nosotros, previamente, hicimos una denuncia de tentativa de feminicidio, porque más o menos el 24 de marzo ella llegó a mi casa llorando y le dijo a mi papá que este la había estrangulado. Dijo: “Me ha ahorcado”.

Eso le contó a mi papá y a nosotros. Luego de hablar con ella, llamé a la línea 100.

Katherine declara también que cuando acudieron a sentar la denuncia en la Comisaría Sol de Oro, el policía a cargo del área de Familia Mauro Catalino Narvae le gritó y la juzgó, sin importarle la gravedad del asunto y que ella sufría de dependencia emocional.

Este hombre la ahorcó, le golpeó el hombro y mi hermana se desmayó; cuando despertó vio que él estaba revisando su celular y le dijo: “Te voy a matar”. La amenazó de muerte y luego cumplió con esa fatal sentencia de forma macabra».

“Maté a mi pareja. El cadáver está en una bolsa debajo de mi cama”. Esa fue su confesión tres días después. Escena tan macabra que, hasta la fecha, perturba y llena de impotencia a la familia de Estefanny.

Haydee Suárez Herrera

«Soy madre de Patricia Villafuerte Suárez, mi hija era activista feminista y cantuteña. Tenía 24 años. El 7 de septiembre del 2019, ella murió dentro de una patrulla policial de un disparo por la espalda, en la nuca, bala que salió de una AKM, un fusil de asalto. Eso acabó con la existencia de mi Patricia.

Hoy estamos a la espera de la denuncia fiscal a estos policías, ya que, hasta el día de hoy, han trabajado con total impunidad. No tuvieron sanción alguna, solo fueron reubicados en otras comisarías.

El policía Julio César Marquina Sulca es uno de ellos. Él, desde antes de la muerte de Patricia, tenía una denuncia por tráfico ilícito de drogas. El segundo policía es Luis Alberto Sandoval Hoyos y también tiene una denuncia por violencia familiar y hurto agravado.

Yo culpo directamente al que en esa época fue ministro del Interior, porque él no cumplió con su trabajo y no limpió esta institución. Si él hubiera retirado a estos policías, mi hija no estaría muerta. Se hubiera podido evitar».

A raíz de este lamentable suceso, Haydee buscó ayuda y logró dar con Familias Unidas por Justicia, a las cuales agradece por su constante apoyo.

«Ellas son mi familia de lucha. Somos tantas y vamos en aumento. Es terrible lo que está ocurriendo.

He tenido algunas caídas, pero siempre he estado en lucha. Yo soy una madre en resistencia. Lucho por justicia para mi hija Patricia Villafuerte Suárez, ella no se suicidó, ella murió por consecuencia de una negligencia policial.

A mi hija la mataron y yo quiero justicia y verdad para mi Patricia».

Carlos Muñoz Cordero

«Soy padre de Joshuany Muñoz Bravo, ella tenía 23 años, trabajaba en una empresa y vivía sola en un cuarto alquilado. A mi hija la mataron dentro de su cuarto el 10 de diciembre de 2019.

Al inicio, confié en el Ministerio de la Mujer, porque pensé que era el lugar donde iba a ver la justicia sobre mi hija, pero lamentablemente vi que no tenía mucho apoyo. Entonces, busqué a un particular.

Hicieron todas las investigaciones. Primero, en la Fiscalía de la avenida España y encontraron a un primer sospechoso, un menor de edad (Rodrigo Araujo), por las letras que se habían escrito en un espejo (“No te metas con el veneco”). La grafotecnia coincidía con la letra del menor.

El caso fue derivado a la Fiscalía de Familia, por ser menor de edad, pero no lo citaron. Citaron a la hermana que no tenía nada que ver en el caso, a la mamá de un sujeto del gimnasio que tampoco tenían nada que ver.

Finalmente, la Fiscalía de Familia, archivó provisionalmente el proceso de mi hija. Y yo me entero, no por mi abogado, cuando ya había vencido el plazo para presentar un recurso. Entonces, derivaron el caso a la Fiscalía de Villa María.

Ellos, al ver que había un sospechoso por la prueba de grafotecnia, se sorprendieron de que la Fiscalía de Familia no hubiera hecho nada.

Luego de esto, y derivado a un poder más alto, se decidió que la Fiscalía de Villa María investigue a los adultos y que la Fiscalía de Familia de Chorrillos investigue al menor. 

El pasado 27 de abril me citaron para ampliar mi declaración en Villa María. Hoy, llamando a la Fiscalía de Familia de Chorrillos, me doy con la sorpresa que no se ha avanzado con el caso.

Yo lo que quiero es justicia para mi hija, porque a ella la han matado. Ella estaba descansando en su cuarto. Han entrado, no sé cómo. En los videos (de seguridad) sale cómo él entra y sale. Además de la prueba de grafotecnia. No porque sea menor de edad él pudo entrar, matar a mi hija y listo. Ella no merecía morir de esa forma en que la mataron».

Nunca más una ciencia y tecnología sin nosotras

Nunca más una ciencia y tecnología sin nosotras

Por Jessica Valdéz

Mural junto al Auditorio de la Facultad de Ciencias – Asamblea de Mujeres Organizadas de la Facultad de Ciencias de la UNAM. Foto vía Twitter @Val_Enrii

De forma histórica las mujeres nos abrimos camino para habitar, sostenernos y construir espacios dentro de la ciencia y tecnología alrededor del mundo. 

Ha sido a través de los movimientos sociales, colectivas, espacios feministas, políticas públicas e implementación de protocolos que se ha exigido y buscado tanto el acceso como las condiciones dignas en las escuelas de enseñanza de ciencia y tecnología, universidades, centros e institutos de investigación científica.

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer y Niña en la Ciencia nos invita a reconocer las voces de mujeres que han luchado para mejorar las condiciones en medio de un entorno patriarcal, así como brindar espacios para conocer las aspiraciones que las han guiado y motivado para formarse como ingenieras, docentes en ciencia, tecnología y ejercer la investigación científica. 

Las mujeres y niñas han sido impactadas por la brecha de género, el sistema patriarcal y la violencia de sexual dentro de las comunidades STEM (Science, Technology, Engineering & Math), siendo estos espacios ocupados por hombres debido a los roles y estereotipos. 

Según el informe compartido en 2021 por el Observatorio de Institute For Future Education del Tecnológico de Monterrey, el 33% de los investigadores en el mundo son mujeres, siendo Asia Central con 48.2% y América Latina y el Caribe con 45.1% que ejercen su profesión desde la ciencia de forma parcial y tiempo completo. 

En términos globales, la matrícula de estudiantes mujeres en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) es de 3 %; en las áreas de ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, 5 % y mientras que en ingeniería, manufactura y construcción, se encuentra el 8 % de mujeres.

El contexto que habita a las mujeres y niñas va desde la violencia contra las mujeres, la desigualdad de género y la brecha salarial, el área de ciencia y tecnología no es la excepción y hoy día continúan construyendo espacios libres de violencia. 

Lo visible es que, no existe igualdad de género sin acceso equitativo al conocimiento.  

Voces de resiliencia: mujeres científicas e ingenieras

Amanda Camila es ingeniera en biónica, tallerista en temas de educación sexual y activista por los derechos de las mujeres y comunidad LGBTTTIQ+, a Cami le es vital hacer camino para las nuevas generaciones de mujeres que buscan desarrollarse en el área STEM.

Las mujeres han sido su prioridad, sin embargo, dentro de sus ideales sostiene que es esencial que se tejan redes de apoyo, crear comunidad de forma plural y utilizar herramientas educativas que permitan reconstruir el tejido social de forma colectiva en un mundo donde señala, no podemos fingir que la violencia no existe. 

Cuando fue estudiante de ingeniería cuenta cómo al ser un porcentaje mayor de hombres, los casos de denuncia eran muy pocos; fue la participación de la comunidad a través de los tendederos (denuncia social) la que brindó la visibilidad histórica en su universidad llevando así un cuestionamiento del ‘cómo y por qué estamos siendo socializadxs en contextos violentos’ y el ‘por qué el acoso está tan normalizado’ 

Actualmente dentro del sector industrial donde trabaja, lidera un proyecto donde el 90% lo integran hombres, reconoce que si bien como estudiante fue un reto el que le abrieran las puertas para hablar sobre la violencia hacia las mujeres, hoy día ve y construye las posibilidades para que los espacios productivos sean sensibilizados para reducir las violencias que como sociedad nos habitan. 

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Ilustración: Amanda Camila (Instagram: @amanda.lavida)  

Durante el pasado movimiento feminista que aconteció en el Instituto Politécnico Nacional, universidad pública en México donde se imparten ingenierías, ciencias médico-biológicas y administrativas, se evidenció públicamente en aproximadamente 40 escuelas el machismo, misógina, acoso, violaciones sexuales dentro de los planteles, casos de intentos de feminicidios y 3 casos catalogados hoy como feminicidios hacia estudiantes jóvenes de entre 15 hasta 27 años. Se cuestionaron abiertamente a las autoridades del Instituto y a través de ello es que las colectivas feministas, como diferentes sectores estudiantiles organizados han buscado presencia para abordar el contexto violento que viven las mujeres estudiantes de ciencia y tecnología. 

Contingente de Mujeres Politécnicas (estudiantes de ciencias médico-biológicas e ingenierías) durante la marcha conmemorativa del Día Internacional de la Mujer 8 de marzo de 2020. Foto: Jessica Valdés

Por su parte, la Maestra en Ciencias y Química de profesión Teresa Jaens Contreras, que es docente en el Instituto Politécnico Nacional, cuenta que para ella ha sido importante reconocer el papel de la mujer tanto en la vida pública como en la privada para que ellas logren formarse y ejercer su profesión con una remuneración y reconocimiento académico digno. Esto, debido a que cuestiona la brecha salarial que existe en el sector educativo de las universidades y centros de investigación debido a los roles de género y estereotipos que han perseguido a las mujeres a través de la historia.

A la profesora Teresa le motiva el sueño de dejar un impacto lleno de conocimiento científico sin dejar de lado el sentido humano, para que las juventudes contribuyan en las problemáticas que vive la sociedad en materia ambiental, cambio climático, el área farmacéutica, entre otras aplicaciones científicas de interés social y económico. 

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Fotografía: Contingente Científicas Mexicanas A.C, “No soy ingeniosa, soy ingeniera”, “Nunca más la ciencia sin nosotras”, “Porque la ciencia esté libre de machismo”. Autoría: Verónica Santamaría

El caso reciente de acoso y violencia que aconteció en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV), por parte del investigador Jean-Philippe Vielle Calzada, trabajador del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad de México (Langebio) adscrito al Cinvestav, fue lamentable. El denunciado, tuvo conductas de acoso sexual hacia sus compañeras de investigación, y al momento de ser acusado, interpuso una denuncia por difamación y daño a la moral. Aún así, cuando buscó incidir en el Centro, pues se postuló recientemente para la elección de Dirección del CINVESTAV, la comunidad científica lo rechazó fervientemente bajo la consigna que resonó en todos los Centros de Investigación del Cinvestav: “Un acosador no será director”. 

El medio Animal Político realizó un reportaje donde señala que la doctora Angélica Cibrián, líder del laboratorio de Genómica Ecológica y Evolutiva del Langebio, fue entre las primeras en denunciar el acoso y abuso de poder que padeció entre 2012 y 2016 por parte de Vielle Calzada: “hubo manipulación y abuso sistemático por varios años, abuso de poder y acoso sexual vía un intento de besarme, obligarme a tocar su pene, varias invitaciones a hoteles y comentarios lascivos”.

Aún teniendo un cargo de investigadora, su posición con respecto a él era de menor influencia cuando ocurrieron los hechos. “En realidad, la jerarquía interna de poder”, dice. Esto porque él tenía una posición de mayor influencia al ser un investigador senior, mientras ella y otra de las denunciantes eran junior. Además otras dos víctimas ni siquiera tenían cargo como investigadoras.

En esta línea, la comunidad científica y estudiantil se ha posicionado para que las autoridades del Gobierno incidan e implementen estrategias para que no vuelva a acontecer. Hoy día las investigadoras continúan buscando justicia en sus espacios ya que las instancias han dejado impune su caso. 

Protesta contra Jean-Philippe Vielle Calzada, 31 de octubre 2022. Foto vía: @paty_pecas

Las instituciones y servidores públicos apelan a discursos a favor de la igualdad de género en los espacios estudiantiles y de investigación para brindar garantía de los derechos humanos hacia las mujeres, sin embargo las acciones siguen siendo una utopía y parecen ser insuficientes. Estudiantes de ingeniería, científicas y profesoras creen que lo valioso es tejer redes colectivas, incentivar propuestas hacia las comunidades, brindar espacios de escucha e incentivar políticas públicas que permitan materializar acciones que reduzcan la brecha salarial y exigen la garantía de una convivencia libre de violencia, machismo y misoginia. 

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Exposición “Hilando memoria, tejiendo justicia” en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, 26 de noviembre de 2022. Foto:  Jessica Valdés Flores

Recordamos y conmemoramos a todas las mujeres alrededor del mundo que han sufrido cualquier tipo de violencia, a quiénes se han visto truncada su formación profesional a causa de la alarmante violencia que atenta contra nosotras. La gran colectividad pide en voz alta: ¡Nunca más una ciencia sin nosotras! 

«Néctar escondido, néctar prohibido»: Breve introducción al Boy’s love

«Néctar escondido, néctar prohibido»: Breve introducción al Boy’s love

Por Stefany Flores

El boy ‘s love es un género de ficción que trata sobre relaciones románticas entre hombres y que en su mayoría está dirigido al público femenino. Si bien empezó en el ámbito literario -novelas y mangas- ahora podemos encontrarlo en diferentes formatos audiovisuales como videojuegos, animes y series.

En una escena de un manga (comic book japonés) dos jóvenes están en una habitación mirándose intensamente. Ambos están semi desnudos y el más joven de ellos abraza apasionadamente al otro mientras comparten un beso. La eroticidad es palpable en el ambiente. Contrario a lo que muchos piensan, no se trata de un simple texto gráfico con narrativa gay; esto es el Boy ‘s Love, también conocido en sus abreviaturas como BL.   

El boy ‘s love (también llamado despectivamente yaoi) es un género de ficción que mediante distintos formatos se caracteriza por contarnos historias sobre relaciones románticas entre hombres. Cada uno de los protagonistas adquiere un rol en su relación: el seme es el dominante y es caracterizado como un hombre muy atractivo, maduro y sensual. Por otro lado, el uke suele ser más andrógino, más joven que el seme y de carácter tímido, en la mayoría de veces. 

De rollos de pintura a series de televisión

Antonia Levi, editora de Boys Love Manga: Essays of the sexual ambiguity and cross cultural fandom of the Gender, explica que el boy ‘s love es uno de los muchos géneros que han sido adaptados por el manga. Como otros géneros, estas historias aparecen en publicaciones oficiales, como también en publicaciones independientes (dojinshi). Si buscamos sus antecedentes, los podemos encontrar en el siglo XVII en rollos de pintura llamados e-makimono y sus orígenes pueden ser trazados durante el periodo Edo (1603-1868). Asimismo, la temática homoerótica no es nada nueva en la narrativa japonesa, pues obras como las de la dama Murasaki Shikibu y su Genji Monogatari detallan las celebraciones en torno a la belleza y gracia de los jóvenes aristócratas en la época Heian (794-1185). 

En 1976, Takemiya Keiko publica Kaze to ki no uta (La balada del viento y de los árboles) considerada un clásico dentro del género shonen ai. La historia del joven Gilbert causó conmoción entre las jóvenes de la sociedad japonesa, no solo por la forma en que representaba las relaciones románticas homosexuales, sino también de temas como el incesto y el suicidio. Distribuida en circuitos de revistas, la obra alcanzó a vender más de un millón de copias. 

Con la creación de revistas especializadas en boy ‘s love como BExBOY, que sigue publicándose en la actualidad, las grandes editoriales vieron cómo el género tenía un gran potencial comercial. Es cuando se publica Zetsuai 1989 (Amor desesperado) que el género logra traspasar fronteras.

Producto de su publicación, se da un boom a partir de la década de los noventa, y en estos últimos años, debido al acceso ilimitado de información en internet, ha logrado expandirse rápidamente a otros países donde goza de gran popularidad. Según Fujimoto Yukari, especialista en mangas y cuestiones de género, la expansión de productos culturales como el BL está logrando cambios significativos para el colectivo LGTB en países como China, Japón, Corea, y especialmente, en Tailandia, cuyas series televisivas con temática BL, al ser transmitidas por Youtube, se han vuelto tendencia en las redes sociales. 

¿Puede el boy ‘s ser una herramienta de empoderamiento?

A comienzos de la década de los noventa y en pleno auge del boy ‘s love en Japón, surgieron algunas críticas en torno a este género. Una de ellas fue que, en algunas de las obras, el contexto de la relación romántica entre ambos personajes no queda muy claro, es más, no se ven a sí mismos como homosexuales y no se hace alusión a la palabra gay en ninguna escena.

Por otro lado, también se le acusó de idealizar o romantizar las relaciones homoeróticas en donde el protagonista más fuerte (seme) debe ser un hombre rico, guapo y con un comportamiento dominante que incluso podría resultar un tanto tóxico para su interés romántico (uke). Esto tenía como resultado una objetivación de la comunidad gay y la creación de un mundo de fantasía que imponía cánones estéticos imposibles lo cual, naturalmente, difería de la realidad que atravesaba gran parte de la comunidad LGTB en su día a día. 

Mizoguchi Akiko explica que producto de estas críticas, una nueva generación de autoras ha creado historias en donde las relaciones entre los protagonistas ilustran tramas más complejas y sutiles, además de renovar los argumentos típicos del género. Con ello, el BL logró evolucionar hacia un discurso que rompe con los estereotipos sociales impuestos por las sociedades heteronormativas, las cuales impiden la manifestación de vínculos reales y libres entre hombres y mujeres. Un ejemplo de ello es uno de los subgéneros del boy ‘s love, el omegaverse en donde la sociedad ya no se divide en femenino o masculino, sino en tres categorías: alfas, betas y omegas. Estos últimos pueden tener hijos, independientemente de su sexo. 

Sin duda, los nuevos boy’s love representan con mucho más tacto las relaciones románticas homosexuales en los mangas, pero lo que ha causado más impacto para la comunidad LGTB son las series televisivas con personajes reales. El televidente sabe que lo que ve es ficción, pero su acercamiento a actores reales dentro de la serie facilita que pueda aprender y comprender que muchas de las parejas homosexuales viven una vida cotidiana normal basadas en el amor y el respeto. Asimismo, genera empatía frente al acoso que todavía sufre la comunidad y lo difícil que es todavía salir del armario. La moral y la virtud es todavía un anclaje cultural bastante fuerte en Japón, sin embargo, la presión de fanzines y aprobación del matrimonio igualitario (Taiwán fue uno de los primeros países asiáticos en aprobarlo) está logrando poco a poco a poco que la censura disminuya, en especial frente a la estricta norma contra el contenido sexual. 

Precisamente es el contenido sexual en los mangas en donde el BL podría ser mucho más subversivo. Tal como lo entendió Judith Butler, el sexo planteado como una base material o natural de género, es realmente el efecto de una concepción social ya marcado por las reglas heteronormativas de género. El BL a diferencia de las novelas románticas de occidente, explora el tema del deseo de una manera mucho más compleja y sin tanto dramatismo.

En mangas coreanos como Bj Alex o Painter of the night se explora el tema del consentimiento a la hora del acto sexual y sobre todo el juego de roles de género entre seme y uke dentro de un contexto social machista. Para las lectoras femeninas, este descubrimiento es impactante puesto que en occidente siempre se ha priorizado el deseo heterosexual, es decir, la satisfacción masculina como el hecho que marca la relación sexual. Entonces, el BL también abre la posibilidad de empoderamiento femenino pues observar o leer sobre estas relaciones románticas, muchas veces prohibidas, las ayuda a explorar los problemas de la atracción sexual y el deseo en un ambiente seguro. 

Diamantes y nubes: el consumo de cristal en hombres gay y bi de Ciudad Juárez (parte II)

Diamantes y nubes: el consumo de cristal en hombres gay y bi de Ciudad Juárez (parte II)

Por David Adrián García

Foto de Mishal Ibrahim en Unsplash

Este reportaje se publicó originalmente en Altavoz LGBT+, y fue realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa de ¡Exprésate! en América Latina.

Asumir los riesgos, y reducirlos

En la universidad empecé una tesis sobre bareback, y yo pensaba: ‘Con esta tesis me estoy exhibiendo como estudiante’. Sentía que iban a pensar: ‘Si está haciendo una tesis sobre coger a pelo seguro es porque coge a pelo’. Y coger a pelo es una abominación, ¿no? Sólo equiparable a la drogadicción.

Tomás

Para Tomás, buena parte del riesgo de consumir cristal se encuentra en la desinformación de quienes comienzan a usarlo. El consumo de cristal en hombres gay y bisexuales combina dos de las formas principales de transmisión de VIH: las relaciones sexuales sin condón y el uso de drogas inyectables. Algunas organizaciones que trabajan de cerca con esta población suelen enfocar sus esfuerzos en promover prácticas que disminuyan los riesgos de transmisión del VIH entre quienes consumen cristal, como practicar pruebas de VIH, usar condón y la administración de pastillas PrEP, un tratamiento de profilaxis pre exposición que permite reducir considerablemente la posibilidad de adquirir VIH o el tratamiento antirretroviral para quienes ya viven con VIH, en el caso de que la sesión se alargue por varios días.

Expertos en salud sexual ven con preocupación el aumento del consumo de cristal como un factor de riesgo para el aumento de nuevos casos de VIH en la población de hombres gay:

El uso del cristal es intrínsecamente erotizante y además crea una ansiedad por tener contactos, ¿no? Entonces para mucha gente es: ‘Pues lo que venga, como venga, y de preferencia sin condón…’. Incluso he visto resurgir el ‘bug chasing’ [práctica que consiste en erotizar la transmisión del VIH], un fenómeno que existía hace muchos años, y ahorita otra vez salen con frases como: ‘Te voy a dar mi leche vitaminada y así endulzado’. Todo el morbo que se relaciona con esto complica el uso de condón”. afirma Ricardo Baruch.

Por otra parte, es importante destacar que el tratamiento preventivo o de antirretrovirales para el VIH es efectivo aunque se practique el ‘chemsex’. Así lo explica David Montelongo, de Programa Compañeros AC:

Una persona que vive con VIH y está adherida al tratamiento, aunque tenga prácticas de riesgo como el chemsex, no va a transmitir el VIH. Pero el consumo sexualizado de drogas da permisos que en sobriedad no se tendrían, como el sexo no protegido o parejas múltiples. Conozco casos de hombres que viven con VIH y son usuarios de cristal, y mantienen su tratamiento. Tu consumo no está peleado con el tratamiento”. De ahí la importancia de realizar pruebas de detección de VIH.

David Montelongo en Programa Compañeros – Foto: Misael García

Para Julián Rojas, quien coordina la iniciativa de reducción de riesgos en Programa Compañeros, la reducción de riesgos es una alternativa para quienes no pueden o no quieren dejar el consumo. 

“Se trata de incorporar mejores prácticas en el consumo y en sus prácticas sexuales […] Si bien la reducción de daños está bajo normativa oficial, nomás está en teoría. Nos ha tocado capacitar a personal médico y hay un total desconocimiento y falta de sensibilidad total”.

Un ejemplo de una campaña exitosa de reducción de riesgos fue la de “El Conductor Designado”, que desde los años 90 involucró a varios actores relacionados con el consumo de alcohol, como los bares y centros de entretenimiento:

La campaña tuvo tanto éxito que tú podías ir al antro y el conductor designado recibía bebidas gratuitas sin alcohol, te daban un distintivo, etcétera. Tuvo un impacto positivo en la reducción de accidentes. Era una campaña de reducción de riesgos porque no se prohibía el consumo. En el consumo de cristal no hay estrategias de reducción de daños como esta”, comenta David Montelongo.

Programa Compañeros trabaja bajo una dinámica de acompañamiento de pares en los apoyos que brinda. Es decir, los jóvenes son atendidos por jóvenes, los consumidores son atendidos por otros consumidores, etcétera. Esto les ha permitido crear una fuerte relación entre sus usuarios y la organización, y les permite llevar sus programas a lugares donde por sí solos no podrían, como los lugares de consumo.

David Montelongo explica: “Yo no conozco una instancia de salud del estado que vaya a picaderos, ni siquiera creo que sepan dónde están […] El Estado provee el programa de prevención de VIH, pero únicamente de 9 a 5, en sus clínicas, pero ir a los antros los fines de semana, etcétera, eso es algo que el estado no hace. La necesidad es permanente, de día, de noche, de madrugada…”.

Uno de los consejos que el colectivo «Somos una vergüenza para toda la sociedad» da en uno de sus fanzines

La comunidad cricosa

Yo digo que sí se está construyendo una ‘comunidad cricosa’, ¿no? […] A diferencia de cuando uno va a unos baños de vapor o a unas cabinas donde hay todo tipo de gente, aquí con la comunidad cricosa hay ciertos códigos que todos entienden: que estamos en calzones, que se pasa la pipa, que todos ponen material…

Tomás

Para Tomás, involucrarse con otras personas que consumían cristal fue también una forma de insertarse en la vida gay de Ciudad Juárez. Con sus pares encontró un espacio para ser él mismo y construir comunidad desde adentro. Esto lo impulsó a crear, junto con sus amistades, el colectivo “Somos una vergüenza para toda la sociedad”. El nombre se inspiró en una mala experiencia con una organización LGBT+ de la ciudad, cuando sintieron que tanto por su consumo de drogas, como por sus prácticas sexuales y su “mala fama”, no encajaban en los espacios del activismo tradicional.

Entre sus temáticas abordan «las sexualidades desobedientes», que se refieren a aquellas que se dan fuera de una pareja monógama: con múltiples personas, con uso de drogas, etcétera. Además buscan visibilizar estilos de vida no convencionales y el consumo de drogas.

Aunque el colectivo es relativamente nuevo, ya han creado exposiciones artísticas, y su proyecto más reciente consiste en la creación y entrega de fanzines enfocados en tener mejores prácticas en el consumo de cristal y que los consumidores estén informados sobre los riesgos del uso de cristal, pero también de cómo manejarlos.

Portada del fanzine «Cuando me malviajo»

Si vamos a consumir drogas, que sea para pasarla bien. No está chido que una persona inexperta se muera por no tener la información, o que la pase súper mal, o que se meta en un pedo porque su dosis haga que cometa tonterías y termine en la cárcel. A mi me gusta hacer visible esto porque quiero que todas las personas que consumen como yo la pasemos bien”, dice Tomás.

Uno de los fanzines se llama “Cuando me malviajo”, que resume la sensación de persecución que pueden sentir las personas cuando la droga les hace un efecto que no era el esperado: “Siento que me persigue la chota, que me observan a través de las ventanas, que hay desconocidos en la casa, que me hackearon el celular… Me molesta la luz”. El reverso del fanzine se llama “lo que necesito” y da consejos para detener el “mal viaje”: “Necesito sentirme acompañado y en confianza, tomar mucha agua, detener el consumo, detener los estímulos como el ruido, las luces brillantes y la televisión, y cambiar a un espacio más tranquilo”.

El segundo fanzine habla del slam, y desde el principio advierte que no es información académica o científica ni tampoco una invitación al consumo, sino una experiencia sobre el mismo, así como consejos para el cuidado. Entre las recomendaciones que brindan para la práctica del slam están: estar en un espacio seguro, con personas de confianza, saber qué se está consumiendo, contar con material limpio para inyectarse y de preferencia nuevo, y tomar mucha agua. Además advierten que en el slam el efecto del cristal es inmediato, y recomiendan que los novatos usen siempre dosis bajas, aunque no se especifican cantidades, pues las dosis son diferentes para cada cuerpo.

En su fanzine aseguran que no es posible recomendar dosis exactas de cristal en el slam

Inseguridad y criminalización del consumo

Una vez, mientras estaba en la tienda donde trabajo, me llegó un mensaje por Grindr de alguien a 400 metros que decía: ‘Te voy a romper la cara por cricoso y por sidoso’. Yo estaba dentro de la tienda, pero pues me salía a 400 metros de distancia, me podía buscar, y me amenazó sólo por ejercer mi sexualidad, por tener esos hábitos de consumo, de manera responsable o irresponsable, ¿a él qué le afecta?

Tomás

En Ciudad Juárez conseguir un dealer (vendedor) de cristal de confianza no es tan sencillo: “Que alguien te dé el contacto de un dealer es muy difícil en general, al principio lo compraba por medio de amigos”. En otras partes del país, como en la Ciudad de México, es común que los vendedores se anuncien en las mismas aplicaciones donde los usuarios pactan sus encuentros, como Grindr.

Sin embargo, la situación de violencia en Chihuahua, aunado a la función de geolocalización de la aplicación de citas Grindr, hacen peligroso anunciarse como vendedor en la plataforma, pues es relativamente fácil localizar a la persona.

Tampoco es tan seguro usar el diamante en el perfil de Grindr para identificarte como una persona que consume cristal: “Yo me hice una idea a partir de lo que me contaron cuando llegué a Juárez: si te identifican en un lugar de consumo que es conocido, estás en riesgo de que te maten, de que te persiga la chota para que saques información de tu dealer, o que sepan que consumes con un bando y vaya el otro bando y te persiga”, explica Tomás.

Ciudad Juárez es conocida a nivel mundial por ser una de las ciudades más peligrosas del mundo, alcanzando una tasa de homicidios máxima de 229.06 por cada 100 mil habitantes en 2010, y en este 2021 con una tasa de 95.79 por cada 100 mil. En numerosas ocasiones, las autoridades locales han culpado de esta violencia a grupos de la delincuencia organizada que pugnan por el control de la venta de drogas en la ciudad, así como de las rutas de transporte de estas sustancias hacia Estados Unidos.

A decir de las autoridades chihuahuenses, esta violencia fue la causante del trágico “jueves negro”, el 11 de agosto de 2022, donde 11 juarenses ajenos a los grupos delincuenciales fueron asesinados en distintos hechos, además de que se sembró el terror en las calles con la quema de varios vehículos y locales comerciales.

Meses antes de estos hechos, durante la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador del 18 de febrero del 2022 que se realizó en Ciudad Juárez, una reportera preguntó sobre ataques recientes a población donde hubieron  3 muertos y 7 heridos, y sobre el doble feminicidio cometido contra dos mujeres lesbianas en Ciudad Juárez que fue calificado como crimen de odio por activistas locales. La gobernadora de Chihuahua, Maria Eugenia Campos Galván, quien estaba presente en la conferencia, achacó esta situación a la pugna por la venta de cristal en Ciudad Juárez:

Maru Campos: … en coordinación con los mandos federales se ha logrado la detención de estas personas.

Reportera: En el caso del feminicidio, ¿verdad?

Maru Campos: Sí, en el caso del feminicidio. Y yo te puedo decir, es delicado hablar de las líneas de investigación, pero yo te puedo decir que son pugnas entre el crimen organizado, entre cárteles del crimen organizado y son dos cárteles que están establecidos aquí en Ciudad Juárez y es una pelea por la plaza. Y es delicado que yo te lo diga, pero esta es la situación.

Reportera: Okey, hay detenidos en el caso de los feminicidios, pero ¿qué pasó con el caso del bar ‘El Viejo Oeste’, que también…? Bueno, el caso de la balacera pública.

Maru Campos: También.

Reportera: Y cuando se refiere a que hay una pugna, ¿qué es lo que está ocurriendo?, ¿quiénes?

Maru Campos: El territorio, es el territorio para la venta de la droga.

Reportera: ¿Quiénes? ¿Quiénes están a cargo y qué grupos son?

Maru Campos: Específicamente por el cristal. No te voy a dar nombres de los grupos, de los cárteles, pero esto es lo que está sucediendo.

Maru Campos en la conferencia mañanera en Ciudad Juárez – Foto: Comunicación Social

Esta situación pone en especial peligro a los consumidores de cristal en Ciudad Juárez, quienes por un lado pueden ser blanco de ataques por grupos criminales, pero también por las policías municipal y estatal, que frecuentemente detienen a personas por posesión de cristal. Aunque en algunos casos, la detención es más bien una forma de extorsión.

De lo peor que me ha pasado con el cristal fue la vez que nos detuvo la chota [policía], y nos quitó 4 mil pesos que traíamos, por tener cristal. Te pasa esto y te quedas manchado por una culpa, como por estar haciendo algo ilícito. No sé, piensas qué pasaría si tus papás se enteraran o algo así”, cuenta Tomás.

Según datos de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, en la entidad se han imputado de 2017 a septiembre de 2022 un total de 43,281 personas por delitos contra la salud en su modalidad de narcomenudeo. El 91.87% de ellos eran hombres (39,763) y más de la mitad, el 50.63% de ellos tenían entre 18 y 30 años (20,133). Destaca que el 7.8% (3,100) de los detenidos por narcomenudeo eran menores de edad al momento de su detención.

En Ciudad Juárez la situación es particular, pues del total de las 43,281 personas detenidas por narcomenudeo, 35,202 (81.3%) fueron detenidas tan sólo en el municipio fronterizo. De enero a septiembre de 2022 casi la mitad de toda la droga incautada a narcomenudistas en el estado era cristal, un 49.15%.

Efectos no deseados

¿En dónde estamos?

Es una pregunta común para Tomás tras dos días de consumo de cristal, en lapsos entre sexo y descanso, pero sin dormir. “Se me distorsiona la vista, las cosas no las veo igual, los colores los veo diferentes, veo cosas que se mueven pero que no se mueven, creo que tiene que ver con el consumo pero también con que no he dormido. Y algo muy común que pasa es que empiezas a desconocer dónde estás…”.

Estamos en mi casa.

-Ah sí, en tu casa.

El consumo de cristal puede provocar ansiedad, alucinaciones, paranoia, psicosis, depresión e incluso tentativas de suicidio, por la combinación del uso de sustancias y la falta de sueño. Es más probable que se presenten estos efectos secundarios del cristal o metanfetaminas cuando se consume en dosis altas, en sesiones largas sin dormir ni descansar, o cuando se consume varias veces a la semana. La presencia de otros problemas de salud mental previos también aumentan la posibilidad de estos efectos secundarios al consumir cristal.

Hay gente afuera, nos están viendo.

-¿Quiénes? No hay nadie.

-Asómate, ahí están.

Los consumidores llaman a estas alteraciones de la mente durante el consumo como “mal viaje”. 

El consumo de drogas está permeado por los prejuicios y la experiencia de quienes consumen varía mucho. Por ejemplo, el ‘mal viaje’. Yo no soy una persona que se malviaje con el consumo de cristal, pero es común encontrarse con personas que sí. Uno no sabe cómo llevarlo, y me ha pasado que ya no quiero verme con alguien porque se malviaja. Se supone que si uno se droga es para pasarla chido” comenta Tomás.

La “Guía para la reducción de daños asociados al uso de drogas inyectables en las sesiones de sexo” del Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH) de España, recomienda que en situaciones donde uno de los participantes presente paranoia, psicosis o alucinaciones se debe:

  • Acompañarlo, no esperar que la situación se resuelva sola.
  • Tratar de calmarlo y hacerle comprender que lo que le está sucediendo es efecto de las drogas.
  • Llamarlo por su nombre.
  • Tratar de mantenerlo en la ‘realidad’, hablando con él de forma clara y relajada.
  • Sacarlo de la habitación donde tiene lugar la sesión y llevarlo a un lugar más tranquilo.
  • Salir al exterior para que le pueda dar el aire. 
  • Apagar las luces brillantes, la música y la televisión.

Y en caso de que la persona esté muy agitada, es importante llamar a los servicios de emergencia o llevarlo a urgencias médicas para su atención.

Y si bien los efectos durante y después del consumo pueden variar de persona a persona, y según la cantidad y calidad del producto consumido, es cierto que entre más se consume más probabilidades existen de “engancharse”, y caer en un consumo problemático. Se considera que el consumo es problemático cuando afecta a otras áreas de la vida de la persona, tanto en su salud física y mental, como en sus relaciones sociales, de trabajo, etcétera, y cuando se tiene dificultad para controlar cuándo y cuánto se consume.

A ratos siento que mi cuerpo entra en ansiedad. A veces tengo sueños sexuales. En mi sueño estoy consumiendo droga y me despierto excitado y ansioso. Yo creo que sí es un efecto que la droga le está haciendo a mi cuerpo y que yo no puedo manejar […] siento que mi cuerpo está entrando en abstinencia, y me da una o dos semanas después [del último consumo]. Me despierto sudando, es algo que ya no puedo controlar, y sí es algo que me preocupa, porque es una cuestión fisiológica que se sale de mi control, e incluso reconocerlo al principio me costó, porque tienes que reconocer que tu consumo a lo mejor ya no es tan consciente y responsable como creías”, reflexiona Tomás.

Juan Carlos Mendoza, biólogo, epidemiólogo y doctor en ciencias en salud colectiva, ha estudiado los efectos secundarios que el uso del cristal puede acarrear: “En los daños al bienestar físico-biológico está el adelgazamiento, insomnio, trastornos de la conducta alimenticia, orina en tonalidades oscuras, dolor de articulaciones, temblores, vómitos, sudoración excesiva, bruxismo -que es cuando te aprietas la mandíbula-, taquicardia. En salud mental: alucinaciones auditivas y visuales, paranoia, psicosis, ansiedad y delirio de persecución. Y en riesgos asociados a la forma del consumo están quemaduras en la boca y labios, infecciones en la nariz, infecciones por una mala práctica en la inyección… En comparación con otras drogas, cuando está presente el consumo de cristal, ¡PUM!, se potencializan todas las afectaciones”.

El grado de adicción que genera el cristal es alto, lo que a decir de Juan Carlos hace que muchas de las personas que lo consumen caigan en un consumo problemático. Las largas sesiones de consumo y sexo pueden interferir con la vida de los usuarios, llegando al grado de dejar de hacer otras cosas por permanecer en el consumo, lo que puede significar para algunos perder su trabajo o relaciones interpersonales. O ambas.

También hay afectaciones profesionales como la pérdida de trabajo, pérdida de las relaciones sociales, pérdida de pareja, de familia, de su entorno, de sus redes de apoyo, pero también en cuestiones de seguridad y violencia […] Ojo que esto es con todas las drogas, no sólo con el uso de cristal. En cuestión de seguridad y violencia, te expones a ser asaltado, golpeado, violado, incluso hasta perseguido por el narco, hay ciertas implicaciones en cuestión de la integridad cuando se consumen algunos tipos de drogas”, añade Juan Carlos.

Prevención y tratamiento

Uno no sabe cuándo parar. A mí se me extiende mucho el tiempo sin dormir y digo: ‘Voy a hacer mi último consumo el sábado a las 2 de la tarde, para ya en la noche poder irme a dormir o ir de fiesta con mis amigos’. Pero resulta que a las 6 de la tarde otra vez te pican las ganas y estás con alguien, y es de ‘¿qué, vamos a darle?’. Y ya no vas ni a la fiesta, ni duermes, y el domingo que pensabas estar libre o lo que sea, estás enmalillado, y la verdad es que parar sí está muy difícil… Sí está muy difícil parar el consumo…

Tomás

Juan Carlos Mendoza explica: “Dentro de la población gay, no todo el mundo consume cristal. No es la epidemia que a veces se dice, pero lo preocupante es que quien lo consume por lo general llega a un consumo problemático […] Cuando tú manejas que es una epidemia lanzas mensajes a quien no consume cristal, entonces tus campañas no sirven. Pero si dices: ‘La gente que consume cristal está teniendo un consumo problemático’, todo tu esfuerzo va justo hacia las personas que consumen cristal y a prevenir ese consumo problemático o atenderlo”.

El especialista  agregó que hasta el momento no se cuenta con un tratamiento probado para atender el consumo problemático del cristal: “No tenemos intervenciones efectivas donde puedas decir: ‘Si tú vas y sigues esta terapia, es muy seguro que lo vas a lograr’. No, apenas estamos indagando cómo atenderlo. Ni siquiera Centros de Integración Juvenil tiene una perspectiva enfocada a hombres gay o población LGBT+ en general, entonces ahí está el gran vacío y el gran reto que tenemos”.

Ricardo Baruch añade que este estigma impide que los servicios públicos de salud presten una atención adecuada a quienes llegan a solicitarla, pues gran parte del personal médico en México no cuenta con la sensibilización adecuada para atender a esta población.

Existe un fuerte estigma hacia la comunidad gay y HSH en México, pero además este estigma se refuerza con el consumo: es difícil que alguien pueda llegar a un servicio y decir: ‘Anoche me metí un gramo y me cogí a cinco güeyes… Y además me inyecté’. Si esta persona va y recibe un servicio que no le trata bien, que le estigmatiza, pues obviamente no va a regresar”, dice Baruch.

En cuanto al enfoque adecuado en el tratamiento de esta adicción, agrega: “La doctora Evelyn Rodríguez del Instituto Nacional de Psiquiatría está trabajando con la creación de pequeñas metas a mediano plazo: es decir, si alguien está consumiendo un gramo al día, que la meta sea bajarle a medio gramo. O alguien que está inyectándose, pues mejor que lo fume. O alguien que quizás ya no consume tanto, pues mejor que lo cambie a marihuana. Ofrecer ese tipo de alternativas es muy importante, en vez de ser tajante: ‘De aquí a un mes lo vas a dejar y no lo vas a volver a tocar’. Porque después las recaídas son muy comunes e incluso el consumo puede ser más intenso que antes”.

En Chihuahua, el órgano encargado de la prevención de las adicciones es la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones (CEADIC), un ente de la Secretaría de Salud local. La CEADIC asegura que cuenta con programas de prevención de consumo de drogas dirigidos a niños, niñas y adolescentes, padres y madres de familia, y público en general, sin embargo no cuenta con programas específicos dirigidos a la población LGBT+ o a hombres que tienen sexo con otros hombres, lo que hace más difícil enfrentar el consumo problemático en esta población específica.

Pese a que han realizado acciones para concientizar al personal de salud sobre esta problemática, las limitaciones del servicio público han evitado que la institución llegue a los usuarios. David Montelongo, del Programa Compañeros A.C., comenta: “Nosotros tuvimos un conversatorio virtual sobre chemsex con la Secretaría de Salud, y quedaron de publicarlo en su página de Facebook, pero curiosamente no está”.

En la página de Facebook de la CEADIC aparece la publicidad de dicho evento y otros conversatorios grabados en vivo. Sin embargo, el que hablaba del uso de drogas en el sexo por parte de hombres gay y bisexuales, nunca se publicó. David asegura que antes del conversatorio tuvieron pláticas con funcionarios de la Secretaría de Salud, y se dieron cuenta de que estaban limitados en el uso de imágenes y palabras que podían usar en su publicidad, o los materiales informativos para promover esta plática.

Estaba todo muy cuidado, por ser gobierno, las personas pueden tener una actitud desprejuiciada y abierta, pero la institución es lo que limita. En la sociedad civil puedes hablar de colas y penes y nadie te dice nada”, agrega David.

Los anexos

La falta de opciones de atención a las adicciones en instituciones públicas orilla a quienes tienen un consumo problemático de cristal a recurrir a centros de tratamiento privados, conocidos como “anexos”, donde la situación no es nada favorable para los hombres gays y bisexuales.

En Chihuahua, la mayoría de los centros de rehabilitación, o anexos, son manejados por organizaciones religiosas y todo el tratamiento se basa en esa creencia. Y en algunos de esos lugares se ofrecen los ECOSIG [Esfuerzos para Cambiar la Orientación Sexual o Identidad de Género de las personas LGBT+] o ‘terapias de conversión’, es decir que si un hombre gay cae en estos sitios para tratar su consumo de drogas también va a ser sometido a estos dizque tratamientos para que deje de ser gay”, comenta Karla Arvizo, Presidenta del Comité de la Diversidad Sexual de Chihuahua, una asociación que además de organizar la Marcha del Orgullo en su ciudad cada año, ayuda a la población LGBT+ en problemas de seguridad, legales, de salud física y mental, entre otros.

Por seguridad de las personas que están ahora o han estado antes en estos anexos, no podemos especificar en cuáles centros es dónde se ofrecen estos ECOSIG, porque además no existe una regulación al respecto que proteja a las víctimas, pero tenemos varios identificados en todo el Estado. Tenemos más de un año impulsando que se prohíban estas prácticas en Chihuahua, y los diputados ni siquiera lo han discutido, lo mandaron directo a la congeladora. Por esto es muy complicado que las víctimas de los ECOSIG quieran denunciar abiertamente, porque tienen miedo y porque saben que no les van a hacer nada a sus agresores, que son en su mayoría trabajadores de esos anexos”, añadió Arvizo.

La propuesta de modificación a la ley fue presentada el 21 de octubre de 2021, por la Diputada Leticia Ortega, asesorada por esta y otras organizaciones de activistas LGBT+ de Chihuahua. El proyecto fue turnado a las comisiones unidas de Igualdad y Justicia, que sesionaron 7 meses después, hasta el 25 de mayo de 2022, únicamente para instalar la mesa directiva en una sesión de poco más de 10 minutos, y no han vuelto a reunirse desde entonces.

El problema es que como no los regulan bien, estos anexos hacen lo que quieren, es conocido cómo violan los derechos humanos de los usuarios. En varios hemos sabido que tratan a la población LGBT+ con golpes, gritos, hasta violaciones correctivas hemos sabido, con tal de supuestamente ‘curarlos’, pero no hay nada que curar. Ser LGBT+ no es ninguna enfermedad”, dice Karla.

Según datos de la Comisión Estatal de Atención a las Adicciones (CEADIC), actualmente hay 102 centros de tratamiento residenciales (anexos) aprobados por la Secretaría de Salud local. En Ciudad Juárez hay 26 y 42 en Chihuahua; el resto en otros municipios. En 2022 (hasta septiembre) se han atendido a 2,898 personas. En 2021 fueron 3,328 durante todo el año.

La Ley Estatal de Atención a las Adicciones de Chihuahua en su artículo 42 faculta a la CEADIC para imponer sanciones si detecta violaciones a los derechos humanos en los centros de atención, las cuales pueden ir hasta la clausura total del centro hasta denuncia penal.

A través de solicitudes de transparencia, la Secretaría de Salud de Chihuahua a través de la CEADIC afirmó que: “no se cuenta con alguna resolución administrativa que implique sanción por alguna violación a los derechos humanos”  dentro de los centros de tratamiento residenciales (anexos). También añaden que las violaciones a derechos humanos, al tratarse de un presunto delito, deben ser atendidas por la Fiscalía General del Estado.

Sin embargo, en algunos casos donde la fiscalía ha iniciado investigaciones por presuntos delitos cometidos en estos Centros de Atención, la Secretaría de Salud no ha impedido que estos sigan operando. Un breve ejemplo: apenas en abril de este 2022 una persona fue presuntamente asesinada a golpes en el Centro de Rehabilitación Renacer, en Ciudad Camargo, uno de los centros autorizados por la Secretaría de Salud y que aparece en el “Padrón Estatal de Centros de Tratamiento de Adicciones Residenciales”. Dos trabajadores del centro fueron detenidos y vinculados a proceso. A pesar de esto, el Centro de Rehabilitación permaneció abierto, y meses después, en agosto de 2022, se registró una riña entre internos que dejó algunos heridos. Hasta el momento este centro sigue apareciendo activo en el Padrón de la Secretaría de Salud estatal, proporcionado por solicitud de transparencia.

Políticas públicas por usuarios para usuarios

Mi sexualidad es política. No sé cómo nació eso, pero ya no me puedo desprender de eso. Mi lucha tiene que ver con mi cuerpo, con cómo lo manejo, cómo gestiono mi placer, cómo gestiono mis consumos, y pues simplemente es asumirlo, pero puede ser doloroso a ratos. Sí vulnera y sí da tristeza.

Tomás

Uno de los estudios que se han realizado en México con consumidores fue el “Estudio exploratorio sobre el consumo de drogas en poblaciones de hombres gays de México” dirigido por Juan Carlos Mendoza, bajo la Línea de Investigación en Salud y Bienestar LGBT, del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, en colaboración con la organización Inspira Cambio A.C. 

En este estudio un grupo de 19 hombres gay consumidores de drogas hablaron de sus experiencias buenas y malas con el uso de drogas durante el sexo, y expresaron sus inquietudes respecto a la forma en que el Estado Mexicano ha manejado la situación.

La principal conclusión del estudio indica: “Se vuelve urgente y necesario darle voz a la persona usuaria y a sus propuestas, buscando la creación de políticas públicas que repercutan de manera favorable en los servicios de salud, así como en la erradicación de la homofobia y la criminalización por el uso de sustancias en los hombres gay”.

La “Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones” (ENPA) implementada por la Comisión Nacional de Atención a las Adicciones (CONADIC) asegura estar “cambiando el paradigma” del modelo prohibicionista hacia uno de reducción de daños. Sin embargo, el mensaje es contradictorio, con campañas que más que atender el consumo pareciera que buscan generar miedo, con mensajes como: “El cristal te mata, fríe tu cerebro y apaga tu vida” o “El cristal tiene raticida, imagina lo que te hará a ti”.

Ricardo Baruch explica: “Con el panorama actual del mundo de las drogas esperábamos que hubiera una mayor desestigmatización, pero ahora con el tema del Ejército metido hasta las manitas por todos lados, pues lo vemos muy complicado y al contrario, es posible que las políticas relacionadas con la criminalización a los usuarios puedan ser peores”.

La falta de diálogo con poblaciones clave como los hombres gay y bisexuales que consumen cristal, hace que sea más difícil atender su consumo problemático desde las instituciones. Durante su estudio, Juan Carlos Mendoza escuchó las inquietudes de los consumidores:

“Los participantes sugerían que un servicio de salud ideal para atender esta problemática tendría que ser un servicio de salud sin homofobia […] Somos muy pocas las personas que trabajamos en el tema en sensibilizar, educar, capacitar al personal de salud” y agrega: “si no entiendo todo este trasfondo del por qué se consumen drogas en esta población en específico […] todo ese conocimiento especializado sobre los efecto de la droga no me sirve de nada, porque a lo mejor le doy una terapia de abstinencia, pero cuando sale esta persona va a regresar a su entorno social y va a volver a consumir de igual o peor”.

Juan Carlos propone que se incentive la creación de espacios de socialización donde las personas que consumen drogas puedan interactuar entre sí y educarse entre pares respecto al consumo y a mejores prácticas del mismo: “ya sea gobierno, ya sea sociedad civil, ya sea el sector privado, antros, todos los que estemos involucrados, la academia, los LGBT, principalmente con hombres gays, pues favorezcamos estos espacios de reflexión, estos espacios de educación para que se pueda generar comunidad dentro de las personas que consumen drogas”.

Y es que las necesidades de los usuarios no necesariamente son las que las instituciones de gobierno o las asociaciones civiles quieren o pueden cubrir:

Quienes consumimos cristal no pensamos tanto en el VIH o las ITS, pensamos más en que no nos vaya a dar un mal viaje, que no me vaya a dar una sobredosis, una pálida, que no tenga que ir al hospital […] me preocupa más que alguien se ponga mal y le de un malviaje y se ponga violento. O saber inyectar, yo creo que el no saber inyectar es un problema más importante a que nos estén diciendo todo el tiempo que el consumir cristal nos pone en más riesgo de adquirir VIH… Te voy a pasar una guía que dice cómo debes inyectarte, yo a todo mundo se la ando pasando, porque se me hace muy importante”.

Para quienes ya utilizan la sustancia, los discursos prohibitivos que pretenden retirarlos del consumo por completo no son una opción viable, por lo que deciden accionar desde otros puntos de vista. Desde el colectivo “Somos una vergüenza para toda la sociedad” donde Tomás participa ya preparan pláticas y la entrega de fanzines con información que pueda ayudar a quienes consumen cristal, sin juzgar y sin pretender que se prohíba el consumo, con un enfoque de reducción de riesgos hecho por usuarios para otros usuarios.

Al pedirle un consejo para aquellos que sienten curiosidad por probar el cristal, pero no saben si podrán manejarlo, Tomás lo piensa un rato, y cita una escena de una de sus películas favoritas, Jóvenes Brujas (The Craft, 1996), en la cual durante un rito de iniciación una de las protagonistas apunta con una daga al cuello de otra y le dice:

-Es preferible que te claves en esta daga antes que entrar al círculo con temor en el corazón. ¿Cómo entras?

-Con perfecto amor, y perfecta confianza.

Yo les diría que no le entren si no saben”, señala Tomás.

Tomás es consciente de los riesgos que ha asumido al usar cristal y al hacerlo público, en un afán de visibilizar el consumo en una sociedad que estigmatiza fuertemente todo lo que se sale de la norma: “A veces me dicen: ‘¿Qué esperas de la vida si tú eres un drogadicto?’. ¿Qué espero? Pues nada, que se me trate como una persona, no como un perro, como dice la gente, por eso es importante visibilizar este tipo de temas”.

Tomás teme caer en un discurso normalizador que dé el permiso de consumir drogas a quienes trabajan y son funcionales para la sociedad, pero se lo quite a quienes no cumplen esos estándares. “Hay quien dice: ‘La sexualidad de Tomás no me parece chida porque solamente coge si hay droga, o coge sólo cada 8 días o cada 15, o coge sólo bajo estas condiciones’. Bueno, que a ellos no les parezca chida es su pedo… Es algo que cada quien tiene que ver: cómo quieres gestionar tu placer, tu consumo, y las otras cosas que tienes que hacer en tu vida”.

La vida en la frontera no ha sido fácil para Tomás. Ciudad Juárez es multicultural y diversa, pero no deja de tener un sector social conservador que no le ven con buenos ojos. Tomás y sus amistades, desde la disidencia, siguen luchando por visibilizar que otras formas de vivir son posibles y válidas. Y a pesar de que no está solo en su lucha, el camino presenta aún varios obstáculos:

“Uno se encuentra con dudas. Cuando yo me asumí como una persona que cogía a pelo, yo dije: ‘Pues ya no voy a tener una pareja, ni experiencias afectivas con otros hombres, porque ya me cagué la vida en ese aspecto, por posicionar mi sexualidad’, y era doloroso. Ya después resulta que son miedos que uno tiene. El único espacio donde uno resulta ser realmente soberano es su sexualidad. y a partir de eso es que le sigo…

y le sigo

y le sigo… 

aunque es doloroso a ratos…”, concluye Tomás.

  • Reportaje elaborado por David Adrián García. Edición por Rafael Cabrera
  • Fotografía y auxiliar de reportería por Misael García
  • Ilustraciones por Joni Valles

Este trabajo periodístico fue republicado en alianza con la COALICIÓN LATAM

Si te perdiste la primera parte, te dejamos el enlace.

Diamantes y nubes: el consumo de cristal en hombres gay y bi de Ciudad Juárez (parte I)

Diamantes y nubes: el consumo de cristal en hombres gay y bi de Ciudad Juárez (parte I)

Por David Adrián García

@DavidAdrianGM

Este reportaje se publicó originalmente en Altavoz LGBT+, y fue realizado con el apoyo de la International Women’s -Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa de ¡Exprésate! en América Latina.

¿Se arma o qué?

-Sí, ¿te gusta coger duro?

-Claro. ¿Unos fumes? (emoji de diamante)

-Va. ¿Traes material? (emoji de diamante)

No, ¿y tú?

-Tampoco. ¿Armamos uno?

Arres. ¿Motel?

-Sí, va. ¿A qué hora?

Con un par de mensajes y emojis en Grindr, una app de ligue para hombres, se pacta el encuentro que puede extenderse todo el fin de semana. Tomás es artista y activista, vive en Ciudad Juárez, en la frontera con El Paso, Texas, Estados Unidos. Ahí conoció el cristal, una droga que se ha popularizado en años recientes entre los hombres gay y bisexuales. Explica que las sesiones de consumo se organizan en línea: “Primero, al crear tu perfil de Grindr pones tu ‘diamantito’ en el nombre, si pones ‘dulces’ pueden ser diferentes drogas, el emoji de diamante se refiere al cristal. Y después se organiza: ‘¿A qué hora te caigo?’, ‘En tal lugar…’. Al principio del encuentro es ponerse a fumar un rato. Después es preparar los slams [consumo de cristal inyectado], cuando ya está uno ahí, y es hasta después que ya empieza el faje…”.

Tomás cuenta que comenzó a consumir cristal pocos meses después de mudarse a Juárez: “Llegué en enero de 2019, y para mayo o junio fue la primera vez que consumí cristal. Yo ya tenía el antecedente de haber usado coca en mis encuentros sexuales en donde vivía antes, por lo que no le tenía miedo a las drogas al iniciar en el cristal”.

Conoció la droga por encuentros sexuales con otros hombres: “Empecé a usar cristal porque era la droga que estaba disponible aquí… Yo creo que mi perfil de Grindr daba para que la gente me hablara de drogas, porque siempre he sido directo de cómo me gusta el sexo y hay un estereotipo del que consume drogas en el sexo: el que consume drogas y coge, seguro coge a pelo, seguro le gusta el sexo guarro, sucio, es ‘entrón’, es lo que se piensa, entonces mi perfil dice todo eso y de ahí se hizo la conexión”. 

El ‘crico’

El cristal, crico, foco, entre otros nombres y formalmente conocido como metanfetamina, es una droga estimulante y adictiva que afecta el sistema nervioso central. Su fabricación es relativamente sencilla, por lo que su precio puede ser muy bajo en las zonas donde se produce.

En Ciudad Juárez el cristal se ha convertido en una preocupación para las autoridades al menos en los últimos 5 años. En 2017, el 35.14% de toda la droga asegurada por la Fiscalía General del Estado de Chihuahua correspondía a cristal. Para septiembre de 2022, ya era el 49.15% del total.

Según datos de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), una asociación civil no lucrativa fundada en 1969 e incorporada al Sector Salud mexicano, en 2021 en Chihuahua el 51.7% de sus usuarios reportaron haber consumido metanfetaminas alguna vez en la vida (media nacional: 50.4%), mientras que el 35.7% reportaron haberla consumido en los últimos 30 días, lo que se conoce como “consumo activo”. La media nacional de consumo activo de cristal es de 28.4%.

Los efectos estimulantes de esta droga permiten pasar mucho tiempo sin dormir y sin comer, por lo que es utilizada por transportistas, jornaleros, campesinos para tener largos periodos de vigilia, y operadores de la industria maquiladora, que tiene una fuerte presencia en las ciudades fronterizas como Ciudad Juárez.

Entre hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (HSH), el consumo de cristal se ha popularizado en los últimos años como una forma de incrementar el placer en las relaciones sexuales. Esto se conoce como ‘chemsex’.

Ricardo Baruch, doctor en Ciencias de la Salud, activista e investigador en temas de salud de personas LGBTI, explica:

El Chemsex es una práctica sexual donde se utilizan drogas químicas para tener un intercambio más intenso y duradero, y que particularmente está acotado a hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres, es decir, no que las personas heterosexuales no tengan sexo con drogas, pero existen ciertas características alrededor del fenómeno que lo hacen más específico de la comunidad […] El cristal no es de uso exclusivo del chemsex, y para tener chemsex tampoco tiene que haber cristal. Sin embargo, al menos aquí en México, sí hay una relación muy cercana entre estos dos temas”.

Otras drogas que se suelen utilizar en esta práctica son la cocaína, la ketamina, el 2-CB, el viagra y los poppers.

Tomás reconoce que le intrigaba saber qué se sentía con el cristal: “Me acuerdo que al principio mucha gente me decía ‘No lo consumas, no es bueno’, pero yo ya venía de una vida de consumo en donde vivía antes, entonces no me daba temor [… ] La primera vez que lo usé fue con un man que me lo propuso. Me lo llevé a mi casa, y lo probé. Y efectivamente, lo que me permitía percibir en el cuerpo durante el sexo fue muy notable, lo disfruté mucho”.

El cristal aumenta considerablemente el nivel de dopamina en el cerebro, lo que incrementa el placer durante las relaciones sexuales:

“Te sube muchísimo el nivel de dopamina, te sientes muy feliz, con mucha energía, con mucho ímpetu”, explica Ricardo Baruch, “y a nivel cerebral esto provoca una adicción muy fuerte a tener unos niveles muy altos de dopamina…”.

Otro de los efectos del cristal es la deshinibición, lo que permite que las personas que lo consumen se permitan cosas que en sobriedad no harían. Tomás explica que estos efectos también se potencian según el rol que se asuma durante el sexo:

Por ejemplo: si me drogo, me pongo más vulnerable, más dispuesto, más sumiso, más complaciente. Esto tiene que ver con una fetichización con el consumo. O por el contrario, me drogo para dominarte, para tener más fuerza, para aguantar más, todo es según el rol que asumas en la relación […] La segunda vez que usé cristal fue con otro man desconocido. Yo ya había practicado fisting [práctica sexual que consiste en introducir el puño total o parcialmente a través de la vagina o el recto], y me dijo: te drogo para que aguantes, y en efecto, fue inmediato. El cristal me ayudaba mucho a poder aguantar el fisting”.

Según la dosis aplicada, los efectos de esta droga se pueden extender hasta 24 horas, aunque lo común es que quienes los utilizan consuman varias dosis durante una misma sesión, que puede durar varios días. Ricardo Baruch explica que al suspender el consumo de cristal uso se presenta un efecto depresivo en el sistema nervioso:

“Si de repente te quitan la sustancia te da un bajón. Hay mucha gente que empieza a notar, que ya no puede tener, ya no digamos algo relacionado con el sexo, sino más bien ya no pueden tener su vida diaria sin estar consumiendo porque su cerebro ya no puede recuperar el nivel de dopamina”. 

La dopamina es un neurotransmisor que está presente en diversas áreas del cerebro y que es especialmente importante para la función motora del organismo, y que causa sensaciones placenteras y de relajación. Ese “bajón” se conoce entre los consumidores como “malilla”, y puede durar días, dependiendo de varios factores:

Mi primera vez la malilla fue terrible. No dormí como por cuatro días y me dolía mucho el cuerpo […] Como en ese entonces estaba estudiando decidí dejar de consumir hasta que tuviera vacaciones”, cuenta Tomás.

El ‘boom’ del cristal en Juárez

Los hombres gays han utilizado el cristal en sus relaciones sexuales durante décadas, en distintas partes del mundo. Está documentado su uso en este grupo social en Estados Unidos durante la época disco en los años setenta, pero es muy probable que se utilizara desde antes. En Ciudad Juárez se vuelve un poco más complicado rastrear el uso de esta sustancia en este grupo social en particular, sin embargo, datos del consumo en la población general dan una pista importante.

Hace 10 años, apenas el 2% de los usuarios de los Centros de Integración Juvenil del estado de Chihuahua buscaban ayuda para dejar el cristal. Las drogas de mayor impacto en dichos centros eran la marihuana y la heroína, con el 30.7% y el 17.4% de usuarios respectivamente.

Para 2016, las metanfetaminas se igualaron en impacto a la heroína, mientras esta iba a la baja en su consumo. A partir de 2020 el cristal superó también a la marihuana, y para finales del 2021 ya alcanzaba un nivel del 37% de usuarios que buscaban ayuda para dejarlo en Chihuahua, ligeramente arriba de la media nacional de 35.6% de usuarios. (Visualización: https://public.flourish.studio/visualisation/11397490/)

Programa Compañeros A.C. es una organización con casi 40 años de trabajo con poblaciones que consumen drogas de forma inyectada, y personas que viven con VIH en Ciudad Juárez. Como parte de su trabajo, han documentado la historia del consumo de drogas en la frontera.

Julián Rojas es coordinador de la iniciativa de reducción de daños del Programa Compañeros A.C., y tiene 17 años dedicándose al acompañamiento de usuarios de drogas inyectadas. Ha podido ver de cerca el cambio en el consumo en Ciudad Juárez:

Hubo un tiempo en que era un fenómeno muy intenso el uso de heroína combinada con cocaína, el llamado ‘speedball’; casi la mayoría de los jóvenes lo combinaban, fue un periodo de mucha intensidad. Pero ahora con la presencia del cristal, si bien no hay muchos usuarios que lo usen de forma inyectada, han ido en aumento”.

Rojas recuerda que hace varios años el consumo de heroína se concentraba en las clases altas, por su alto costo: “El consumo de usuarios hace más de 30 años eran los que compraban en El Paso, Texas, y tenía mayor costo. Al empezar el consumo en Juárez, la heroína se fue abaratando más y está más disponible. Ahora con el cristal está aumentando el consumo porque hay más y es más barato. Tiene que ver también con eso”.

David Montelongo, jefe de proyectos de la organización, agrega: “Han evolucionado no sólo las sustancias sino la forma en la que se consumen. Para los usuarios veteranos, el consumo de heroína inyectada fue un proceso largo. Primero comenzaron con otras drogas ‘más leves’ y poco a poco llegaron a esa forma de consumo [inyectada]. Recientemente el uso de drogas como el cristal es algo que no tiene tanto tiempo, y normalmente se da el brinco de una sustancia más ligera a una de estas”.

Respecto al consumo dentro de la población LGBT+, David agrega: “En los 80’s, en Ciudad Juárez había ‘ghettos’, ese espacio oscuro, insalubre, donde tenías la oportunidad de vivir con cierta libertad tu identidad [como personas LGBT+]. Hoy la cosa ha cambiado, ya tenemos marcha del orgullo, ya hay matrimonio igualitario, se ha visibilizado, ya no hay ghettos, ahora hay ambiente LGBT+”. La normalización de la presencia de personas fuera de la heteronorma en la sociedad de Ciudad Juárez, aunada a la llegada de aplicaciones de ligue como Grindr, facilitó el aumento del fenómeno de consumo de cristal entre esta población. Montelongo explica:

[El internet] nos da un acceso inmediato a otras personas y socializa fenómenos de forma inmediata, contrario a lo que ocurría cuando existían los ‘ghettos’, que sólo se conocía de voz en voz. Ahora Grindr está al alcance de tu teléfono, y es más fácil hacer el encuentro con alguien que también consume sustancias […] Es evidente que cada vez más hombres que tienen sexo con otros hombres consumen cristal de forma sexualizada, no tenemos registro estadístico, pero de forma testimonial lo sabemos”.

Ricardo Baruch asegura que existen personas con más posibilidades de caer en un consumo problemático del cristal: “Cualquiera lo puede consumir por sentir algo distinto, pero entre las personas que no son capaces de controlar su consumo se ha demostrado que hay temas de violencia en la infancia o en la adolescencia, discriminación, abuso sexual, baja autoestima […] No es en todos los casos, pero casi siempre hay algo roto en la persona […] Si a eso le sumas la cuestión de tener la sustancia disponible, que sea barata, pues se crea la tormenta perfecta”.

‘La droga gay’

  • Pasa mucho con los ‘jotos’, ¿no? Que somos muy venenosos, siempre estamos compitiendo. Pero, ¿sabes? Yo creo que eso no tiene que ver con el crico, sino con las dinámicas de discriminación en la misma comunidad: que si eres pobre, que si eres viejo, que si no tienes el tipo de cuerpo que a mí me gusta… Quienes estamos en una doble vulnerabilidad, la de ser gays y consumir cristal, estaría chido que nos uniéramos, que nos apoyáramos más. (Tomás)

El consumo de drogas en las relaciones sexuales entre hombres se ha vuelto un tema de conversación en esta comunidad, al grado de existir productos culturales que giran alrededor de esta práctica. Desde exposiciones de arte, hasta sitios pornográficos que se enfocan en el consumo como vehículo de excitación, forman parte de esta integración del consumo de drogas a la “cultura gay”.

Es una cuestión cultural que tiene que ver con el disfrute. Una de nuestras máximas como parte de un grupo social gay, es el pleno disfrute de la sexualidad y el placer, pero el placer potencializado a su máximo esplendor, o sea, no solamente sentir rico, sino que hay una búsqueda imparable de incrementar el placer”, comenta Juan Carlos Mendoza, doctor en ciencias en salud colectiva y especialista en salud LGBT+.

El especialista explica: “Compartimos esta cultura en los espacios donde convivimos: en sitios de encuentro, en antros […] estos espacios favorecen el consumo de drogas, todo va entrelazado, el hetero por lo general sale de su trabajo y se va con su familia. Con esto no digo que los heteros no consuman drogas, pero sus espacios no les favorecen para un consumo exacerbado como a nosotros”.

Según explica Juan Carlos, las diferentes experiencias que enfrentan en su vida los hombres cis gay y bisexuales en contraparte de sus pares cis heterosexuales hacen a los primeros más proclives al uso de drogas:

Es el estrés de las minorías: además de lo que sufre o experimenta toda la población, nosotros [los gays] sufrimos un estrés extra por el hecho de nuestra orientación sexual. […] en algunas personas esto va a influir para su consumo de drogas. ¿Por qué? Porque es un paliativo para mejorar las experiencias negativas”.

La visibilización del consumo de cristal en la población gay ha creado la falsa idea de que ser una persona LGBT+ es un factor de riesgo para el consumo de drogas. David Montelongo nos explica que el riesgo no viene de la identidad sexual de la persona sino del entorno y la discriminación a la que la sociedad la somete:

A veces pensamos que lo opuesto a la adicción es la abstinencia, como si fueran polos opuestos de lo saludable y no saludable. Más bien, lo opuesto a la adicción serían las relaciones estables, profundas, amorosas. Entonces ser LGBT no es un factor de riesgo, pero ser LGBT y vivir en un ambiente de alta discriminación, alta homofobia, rechazo familiar, relaciones quebradas, sí, ese es el factor de riesgo, no la identidad LGBT”.

El uso del cristal en ámbitos sexuales ha desencadenado en una tendencia a “erotizar el consumo”, y a crear contenido pornográfico gay dedicado a esta práctica. Una búsqueda rápida en sitios de pornografía con los términos ‘PNP’ (abreviación del término en inglés: Party and Play), ‘Meth’, ‘Slam’, ‘Clouds’, y otros relacionados, arrojan cientos de videos amateurs y profesionales de hombres consumiendo cristal, fumado o inyectado, mientras mantienen relaciones sexuales.

Este fenómeno no era muy visible antes, lo de erotizarse con vídeos con uso de drogas, sobre todo en Twitter. En las plataformas grandes había [consumo de drogas] pero no mucho y ahora es muy común encontrar este tipo de producciones”, comenta Ricardo Baruch.

Apesar de que la pornografía es un producto de ficción, Baruch opina que esto puede traspasar el límite entre la fantasía y la realidad: “Hay evidencia al respecto, quizás no tanto en el uso del cristal, pero sí en la práctica del bareback [tener sexo sin condón]. El porno bareback tuvo una influencia muy fuerte en el cambio de la dinámica en Estados Unidos para dejar de utilizar el condón […] Es un poco lo mismo, o sea, yo estoy viendo todo el tiempo este tipo de vídeos y pues me erotizo porque veo que los güeyes están guapos y se la pasan chido, entonces pues voy a intentarlo a ver a ver si a mí también me va chido, ¿no? Entonces sí hay una fetichización de la droga”.

El ruiseñor de cristal

  • Te voy a hablar de un amigo. Él falleció de cáncer, entonces ya no lo ponemos en riesgo por mencionarlo. Él iba mucho a un lugar que se llamaba El Ruiseñor, un motel. Ahí organizaba sus fiestas, invitaba las drogas y quería que todo el mundo llegara. Yo fui un par de veces. Era muy generoso, y las fiestas duraban días. Ese lugar se volvió un lugar de consumo mientras él vivía, en cierto punto ese lugar y él se volvieron símbolo de fiesta gay. Una vez me platicó que quería escribir un libro donde contara todas sus experiencias. Le iba a poner “El Ruiseñor de Cristal’. ¡Hasta el título tenía y todo! Él se sentía que era el rey de las fiestas de cristal acá en Juárez y pues en cierto modo, sí lo era. Él era así, súper botado con las drogas. (Tomás)

Un comentario común entre los hombres gay y bisexuales que consumen cristal es que se acostumbran a tener relaciones sexuales solamente con otros consumidores:

“Es real que tenemos sexo principalmente con otras personas que también consumen, por varias cosas: Primero, quieres que el encuentro sea largo porque te dura mucho la calentura. Tienes que estar dispuesto todo el tiempo, entonces lo ideal sería estar con alguien todo el tiempo. Por ejemplo, para una cogida casual, yo no consumiría, porque sería algo de una hora y luego yo me quedaría ahí, caliente”, explica Tomás.

Sin embargo, conseguir a alguien que le lleve el ritmo no es tan sencillo: “Yo estoy saliendo con alguien que no consume, y es de que: ‘Nos vamos a encerrar en un motel de un día para otro, ¿arres? Tú y yo, ¡arres!’. Pero si esta persona tiene sueño y se cansa, pues ahí me quedo yo despierto. Por eso es preferible que la otra persona también sea consumidora, porque así llevamos el mismo ritmo”.

El estigma que pesa sobre los consumidores, aunado a la fetichización del consumo como la cúspide del placer sexual entre hombres, orillan a muchos consumidores de cristal a buscar encuentros solamente con otras personas que también consumen, pues por un lado son rechazados por sus pares no consumidores y, por el otro, los efectos  consumo hacen que sus prácticas sean más complicadas.

Yo podría coger con todo el mundo. El pedo es que cuando te asumes como cricoso, la gente ya no quiere coger contigo… Si alguien me dijera que sí quiere coger conmigo este fin de semana pero no quiere que consuma, yo le diría que no”, acepta Tomás.

Las sesiones largas en algunos casos incluyen a muchas personas a la vez, y es común que nuevas personas se integren a la sesión mientras otros se retiran:

Son fiestas de sexo sin sexo, porque es como llegar a encuerarte y jalártela viendo porno, pero en realidad nadie está cogiendo porque ya ni se les para, y siempre quieres invitar más gente porque el que está aquí ya no te parece suficiente”, explica Ricardo Baruch.

También existe un sector de la población gay o bisexual que no se siente incluída en las prácticas de su comunidad por su tipo de cuerpo (por tener obesidad, por ejemplo), o por no cumplir con los estándares de belleza aceptados, que han encontrado en el consumo de drogas una forma de conectar con otros hombres con los que regularmente no tendrían contacto. Baruch explica:

En nuestra comunidad es muy evidente el rechazo a los cuerpos diversos. Entonces hay gente que se siente que no puede coger con alguien “chido” [con “buen cuerpo”] a menos que estés encristalado, y entonces ahí sí agarras valor para hablarle a algún tipo que nunca le habías hablado, o para entrarle a cierto tipo de prácticas que regularmente no harías. Es un cóctel muy complejo”.

Slam

  • Yo creo que ya condicioné mi sexualidad a que siempre esté acompañada del consumo. Creo que para volver a tener sexo sin consumo es porque el consumo no esté presente en mi contexto geográfico, es decir, me voy a una ciudad donde no hay cristal. Eso me obligaría a reconfigurar mi sexualidad […] A veces me quiero sentir mal por eso, de que mi sexualidad sólo depende del cristal. Creo que más bien es una decisión que yo tomé, acompaño mi sexualidad del consumo porque así me gusta y quiero hacerlo, y cuando ya no pueda hacerlo entonces me pongo en la tarea de replanteármela… (Tomás)

El slam es el nombre con el que se le conoce al uso de drogas de forma inyectada antes o durante las sesiones de sexo. La droga se disuelve en agua, preferiblemente esteril, y después se inyecta directamente a la sangre. Hay varias drogas que se consumen de esta forma, como la ketamina, el MDMA, la cocaína y la metanfetamina. 

Este método permite que se sientan los efectos de la droga mucho antes que otras formas de consumo, como fumada en una pipa de vidrio, que suele ser la más popular entre quienes se inician en el consumo de esta droga.

Algunos consumidores consideran el slamming como una evolución natural en su consumo de cristal: “En un momento todos los que conocía fumábamos, y de un momento a otro comenzamos a inyectarnos”, cuenta Tomás. 

Fumar el cristal genera efectos más atenuados que tardan más en aparecer en el cuerpo, mientras que en el consumo inyectado el efecto es inmediato, más intenso y duradero. Esto es debido a que una cantidad de la sustancia se pierde en el proceso de consumir el humo, mientras que al disolver la droga e inyectarla directamente en la sangre, la dosis es más intensa.

Esta práctica implica riesgos como la posibilidad de provocar abscesos alrededor de la zona inyectada por introducir la sustancia en zonas diferentes a la vena, o con partículas poco disueltas que se quedan atoradas bajo la piel. Lesiones que requieren tratamiento médico.

En el caso de Tomás, el slam representa la principal forma de consumo. Explica que debe planear las sesiones de sexo y consumo con varios días de anticipación, pues sólo consume los fines de semana para poder recuperarse y volver a sus actividades regulares. Después de asegurar a la persona con la que tendrá la sesión, y pactar los detalles de la hora y lugar, deben asegurarse de que ambos cuenten con “material” suficiente. En caso de no tenerlo, deben contactar a su dealer.

Al llegar al lugar de la sesión, desde el principio es ponerse a fumar para empezar, ¿no? Después es preparar los slams, cuando ya está uno ahí, antes de ponerse a fajar y todo esto… Para mí está bien hasta 30. De 40 o 50 se me hace súper alta [la dosis], y estaría muy bajito de 15”.

Tomás se refiere al tamaño de las jeringas en mililitros. Por lo general, el cristal se disuelve y se toma la cantidad que se va a inyectar. Sin embargo, la preparación casera del slam, así como una falta de estándar en la fabricación del cristal, hace que las dosis puedan variar de sesión a sesión, sin control del usuario.

Una vez aplicada la inyección, el efecto es casi inmediato. El “rush” comienza y se da paso a la acción sexual. Tras dos o tres horas, se toman un descanso, y el ciclo continúa:
Yo me hago slams cada 6 horas más o menos. Cada slam me da menos efecto. En mi caso no me estoy exigiendo consumir más, yo sabía que mi cuerpo me iba a pedir más y eso es lo que no quería. Pero me he quedado en esta dosis, no creo que llegue a un momento en el que no sienta nada. […] Pero sí resiento los efectos de la droga, la orina te sale super amarilla dos días”.

En las proximas entregas de este reportaje nos adentraremos aún más al uso de drogas y narcóticos, conoceremos los riesgos de su consumo y a la comunidad cricosa que encuentran en la colectividad una forma de expresión e identidad.

Sigue en la parte II