Por Leticia Alvarez

Cada 30 de julio se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas y el Perú no es ajeno a esta problemática. Cifras de víctimas en aumento, la población migrante como nuevo grupo vulnerable de trata de personas y la incapacidad del Estado para perseguir a los victimarios, son tres de muchos factores que impiden erradicar este problema por completo.

El pasado 30 de julio se conmemoró el Día Mundial contra la Trata de Personas y es necesario poner en agenda esta problemática en la que cada año aumentan las cifras de casos de víctimas de este delito de explotación humana. La población vulnerable a ser víctimas de trata de personas son, en principal, mujeres, niñas, niños y adolescentes, quienes mediante distintos métodos de captación son retenidos en contra de su voluntad hasta ser rescatados por las autoridades respectivas.

Pero, ¿qué se entiende por trata de personas? Según Ricardo Valdés, director ejecutivo de la organización Capital Humano y Social Alternativo (CHS Alternativo) y ex viceministro de Seguridad Pública, explicó que la trata de personas es la explotación de un ser humano por otro que se beneficia y lucra económicamente. Además, añadió que muchas veces la víctima no es consciente de la situación de explotación que está ocurriendo con ella, puesto que existe un aprovechamiento por una serie de condiciones de vulnerabilidad que tenía como la forma en la que fue captada y los maltratos que recibió cuando estuvo retenida en contra de su libertad.

Según el artículo 129-A del Código Penal Peruano, se identifica a la trata de personas como delito cuando “el que mediante violencia, amenaza u otras formas de coacción, privación de la libertad, fraude, engaño, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, concesión o recepción de pagos o de cualquier beneficio, capta, transporta, traslada, acoge, recibe o retiene a otro, en el territorio de la República o para su salida o entrada del país con fines de explotación, es reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de quince años”. 

En ese sentido, la trata de personas es considerado un delito en nuestro país y que, según estimaciones de la organización CHS Alternativo, es la segunda economía ilícita que mueve más dinero en todo el Perú, en el cual las redes criminales pueden obtener hasta 1300 millones de dólares al año, y de los cuales, 700 millones corresponden a la explotación laboral y los otros 1600 millones a la explotación sexual, las cuales son las dos principales finalidades de la trata de personas.

En lo que va del 2023, se han reportado más de 2,222 denuncias por trata de personas, de las cuales 688 son investigadas en la Fiscalía Especializada en Trata de Personas (Fistrap). Asimismo, de estas 688 denuncias administradas por las fiscalías especializadas en todo el Perú, la región con más casos denunciados es Arequipa con 115, seguida de Lima Norte con 70, Tumbes con 65, Loreto con 62 y Lima Centro con 61 denuncias.

Asimismo, según las estadísticas del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, el 90,6% de las víctimas de trata de personas son mujeres, el 48,1% fueron menores de edad en el rango de 12 a 17 años y el 72,6% fueron captadas con fines de explotación sexual y laboral. No obstante, Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de Política y Gobierno en la Universidad George Mason de Virginia, señala que actualmente la población migrante también son vulnerables a esta problemática. 

«Las personas piensan que van a tener otro tipo de trabajo y llegan a espacios que no conocen en situación de gran vulnerabilidad sin sus familias y sin sus pasaportes y terminan explotadas sexualmente o laboralmente, en distintas actividades cada vez es más frecuente esto porque se utilizan más las redes sociales», explicó al medio RPP Noticias.

Respecto a los casos reportados y denunciados hasta ahora en el presente año, la Fistrap logró 44 sentencias condenatorias para los tratantes; sin embargo, pese a los esfuerzos de las autoridades por combatir esta problemática, se enfrentan a diferentes obstáculos que lo impiden. El primero de ellos es que la inversión estatal para prevenir y perseguir la trata de personas ha disminuido en los últimos años, lo cual impide conseguir los recursos suficientes para reducir lo máximo posible el número de víctimas de trata de personas.

El segundo de ellos, según lo comunicado por Ricardo Valdéz, director ejecutivo de CHS Alternativo, es que no existe un registro único de víctimas de trata de personas, por lo que no hay un canal que sistematice las estadísticas y el impacto de las distintas modalidades del delito de manera exacta. El tercer problema, de acuerdo con Mercedes Arce, directora de Programas y Proyectos de CHS Alternativo, es que no existe un enfoque que se centre en la víctima cuando ésta es rescatada. 

“La víctima es puesta en albergues o en casas de acogida, donde no siempre se garantiza que lleve un proceso de recuperación y reinserción. Además, cuando es retirada, en muchos casos retorna a su familia, donde están sus victimarios, haciendo que vuelvan a caer en manos de los tratantes y al círculo de donde escapó”, enfatizó.

Por último, otro problema que agrega Arce es que el número oficial de las víctimas solo se orienta a las denuncias, pero no hay un registro de lo que pasa después de su rescate y supuesta recuperación. “Por ejemplo, cuántas de estas 2,611 víctimas pudieron ser rescatadas y reinsertadas, cuántas cambiaron su vida o regresaron con sus tratantes, eso no lo sabemos”, aseveró.

Si conoces o sospechas de algún caso de trata de personas en Perú, acércate a la comisaría más cercana o contáctate con la Central Única de Denuncias-CUD (línea gratuita 1818), una plataforma de atención de denuncias que funciona las 24 horas del día, los 365 días del años, en español y quechua. Asimismo, si conoces de un(a) peruano(a) en el exterior que es víctima de trata de personas o tráfico ilícito de migrantes, por favor comuníquelo al consulado peruano más cercano (www.rree.gob.pe), al correo : tratadepersonas@rree.gob.pe o a los fonos: 51-1-2043270; 51-1-2043272.