Por Arturo Gutarra

Miradas persistentes, frases machistas, bromas de contenido sexual son algunas manifestaciones que soportan día a día redactoras y reporteras mujeres.  La Antígona recogió testimonios de mujeres que laboran en Trujillo. 

Annie tiene 23 años. Durante su jornada laboral vivió escenas incómodas.“Soy muy respetuosa con gente mayor, pero no voy a tolerar que de una u otra forma traten de pasarse de listos conmigo, había ido a trabajar con falda y dos señores que estaban a mi costado miraban mis piernas, se lo conté a mi amiga pero no le tomó importancia”. contó Annie, quien decidió renunciar a las prácticas por esa mala experiencia.

Asimismo, Marisol de 27 años, durante su carrera de periodista se ha topado con comentarios que minimizaba su persona “Me han dicho de todo y lo siguen haciendo. Cuando opinan, saltan con su «¿por qué opinás? los periodistas no debemos opinar». Cuando he visto a hombres opinando, los comentarios son «¡bravo, ese chico tiene agallas!, ¡no se queda callado! «.

Otro caso es de Evelyn, de 26 años, quien pensó formar una amistad con sus colegas periodistas, sin embargo, vio que tenían intenciones diferentes. “En especial los de mayor edad, aprovechaban cada saludo e interacción como una oportunidad para darme abrazos y caricias incómodas que me eran difíciles de protestar por temor a quedar como «alzada» frente a los demás colegas”.

La periodista y feminista Brenda Gonzales, repudió estos hechos y se solidarizo con los testimonios presentados. 

“Entre hombres periodistas, se elogian, respetan y mantienen distancias, como si la sola presencia del hombre amerita respeto y hasta pleitesía. A las periodistas mujeres nos colocan en una situación de que podemos tolerar todo y permitir todo porque nuestro trabajo es menos importante o no es lo suficientemente importante e igual como para imponer respeto, a  eso le sumamos el ego machista de saberse superiores por falo más que por conocimiento y eso se ve en la calidad del trabajo que finalmente se hace”. Indicó.

Cabe mencionar que GenderLab, organización dedicada a temas de género y creadora de la herramienta digital Espacios Laborales Sin Acoso (ELSA), llegó a la data que en el 2021, un 34% de mujeres en el Perú ha sufrido alguna forma de acoso sexual laboral, un 4% de las personas encuestadas es capaz de reconocer aquellas situaciones que califican como de hostigamiento sexual laboral.