MAESTRA

Edith Benito, profesora de Educación Especial, 60 años

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Soy maestra en un centro especial del Estado hace más de 35 años. Todo este tiempo he trabajado con niños con diferentes discapacidades. Ahora estoy enseñando a jóvenes de  17,18 y 19 años en Villa María del Triunfo. Desarrollamos tareas para la vida diaria y actividades, incluso lo básico en pastelería. 

Esta coyuntura nos ha cambiado un poco la manera de enseñar. Con el estado de emergencia por el avance del coronavirus, los profesores hemos tenido que adaptarnos. A través del Whatsapp les envío videos o monitoreo las clases. Es un reto para todos. Es un cambio, pero como maestros debemos adaptarnos. 

Qué bonito sería que nuestros estudiantes tengan una laptop, una tablet, o tengan por lo menos el internet para que puedan vernos, pero no lo tienen por su economía. Mis alumnos y sus familias son de bajo nivel económico. Lo único que tienen al alcance es un celular. En algunos casos, no tienen un equipo que tenga la capacidad para aceptar todo el trabajo que les envíamos. Es un problema.

Mis niños siguen estudiando, no están sin hacer nada. Hay seguimiento e interés de los padres en que sigan aprendiendo. Eso es positivo. Los maestros nos estamos adecuando a ello. Estoy en dos turnos: mañana y tarde. Los papitos salen a trabajar y no están en la mañana sino en la tarde y están atentos a las clases. Nos estamos adaptando también a los tiempos de ellos, al momento que tienen para trabajar con sus hijos. 

Los maestros de educación especial siempre hemos sido considerados últimos. No hemos sido respetados. Hemos hecho huelgas para pedir mejoras, pero el Ministerio de Educación trabaja con primaria, secundaria, ocupacional… y abarca demasiado. 

Tengo más de 35 años en el magisterio y te diré que sí faltan contenidos para la educación especial. Lo único que nos están dando en el espacio de Aprendo en Casa son los lunes, miércoles y viernes por Radio Nacional y solo media hora. De alguna manera estamos llegando a nuestros niños.

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