Por Hiro Ramos

YUMIKO TANABE POR AELU PRENSA

Con 19 años, Yumiko Tanabe Cáceres ya sabe lo que significa representar internacionalmente a su país. Medalla de oro en la Copa Panamericana Junior 2021, la joven judoca peruana nos cuenta acerca de su lucha contra los prejuicios de género en el deporte y la empatía que este le ha enseñado. El 28 de octubre se celebró el Día Nacional del Judo, es por ello que la judoca peruana se reunió con La Antígona para comentar su pasión por esta disciplina, así como los cambios que esta ha tenido en el país.

Ella lleva practicando judo desde hace 10 años, en los cuales ha tenido experiencias que van desde cumplir con una tradición familiar hasta llegar a representar internacionalmente al Perú. Esta carrera, sin embargo, no es extraña a los retos. Al ser una mujer en un deporte de contacto, los comentarios problemáticos pueden hacerse presentes ocasionalmente. Yumiko Tanabe, no obstante, no deja que este problema la detenga, pues ella confía en sus habilidades y su entrenamiento.

¿Cómo iniciaste en el judo? ¿Qué es lo que te llamó la atención acerca de esta disciplina?

Todo comenzó como una tradición familiar; mi abuelo y mi papá practicaban judo, así que cuando tenía nueve años, me dijeron que me inscribiera en judo en el AELU. Al comienzo, no me gustó porque me daba pereza, pero con el paso del tiempo, empezó a gustarme. Los primeros campeonatos, medallas y reconocimientos me motivaban cada vez más a seguir con el deporte. Ahora, con disciplina y ayuda de mis profesores y amigos, sigo vigente, y todavía tengo para dar.

¿Cuáles son las mejores experiencias que has tenido en tu carrera?

Cuando salgo a representar ya no solo a un club, sino al país entero. Es una experiencia satisfactoria, especialmente si ganas una medalla, independientemente si es de oro, plata o bronce. Una sabe que, detrás de cada combate, hay bastante preparación, pero con el tiempo también te vas dando cuenta de lo que puedes ir mejorando.

¿Cómo has percibido el apoyo del país al deporte?

Con el paso del tiempo, ha mejorado la ayuda. Antes, solíamos tener un espacio pequeño, con cuatro máquinas. Ahora que el apoyo es mejor, tenemos colchonetas más grandes y más espacio para entrenar. También actualmente contamos con fisioterapeutas, nutricionistas y un régimen muy útil. Eso nos motiva significativamente. 

El judo, al ser un deporte de contacto, puede tener estigmas relacionados al género de la persona que lo practica ¿Has tenido experiencias relacionadas a este problema?

Practicando en Perú, no tanto. En otros países, separan más frecuentemente por géneros al entrenar, pero aquí lo hacemos de manera mixta. Sin embargo, también he presenciado este problema cuando he visitado otros clubes para clases conjuntas, en donde me han dicho que no puedo entrenar con un hombre porque es más fuerte. Son situaciones demasiado incómodas. Muchos se ríen, pero dentro de todo nos afecta.

¿Crees que entrenar siempre de manera mixta ha afectado tu percepción del deporte?

Yo siempre he tenido un punto de vista muy diferente: pienso que “si él puede hacer esto, ¿por qué yo no?’’. He visto profesores que sí han sido más problemáticos con el tema del género; me separaban a mí por ser mujer. Sin embargo, mi papá siempre me decía que si incluso hay 10 mujeres y 20 hombres, tengo que seguir adelante, porque de eso se aprende. Los dos tenemos dos brazos y dos piernas, y conocemos el potencial que podemos dar. Entonces, a veces peleo con hombres más pesados que yo, y sé que puedo rendir más, porque no se trata siempre de la fuerza, sino del grado de entrenamiento que tienes. 

Si bien mencionas que no está tan generalizado, ¿qué harías tú para contribuir a que el problema del machismo en este deporte no siga?

Una vez en un entrenamiento me dijeron “ya pareces hombre’’, en el sentido de que soy fuerte. Yo les enfrenté, diciendo que no tenía sentido lo que decían. Hoy en día, formatear ese chip es muy difícil, porque son ideas cerradas, pero es posible. Se podría tener mucha más gente que piense diferente para que personas con mente cerradas tendrán que cambiar su pensamiento, porque el apoyo a la igualdad de género será más normalizado.

¿Para ti qué significado tiene el judo en tu vida?

Me ha enseñado mucho: desde la tolerancia, la disciplina, el respeto hasta ser quien soy. Yo de pequeña era malcriada, respondona, pero el judo me enseñó valores, me cambió bastante como persona. Más que darme reconocimientos, el judo me ha dado compañerismo, me ha hecho empática. Me gustaría que más gente practique este o cualquier otro deporte, porque te da una disciplina que más adelante te da resultados que te motivan a seguir adelante por ti misma y por las personas que te rodean.