Por Mariana Aljovin

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Foto: Perú21

Susel Paredes, actual congresista electa, conversa con La Antígona, para conocer sobre el trabajo y los nuevos desafíos que deberá enfrentar para defender esos ideales dentro de un parlamento dividido y ultraconservador. 

Susel Paredes Piqué, es una abogada sanmarquina y activista LGTBIQ+. Pertenece al Partido Morado y fue una de las candidatas al Parlamento más votadas para el periodo 2021 – 2026. Su trayectoria en la política no es poca, pues ha trabajado en pro de la seguridad de los distritos de Magdalena y La Victoria. Desde su posición, siempre ha defendido sus ideales de lucha por la protección del medio ambiente, los derechos de las mujeres y las minorías sexuales. Así es ella, consecuente con sus principios y convencida de que la verdad te hace libre.

¿Cómo piensas proyectar tus ideales y principios frente a un congreso tan conservador y dividido?

Dialogando. Buscando puntos e intereses en común. Entendiendo el pensamiento del otro, aunque sea extremadamente distinto al mío. Lo más importante es la empatía. Aunque me enfrente a una persona ultraconservadora, yo tengo que hacer el trabajo de entender cómo piensa para encontrar puntos en común. 

¿Cómo crees y sientes que será el trabajo en conjunto con los otros congresistas de tu bancada durante este periodo? 

Somos tres morados. Ed Málaga, Flor Pablo y yo. Somos un científico, una profesora y una abogada, y lo que hicimos fue juntar nuestros equipos. Cada congresista tiene asesores, entonces mantenemos el contacto entre ellos. De esta manera, trabajamos en un equipo amplio. Esto hace que podamos usar al máximo nuestros recursos y optimizar el trabajo. Como somos tres no tenemos personal de bancada. Ese equipo es de Somos Perú. Por eso nos hemos juntado para poder participar en comisiones. Por otro lado, también nos complementamos en conocimientos. Yo veo derecho; Ed, ciencia y Flor, conoce mucho sobre el funcionamiento del Estado. Así somos más eficientes. 

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Foto: Twitter – Daniel Olivares

¿Qué retos crees encontrar en este nuevo rol de parlamentaria en un contexto complicado para defender la inclusión de la comunidad LGTBI y las mujeres?

Primero, mi sola presencia ya los interpela. Cuando yo hablo con el Almirante Montoya somos muy cordiales y nos tenemos respeto. Eso puede ser sorprendente. Él se acerca a conversar y yo también. Es la amistad más extraña que he construido en este congreso. Él ya no me ve como un elemento de peligro, sino como una colega. Eso es valioso ya que yo jamás he tenido un acercamiento con un marino tan conservador. Forjar el vínculo toma mucho tiempo, pero es necesario. Necesito que nos escuchemos los dos, de esta manera, él va a encontrar respuestas, y yo también. 

Yo quiero conversar con los que están más extremadamente lejos de mi. Por ejemplo, Neldy Mendoza Flores (Renovación Popular), me dijo: “Que gusto conocerte. Somos las más votadas.  Ojalá haya puntos en común para conversar. Tengo interés en hablar contigo”

¿Cuáles son los proyectos de ley que planeas sacar adelante? ¿Crees que valga la pena proponer algún proyecto que beneficie a las minorías o a las poblaciones LGBT+ sabiendo la posición congresal sobre estos temas? 

Mi primer proyecto de ley es sobre los derechos de los trabajadores que realizan pedidos por delivery. Ellos funcionan con lo que se llama “economía colaborativa”, a través de una aplicación. Estas personas trabajan más de  8h diarias. Esto, amerita al menos tener un seguro de salud. Se debe tener una persona a cargo de brindar protección. Tanto al trabajador como al usuario. Pretendo que tengan un seguro y medidas de protección. Ya que, actualmente la empresa, vive del trabajo de estas personas, sin ningún tipo de regulación. Una de mis asesoras trabaja con ellos hace años y ahora, es un proyecto que he recogido y va a beneficiar a más de 45000 jóvenes. 

Aun así no se aprueben los proyectos, estos generan debates. En el caso de los proyectos LGTBIQ+, ya pronto, los propondré. Sean aprobados o no. Los voy a obligar a hablar de ellos. A través del debate se avanza. 

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Foto: Exitosa

Se criticó mucho, en el periodo electoral, que personajes como Verónica Mendoza se alinearan con partidos ultraconservadores como Perú Libre. Puso en duda su identidad política. ¿Qué opinas sobre esto?

Yo planteé el voto nulo porque me parecía una extorsión que me obliguen a elegir porque los dos son conservadores y anti-derechos. Desde el centro yo no estaba de acuerdo con ninguna de las dos opciones. No me pueden obligar a tomar posición. Entiendo que es complicado. Sin embargo, no tenemos más remedio que hablar, dialogar y buscar puntos en común. Muchos parten de la ignorancia y del prejuicio. Ahora hay más visibilidad de la comunidad y podemos combatir los estereotipos para que no encuentren un enemigo, sino una persona. 

Lo más importante de una activista es salir del closet, porque de esta manera al interactuar con todo tipo de personas se empieza a tomar la idea de la realidad y ya no del estereotipo.

¿Cuál dirías que es tu postura política en otros temas y que valores son los que antepones en tu trabajo?

El diálogo y el sustento técnico de cualquier cosa que proponga son claves en mi trabajo. Si yo no sé, tengo que buscar especialistas para que me expliquen. La inclusión en los hechos también es importante. En mi oficina somos siete personas, de las cuales seis son mujeres; entre ellas, hay una mujer trans.

Partiendo de la crítica que le realizaste a Anahí Durand sobre su unión al gabinete presentado por el presidente Castillo ¿Cuál debería ser la postura de las mujeres que hacen política cuando se enfrentan a espacios misóginos o conservadores?

Es bien difícil. Yo entiendo que Anahí ha tenido que elegir. Ella entró cuando no estaban ni Pedro Francke ni Aníbal Torres. Con ellos dos tenías Justicia y Economía y ahí recién podían armar un equipo. Es de ahí que nace mi crítica. Cuando el gabinete tenía 12 hombres y 2 mujeres. Qué difícil aceptarlo en ese momento, pero también que difícil no aceptarlo porque puede entrar alguien aún más conservador. Las mujeres que enfrentan espacios misóginos deben resistir y ser auténticas. Esas son las dos claves.