Por: Francesca Raffo

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Es un congreso inédito el que legislará los próximos cinco años en el Perú. Un parlamento con la mayor cantidad de mujeres en la historia, pero también uno de los más conservadores y fraccionados de los últimos veinte años. En plena crisis sanitaria, la ciudadanía tendrá que estar atenta para vigilar la igualdad de género y los derechos de las minorías. 

El complejo año electoral que vivimos por la pandemia de la Covid-19 ya tiene una de las aristas casi concretas: el Congreso 2021. Luego de las elecciones del 11 de abril y los resultados de la ONPE al 100%, ya se conoce cómo estaría compuesto el Poder Legislativo para el próximo quinquenio. 

Este congreso tiene por primera vez la mayor cantidad de mujeres dada la ley de paridad y alternancia. El hemiciclo estará compuesto en un 40% por mujeres. Sin embargo, este congreso también es uno de los más fraccionados y socialmente conservador de las últimas décadas. Es así que mujeres, minorías, población LGTBI+, entre otros, tendrán que estar alertas a las leyes que se promulguen o  a los proyectos que son rechazados. 

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“En los últimos 20 años diría que es de los [congresos] más fragmentados porque tiene 11 bancadas y también creo que es uno de los congresos más conservadores. Es un congreso polarizado en visiones económicas, por ejemplo; pero con consenso a la parte social más conservadora”, explica en una entrevista a La Antígona la analista política María José Gallo. 

El Congreso 2021

Son diez partidos políticos los que han llegado al parlamento en las elecciones de este año. La mayor agrupación política es la de Perú Libre que proyecta 37 escaños, sigue Fuerza Popular con 24. Ambos partidos se disputan la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el 6 de junio. 

Los partidos que también lograron pasar la valla electoral son Alianza para el Progreso, Acción Popular, Renovación Popular, Avanza País, Somos Perú – quien contó con el candidato más votado, el expresidente Martín Vizcarra -, Podemos Perú, Juntos por el Perú y el Partido Morado, en ese orden respectivo de número de congresistas.

Este nivel de fragmentación, tanto en el voto presidencial que se traduce en el congresal, es el reflejo de una altísima desafección ciudadana, mezclada con una pobre oferta electoral, explica Gallo. Además, menciona que según encuestas de opinión que hace IPSOS, se puede identificar que los peruanos  mantienen un voto moderado. Así, menciona que esta elección congresal podría ser, parcialmente, un reflejo de la sociedad que todavía tiene altos niveles de tradicionalismo. 

El congreso con más mujeres de la historia

Como se mencionó antes, este Congreso 2021 tendrá la mayor cantidad de mujeres. Sin embargo, esto no quita las preocupaciones en la lucha por la igualdad de género dadas la ideología de la mayoría de partidos políticos. 

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“A pesar de que este es el primer congreso con mayor composición de mujeres, nos tendremos que mantener vigilantes sobre la labor legislativa que las mismas pueden promover a favor del derecho y del género. Más allá de que las mismas sean de sexo femenino, hay un problema con el enfoque que tienen sus partidos con temas de igualdad de género. Creemos que en este momento hay varios pendientes que todavía falta trabajar a nivel legislativo y tendríamos que asegurar que las mismas lleven adelante esta agenda que nosotros hemos avanzado pero que todavía resulta insuficiente”, indica a La Antígona la Presidenta del actual Congreso, Mirtha Vásquez.

La analista Gallo también hace referencia a un gran contraste en este escenario. Entre las mujeres que llegaron al parlamento, está como una de las congresistas más votadas Susel Paredes (Partido Morado), abiertamente lesbiana y defensora de los derechos y la libertad de la mujer. Pero también se encuentra entre las más votadas María Jauregui (Renovación Popular) quien se encuentra totalmente al otro extremo. En declaraciones pasadas, Jauregui ha asegurado que: “El señor nos creó (a las mujeres) para ser ayudas idóneas de nuestro esposo”, entre otras varias frases denigrantes hacia la mujer. 

A la izquierda: Susel Paredes, a la derecha: Milagros Martínez. Foto: La Antígona

“Ese es uno de los contrastes. En el Perú, si bien las mujeres y las minorías hemos ganado varios espacios, aún quedan varias cosas bastante importantes por solucionar que no necesariamente veo que haya agendas con mucho empuje”, indica Gallo. 

Agendas que no avanzarían

Lo que este congreso podría poner en discusión son políticas de igualdad. Un país que las niega no podrá aspirar a un avance, explica la ex candidata al congreso y directora de Promsex, Susana Chávez. Son políticas que integran a las mujeres y reducen desigualdades – que evidentemente existen porque así se demuestra a diario -, agrega. 

Las especialistas coinciden que este congreso podría generar dos tipos de problemas: estancarnos con legislaciones a favor de las mujeres y minorías o retroceder en lo ya avanzado. Uno de los temas que más preocupa es el retroceso en temas de violencia de género.

“Hemos pasado a reconocer que la violencia no es negociable, ni arreglable, ni que se puede resolver mediante un mecanismo de transacción. Estamos hablando de un cambio sustantivo donde hemos pasado de considerar a la violencia de un tema de honor de la familia a que la violencia afecte la dignidad, integridad y salud mental de la mujer. No me imagino que puedan derogar una ley, pero pueden reducir cualquier obligación frente a los feminicidios o que surja la explicación de que no es feminicidio si no asesinato”, explica Chávez.

Otro tema bastante importante y sensible, que se mira con mucho conservadurismo, es la despenalización del aborto. “Hay que mirar de cara a la realidad que estamos atravesando. En medio de la pandemia, el año pasado, hemos tenido el registro de 20 niñas menores de 10 años que han terminado siendo madres y eso es terrible. Eso nos debiera hacer reflexionar”, sostiene Mirtha Vásquez

Actual Presidenta del Congreso, Mirtha Vásquez. Foto: La República

La comunidad LGTBI+ también será una comunidad vulnerable frente a este congreso. Esta comunidad todavía lucha por diversos derechos – como el matrimonio igualitario -, pero con este congreso será mucho más difícil lograrlo.

Legislaciones que deben seguir trabajando

El presente Congreso ya ha avanzado una agenda legislativa para las mujeres y las minorías, explica Mirtha Vásquez. Sin embargo, se deben seguir trabajando para implementarlas o normarlas. Este nuevo congreso debería garantizarlo.

Algunas de las reformas ya avanzadas son la Ley contra el acoso político – que requiere ahora un compromiso de implementación-; la ley de paridad y alternancia – que necesita normas complementarias para asegurarla-; fortalecimiento de la mujer rural – que necesita del ejecutivo para un seguimiento -; y, normas que garantizan a las mujeres víctimas de violencia sean favorecidas en el tema laboral. 

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El rol de la ciudadanía frente al trabajo del congreso

El Congreso 2021 ya es una realidad. A esto, se le suma que el partido político que llegue a la presidencia también será conservador en lo social. La ciudadanía tiene una responsabilidad sumamente grande para fiscalizar y exigir que las reformas no sean derogadas y los nuevos derechos entren en vigencia. 

Muchas veces, agendas como los derechos civiles quedan en segundo plano en situaciones de crisis como la que vivimos: sanitaria y económica. Sin embargo, esto definitivamente no debería ser así, explica María José Gallo. La ciudadanía y organizaciones se va a tener que articular durante el próximo quinquenio para poder mirar todo de manera integral y poder así luchar para tener una sociedad más justa a pesar de los partidos políticos que legislen en el Congreso.