Por Mya Sánchez
La fiesta de Tokio 2020 aún no acaba y Pilar Jáuregui lo sabe muy bien. Su yo adolescente no le creería si ella le contara que este 1 de septiembre debutará en unos Juegos Paralímpicos. Desde los 14 años, una luxación de cadera congénita bilateral la llevó a usar un bastón, muletas, y finalmente una silla de ruedas, y la obligó a abandonar temporalmente los deportes que más le gustaban, pero no pudo arrebatarle los sueños y el amor por el deporte.
Hoy destacan en su haber un oro panamericano obtenido en Lima 2019 y otro primer puesto en el Uganda Para-Bádminton International 2019. Jáuregui se encuentra en el sexto lugar del ranking mundial, y el constante trabajo que ha venido realizando desde el 2016 la hizo merecedora de un cupo en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 dentro de la categoría WH2 femenino individual, donde participan Para badmintonistas en silla de ruedas y con discapacidad menor.
En el penúltimo día que destinó a brindar entrevistas y en medio de la concentración y últimos entrenamientos previos a su participación en el evento olímpico, la paratleta puneña conversó con La Antígona acerca de sus expectativas, los retos que tenemos en torno al para deporte y sobre cómo es ser una deportista con discapacidad en nuestro país.
¿Cómo se ha sentido clasificar a tus primeros Juegos Paralímpicos y cuáles son tus expectativas en torno al evento?
Estoy muy contenta. Estoy disfrutando los días previos, que son muy emocionantes, y disfruté también ver a los deportistas convencionales. Son mis primeras olimpiadas y además es la primera vez que el parabádminton va a estar en el evento, pero me siento tranquila, sentía mucha más presión para Lima 2019. Aquí yo sé que es complicado obtener medallas pero por ahora estoy disfrutando del momento.
Este es un hecho histórico además porque es la primera vez que el parabádminton forma parte de los Juegos Paralímpicos. ¿Qué tan importante consideras que es esto para la visibilización de esta disciplina?
Creo que el parabádminton ha crecido muchísimo y ahora con Tokio 2020 va a seguir creciendo. Clara muestra de ello es Perú, donde tenemos a Giuliana Poveda que es campeona mundial, Pedro Pablo de Vinatea que es oro panamericano, Jesús Salva que es bronce panamericano y otros chicos que estuvieron muy cerca de la medalla como Jenny Ventocilla y Pablo Cueto, y esto no se acaba ahí, se vienen los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Cuando yo empecé en el 2016 éramos 13; en el 2017, 20; en el 2018, casi 30 y ahora estamos llegando a los 50, imagínate cómo ha crecido.
Has contado cómo iniciaste en el parabádminton gracias al para badmintonista Pedro Pablo de Vinatea. ¿Qué otros referentes tuviste en tus inicios?
Yo recibí también mucho incentivo de parte de mis entrenadores y de la Federación, fueron parte clave, porque Pedro me invitó pero ellos me dieron los campos, materiales y entrenadores. Yo hacía también otras disciplinas, me encanta el bádminton, básquet y tenis, pero me quedé en bádminton porque veía más organización y apoyo. Mis padres también me apoyaron siempre.
¿Qué tan importante crees que es la representación? ¿Crees que puede influir en que más personas con discapacidad se animen a practicar estos deportes?
Sí, de hecho. Cuando a los 10 años empecé con operaciones y rehabilitación no tenía conocimiento de los para deportes, recién en el 2011 los conocí. Estoy segura de que si hubiese sabido antes, hubiera empezado antes y ya sería quizá campeona en otro deporte, porque empezar de joven es lo ideal.
Alguna vez has hablado también acerca de lo difícil que es para las atletas mujeres que quieren hacer parabadminton en nuestro país llegar a concretarlo. ¿Por qué se da esto?
En realidad es para todos los deportes. Por ejemplo, en el básquet era muy sacrificado que las chicas se responsabilicen de muchas cosas (labores del hogar, trabajo) y al mismo tiempo entrenen, igual para las mujeres embarazadas. Por eso siempre ha habido más hombres que mujeres. Ahora recién están empezando a participar más chicas en el parabádminton y les está yendo muy bien. Otra cosa que también pasaba en otros deportes era que yo era la única mujer y no nos dejaban competir porque “solo era torneo de varones”. A mí me molestaba porque en las reglas internacionales se indica que si no se reúne el cuadro de mujeres pueden jugar en el de varones. Eso ayuda a que haya más chicas y que no se queden sin competencias, porque muchas veces no continuamos entrenando porque no tenemos campeonatos y no estamos bien preparadas para los Juegos Olímpicos o Panamericanos.
En mi caso, la clasificación para Tokio 2020 era por dobles mujeres, pero no tenía una partner y tuve que buscar la clasificación de singles, cuando podría haber tenido más chances. Ahora ya estamos trabajando en abrir todas las categorías y modalidades para estar preparados. Pero en el parabádminton nunca ha sido un problema para mí, es más, me gusta jugar en el Campeonato de varones.
Tú tuviste depresión cuando eras adolescente tras tu diagnóstico y operaciones, ¿cómo haces ahora para cuidar tu salud mental?
Cuento con un psicólogo del IPD, también uno de la Federación. Vamos trabajando desde el 2018. Antes era acomplejada, tenía miedo, pero ya cuando empiezas a vivir la vida y evitar que te importe lo que no te debe importar, cambian las cosas. En eso el deporte me ha ayudado muchísimo. Y sí hay un trabajo muy grande de parte de los psicólogos pero sobre todo porque afrontamos la tensión de torneos, partidos, puntos. Antes me ponía mucho más nerviosa, ahora ya tengo más control. También estoy en un buen momento porque ya no tengo mucha presión por el resultado. He decidido que puedo llegar a la meta pero disfrutando mi deporte.
¿Cómo es ser una mujer con discapacidad en nuestro país?
Estamos mejorando en el sentido de que nos aceptan o ven que sí podemos. Antes muchos me decían “¿Haces deporte? ¿tú puedes?”, en cambio ahora me dicen “¡Ah! ¿qué deporte haces?”. En lo social hemos mejorado muchísimo también. Falta, y obvio esto empieza desde muy niños pero siempre digo que a mí los que me sorprenden son los más chicos. Son los que más se dan cuenta de si necesitas ayuda y le dicen a sus padres. Ya nos ven distinto, no como pobrecitos o suponiendo que no podemos.
Esta es la forma en que podemos hacer deporte y muchos no lo hacen pensando que van a ser campeones sino porque les hace sentir bien y eso me parece súper válido porque yo empecé así. Me encantaba poder volver a sentir el viento, sentirme cansada, que era algo que no sentía desde niña, y ya luego pude ver que podía ser una para atleta de alto rendimiento.
¿Qué tan amigable es la ciudad de Lima a nivel infraestructura para una persona con discapacidad?
Dependiendo de la zona. Yo antes solía “rodar” más que moverme en taxi o carro, y hace 6, 7 o 8 años no había mucha accesibilidad. He visto que cada vez las municipalidades de los distritos están haciendo más (rampas) pero en muchas ocasiones las hacen por hacer, parecen rampas para los skaters (risas) porque hay tachos de basura al frente o un poste al final. O hay rampas y hay carros estacionados o puestos. Honestamente ha mejorado muchísimo pero esperemos que lo siga haciendo. Algo que me sorprendió hace poco fue que ahora en muchas ocasiones cuando los conductores nos ven ya no tenemos que esperar a que haya luz roja para que paren, ya no soy invisible. Te juro que muchas veces me ha pasado que hay pases peatonales pero los carros van a velocidad y uno se siente invisible. Pero estamos cambiando eso.
Y sé que tú gracias al programa del IPD #VamosconTokio pudiste clasificar a los Juegos Paralímpicos. ¿Qué tan importante es el apoyo estatal a los deportistas?
Estoy muy agradecida con el programa pero sí me hubiese gustado que empiece antes, ya que inició ni bien acabó Lima 2019 pero nosotros empezamos a sumar puntos desde enero del 2019, entonces deberíamos tener un poco más de tiempo para llegar bien preparados. La clasificación salió muy tarde, pero felizmente tengo el respaldo de mi Federación. Sabíamos que íbamos a estar clasificados y hemos venido trabajando desde el 2020 para poder estar en Tokio. Me gustaría igual que haya más apoyo, hay muchos atletas que se han quedado por poco y quizá por falta de tiempo. O también sería bueno que haya un programa panamericano, así asumiríamos dos torneos en uno y tendríamos mejores resultados.
Sé también que las empresas ayudan mucho en ese sentido. Hace poco recibiste una nueva silla profesional de titanio hecha a tu medida. ¿Qué tan importante es también el apoyo desde el sector privado a los paradeportistas?
Es un complemento no solo porque apoyan en torneos, sino también por el tema social. Hay muchas campañas de mis patrocinadores para visibilizar el para deporte y otras actitudes buenas, y eso es lo que me gusta más. Somos muchos atletas que empezamos en la nada, siendo los últimos del ranking, y ellos están con patrocinio también, por eso estoy agradecida con las empresas privadas que creen en los para deportistas, pero también con la Federación y el IPD, junto a la Asociación Nacional Paralímpica del Perú, creo que están haciendo un buen trabajo. Obviamente ellos no se dan abasto para todos porque somos muchos y tienen que ver la forma de que todos compitamos y no hay tanto presupuesto pero es ahí donde entran las empresas privadas. Gracias a ellas yo pude ir a más torneos en el 2019 y pude sumar buenos puntos.
¿Qué mensaje esperas dejar tú para las niñas y jóvenes peruanas que tienen discapacidad y que ven en ti a un referente?
Que confíen en ellas, que se apoyen en la familia. A los padres, decirles que confíen en sus hijos. El deporte los va a ayudar muchísimo, no importa qué deporte hagan ni qué discapacidad tengan: hay deporte para todos. Lo bueno del para deporte es que no hay límite de edad y puedes empezar tarde o siendo joven. Yo, por ejemplo, no tenía control sobre mi lado derecho, pero con el deporte he ganado más movilidad y fuerza. Ayuda a sentirse bien y más independiente.
Gracias por tu tiempo. Estaremos atentas a tu participación en Tokio 2020 y desde ya eres un orgullo para todos nosotros.
Gracias a ustedes -los medios- porque hay muchos chicos que se enteran de los para deportes a través de la televisión o entrevistas en redes sociales y se han animado a practicarlos. Yo me enteré así, a través de una pantalla. Gracias por promover el para deporte.