Por Diandra García
Andrea Cruzado (Laredo, 1993) se mueve de una habitación a la otra, para estabilizar su conexión a internet. Aunque es la primera vez que la veo en simultáneo, la conozco de antes. Se trata de una de las escritoras contemporáneas de mi región –La Libertad– sobre la que más he oído. Me han hablado de su poesía; su segundo puesto en los Juegos Florales de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT, 2011), su primer poemario (Materia, Paloma Ajena Editores, 2015), el segundo (Museum, Fondo UNT, 2018), su escritura nocturna en madrugadas con amigos… Me han hablado, digamos, de su voz particular.
–¿Cosas buenas o cosas malas? –pregunta Andrea con interés.
Evado la respuesta. Han sido buenas, por supuesto, pero prefiero escucharla a ella. Prefiero escuchar su voz particular.
–Vaya –sonríe ahora–. Pues, ¡qué te cuento!
Sobre la necesidad de escribir
La sintió alrededor de los once años. Andrea es sobrina de Tomás Ruíz Cruzado, poeta regional conocido por su editorial independiente Camión Editores. Él visitaba la casa de su sobrina con libros, que se convirtieron en el refugio de Andrea. Leía y escribía para hacer frente a un “cuadro familiar extraño”.
–La separación de mis papás fue lo mejor que pudo pasar entonces –asegura. Deja la palabra “violencia” escabullirse de sus labios, sin ahondar en el tema. No es esa la historia que tiene que contar.
No consideró compaginar sus textos iniciales hasta que se organizó un concurso literario en su colegio. El premio la sedujo: libros y papelería, el sueño de su infancia. Aquel poemario pequeño sería el comienzo de una obra que, años después, ganaría portadas, lomos y –cómo no– contraportadas.
Sobre la universidad y sus primeros libros
A los dieciséis, ya deseaba independizarse. Iba a ingresar a la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), por lo que consiguió trabajo en un café. Alquiló una habitación en el pasaje Santa Rosa. Empezó a vivir y a moverse por su cuenta.
–Gorreaba comida de mi papá los fines de semana –admite con diversión.
Durante su etapa universitaria, participó en la organización de diferentes eventos culturales. Destacaría más incluso con Común y Corriente (2011), compilatorio que ganó el segundo lugar de los Juegos Florales de la UNT. Los poemas escritos allí datan de sus quince a sus diecinueve años.
–El lenguaje es… insidioso. Soy muy intimista. Hablo sobre costumbres familiares, religión, encuentros amorosos –comenta Andrea, distante y considerada de su yo de hace una década–. Termina con la parte de concepción. Estaba embarazada de mi primer hijo.
Paulo, el “conquistador” de su vientre –como lo llama en una dedicatoria–, es una presencia constante en El Animal es el Acto, que comprende una sección de Museum (2018), su poemario más reciente. La contraportada del ejemplar elogia el discurso femenino “no confrontacional” de la autora. Cuando la cuestiono acerca de esto, Andrea se muestra impávida.
–Escribo sobre la feminidad porque es lo que conozco. Para algunos, será un tema feminista; para otros, no. Es la perspectiva de quien lo lee. Yo, en realidad, sí tengo confrontaciones. Intento desmitificar la maternidad, porque también cansa. No siempre se tienen palabras bonitas.
Sobre el Segundo Síntoma
Cuando Andrea viajó por turismo a Chachapoyas, decidió que era el espacio que quería para ver a sus hijos crecer. Se lo diría con frecuencia en adelante, ante cualquier vicisitud que se presentara. Eran sus decisiones. Con estas, ejercía una libertad tan auténtica como los versos en que se refugió de pequeña.
Hoy, Andrea vive con sus dos hijos, Paulo y Laina, en el lugar que eligió. Paulo, heredero del ímpetu lector de su madre, la acompaña en el programa radial Libros ¿Para qué?, producido por la Municipalidad Provincial de Chachapoyas. Juntos, se preparan para la llegada de la próxima auténtica decisión de Andrea: Segundo Síntoma, su tercer poemario.
–El corazón (del poemario) es mi mundo interior, que está rodeado de poemas con temas sociales. Ha sido un proceso bonito: la redacción, la edición, la elección de la portada… Siento que me he involucrado totalmente.
De la mano con Paloma Ajena Editores, Andrea Cruzado publicará Segundo Síntoma en marzo de este año. Para la promoción del libro, regresará a Trujillo, ciudad que volverá a oír su voz particular.
Fuerza Extraña. Para Andrea, si su próximo poemario (Segundo Síntoma) fuera una canción, sería Força Estranha de Moreno Veloso. Esa, o Lo siento BB :/