Por Arleth García
En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, La Antígona, aporta a la construcción de la memoria nombrando a las víctimas de desaparición forzada en México y reconoce el trabajo de sus familiares por encontrarlos.
La desaparición forzada es el arresto, la detención, el secuestro de o cualquier otra forma de privación de la libertad. Esta, puede darse a manos de agentes del Estado o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o el consentimiento del Estado. Y, es seguida de la negativa a reconocer dicha privación de la libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida.
El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juñárez, A.C, señala que la desaparición es un delito y una violación a derechos humanos, pero sobre todo un dolor inmenso que las familias llevan a cuestas. Pese a ello, miles de mujeres y hombres han transformado su dolor en exigencia de justicia, acudiendo a las instancias gubernamentales que deben investigar.
En México, la desaparición de personas es uno de los problemas más grandes. Tuvo repercusiones en la década de los 60 y 70. Sin embargo, la peor crisis fue en el sexenio de Felipe Calderón, en el contexto de la llamada guerra contra el narco. Los conflictos que tenía el Gobierno con los grupos de narcotraficantes dejaron en medio a la ciudadanía, que, desprotegida, se volvía blanco fácil. En especial las mujeres y niñas, quienes eran despojadas de sus hogares y no se volvía a saber de ellas.
De acuerdo al Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de 2011 a 2020, en México hay 14, 312 mujeres desaparecidas en la última década.
En 2019, se reportaron 16 casos en todo el año. En 2020, se registraron 118, y en los primeros seis meses del 2021 van 358 mujeres de las que no se sabe dónde están. Las cifras son desesperantes: una desaparecida cada 12 horas.
¿Qué ha hecho el Gobierno Mexicano al respecto?
El 1ro de agosto de este año, el Instituto Electoral Nacional (INE) organizó una consulta popular. Esta, es un mecanismo directo de participación en el que la ciudadanía aprueba o rechaza una o varias propuestas planteadas con anterioridad sobre temas de interés público. La misma, pretende que la ciudadanía muestre su aprobación o rechazo a que, con apego al marco legal, sean llevadas acciones para el esclarecimiento de decisiones políticas tomadas en el pasado.
La pregunta sometida a consideración del electorado fue: ¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?
El resultado de la Consulta Popular, conforme a la Ley Federal de Consulta Popular, fue un total de 7.1133 por ciento del 100 por ciento de la participación ciudadana con el 97.7214 por ciento a favor y el 1.5449 por ciento en contra. Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no procede la vinculación de la consulta a las autoridades, debido a que no alcanzó el 40 por ciento de participación requerido por la Ley Federal de Consulta Popular.
Noticias falsas y desinformación
Ante el fallo de la Consulta Popular se oyeron comentarios, opiniones y noticias que han desinformado a la ciudadanía mexicana sobre el proceso y las acciones que llevará a cabo el Gobierno. Esto, para conseguir la justicia y apoyo que los familiares piden. Sus exigencias se basan en peticiones para realizar búsquedas más exhaustivas con el fin enjuiciar a las personas implicadas, incluyendo ex presidentes.
Uno de los comentarios más polémicos fue el que realizó el ex-presidente Vicente Fox, el cual compartió en su twitter comentarios poco tolerantes. Estos mismos, provocaron que las personas comenzarán a cuestionar la importancia de estas actividades democráticas y su poca relevancia.
Estas propuestas no se pueden llevar a cabo porque el INE tiene presupuestadas consultas populares en cada sexenio para conocer la opinión de la sociedad. No son fondos sin sentido u objetivo claro. Así mismo, tampoco perjudican otras necesidades prioritarias, como las vacunas.
Por desgracia, estos comentarios generan una gran desinformación causando mayor impedimento para que comiencen iniciativas que aporten a hacer justicia. En especial, por la cantidad de réplicas que se propagaron por redes sociales comparando qué podría comprar el Gobierno con el presupuesto de la consulta, dejando de lado el propósito de la misma: las personas desaparecidas.
¿Qué sigue?
En México aún no se tiene suficientes autoridades que asuman el deber de buscar a las personas desaparecidas como una obligación propia. Mucho menos, profesionales en las fiscalías que no tengan prácticas indolentes y re victimizantes. Por eso, en muchas ocasiones, el impulso a las investigaciones termina recayendo en las propias familias, que a su dolor, suman la carga de tener que dar seguimiento a las indagatorias.
De acuerdo a la Comisión Nacional de Búsqueda, hay 90 mil personas desaparecidas en el país y posiblemente se alcancen las 100 mil personas sin localizar según encuestas. Asimismo, al menos cinco buscadoras y buscadores han sido asesinados en el actual gobierno.
El Centro Prodh, tomó en cuenta experiencias y relatos de grupos buscadores de personas. Así, fue que realizó una guía práctica “No somos expedientes” que tiene la finalidad de auxiliar a las y los familiares en las acciones que impulsan ante las instancias encargadas de velar por la verdad y la justicia en México. En especial las mujeres.
El papel que las mujeres tienen en la búsqueda de personas desaparecidas en México es muy importante. Regularmente son las madres, esposas, hijas y amigas quienes salen a las calles a realizar brigadas y manifestaciones para exigir el apoyo de los grupos policiales para poder agilizar las averiguaciones correspondientes.
En 1977 surge el que es conocido como el primer Comité Pro-Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México renombrado a el Comité Eureka. Fue fundado por Rosario Ibarra de Piedra, madre de Jesús Piedra Ibarra desaparecido en Monterrey en abril de 1975.
Aunque la violencia también las ha alcanzado. Ya que, dentro de está búsqueda, las mismas mujeres buscadoras han ido perdiendo la vida. En una entrevista para el medio El País, Gemma Antúnez, que busca a su hijo en Guerrero dentro del colectivo Familiares en Búsqueda María Herrera, denunció que la violencia hacia las mujeres buscadoras se ha extendido por todo el país. Asimismo, mencionó que algunas activistas de su colectivo han recibido amenazas. También, señaló que sus compañeras en Michoacán han sido hostigadas por las autoridades mientras llevaban a cabo su labor.
Por su lado, Guerreras Buscadoras en Sonora han emprendido una iniciativa para exigir justicia por el asesinato de Ramos mientras siguen buscando a su esposo. “No queremos desenterrar más muertos para enterrarlos vivos”, dicen.
¿Cómo apoyar?
A pesar de la pandemia, las amenazas y formas de querer callarles, las mujeres se siguen organizando para buscar a sus seres queridos. Su lucha no termina. Incluso se han creado brigadas de búsqueda conformadas por familiares y colectivas que se únen a la lucha. Además, en este momento se está preparando la Sexta Brigada Nacional de Búsqueda que se realizará en el estado de Morelos, México. Igualmente, se están organizando las diversas actividades de recolección de recursos.
¿Cómo apoyar a la VI Brigada Nacional de Búsqueda?
- Dona en línea a través de Paypal (MX): Paypal.Me/enlacesnacionales
Gofundme (USD): https://gofund.me/96fa913c - #RifaSolidaria 10 ilustraciones por la búsqueda de desaparecidas y desaparecidos. ¡Tienes hasta el 14 de septiembre para comprar tu boletos!
Para más información visita la página de: https://www.instagram.com/p/CTFQDaCre3S/
“Nunca hubiera podido imaginar que una ausencia ocupara tanto espacio, mucho más que cualquier presencia”