Por: Francesca Raffo
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FOTO: Aldaír Mejía

Más de 1600 ollas comunes buscan ahora el reconocimiento del Estado.

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Las ollas comunes registradas en Lima Metropolitana brindan más de 169 mil raciones diarias de alimento a quienes lo necesitan. Actualmente las ollas están subsistiendo y es gracias a sus lideresas. Más de 1600 ollas comunes buscan ahora el reconocimiento del Estado. 

La crisis sanitaria trajo consigo una grave crisis económica en la población peruana y también una crisis alimentaria. Durante la primera cuarentena impuesta por el gobierno el año pasado, 958 mil peruanos no pudieron comprar una canasta mínima de alimentos según el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI). 

Sin embargo, un acto de solidaridad surgió en medio de la crisis: las ollas comunes. Dispuestas a luchar por su gente, diversos vecinos – la mayoría mujeres – se organizaron para trabajar a diario en ollas comunes, brindando, sin costo alguno, una porción de alimento a quien lo necesitara. 

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Fortunata Palomino presidenta de la Red de Ollas Comunes FOTO: Anthony Niño de Guzmán. 

Actualmente, las ollas comunes brindan 169 mil raciones diarias aproximadamente, según la Municipalidad de Lima Metropolitana. Sin embargo, “las ollas comunes se encuentran resistiendo por sus propios recursos porque no hay un presupuesto asignado para esto. El presupuesto que había pasado de Qalli Warma de 22 millones por 90 días ya terminó, entonces ya no tienen ingresos. Están sobreviviendo de las personas que donan”, explica Fortunata Palomino, Presidenta de la Red de Ollas Comunes a La Antígona.

Son 1644 ollas comunes registradas por la Municipalidad Metropolitana de Lima, según indica Jessica Huamán, Regidora Metropolitana y Presidenta de la Comisión de Salud Pública y Desarrollo Social. Sin embargo, asegura que con el paso de los días se van creando más ollas que todavía no están registradas. La misma municipalidad tiene un mapa georeferencial donde se puede ver la ubicación de estas.

Pero con el resurgir de las ollas comunes para salvaguardar la alimentación de la población también se ha evidenciado el empoderamiento de las mujeres en estas organizaciones. Carolina Trivelli, ex Ministra de Desarrollo e Inclusión Social y especialista en temas de pobreza y políticas públicas comenta el contexto donde estas mujeres lideresas se desarrollan.

“Las ollas comunes son una versión espontánea temporal del modelo más tradicional del comedor popular o del vaso de leche que tiene un arraigo importante en la historia social peruana, pero sobre todo en la historia de la participación femenina como estos espacios no solamente de ayuda social-comunitaria frente a situaciones adversas, sino cómo estos espacios muy feminizados, originalmente asociados a los temas de comida y alimentación, pero también que ha servido como plataforma de acción social y política, formación de lideresas”, comenta.

Una organización con voz

La organización de las ollas comunes, explica Fortunata, consta de una presidenta y 6 integrantes. De las ollas actualmente activas, el 80% de estas lideresas son mujeres, indica. “Nosotros hemos formado una red y también trabajamos para integrarnos a la mesa de trabajo de seguridad alimentaria de Lima Metropolitana. Gracias a ellas hemos logrado rearticularnos con las ONG y también con la Presidenta del Congreso. Desde ahí buscamos la incidencia para el presupuesto de las ollas comunes. Así logramos el presupuesto de 22 millones de soles de Qalli Warma”, sostiene Fortunata Palomino.

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«Junto a la Red de Ollas Comunes de Lima y la Mesa de Seguridad Alimentaria, nos reunimos con la Ministra de Desarrollo e Inclusión Social, Silvana Vargas, para articular iniciativas que garanticen apoyo a las ollas comunes en esta crisis económica y alimentaria que vivimos»

 Mirtha Vásquez

@MirtyVas

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Y es que son, esta organización y su necesidad de ser reconocidas por las autoridades, los impulsos que hacen que las mujeres en las ollas comunes alcen la voz y busquen ser escuchadas. Son ellas quienes durante esta pandemia han logrado que se les asigne un presupuesto y siguen luchando para que el Proyecto de Ley 5764 sea aprobado por insistencia en el Congreso, aún cuando fue observado por el Ejecutivo y devuelto al Parlamento para su revisión. Es necesario su promulgación para que las ollas comunes sean reconocidas temporalmente por el Estado y tengan un presupuesto definitivo.

Fortunata, explica la importancia de lograr esto: “Es importante que se apruebe esa ley para que las ollas comunes sean reconocidas por los gobiernos locales. Estamos esperando un presupuesto asignado porque ahorita no hay. La ministra nos ha dicho que va a seguir apoyando con el presupuesto de Qalli Warma, pero no sabemos cuánto ni cómo”. 

Han logrado tener incidencia política

Para la Regidora de Lima, Jessica Huamán, la planificación de estas mujeres ha sido fundamental. “La organización que ellas han tenido ha sido la fuerza para que puedan hacer mayor incidencia. Que hayan formado una red de ollas comunes en Lima Metropolitana ha hecho que tengan esa fortaleza para que sean escuchadas. Desde la mesa de seguridad alimentaria hemos recogido sus aportes desde antes que se formen como red, pero todo ha sumado: la organización social, trabajo en conjunto con asociaciones y la voluntad”, dice a La Antígona. 

Las ollas comunes, a diferencia de los comedores populares o vaso de leche, no son reconocidas por el Estado y es por eso que no tienen ningún presupuesto asignado. Subsisten de la colaboración de vecinos y otras personas que ayudan de manera solidaria. Además, organizaciones como el Banco de Alimentos, Cáritas y la misma Municipalidad de Lima, colaboran con estas.

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Carolina Trivelli, ex Ministra de Desarrollo e Inclusión Social. Fuente: Andina

Es justo en este trabajo de comunicación que las lideresas cumplen un papel fundamental ya que se convierten en personajes legítimos de incidencia política, indica Carolina Trivelli. Son ellas quienes hablan con las organizaciones y también con las autoridades locales para poder lograr lo necesario como el reconocimiento y la ayuda. Asimismo, son quienes generan una comunicación con los medios de comunicación para hacer un llamado a la población general y al gobierno central. 

“Las señoras de las ollas comunes a través de la incidencia que han podido hacer es que han empezado a hacer contacto con autoridades locales. La incidencia que ellas han hecho se ha sumado con la voluntad política. Esa necesidad que veían ellas al inicio de la pandemia – de no encontrar respuesta a lo que ellas pedían o no encontrar a alguien que las pueda ayudar como puente para llegar a las autoridades -, hoy lo están encontrando en esta plataforma multi-actor”, explica Huamán quien trabaja de manera directa con las ollas.

Lideresas y cocineras: la dicotomía de los roles de género 

Como explica Jessica Huamán, la figura de la mujer, no solo en el contexto de pandemia, siempre ha estado ligado a la seguridad alimentaria de la familia. Las mujeres han tenido ese rol protagónico dentro de este espacio y, en estos momentos, ha servido para generar cualquier iniciativa para garantizar la alimentación.

Pero es dentro de este rol de cuidado y alimentación donde muchas otras mujeres se ven encasilladas y pasan la mayor parte de su tiempo cuidando de sus familias sin tener así una oportunidad para desarrollarse profesionalmente y económicamente. Sin embargo, Carolina Trivelli explica que en la olla común sucede lo contrario: la olla común es un escenario de armonización de estas dos versiones para la mujer. 

“Si bien comienzan a partir de reafirmar un rol de género ultra tradicional – la cocina, alimentos – se vuelve un movimiento de liderazgo femenino, de empoderamiento, de capacitación, de voz para mujeres incluso que están en la cocina. Creo que las ollas son la versión coyuntural de una tradición muy importante que ha puesto en valor el rol y potencial de las mujeres como actores sociales y comunitarios más allá de la sola cocina”, sostiene.

El reconocimiento

Proyecto Ley N° 5764. Fuente: Congreso de La República

Las ollas comunes esperan ahora que el Proyecto de Ley 5764 sea aprobado por insistencia en el Congreso de la República. De este modo se les daría de manera temporal un presupuesto asignado y así dejarían de depender de las colaboraciones. Esta responsabilidad recae sobre la Comisión de Inclusión Social y Personas con Discapacidad cuyo Presidente es el parlamentario José Luis Ancalle Gutierrez. 

El apoyo de la población es necesario, es por eso que si estás interesado en apoyar a alguna olla común registrada en la Municipalidad Metropolitana de Lima puedes ingresar al mapa georeferencial haciendo click aquí donde podrá ver el contacto y número de beneficiarios de cada olla común. 

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