Por Noelia Carrazana
Introducción por Johanna Gallegos @JohannaFGA
Ser mujer y ser periodista representa vivir en riesgo. Debido a nuestro trabajo, diariamente lidiamos con el machismo, la censura y la violencia. Durante los dos últimos años en pandemia, la situación no ha mejorado y las manifestaciones de violencia han crecido expandiéndose al mundo virtual.
Desde La Antígona hemos recopilado testimonios de periodistas de Perú, Bolivia, Argentina y México que han sido víctimas de violencia. Nos sumamos a la campaña de los 16 días de activismo de #AcosoEnElPeriodismo para visibilizar la violencia contra las mujeres periodistas en cuatro reportajes que recorren los diferentes países.
La televisión argentina se remeció. Se desató un escándalo en los medios de comunicación. La periodista y panelista María Belén Ludueñaa se alejó del noticiero “Buenos Días América” del canal América TV. En ese momento Belén no dio demasiadas explicaciones del porqué de su alejamiento, pero sí lo hicieron sus ex compañeras de trabajo. Ellas acusaron al conductor, el periodista Antonio Laje, de acosarlas laboralmente, de maltratos e incluso de acosarlas sexualmente.
Lo llamativo de este caso es que, en los medios grandes de Argentina, se silenció esta situación. Los programas de América TV no lo mencionaron, pero sí en otros canales o redes sociales que publicaron los testimonios de, por lo menos, cuatro denunciantes. Lo que más llamó la atención fue la inacción de las autoridades del canal al mantener al conductor acusado en el medio. Estas situaciones no solo se dan en los grandes medios o en Buenos Aires. Podemos encontrar un sinfín de relatos a lo largo del país.
Casos que grafican cómo es el acoso o abuso a las mujeres periodistas en el país
“Como periodista de policiales y judiciales escucho comentarios fuera de lugar, que un juez te comenté sobre tus pechos o cuando uno se encuentra con fuentes en lugares deshabitados a la noche y tener que pasar a hablar de los temas por los cuales uno va, a tener que hablar de si una tiene novio o marido y si se siente sola. Son situaciones bastante comunes” relata a La Antígona la periodista Mariana Romero, quien vive en la provincia de Tucumán.
“En elecciones también, personas que no eran periodistas, acosaron a otra compañera. Ahí me di cuenta que yo tendría que haber denunciado [mi caso] para que se pongan medidas de seguridad y quizás eso no le hubiera pasado”, explica la periodista tucumana y reflexiona que tenía normalizadas estas situaciones de abuso simple.
No se viven las mismas situaciones de trato laboral siendo hombre que mujer, ejerciendo o buscando ejercer el periodismo “a los 19 años cuando estaba estudiando me acerqué a una persona que conocía para contarle que quería buscar trabajo. Tuve una respuesta sugerente, se acercó y me agarró de la cintura hasta la cola. Lo saque y se fue, pero al poquito tiempo pasó la denuncia de Thelma Fardin a mí se me removió la situación y pensé si podía ser calificada como un abuso”, indica una joven periodista que prefiere mantener su nombre anónimo.
“No lo denuncié de manera pública, pero sí avise a personas que lo conocen. Si aún no lo puedo contar con nombres es porque tengo miedo de lo que pueda pasar. Éll es alguien importante”, testimonia nuestra entrevistada quien explica que esta situación tuvo que tratar en terapia y así poder comprender que era un abuso.
“Estamos en un momento en Argentina donde como sociedad es hora de que comencemos a hacernos cargo. Hay un avance gracias al feminismo y es hora que los medios estén a la altura de eso”, analiza la joven que se siente contenida por la ola de los nuevos derechos conseguidos en los últimos años por las mujeres.
Legislación argentina
En Argentina hay un avance en el pensar como sociedad y también desde el Estado con algunas acciones concretas. Una fue la ratificación en 2020 del convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde se reconoce que las mujeres son las más expuestas a esos comportamientos y prácticas en el mundo laboral.
Nuestra sociedad está en una revisión de temas tabú, que hace cinco años eran naturalizados y ocultados. Gracias a la valentía de mujeres y hombres, se denunciaron a figuras conocidas de los medios o del espectáculo. El movimiento denominado “Me Too”, se hizo viral desde un hashtag en las redes sociales primero norteamericanas y después a nivel mundial. Clara muestra de ello fue la gran denuncia a Harvey Weinstein en 2017 por agresión sexual y acoso.