Por Hilary Venegas

Día Internacional de la Amistad.

El Día Internacional de la Amistad, celebrado cada 30 de julio, nos invita a reflexionar sobre la importancia de las relaciones interpersonales y su papel como pilares de apoyo en tiempos difíciles. Durante la crisis, la amistad y la solidaridad se convierten en fuerzas esenciales que nos ayudan a superar las adversidades, brindándonos esperanza y fortaleza a través de la conexión con los demás.

La fecha ha adquirido mayor notoriedad, promoviendo la unión entre amigos y amigas en diversas culturas y naciones. Foto: Clarín.

El 3 de mayo de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad. Este día tiene como objetivo resaltar cómo la amistad entre pueblos, países, culturas y personas puede inspirar iniciativas de paz y ofrecer una oportunidad para construir puentes entre comunidades, afirmando que la amistad puede contribuir significativamente a los esfuerzos de la comunidad internacional. 

En el marco de esta conmemoración, es esencial reconocer el papel fundamental que han desempeñado la solidaridad y la amistad, especialmente en tiempos de crisis. Estos valores se han manifestado de diversas formas, demostrando la capacidad de la sociedad para unirse y brindarse apoyo en momentos difíciles.

En el Perú, los lazos de amistad y solidaridad han sido vitales para enfrentar diversas crisis en los últimos años. Desde desastres naturales hasta problemas económicos y sanitarios. La capacidad de los peruanos para unirse y apoyarse mutuamente ha demostrado ser una fuente inagotable de fortaleza y resiliencia

Desastres naturales y respuesta comunitaria

En nuestro país frecuentemente es afectado por desastres naturales, como terremotos e inundaciones. En estos momentos críticos, la amistad y la solidaridad han sido esenciales para la recuperación y el apoyo mutuo. Por ejemplo, durante el terremoto de Pisco en 2007, las brigadas de amigos y vecinos se organizaron para rescatar a personas atrapadas y proporcionar refugio y alimentos a los afectados. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) el sismo dejó en la región 32,000 personas afectadas. Las inundaciones de Piura en 2017 también vieron cómo las redes de apoyo comunitario se unieron para distribuir alimentos y medicinas, ayudando a más de 1.9  millones de personas afectadas, según UNICEF.

Crisis económicas y redes de apoyo

Las crisis económicas, como la recesión de 2019 y la recesión provocada por la pandemia de COVID-19 en 2020, han golpeado duramente a la población peruana. Sin embargo, la amistad ha servido como una red de apoyo crucial. Durante la recesión de 2019, más de 2 millones de peruanos participaron en redes de trueque y colaboración entre amigos para intercambiar bienes y servicios, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

La pandemia de COVID-19 provocó una contracción del PIB del 11.1% en 2020 según el INEI, pero muchas pequeñas empresas y emprendedores encontraron en sus amistades el apoyo necesario para sobrevivir. Compartir recursos, conocimientos y brindar apoyo emocional fueron estrategias clave para enfrentar esta crisis.

Unión, patriotismo y no discriminación

En medio de las crisis y los desafíos, la amistad y la solidaridad se convierten en pilares fundamentales para mantener la cohesión social. Estos valores no solo fortalecen la unión, sino que también promueven un sentido de patriotismo y rechazo al clasismo y la discriminación.

Las marchas y manifestaciones en Perú han evidenciado cómo los peruanos se unen en momentos de crisis. La lucha conjunta por los derechos y la justicia social refleja un profundo sentido de patriotismo y unidad nacional. En tiempos de adversidad, es esencial que los peruanos se apoyen mutuamente sin distinciones de clase social, etnia o género. La solidaridad y la empatía deben prevalecer sobre cualquier forma de discriminación, fortaleciendo así una comunidad más inclusiva y justa.

La amistad, como base de la solidaridad y la empatía, es fundamental para construir una sociedad más compasiva. La capacidad de entender y compartir las emociones de los demás fortalece las relaciones interpersonales y contribuye al bienestar colectivo.

Según la psicóloga Natalia Peña, es crucial contar con el apoyo de las amistades, ya que psicológicamente, todos necesitamos una red de apoyo que nos brinde contención en momentos difíciles, como la familia y los amigos. “Las personas suelen ser un poco egoístas y pensar en su propio bienestar, por lo que ser altruista en esta época es difícil, pero no imposible. Aún hay quienes ponen por delante el bienestar de otros y el apoyo que puedan brindar”, señala.

Asimismo, Peña, considera que organizar talleres sobre la empatía, la confianza y la importancia de tener buenos amigos sería muy beneficioso. Estos talleres podrían ayudar a las personas a desarrollar habilidades sociales esenciales, fortalecer sus relaciones personales y crear redes de apoyo sólidas. Además, fomentar la empatía y la confianza puede contribuir a una comunidad más unida y comprensiva, donde las personas se sientan más seguras y apoyadas en momentos difíciles.

Podemos señalar que la amistad y la solidaridad han demostrado ser valores esenciales en nuestro país durante tiempos de crisis. Al celebrar el Día Internacional de la Amistad, es fundamental recordar y promover estos valores para construir una sociedad más unida y justa.

Este día nos recuerda la importancia de los lazos que construimos y cómo se fortalecen en tiempos difíciles. En Perú, la amistad y la solidaridad han sido fundamentales para superar adversidades, reafirmando nuestro compromiso con el bienestar colectivo y el apoyo mutuo. Esta celebración nos debe inspirar a valorar y fortalecer nuestros vínculos, recordando siempre que, juntos, somos más fuertes.