Ante la justicia patriarcal: Mujeres bolivianas movilizadas contra la liberación de feminicidas y violadores

Ante la justicia patriarcal: Mujeres bolivianas movilizadas contra la liberación de feminicidas y violadores

Por Claudia Castro y Noelia Carrazana

Mujeres protestando contra la corrupción judicial en La Paz. FOTO: Camila Añezas – Niñas Malcriadas

El lunes 31 de enero, en varios departamentos de Bolivia, grupos de mujeres marcharon en protesta contra la corrupción judicial. Esta movilización se da luego del conocido caso de Richard Choque Flores de 32 años, un violador y feminicida serial, el cual ha evidenciado la corrupción del poder judicial y la complicidad del Estado.

La marcha fue convocada por la organización feminista “Mujeres Creando”, pero a la convocatoria se sumó la población en general, sobre todo víctimas de violencia, familiares de femicidios y mujeres aymaras. 

Quya Reina, periodista aymara que estuvo cubriendo la marcha indica que: “he asistido a varias marchas del 8 de marzo, que es el día en que varias plataformas y organizaciones feministas salen a protestar contra la violencia machista y puedo afirmar que esta fue la más importante históricamente. Porque fue la primera marcha a nivel nacional en donde mujeres aymaras adultas han asistido autoconvocándose, dejando de lado sus labores cotidianas, pues varias a las que entrevistamos son comerciantes y ganan al día”.

“La característica a destacar de la marcha fue que se sumaron mujeres alteñas del sector gremial, madres, abuelas, jóvenes que no pertenecen a ninguna organización, fue una movilización grande, como no ocurría desde las movilizaciones del año 2020”, también recalcó Camila Azeñas, de la organización feminista Niñas Malcriadas. 

El 24 de enero se conoció el caso de Choque Flores, quien fue detenido en su domicilio que se encuentra en la ciudad del Alto, acusado de violación y asesinato. Los uniformados revisaron su celular y encontraron indicios de que habría abusado de 77 personas. Entre ellas encontraron los cuerpos enterrados de Iris y Lucy, dos menores de edad desaparecidas en 2021. Este caso fue ampliamente difundido y develó los entramados de la corrupción e inoperancia de la justicia boliviana al momento de tratar las causas que atañen a la violencia de género. Choque Flores había sido detenido en 2013, y enviado a la cárcel de Chonchocoro acusado de violar y asesinar a Blanca Rubí Limachi de 20 años, por lo que fue sentenciado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto, pero llamativamente en 2019 recuperó la libertad por un fallo del juez Rafael Alcón, quien recientemente también fue detenido por haber firmado tal decisión.

El ministro de Justicia, Iván Lima, dijo en el canal Bolivia TV que el juez Alcón “liberó a Choque Flores porque había un certificado médico, según el cual corría peligro su vida por su diabetes. Pero no se sabe qué médico firmó el documento, porque el expediente se perdió misteriosamente”. Lima detalló que el magistrado, dio la libertad a Choque Flores en “solo tres días” luego de que recibiera la solicitud de libertad un 24 de diciembre de 2019.

Las movilizaciones se dieron en distintos lugares del país, como respuesta a la masiva indignación, estos dos casos se suman a los miles de casos que han quedado sin resolver. Los casos de violencia machista, feminicidios han aumentado desde que comenzó el COVID-19 y no han sido parte de la agenda desde el gobierno de Jeanine Añez ni de las actuales autoridades”, indicó Camila, integrante de Niñas Malcriadas.

Según las cifras difundidas por la fiscalía general del Estado, Bolivia registró 108 feminicidios y también se reportaron 46 infanticidios el año pasado. El fiscal general del Estado, Juan Lanchipa informó que los departamentos con mayor incidencia son La Paz con 43 casos; la oriental Santa Cruz con 17, seguido de la central Cochabamba con 15.  Estos datos van acompañados de la masiva movilización de mujeres que demostró el hastío el día lunes.

La Marcha en la ciudad del Alto se inició en la casa del feminicida, donde durante días familiares de víctimas estuvieron pidiendo que sea demolido el inmueble con la esperanza de encontrar allí cadáveres de sus hijas desaparecidas. A esa continua movilización se acercaron los medios de comunicación y el viernes 27 de enero la activista Maria Galindo integrante de Mujeres Creando, se apersonó en el lugar y convocó a movilizarse, hecho que sucedió el día lunes. desde ese lugar a la marcha que finalmente se realizó el día lunes. Los registros de los medios bolivianos mostraban a mujeres llorando desconsoladamente mientras Maria realizaba la convocatoria en las puertas del domicilio del feminicida.

La movilización concluyó en el tribunal de justicia departamental de la ciudad de La Paz. “El domicilio fue objeto de intervención, ya que padres de familia han ingresado a la casa a buscar a sus víctimas y esto mostró la desesperación y empatía de la población”, destacó Camila Azañez. El 4 de febrero en otra propiedad de Choque Flores fue encontrado el cuerpo de un primo de éste, cuya denuncia por su muerte había sido realizada por sus padres en 2014, pero el ministerio público procedió a no dar a lugar a dicha denuncia.

Para comprender porque esta movilización tuvo tanta adhesión, la periodista alteña Quya Reina explica que: “muchas mujeres expresaron que ya han pasado por denuncias en las cuales el procedimiento ha durado y sigue durando años y que no se resuelven debido a jueces, fiscales e incluso abogados corruptos. Algunas tías, en aymara, solicitaban al estado que se encierren a los violadores y feminicidas, y que nunca más vuelva a salir, es decir, que las instancias correspondientes puedan someter a los culpables a la cadena perpetua”.

“Otra de las observaciones que hicieron las mujeres aymaras, es que la justicia no considera la situación económica de las mujeres pobres. Puedes llegar a obtener justicia, pero esto sólo si les pagas coimas a las autoridades y funcionarios. Cuando en realidad es su obligación hacer ese trabajo. No hay justicia para los pobres, fueron algunas de las frases que escuchamos. Y es evidente que, en El Alto, en donde mucha gente se debe prestar dinero del banco y debe trabajar al día, la falta de ingresos es un obstáculo

para acceder a la justicia” aclaró Quya Reina. “Poder escuchar a estas mujeres ha sido realmente emotivo,porque la constante lucha contra el racismo colonial y contra los gobiernos racistas de turno que se han percibido en marchas y protestas como la del 2003

o la del 2019 protagonizadas por El Alto, se han transformado, desde sus mujeres, en denuncias contra el machismo que las aymaras vivimos día a día en una ciudad que cada vez crece más”, expresó la periodista alteña.

Movilizaciones en el resto del país

«Todas estamos convocadas por esta violencia. En Santa Cruz aún hay una tibieza y somos uno de los principales departamentos con este tipo de casos, y aún no hay esa conciencia de toda la sociedad. Pero hubo reacción de las mujeres, cuando nos dirigimos desde el palacio de justicia hasta la fiscalía nos aplaudían, gritaban desde el bus o daban bocinazos. El apoyo está”, cuenta Denilson Montaño Segovia, integrante de la colectiva Niñas Malcriadas de Santa Cruz de la Sierra.

“Nos convocamos desde la rabia por la incompetencia que tiene el estado por velar para que se cumplan los derechos que tenemos las mujeres y las disidencias sexuales. Nos movilizamos todes contra la impunidad, porque el acceso a la justicia es clasista, racista y ahí surge plantear ¿no hay tal proceso de cambio, no hay democracia si la vida de las mujeres no importa?”, remarca Montaño y que, “para que el fascismo en Santa Cruz o para que los patrones estén ocupando una silla de poder se movilizan y como ese dia no estuvo la sociedad civil en masivo,  de cualquier manera los compañeros también estamos tomando el espacio público para denunciar la violencia patriarcal”.

Desde la colectiva Mujeres de Fuego de Cochabamba su directora Fátima Terrazas explica que “la rabia e indignación es porque muchos delitos quedan impunes. Que se de la importancia a este tema, que el gobierno se de cuenta como se está manejando esta corrupción, el riesgo que se pone a lasociedad al quedar libres las personas que han cometido estos delitos. Necesitamos ser escuchadas por el gobierno y por la sociedad”.

“Hemos tenido el apoyo de muchas madres, muchos varones que se dan cuenta que el sistema judicial no está funcionando, tenemos que hacer conocer a la sociedad. Bolivia es el segundo país con más violencia, no podemos llevarlo como un trofeo. Necesitamos hacer saber ¿cómo está el órgano de justicia? ¿qué está pasando con el tribunal de justicia? ¿qué está pasando con nuestros jueces y fiscales? La falta de ayuda a las víctimas de abuso sexual, a los padres y madres” explica la activista Terrazas, del colectivo Mujeres de Fuego Cochabamba.

Desde el 24 de enero, cuando se hizo público el caso de Choque Flores, María Galindo de la organización Mujeres Creando puso su cuerpo y voz a través de Radio Deseo para visibilizar, presionar al estado e interpelar a la

sociedad boliviana para que reaccione ante tantos casos de retardación por parte de la justicia, prisión domiciliaria de violadores y asesinos que no cumplen con la sentencia de los 30 años de cárcel como indica la ley. 

Radio Deseo también es transmitida por Facebook y en estas semanas se convirtió en un espacio que recibe denuncias de familiares. “Más de 120 casos en cuatro días hemos recibido”, indicó Galindo al vocero presidencial Jorge Richter en una reunión que era transmitida en vivo en su red social. 

¿Cuántas comisiones y leyes más necesita el estado boliviano para dejar atrás el machismo?

“Ante la preocupante situación y conducta de jueces, y operadores de justicia, instruimos la creación de la Comisión de Revisión de Casos de Violación y Feminicidio en el que los sentenciados fueron liberados.

La misma deberá presentar resultados en un plazo máximo de 120 días”, publicó en su cuenta de twitter el presidente Arce, un día después de la movilización de mujeres.

El gobierno boliviano había declarado que este sería el “año de la revolución cultural de la despatriarcalización”. Con el objetivo de luchar contra las violencias hacia las mujeres, la sociedad espera que se concrete esa retórica del Movimiento al Socialismo (MAS), luego de las manifestaciones y la nueva Comisión anunciada.

Esta semana La violencia de género está en la agenda de los medios y la clase política boliviana, a tal punto, que un día después de la movilización el presidente Luis Arce creó la conformación de una Comisión que ha propuesto Mujeres Creando y que no quede sin efecto. Además, la organización pretende convocar a otras organizaciones feministas o que trabajen con mujeres en todo el país.

La violencia de género está en la agenda de los medios y la clase política boliviana, a tal punto, que un día después de la movilización el presidente Luis Arce anunció la conformación de esta comisión.

La organización Mujeres Creando a traves de Radio Deseo y de la cara más visible su organización: la feminista boliviana Maria Galindo quienes convocaron a la gran movilización del lunes 31 de enero. Además pidieron la creación de una Comisión, donde ellas, así como otras organizaciones que trabajan a lo largo del país con las distintas problemáticas que atañe a la violencia de género pudiesen trabajar en conjunto.

Maria Galindo se reunió con el Ministro de Gobierno Eduardo del Castillo para exigirle una Comisión de Excepción frente a la corrupción policial. Luego se reunió con el vocero de gobierno para entregarle una carta dirigida al presidente Luis Arce, pero finalmente se dio a conocer el viernes 5 de febrero quienes formarán parte de la Comisión Comisión de Revisión de Casos de Violación y Feminicidio y no estan incluidas personas o entidades feministas de la sociedad civil. 

Esta era la esperanza de varias plataformas de mujeres que trabajan en las distintas ciudades bolivianas, “como colectivo nosotras ya estamos mandando cartas y

haciendo saber que queremos participar. Nosotras ya estamos llamando a las Víctimas de Mujeres de Fuego. La comisión tiene que escuchar  todos estos casos, porque si no solo se arma para tranquilizar a la sociedad, se tiene que trabajar con colectivos en ese comité”, indicó Fátima Flores

Al día de hoy en Bolivia hay dos comisiones: la que creó el gobierno y la que promueve el grupo Mujeres Creando, quienes comenzaron una campaña de “Accion en legitima defensa de las vidas y las libertades de las mujeres bolivianas”, y han dado a conocer un telefono donde se  puede hacer llegar sus denuncias en casos de violación o feminicidio y que el culpable haya sido liberado por la justicia. Además  el  7 de febrero hicieron saber sus nueve objeciones contra la Comisión recientemente creada por el gobierno boliviano.

Quizás todo este pedido de las organizaciones que trabajan para visibilizar los derechos de las mujeres en Bolivia tenga que ver con que el año pasado ya  hubo una comisión mixta en el Parlamento boliviano, integrada por legisladores del gobernante Movimiento al  Socialismo (MAS) y las opositoras Comunidad Ciudadana (CC) y Creemos. En diciembre presentó un informe detallado de una investigación sobre las causas del retraso judicial en casos de femicidios y establecieron la falta de personal, presupuesto y coordinación como algunas de las razones principales.

El informe establece que entre 2013, año en el que entra en vigencia la ley 348 que garantiza a las mujeres una vida libre de violencia, al  2021 se han registrado al menos 997 femicidios con registros anuales como los de 2017 y 2019 en los que estos crímenes fueron los más altos con 155 y 147, respectivamente. 

Es así que el año 2019 Bolivia contó con el título de ser la nación donde más mujeres son asesinadas en Sudamérica. Esto según un reporte de la Comisión Económica para América Latina de la ONU (Cepal). Durante 2020 el gobierno estuvo bajo el mando de Jeanine Añez, quien tuvo un régimen fascista y racista, sobre todo a sectores indígenas, por lo cual se hace difícil saber las cifras reales de ataques a mujeres durante este año. 

Cabe resaltar que Bolivia cuenta con una Constitución Plurinacional con perspectiva de género   y con leyes tales como: Ley 243 Contra el Acoso y Violencia Política hacía las Mujeres, Ley 018 del Órgano Electoral Plurinacional y Ley 348 Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencias que incorpora en el código penal el delito del femicidio con una pena de 30 años de prisión sin derecho a indulto. 

Para comprender por qué la ciudad de La Paz y el Alto llevan la delantera en hechos de esta naturaleza, Reina indica: “¿cómo se puede entender que muchas mujeres jóvenes del campo caigan hasta el día de hoy en manos de violadores o de gente que las prostituye? La migración de mujeres del campo es un asunto de mayor importancia. Es obvio que hay una necesidad de adolescentes y jóvenes de trabajar y generar ingresos y eso las lleva a buscar trabajos que pueden llevarlas a la muerte. ¿Quién las protege? Esta es una de todas las realidades que viven muchas mujeres, que vivimos muchas mujeres, más allá de la delincuencia, que es otro problema no resuelto y que provoca indiferencia”.

La ciudad del Alto, es una zona que recibe constantemente migración del campo, algo que se repite casi en todas las ciudades bolivianas, ya que es usual que los jóvenes se trasladen a realizar sus estudios de secundaria o para trabajar y ayudar a la economía familiar.

“Comercio informal, ausencia de las madres en la crianza de sus hijos porque deben ir a vender, violaciones y secuestro desde movilidades que transitan libremente, embarazos adolescentes de menores de edad que quieren salir de sus hogares por violencia intrafamiliar, adolescentes que estudian y trabajan, migrantes, prostitución de menores de edad, estos problemas deben ser resueltos inmediatamente por una comisión que represente todas las necesidades y las denuncias de alteñas y aymaras”, cierra Reina, quien se sintió muy conmovida de ver “a las tías alteñas” movilizar por esa rabia y dolor contenidos por años y que es la deuda pendiente del llamado proceso de cambio del gobierno del MAS.

Demisexualidad, el arrománticismo y otros demonios

Demisexualidad, el arrománticismo y otros demonios

Por Arleth García

Previo al 14 de febrero, las empresas y medios se enfocan en las formas en que puedes pasar este día, ya sea que tengas pareja o no. Las opciones son limitadas, si eres una mujer soltera e inexistentes si tu orientación está dentro de la demisexualidad o lo arromántico.

Los contenidos sobre la soltería por el 14 de febrero: Día del amor y la amistad  siempre se enfocan en cómo puedes disfrutar de tu sexualidad sin compromisos o seguir en la búsqueda de la “media naranja”. No existen los intermedios. Por desgracia para esté mundo capitalista, no todas las personas se identifican dentro del espectro sexual o romántico.

Este discurso podría entenderse desde lo “único y diferente”, peor puede llegar a ser un proceso violento por definir tu identidad. Pensemos en las adolescencias que están descubriendo quiénes son, un ejemplo es que la primera experiencia está ligada con la virginidad por el valor que la sociedad te da como persona. Si tus inclinaciones están lejos de estos aspectos conlleva un rechazo.

Con el boom de la serie de HBO, “Euphoria”, en redes sociales, sobre todo en Twitter han surgido discusiones sobre quienes mencionan que su adolescencia fue similar a la de los personajes y tuvieron una vida sexual activa y también testimonios de personas que hasta la universidad o entrados los 20’s habían tenido su primer encuentro y no empatan con la vivencia de la serie. 

Puede tomarse como un ejemplo simple, pero es una de las tantas narrativas que han causado controversia por el imaginario colectivo de lo que implica la juventud y las presiones para poder cumplir ese estándar de: fiestas, sexo, drogas y amores fugaces que nos hagan crecer como personas.

HBO LATINOAMÉRICA

Demisexualidad y arrománticismo

Según datos de la Red para la Educación y la Visibilidad de la Asexualidad Según (AVEN) en un estudio publicado en octubre de 2020 por Canal SALUD de la aseguradora MAPFRE, arrojó que: 

El 30% de las personas siente inclinaciones sexuales.

El 54% muestra indiferencia hacia ellas.

El 16% asegura sentir repulsión

La demisexualidad, se encuentra dentro del espectro de la asexualidad. Se le considera como la falta de atracción sexual hacia otras personas si no existe una fuerte conexión emocional, es decir, se necesita de una conexión profunda para desarrollar el deseo sexual y decidir tener relaciones sexuales.

Las personas demisexuales a menudo se sienten solas, aisladas y extrañas llegando a creer que algo no funciona bien dentro de sí, esto puede deberse a la falta de comprensión de lo que implica su orientación por medio de su entorno cercano (amistades, familiares y parejas). 

El sólo sentir atracción sexual hacia alguien con quien se ha establecido previamente un vínculo afectivo no garantiza un estimado de tiempo y método para que se pueda realizar y mucho menos que sea un requisito previo para que pueda ocurrir.

Por otro lado, una persona arromántica es quien no experimenta atracción romántica. No existe esa necesidad de emparejarse con otra persona por razones románticas. Aunque sí son capaces de sentir amor como el que se tiene por una amistad o familiar directo. Incluso pueden llegar a sentir arrobamiento que puede ser una atracción no romántica ni sexual, pero sí afectiva.

¿Entonces por qué toda la sociedad está tan sexualizada?

Porque habitamos en un mundo capitalista dónde la frase de: el sexo vende, es lo que rige al sistema. No necesariamente se concibe desde el trabajo sexual, sino de la idea del morbo, el estatus y el sentido de pertenecía que genera en las redes sociales. 

Aunque en México el tema de la sexualidad tiene una connotación distinta a la capitalista porque desde las sociedades prehispánicas ha tenido gran importancia la sexualidad, el erotismo y el cuerpo.

Pero, situándonos en el tema de las diversidades sexuales, podemos mencionar el aumento en el mercado de los hoteles, sex-shop, restaurantes y de florerías que se benefician de la idea que los planes “sexuales” son un ideal del amor.

Esto no es una ley absoluta, hay quienes tienen una vida sexual activa y disfrutan de los encuentros sexuales sin importar la fecha, pero el tener un panorama más completo de la diversidad de orientaciones sexuales y románticas permite disfrutar desde otro lugar las fechas que pueden traer ansiedad, presión o ansiedad.

Además de que una orientación no invalida a la otra. En especial porque la orientación romántica es independiente de la orientación sexual y te puedes situar desde diferentes gustos o formas de relacionarte. Puede que tus planes del 14 impliquen el pasar el día en casa viendo series, que sea una noche entre amigas o que prefieras ir a cenar con alguien que conociste en Tinder o ese mismo día.

Parte de la propuesta es que podamos entender que no todas las personas viven su sexualidad de la misma manera ni que tendrán la misma opinión sobre las relaciones. Muchas otras están en el descubrimiento de quiénes son, muy a pesar de la edad, o si ya se nombran desde el espectro de la asexualidad, la demisexualidad, el arrománticismo y otras similares, su forma de relacionarse será distinta.

Dejemos de pensar que las peculiaridades de nuestros sentires son como los demonios que nos alejan de lo que se conoce y empecemos a honrar que nos permitirán desenvolvernos de maneras diferentes con nosotras y poderlo compartir con las otras personas si esa es nuestra decisión. Eso es lo importante de la fecha: el gozar y poder decidir cómo.

Un día como hoy: El primer beso contra la homofobia en la catedral de Lima 

Un día como hoy: El primer beso contra la homofobia en la catedral de Lima 

Por Nahir Cárdenas

Imagen referencial. FOTO: Archivo Geraldo C.

Tras 29 años de activismo, el Movimiento Homosexual de Lima (HMOL) convocó a la comunidad LGBTIQ+ frente a la catedral de Lima para una actividad llamada “Besos contra la homofobia”. Se ejecutó el 12 de febrero del 2011, y tuvo como principal objetivo visibilizar las distintas orientaciones sexuales e identidades de género,  así como recalcar que todos los ciudadanos tenemos derecho de expresar afecto en lugares públicos sin temor a ser víctimas de ningún tipo de agresión. 

Entre 15 y 20 personas se reunieron en la escalinata de la Catedral de Lima. La actividad se mantuvo pacífica hasta que fueron intervenidos de manera brutal por efectivos de la PNP, quienes utilizaron bombas lacrimógenas para amedrentar, además de empujar, golpear e insultar a los jóvenes LGTBIQ+.

Lo más indignante es que el actuar de la policía fue más allá, pues mujeres lesbianas y bisexuales manifestaron haber sido víctimas de tocamientos indebidos, así como los jóvenes que intentaron refugiarse de las agresiones ingresando a negocios fueron perseguidos y golpeados. La activista del MOHL Efe, Mary Vargas, afirmó que otra activista llamada Alicia Parra fue agredida con un varazo policial y terminó con diez puntos de sutura.

Tras la agresión, siete activistas acudieron a la comisaría de Monserrate para realizar las denuncias respectivas y pasar por la revisión del médico legista encargado. Además, identificaron a los efectivos policiales, presentaron los videos que mostraban la agresión y formularon una queja ante la Defensoría del Pueblo, con la cual se inició una investigación policial que concluyó que no hubo delito de abuso de autoridad.


Lo sucedido fue difundido por distintos medios a nivel nacional e internacional. Organizaciones LGBTIQ+ de distintos países mostraron su apoyo con los afectados mientras que el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, pidió a los jóvenes LGBTIQ+ que “no provoquen con manifestaciones en ese lugar por respeto a la iglesia”.

Asimismo,  el 15 de febrero, Phillip Butters —además de coincidir con Cipriani en que fue un “acto de provocación”— dijo vía radio: “Yo te digo una cosa, así para terminar, yo por la mañana voy al nido de mi hija y si veo a dos lesbianas u homosexuales chapando, les pido por favor que se vayan a la primera y segunda, a la tercera ya los estoy pateando”. 

Once años después, los policías siguen sin ser sancionados y Phillip Butters continúa con un espacio en la pantalla chica. Aparentemente, utilizar la fuerza de manera desmedida en condición de efectivo policial es enfrentar una provocación y predicar discursos de odio al aire no es tan grave, pues lo que pesa más es la “libertad de expresión”.

Video: YouTube Channel
Revista Muy Waso publica el libro “La Bolivia, una antología de crónica feminista”

Revista Muy Waso publica el libro “La Bolivia, una antología de crónica feminista”

Por Revista Muy Waso

Foto: Portada de La Bolivia por Muy Waso

Esta selección de relatos reúne a las cuatro ganadoras del Primer Premio Nacional de Crónica Feminista y otras siete mujeres que obtuvieron menciones especiales. Ambos proyectos, el certamen y el libro, son impulsados por la revista feminista Muy Waso.

Diez crónicas feministas escritas por 11 jóvenes autoras han sido publicadas en el libro La Bolivia, una antología de crónica feminista. La colección reúne los textos ganadores del Primer Premio de Crónica Feminista, organizado por la revista Muy Waso en 2019.

Las maternidades, el acoso callejero, la violencia machista y patriarcal (en sus formas más obvias y también sutiles) son algunas de las problemáticas abordadas desde distintas voces, miradas, historias y cuerpos.

Este libro se encuentra disponible, para su distribución y envío, en todo el país.

La antología

La Revista Muy Waso, organizadora del Primer Premio de Crónica Feminista, consiguió publicar La Bolivia luego de dos años de crisis social, política y sanitaria. Sara Molina, una de las galardonadas con el segundo lugar en el Premio, comenta que las historias de La Bolivia “son contadas desde diferentes pieles, pasados, culturas. Las situaciones sociales y económicas también son diferentes, entonces esa es la riqueza y el valor que tiene este libro”.

Para la directora de la Revista Muy Waso, el proceso de la publicación del libro permitió conocer las voces y escrituras de “mujeres que no siempre están ligadas a la literatura o el periodismo, pero que tienen historias urgentes y necesarias con las que todas nos podemos identificar”.

Las ganadoras

Adriana Montenegro es la cronista que obtuvo el primer lugar del Premio de Crónica Feminista 2019 con el relato “(Auto)crónica de una luchona”. El trabajo a cuatro manos de Sara Molina y Rafaela Molina logró el segundo lugar con la crónica “Nacimos libres y nos esclavizaron”.

Daniela Rodríguez obtuvo el tercer lugar con el texto “El feminismo su diversidad y luchas en Tarija”. La antologíca La Bolivia incluye también los escritos de Karina Quiñones, Emma Rada, Fabiana Méndez, Eva Choque, Claudia Michel, Carla Alina Amurrio y Elena Peña. Todas ellas consiguieron menciones especiales.

El libro cuenta con el diseño y la diagramación de la Editorial El Cuervo. El cuidado editorial estuvo a cargo de la escritora Lourdes Reynaga.

Otros proyectos

Debido al contexto económico y social ocasionado por la pandemia, desde 2021 el Premio de Crónica Feminista se transformó en el Fondo de Apoyo a la Producción Periodística de Mujeres y Personas LGBTIQ+ de la Revista Muy Waso. Esta convocatoria se encuentra abierta de manera permanente y es autogestionada por el portal digital feminista Muy Waso.

La Bolivia es el segundo libro en tres años que publica la Revista Muy Waso. En 2019 realizó el lanzamiento de Libreras, una antología desde la Cárcel San Sebastián Mujeres. En esta publicación participaron 15 mujeres privadas de libertad, luego de cinco talleres literarios con reconocidas escritoras y escritores gestionados por la Revista Muy Waso.

El Primer Premio Nacional de Crónica Feminista de la Revista Muy Waso recibió el apoyo de “Micros para avanzar”, microfondos de impulso para colectivos, redes y organizaciones sociales. También recibió el impulso de recursos autogestionados por la Revista Muy Waso.

Banda Militar del Grupo Aéreo N°6: Navidad y música

Banda Militar del Grupo Aéreo N°6: Navidad y música

Nota de prensa – Banda Militar del Grupo Aéreo Nro 6.

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Intervención por La Antígona

La Banda Militar del Grupo Aéreo N° 6. conformada por Diecinueve TTCC y SSOO especialistas y en está oportunidad,  integrando a tres cantantes femeninas: dos son Suboficiales de otras especialidades aeronáuticas  y una Sargento de 2do que realiza el Servicio Militar Voluntario en está Gran Unidad de Combate, quienes, con el apoyo del Comando, han realizado un proyecto audiovisual en homenaje al nacimiento del Niño Jesús.

En está oportunidad la dirección de la Banda está a cargo del TC1 FAP BERNABÉ MILLONES, Rogger, quien junto al equipo de producción musical, han realizado los arreglos musicales e interpretado está “SUITE DE NAVIDAD”, conformada por cuatro piezas instrumentales de distintos estilos y géneros musicales. Los dos primeros son muy conocidos y han dado la vuelta al mundo:

  • «Ven a mi casa esta navidad» del argentino Luis Aguilé.
  • «Feliz navidad» de José Feliciano.

Y las dos últimas canciones, son un aporte a la cultura musical peruana, de las cuales aún no existen grabaciones con Bandas Militares y son las siguientes:

  •  «Al niño Dios» grabada por el Conjunto Amazonas en 1970.
  • «Huayno de navidad» de compositor anónimo el cual es una danza tradicional que se baila en el norte del Perú, en especial en la Región Lambayeque.

Dando un toque de alegría y resaltando que la navidad es de los niños, en este audiovisual han participado los hijos de los TTCC y SSOO integrantes de la Banda Militar del Grupo Aéreo N° 6, quienes aportan la imagen del amor, la paz y la confraternidad que debe reinar en estas celebraciones y a la vez nos permiten recordar que el propósito de la navidad es rendir un merecido homenaje a nuestro Niño Jesús, nuestro redentor y salvador.   

25N: el grito de la marcha conmemorativa en Trujillo

25N: el grito de la marcha conmemorativa en Trujillo

Por Diandra García

Concentración por el 25N en la plaza de Armas de Trujillo. FUENTE: Facebook de Colectiva Feminista 8 de marzo – Trujillo

Al principio, es difícil ubicar al grupo en la plazuela El Recreo de Trujillo. Cae la tarde del sábado 27 de noviembre. Se realiza, a nivel nacional, la marcha conmemorativa por el 25N (Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer). Este año, se cumplen cuatro décadas desde que oficialmente se declarase una fecha por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Junny Ynoquio, activista de la Colectiva Feminista 8 de Marzo, fue tajante sobre ello: “Hoy no celebramos, conmemoramos”, señaló con firmeza a través del megáfono, ya en la Plaza de Armas de la ciudad. Esta historia, sin embargo, tiene un mayor trasfondo.

La dificultad de hallarlas estriba en el ruido. Hoy, en la plazuela, además de los asistentes de la marcha, conviven una agrupación religiosa y tres jóvenes exigiendo una nueva Constitución. Cada quien tiene una forma particular de manifestarse. Los religiosos predican, los jóvenes reproducen himnos de freestyle, las colectivas usan pañuelos, camisetas, pancartas, arengas… Quizá lo más impactante sean las dos banderolas sobre el suelo. Son largas extensiones de tela, que traen bordados, dibujados o pintados nombres de compañeras que no podrían usar este tipo de prendas. No podrían, porque ya no están aquí.

Ellas sí. Adultas mayores, adultas, jóvenes e incluso una niña rodean las banderolas. Vienen de distintas organizaciones: la Colectiva 8 de Marzo, la Defensoría de la Mujer de Alto Trujillo (DMAT), el INADIS (Instituto de Apoyo a la Diversidad Sexual), entre otros. También están los transeúntes que se detienen –como yo–, o los fotógrafos que registran el acto. La mayoría lleva en mano una hoja de papel con consignas numeradas. Encuentro el punto de reunión mientras repiten a una sola voz:

“Mujeres contra la guerra. Mujeres contra el capital. Mujeres contra el machismo, contra la violencia neoliberal”.

De un lado al otro, dos compañeras de la colectiva dirigen las consignas para que las demás acompañen en un único pedido. Más personas están llegando. Junny Ynoquio, que media hora después ofrecería palabras sobre el 25N en la Plaza de Armas, pide que se cante Canción Sin Miedo. El himno feminista compuesto por Vivir Quintana es lo último que se enuncia antes de comenzar la ruta.

La marcha está encabezada por una representante del INADIS, quien viste una falda de la bandera LGBTQ+. Es una imagen poderosa. Camina con confianza por el Jirón Pizarro, seguida por más mujeres en su diversidad que sostienen las banderolas. Minutos previos a la salida, Eliana Pérez –perteneciente a la Colectiva 8 de Marzo–, advirtió sobre la presencia de grupos “fundamentalistas” que podrían buscar discusiones. No se equivocó. El movimiento antivacunas, escoltado por la policía, emprendía una trayectoria opuesta, simultánea a la del 25N

“¡No se vacunen, no permitan que las esterilicen!”, demanda un hombre con micrófono. La afirmación es por completo infundada. No existen motivos de sospecha de que la vacuna contra la COVID-19 cause infertilidad u otro perjuicio para las mujeres. Así que ellas responden, en medio del bullicio de la calle, bailando. “Abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer…”, inician, bajando las caderas casi al ras del piso. “Arriba el feminismo, ¡que va a vencer, que va a vencer!”, finalizan, ahora saltando con un puño en alto. Ningún enfrentamiento ocurre. La marcha continúa a lo largo del paseo peatonal.

La Plaza de Armas de Trujillo recibe más visitas los fines de semana. Al arribar, las colectivas se dirigen a las escaleras de la Estatua de La Libertad, justo frente a la municipalidad. Acomodan sus banderas representativas, posicionan las banderolas en el centro y se acomodan para pronunciar más arengas. Esta vez, sin embargo, alguien interrumpe.

Se trata de un pastor. Apenas nota la vestimenta de la representante de INADIS, su rostro se encrespa. Desorbitado, comienza a interpelar a los participantes de la marcha, que no se inmuta ante la cámara de uno de los fotógrafos a menos de diez centímetros de él. Aunque la policía se percata, al comprobar que no incurre en violencia física, no interviene. Permite que el pastor atribuya demonios a los presentes y acalle las consignas de las manifestantes.

Aun así, estas persisten. “¡Señor!, ¡señora!, no sea indiferente. Se mata a las mujeres en la cara de la gente”. “¡Tocan a una, tocan a todas!”. “¡La policía no me cuida, me cuidan mis hermanas!”. Pasado las seis, el pastor se retira, las velas en memoria de las mujeres violentadas se encienden y Junny Ynoquio habla. “Nos llamarán histéricas, locas (…), ¡pero oigan las cifras!”, reclama con fuerza. 

En lo que va de 2021, Perú ha registrado 132 feminicidios, más de 3 mil 400 niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas y 117 mil 414 mujeres atendidas por casos de violencia. La Libertad, de hecho, es la región norteña con mayor incidencia de feminicidios y tentativa de feminicidios en todo el país. 

Los números son claros, como el canto de las manifestantes. “Soy Eivy, soy Rocío y soy Roxy. Soy María, Solsiret y soy Jimena”, claman al unísono, honrando a quienes no pueden estar presentes. La marcha conmemorativa del 25N en Trujillo, esta tarde, ha sido eco de ese respeto y resistencia, presente en las banderolas, los afiches, las consignas… El grito común que resuena fuerte: “Nos queremos vivas”.