Por Josselyn López

Honduras es uno de los países centroamericanos más violentos para las mujeres, esta violencia se ve reflejada en cifras de muertes violentas de mujeres, las cuales de enero a octubre de 2023 llegaron a 341, según datos del Centro de Derechos de Mujeres, CDM. La mayoría de estos femicidios no obtienen justicia, el 95% de los casos siguen impunes. 

Es una triste realidad. En los últimos años, el país hondureño superó las cifras de muertes violentas de mujeres con un aumento del 29% de cifras.

El lunes 27 de noviembre, en 24 horas se reportaron tres asesinatos de mujeres en diferentes puntos geográficos del país. A María Gómez la atacaron con un machete en la zona oeste; Carmen Munguía fue asesinada a tiros por su pareja en la zona norte y; Karina Rodríguez, quien anteriormente ya había tenido un atentado de muerte, fue acribillada en la zona occidente. 

Uno de los medios de comunicación tradicionales del país deja en evidencia la falta de perspectiva de género para el abordaje de noticias. En su nota se menciona lo siguiente: “la mayoría de estas muertes son femicidios, a menudo realizado por su pareja o algún pretendiente “rechazado”».

Detrás de cada muerte violenta de mujeres, está presente la pornomiseria en los medios de comunicación. 

La violencia contra las mujeres también se ve reflejada en los datos del Sistema Nacional de Emergencia (911), de enero a septiembre de 2023 se registró un total de 64,228 denuncias, de las cuales 26,456 fueron por violencia doméstica y 37,772 fueron por maltrato familiar; es importante señalar que no todas las mujeres que son víctimas de algún tipo de violencia denuncian, por lo que los datos pueden ser mayores. 

En el mes de febrero de este año 2024, el Observatorio de DDHH de las Mujeres del CDM, registró 14 muertes violentas en el mes de febrero, dando un total de 40 femicidios en los primeros dos meses del año. 

La ola de violencia a la que las mujeres se encuentran expuestas deben de verse como una emergencia de país. 

La impunidad que rodea la vida y memoria de las hondureñas 

El 19 de marzo de 2023, Ana Hernández fue encontrada muerta en el interior de su vivienda al Sur de Tegucigalpa, lugar que compartía con su pareja el Mayor de artllería Allan Franco Mendez, miembro activo de las fuerzas armadas de Honduras. 

Al parecer Ana se había quitado la vida, así lo reportaron los medios y así lo declaró Franco, sin embargo, sus familiares creen que fue femicidio ejecutado por su pareja. 

Ángel Hernández, padre de Ana, no recibió los resultados de la autopsia de su hija, ha pasado un año desde entonces y su familia sigue esperando justicia. 

En ese momento Franco, siendo el principal sospechoso, fue detenido por posesión ilegal de armas, quien a los días fue puesto en libertad. Se supone que el Mayor de artillería fue dado de baja, sin embargo, esta información no ha podido confirmarse. 

Don Ángel no ha obtenido respuestas claras sobre la muerte de su hija, la cual está llena de incertidumbres y dolor. 

El primero de enero del año 2022, Angie Peña fue víctima de desaparición forzada en la Isla de Roatán. 

Angie abordó un jet ski junto a su hermana, actividad que realizaban con frecuencia, sin embargo, la joven no regresó. Tras horas de desaparecida y se realizó una búsqueda y se descartó la posibilidad de que la joven haya fallecido ahogada.  

Meses después de su desaparición, se encontró la moto acuática en las costas del país de Belice, el traje de baño y los aretes que la joven portaba al momento de su desaparición. 

Gary Lee Johnston, empresario norteamericano, condenado por trata de personas y pornografía infantil se encontraba vinculado a las pruebas más contundentes del caso, las pertenencias. 

En agosto del 2022 fueron allanadas cinco propiedades en Roatán, los allanamientos fueron parte de la búsqueda de pistas sobre la desaparición de Angie. En la casa de Gary encontraron el traje de baño y uno de los pendientes de Angie. 

Esta información indicaría que la joven habría estado en la casa del estadounidense, sin embargo, no se han obtenido más actualizaciones sobre el caso. 

Han pasado más de dos años y los padres de Angie siguen esperando respuestas sobre el paradero de su hija. 

El 07 de febrero del año 2021, Keyla Martínez fue encontrada muerta en una celda de la Unidad Departamental de la Policía número 10 de La Esperanza, Intibucá. 

Las autoridades, sin una investigación, afirmaron que la joven se había suicidado. 

Tras esta información los cuestionamientos de las defensoras de derechos humanos y especialistas en medicina forense fueron contundentes, ya que en las condiciones de la celda era imposible que se quitara la vida. 

Esta versión fue desmentida pues la autopsia reveló que Keyla fue víctima de asfixia mecánica. 

En agosto de 2021, el caso fue tipificado como homicidio imprudente en grado de comisión por omisión. 

Jarol Rolando Perdomo fue el único policía acusado por el feminicidio de Keyla, fue enjuiciado y encontrado culpable, pese a ello, fue puesto en libertad el 28 de febrero del año 2024.  

Este tipo de prácticas evidencia la impunidad y la corrupción que rodea el 90% de los casos de violencia contra las mujeres, lo que deja en evidencia la desprotección de los derechos de las niñas y mujeres hondureñas.   

Insensibilización ante la violencia contra las mujeres

Parece que la mayoría de la sociedad hondureña está insensibilizada ante la violencia contra las mujeres, todos los días el país hondureño se despierta y recibe la noticia de que una mujer ha sido violada, asesinada o desparecida, y esto no sorprende a la población, de hecho, forma parte de la cotidianidad. 

No resultan desconcertantes las fotografías sin censura de hechos violentos o titulares de noticias como “Hombre mata a mujer por rechazo”, “Cegado por amor…” o comentarios como “Se lo buscó”, “Se lo merecía”, etc., es evidente que la violencia machista y la misoginia forman parte de la norma social. 

El trabajo del Estado por un país libre de violencia contra las mujeres debe de enfocarse en la creación de políticas públicas para la prevención de violencia, así mismo, se debe de educar y sensibilizar a la población, se debe fomentar la igualdad en materia de género. 

Cada día es trágico y a pesar de las dificultades y la violencia a la que las mujeres se ven enfrentadas, la lucha se mantiene en la exigencia al Estado para crear las condiciones necesarias para que las mujeres puedan vivir sin miedo y libres de violencia.