Por Arleth García
Siobhan Guerrero, mujer trans, filósofa y defensora de Derechos Humanos, reflexiona sobre lo que según la sociedad implica ser mujer y la presión que sienten las mujeres trans para validar su identidad y cumplir con los estereotipos socialmente aceptados.
En México, las mujeres trans están inmersas en un ciclo de discriminación y criminalización debido al prejuicio de que: no son mujeres, mismo que se ha convertido en uno de los principales detonantes de la violencia hacia la población trans, [AMVGS1] según la Revista Sexología y Sociedad de 2020. Entonces, ¿Qué es ser mujer?
-“¿Qué es ser mujer para mí? Esta pregunta me la han hecho muchísimo. Y no sólo a mí. De alguna forma esta pregunta está en el centro del debate en torno a lo trans. ¿y en qué sentido es que eres mujer? Bueno, es que así me vivo.”
Ser mujer trans en espacios educativos
Siobhan Guerrero estudió la licenciatura en Biología en la Facultad de Ciencias, así como la maestría y el doctorado en Filosofía de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Se desempeña como investigadora [AMVGS2] en el Centro de Investigaciones interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de esta Universidad y es autora del libro “¿Naces o te haces? La ciencia detrás de la Homosexualidad”.
Su interés por la Biología se dio por su deseo de escribir literatura de ciencia ficción- que aún no ha hecho-y en la Filosofía a través de la epistemología feminista porque fue donde encontró su vocación. El miércoles pasado, antes de la entrevista, Siobhan estaba frente a su computadora, preparándose para comenzar su primera clase virtual sobre un tema que lesapasiona y une sus especialidades.
–“No estamos pensando en militarización y mujeres desde los Derechos Humanos y los Derechos Ecológicos” dice Siobhan como presentación a su grupo del módulo Feminismos y subalternidades en el Antropoceno que impartirá en el seminario “Modelos para Des-armar” del Instituto de Liderazgo de Simone de Beauvoir (ILSB)
Lleva casi 16 años impartiendo clases a nivel superior y cuenta que en 2017 cuando comenzó su transición, las alumnas y los alumnos creían que se trataba de una novatada al verla llegar con falda y tacones. Después de decirles que es una mujer trans, se mostraron con empatía y respeto a su identidad.
Pero, dentro de este proceso existían personas de su alrededor que cuestionaban por qué a sus 36 años había decidido comenzar este cambio si ya contaba con una carrera profesional reconocida y no tenía la “necesidad de hacerlo”. Así fue como llegó al feminismo, porque existía en un mundo que le exigía justificar su existencia como mujer trans.
-“Por casi diez años estuvo rondando en mi cabeza este deseo. Imaginaba mi cuerpo, me imaginaba incluso pensándome. Y eso no dejó de pasar hasta que empecé a vivirlo. Además, para mí las mujeres siempre han sido algo que he asociado a figuras con fuerza y contundencia para salir adelante, nunca dentro del estereotipo de la feminidad”.
La identidad trans y su lado oscuro
Aunque dentro de su labor como académica y activista trans también ha tenido que enfrentarse a la exigencia social [AMVGS3] de que les eduque en teoría crítica de género pensando que las mujeres trans deben ser expertas en el tema. O en situaciones más violentas cuando le han pedido “críticamente” que no ocupe cierta vestimenta, se deje el cabello largo o use maquillaje porque promueve los estereotipos de género. A esto, ella siempre responde que la transición es como una segunda adolescencia y apenas lleva cinco años de redefinirse
En los primeros intentos de cambio, después de darse cuenta de que se encontraba en una posición de vida que no era la que ella ocupaba, tuvo un acercamiento con el Drag Queen. Hacer Drag es jugar con el género y desdibujar sus límites. A pesar de la popularidad de este arte en México, han existido debates sobre la misoginia, racismo, transfobia y falta de empática por parte de algunas, algunos y algunes Drags.
A pesar de que fue una de sus etapas que disfruto porque pudo conectar con su parte femenina sin prejuicios encontró otras formas de celebrar la diversidad como en la academia donde al principio sentía que se estaba alejando de las realidades de las personas trans sentada en su escritorio en un centro de investigaciones, pero que se ha convertido en su herramienta de incidencia ante una sociedad que es cada vez más intolerante con las otredades.
Resiliencia ante lo desconocido
Con su voz serena e hipnotizante cuando comienza a hablar de los temas que le apasionan, pasan las siguientes dos horas tratando de explicar a sus alumnas qué es el Antropoceno y cómo relacionarlo en la teoría feminista. Sus oyentes no dejan de hacerle preguntas. Ella se ríe pensando en que le costará dejar de ser tan teórica para que le entiendan. También ha comentado que no quiere acostumbrarse a la virtualidad y que todavía le cuesta separar sus horarios de descanso y trabajo.
A mediados de diciembre 2021, subió un video de YouTube titulado “El último y nos vamos” a su canal personas llamado “Siobhan Guerrero Mc Manus” en el que tiene 7,480 suscriptores. En dicho video mencionaba que debía poner una pausa a este espacio etnográfico por el aumento de hostilidad [AMVGS4] que estaban viviendo las mujeres trans. Sin entender porque aun cuando la población trans representa sólo el 0.3 por ciento según la Secretaria de Salud, su existencia generaba un violento rechazo.
Para poder sobrellevar estas coyunturas que traen consigo su identidad, ha encontrado refugio en el Budismo: “Llevo 21 años ya de esta práctica budista que la entiendo como una relación ética hacia las alteridades más que como una relación con una deidad. Por eso, desde lo espiritual intento resistir las emociones que de alguna manera te pueden llevar a canalizar los sentimientos negativos y aunque no siempre es posible, al menos lo pongo en práctica alejándome de las relaciones afectivas que pueden lastimarme.”
Desde la tranquilidad de una persona que disfruta su trabajo, pasar el día con su pareja, también una mujer trans, sus dos perrijos Poodle, como les llama, llenar el espacio que habita con su madre de ropa y libros, y verse como se imaginaba en la infancia de articular sus pensamientos desde el vivirse como una mujer, o lo que para ella siempre ha sido una mujer desde el reflejo de su madre, abuelas y bisabuelas que le han dado la fortaleza de vivir, así como ella, somo Siobhan.