Por Karina Rodríguez
Afectados por Metales Tóxicos de Huamachuco protestaron en exteriores de la Red de Salud de Sánchez Carrión tras la comprobación de niños con arsénico en la orina. Foto: Proyecto Amigo – Cañi-Quimit
Padres de familia del distrito de Huamachuco, provincia de Sánchez Carrión, departamento de La Libertad, se encuentran sumamente preocupados por la salud de sus hijos. Varios de ellos han salido a marchar por las calles en pequeños grupos a la espera de un pronunciamiento de las autoridades regionales y nacionales.
El reporte que encendió las alertas sobre la calidad de agua que se consumía, fue el de la Red Integrada de Salud de Sánchez Carrión, que arrojó los resultados de los exámenes que se realizaron inicialmente a 32 pobladores, del sector de Shiracmaca y El Toro. En total, fueron 26 niños, 28 niñas y 3 gestantes.
Cartel 13 niños contaminados por arsénico ¿Cuántos más? Foto: Proyecto Amigo – Cañi-Quimit
De este número, 13 presentaron concentración de arsénico en orina superior al referencial. En ese entonces, 3 de abril del 2024, aún se encontraban a la espera de los resultados del Censopas del INS, para conocer la situación de los 25 pobladores restantes cuyo estado de afectación de una posible presencia de (plomo, cadmio y arsénico) se desconocía.
Sin embargo, en el más reciente informe al que pudo acceder La Antígona, producto de la solicitud del pasado 24 de junio, se conocieron algunas modificaciones. Es así que mediante el OFICIO N° 406 – 2024- GRLL-GGR-GRS-RISSC/METPES/DE, se observó que el número ascendió a 35, es decir, 22 individuos fueron identificados como afectados por tener arsénico en orina superior al valor de referencia para personas no expuestas ocupacionalmente.
Carteles hechos por los Afectados por Metales Tóxicos de Huamachuco que exponen sus reclamos. Foto: Proyecto Amigo – Cañi-Quimit
Otro testimonio recogido estos últimos meses, fue el de una madre de familia que vestía un polo blanco y una pollera negra. La trenza que llevaba en la cabeza ya estaba algo despeinada, pues con la historia que narraba casi al borde del llanto, poco importaba cómo lucía. Sosteniendo un cartel escrito a mano que decía: “Queremos agua sin metales tóxicos”, evidenciaba que la preocupación la iban consumiendo ante la presencia de otros ciudadanos con historias similares.
Durante pocos minutos, confesó que su hija de 7 años sufría de bullying en el colegio. Ella también presentaba constantes desmayos en su centro de estudios, motivo por el cual decidió buscar ayuda. “Quiero que tengan en reserva el nombre de mi hija, porque a veces se siente mal y me dice: ¿me voy a morir?”. A la madre de familia, el doctor le dijo que esos metales pesados matan lentamente, y así hierva el agua que consume 3 o 4 días, no será suficiente. Ahora, su niña debe consumir agua mineral, y de ser posible, recurrir a más tratamientos pero la falta de recursos económicos lo impiden.
“Acá el Estado tiene que cumplir su función, intervenir en identificar las fuentes de contaminación. Eso le compete al Estado para ver de dónde proviene esta contaminación. Por eso nosotros decimos que posiblemente sea de la actividad minera”, mencionó una de las integrantes de la Plataforma Distrital de Afectados por Metales Pesados en Huamachuco.
Según el portal del Ministerio de Salud, el arsénico no solo puede ser hallado en el agua, sino también en el suelo, aire, alimentos, plaguicidas y en determinados abonos empleados para la agricultura. Las señales que indican que una persona está contaminada con este metal, se ven reflejadas en la piel, modificaciones de color, aparición de lesiones cutáneas, durezas y callosidades, tanto en las palmas de las manos cómo de los pies. Conocidas también como hiperqueratosis. Lo que se sabe es que está problemática perjudica a 3 de cada 10 ciudadanos peruanos. En otras palabras, más de 10 millones de personas estarían expuestas a todos los riesgos que contrae el contacto con estos metales. Cifras que fueron proporcionadas por el mismo MINSA.
En la nota emitida el pasado 3 de febrero, también mencionan otros síntomas más invasivos: “se puede presentar irritación crónica de vías respiratorias, debilidad, adormecimiento, dolor o disminución de la sensibilidad, en manos y pies, entre otros”, se lee en internet. Ese, tan solo es el inicio de un mal que de no tratarse a tiempo podría terminar en cáncer de piel, vejiga o de pulmón.
Ante las cientos de preguntas que se hacen los afectados y quienes son testigos de algunos cambios en su organismo producto de esta contaminación, ha surgido una organización que les viene brindando soporte ante tanta desinformación. La Plataforma Distrital de Afectados y Afectadas con Metales Tóxicos de Huamachuco apareció en el año 2022, con el apoyo de Proyecto Amigo y la Red Muqui.
Poco a poco ha ido creciendo hasta contar con 35 integrantes que están comprometidos no solo con la salud, sino también el cuidado ambiental, la defensa de su territorio, recursos naturales e hídrico. Cabe precisar que, este grupo forma parte de la Plataforma Nacional de Afectados por Metales, Metaloides y Sustancias Tóxicas del Perú.
Parte de su plan de ayuda es que tanto niñas, niños, adolescentes y adultos conozcan cuales son los efectos de los metales tóxicos tanto en el organismo humano cómo para el ambiente. Además de acceder a un Plan de Acción Integral de Salud y finalmente que aquellos afectados se unan a la plataforma mencionada para mejorar sus estrategias.
Según la información proporcionada, ellos junto a las autoridades de Shiracmaca han logrado reunirse con el director de la Red de Salud para ejecutar acciones concretas: una de ellas, es que puedan incorporarse a las acciones de prevención y promoción en diversos grupos de influencia minera directa. Además de la instalación de una mesa multisectorial de trabajo que beneficie a las personas afectadas por metales tóxicos, en cumplimiento del PEM.
Existe la Ley N° 31189, que fue publicada el martes 4 de mayo del 2021. Esta declaraba de interés nacional la salud de aquellas personas afectadas por contaminación por metales pesados y otras sustancias nocivas para el organismo humano. Sin embargo, hasta la fecha no se habría aprobado el financiamiento para el cumplimiento de la citada norma, lo que perjudica a nivel nacional a quienes han ido presentando diversos signos de afectación por metales tóxicos.