Por Diandra García
El síndrome del ovario poliquístico (SOP) es una afección hormonal que afecta a gran parte de las mujeres en edad fértil. Entre sus síntomas más comunes, están las irregularidades menstruales, el acné y el hiperandroginismo. Pero, ¿cómo se manifiestan?
–¡Mamá! –grito desde el baño.
Es 2020. Mi madre –que no escucha– está en su habitación. Corro a su encuentro por el pasadizo. Niego con la cabeza, frunzo el ceño, cojeo ligeramente. Soy una joven de veinte años que, bajo el umbral del dormitorio materno, sacudirá el orden cotidiano de las cosas…
–¿Tienes toallas higiénicas? –pregunto.
Al instante, mamá ensancha los ojos. Aplaude, como cada que su sorpresa es auténtica. No es para menos. Su hija, que padece el síndrome de ovario poliquístico, acaba de tener un periodo menstrual natural después de seis años sin ninguno.
¿Qué es el síndrome de ovario poliquístico (SOP)?
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una afección de los niveles hormonales de las mujeres. Los síntomas son tan variados como dispares: van desde la prolongación del periodo hasta su total ausencia. “Las pacientes sufren alteraciones, como irregularidades menstruales, hiperandrogenismo, caída del cabello o sobrepeso”, asegura la ginecóloga Evelyn Campos.
No siempre la ciencia lo tuvo tan claro. Los primeros registros clínicos califican como “testículos femeninos” a los ovarios típicos de esta condición (con múltiples quistes foliculares). Más adelante, se estableció su relación con otros patrones del sistema endocrino.
“Hay tipos: pacientes con hipotiroidismo, prolactina alta, resistencia a la insulina (un trastorno metabólico por el que se sube de peso con facilidad)”, añade la experta. Por eso, se explica que algunos ovarios poliquísticos originen dos semanas seguidas de menstruación y otros –como el mío– ninguna en más de un lustro.
Poliquísticas: ¿cómo nos afecta?
“Es horrible”, escribe Ariana Gálvez (21). Se trata de una compañera universitaria con la que coincidí en la carrera, quistes y pastillas anticonceptivas. También tiene el síndrome. “Demasiadas mujeres viven con SOP sin ser diagnosticadas”, apunta Marcia Granados (21). Ambas contestan a la interrogante que planteé en Instagram: ¿Qué sabes del síndrome de ovario poliquístico?
RESPUESTAS DE INSTAGRAM
Las respuestas –aunque especulativas– poseen base científica. “(El SOP) se asocia con episodios de estrés, depresión, ansiedad”, confirma la ginecóloga Campos. A continuación, menciona ejemplos vivos: mujeres que ven frustrada su maternidad, que engordan o adelgazan sin motivo aparente, que lidian con marcas cutáneas, que no disfrutan del sexo por vergüenza de su vellosidad… Mujeres que, en general, se sienten desconectadas de sus cuerpos.
“Hay que trabajar la autoestima, a la par del tratamiento”, aconseja la doctora.
Perú: un tratamiento particular del SOP
Se trata de un padecimiento común. Según datos del MINSA, en 2021 se diagnosticaron 9 mil mujeres con síndrome de ovario poliquístico en Perú. La cifra es engañosa. En 2019 –antes de que la pandemia impactara en la frecuencia de las visitas médicas–, ascendía a poco más del doble (18 788). Aun así, el Estado no cubre el tratamiento.
“La anticoncepción del Estado está pensada para la planificación familiar. No cubre anticonceptivos de acción antiandrogénica, que son los que necesitan estas pacientes”, indica Evelyn Campos.
El cuidado del SOP depende del perfil hormonal particular de cada mujer. Dentro de los anticonceptivos, hay un espectro de combinaciones hormonales. Fuera, existen alternativas –como la metformina, para casos de resistencia a la insulina– e imperativos –como llevar un estilo de vida saludable–.
“El objetivo es recuperar los ciclos ovulatorios”, finaliza la especialista.