Por Hilary Venegas
Desde el 2014, cada 28 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Higiene Menstrual, una fecha que buscó visibilizar los problemas respecto a la salud menstrual. Foto: portal web de Plan Internacional
La pobreza menstrual se refiere a la falta de acceso a productos menstruales higiénicos, instalaciones adecuadas para el manejo de la menstruación, así como a la educación menstrual adecuada. En nuestro país es un tema aún subestimado y poco abordado en términos de políticas públicas y programas de intervención.
En Perú, numerosas mujeres y niñas encuentran obstáculos para obtener productos de higiene menstrual debido a factores como la pobreza, la escasa educación sobre la menstruación, el estigma social y la falta de infraestructura adecuada, especialmente en áreas rurales y comunidades marginadas. Esta situación puede tener graves repercusiones en la salud, la dignidad y la participación plena en la vida diaria de las mujeres, adolescentes y niñas.
La restricción en el acceso a productos de higiene menstrual puede conducir a prácticas poco higiénicas y aumentar el riesgo de contraer infecciones y enfermedades ginecológicas. Además, las niñas que no tienen acceso a estos productos pueden ausentarse de la escuela varios días al mes, lo que afecta su educación y sus perspectivas futuras.
La falta de acceso a recursos no es el único problema que afecta a mujeres, adolescentes y niñas; también existe una carencia de educación sexual integral, lo que resulta en un déficit en la educación menstrual. Según el estudio «Línea de Base del proyecto Nuevas Reglas: Por una menstruación informada, segura y digna» realizado por Plan International en el Perú durante el 2022, solo el 59% de las niñas en edad escolar poseen conocimientos sobre higiene menstrual. Además, el 42% de las menores indican sentir vergüenza al hablar sobre el tema con sus padres o docentes, y solo el 33% de las niñas en edad escolar manejan su higiene menstrual con confianza y asertividad.
Es vital tomar medidas para cerrar la brecha de desconocimiento y falta de acceso a información sobre este tema. Resulta indispensable que las niñas y adolescentes reciban información confiable y detallada sobre la importancia del tema, lo que les permitirá comprender los cambios que experimentan sus cuerpos a lo largo de los años y aceptarlos con naturalidad. Este enfoque contribuirá significativamente a superar los estereotipos de género.
Por esta razón, la colaboración entre Plan International y Kotex en el proyecto «Nuevas Reglas: Por una menstruación informada, segura y digna» tiene como objetivo impulsar cambios positivos y esenciales que impacten la vida de niñas y adolescentes. Su meta es garantizar que experimenten una menstruación libre de estigmas y segura, centrándose en los derechos humanos.
Este programa ha capacitado a más de 360 docentes de 24 escuelas para abordar el tema de salud menstrual en las clases. Además, ha contribuido a sensibilizar a más de 26,000 niñas, niños y adolescentes sobre salud sexual integral. A través de su microprograma radial «Hablemos sin vergüenza», buscan sensibilizar sobre la menstruación, la sexualidad, la salud y la orientación a más de 150,000 padres y madres de familia.
Cuando abordamos este tema, es crucial resaltar la limitada disponibilidad de productos para la gestión menstrual, ya que no todas las niñas, adolescentes y mujeres tienen acceso a ellos. En nuestro país y en el entorno escolar, no se garantiza el acceso a productos sanitarios y de aseo personal. Otro desafío al que se enfrentan es la falta de servicios higiénicos adecuados, lo que vulnera sus derechos a una salud menstrual apropiada y de calidad. En el 2020, UNICEF presentó el estudio “Retos e Impactos del Manejo de Higiene Menstrual para las Niñas y Adolescentes en el Contexto Escolar”, donde se reveló que el 85% de las niñas y adolescentes no se sienten cómodas con los baños de sus colegios, y el 95% de ellas sienten incomodidad al estar en la escuela durante su periodo menstrual.
El silencio en torno a la menstruación agrava la desinformación y fomenta la discriminación y la violencia de género, lo cual tiene un impacto negativo en las niñas y adolescentes.
Foto: Plataforma digital única del Estado Peruano
Es importante reconocer que la pobreza menstrual es un factor económico que afecta el acceso a los productos necesarios para mantener una salud menstrual adecuada. El costo económico de la menstruación muestra que en nuestro país las mujeres gastan aproximadamente S/5.28 en un solo paquete de toallas higiénicas, sin tener en cuenta que a menudo se necesitan más de un paquete, además de otros gastos como productos de limpieza, analgésicos, entre otros, según el Instituto Peruano de Obstetricia.
En marzo de 2021, se promulgó en nuestro país la Ley 31148, que trata sobre el manejo de la higiene menstrual en niñas, adolescentes y mujeres vulnerables. Sin embargo, esta ley se limita a ofrecer recomendaciones para un adecuado manejo de la salud menstrual, sin garantizar el acceso universal y gratuito a los productos necesarios para una gestión menstrual adecuada. Además, no aborda de manera integral todos los aspectos relacionados con el derecho a menstruar, lo que contribuye al aumento de las cifras de pobreza menstrual.
La Ley 31148, que establece la entrega de productos de higiene menstrual, se publicó el 31 de marzo de 2021. Captura de Imagen: Diario El Peruano
Durante conversaciones con la directora del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex), Susana Chávez, se destacó que la implementación de esta ley es insuficiente, especialmente en nuestro país cuando se trata de abordar temas para mejorar los servicios públicos.
“Existe falta de voluntad política y del reconocimiento de las necesidades de las niñas y adolescentes respecto a la menstruación, pero hay también una barrera muy importante y es que el Ministerio de Educación no viene aplicando la currícula de Educación Sexual, que debería ser uno de los mecanismos para hacer llegar los contenidos educativos y un tercer factor, no menos importante es la incongruencia de leyes, como es el caso del ley de participación de los padres, que no es otra cosa, que el veto que las organizaciones que dicen representar a los padres de familia, deben autorizar los libros que sus hijos deben de usar en ciertas materias, que incluyen ciencias naturales y en particular la educación sexual. Es importante señalar que hay sectores políticos que se oponen a la Educación Sexual Integral”, señala la directora de Promsex.
Chávez resalta la importancia de contar con voluntad política y comprender que la menstruación, siendo un evento fisiológico, requiere de insumos como toallas higiénicas, copas menstruales, entre otros. También subraya la necesidad de implementar medidas laborales, como licencias y permisos menstruales, para garantizar que la participación estudiantil y laboral no se vea afectada por esta condición biológica. Estas acciones son fundamentales para combatir el estigma y promover una buena salud menstrual a nivel nacional.
Es crucial que en nuestro país se implementen políticas específicas que aborden la pobreza menstrual, priorizando la salud menstrual con el acceso a productos menstruales, así como garantizando el acceso a servicios de agua e instalaciones adecuadas para una gestión menstrual correcta, cómoda y digna.