Por Josselyn López

Bandera del orgullo. Foto: Freepik

Honduras es un país violento para la población LGTIQ+, donde se enfrentan a un contexto lleno de estigma, discriminación y violación a sus derechos humanos.

Según datos del Observatorio de Violencia hacia las personas LGBTIQ+ de Honduras KAI+, de enero a marzo del presente año 2024 se registraron siete muertes violentas de personas LGBTIQ+, de las cuales, cinco correspondían a hombres gay, 1 mujer bisexual y un hombre que no se pudo determinar su orientación sexual. De las siete muertes se registraron los siguientes rangos de edad: 2 de 18 a 35 años, 1 de 36 a 40 años, 3 de 41 a 50 años y una muerte de edad indeterminada. 

Estas muertes, en su mayoría, ocurrieron en la villa pública y lamentablemente ninguna cuenta con procesos investigativos, solamente se realizaron los levantamientos de cadáveres. Esto deja en evidencia la poca importancia que la autoridad le da a estas muertes por obtener justicia, no existen protocolos de seguridad para las personas LGBTIQ+ ante los incrementos de violencia. El gobierno se ha llamado al silencio. 

En el año 2021, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Corte IDH, declaró la responsabilidad internacional de violación de derechos en perjuicio de Vicky Hernández, quien era una mujer trans, trabajadora sexual, que vivía con VIH y era activista, quien fue encontrada muerta el 29 de junio de 2009, un día después del golpe de estado. Su identidad fue registrada como desconocido de sexo masculino, las autoridades se negaron a realizar el dictamen de autopsia, antes de que el caso fuese sometido a la corte IDH, el caso permanecía en impunidad. 

Los estados están obligados a adoptar medidas que reviertan las situaciones discriminatorias en su sociedad. 

Thalía Rodríguez fue una destacada lideresa del movimiento trans en Honduras, fue la primera muerte violenta LGBTIQ+ del año 2022 y la número 402 desde la muerte del transfemicidio de Vicky Hernández. Ella se encontraba descansado en su vivienda cuando su privacidad fue irrumpida por hombres desconocidos que le arrebataron la vida. 

Las organizaciones defensoras de los derechos humanos de las personas de la comunidad diversa exigen al estado que estos casos y otros se lleven con el proceso de investigación adecuado. 

En enero de 2023, un año después del transfemicidio de Thalía, se declaró culpable a Aarón Jeriel Álvarez Pavón, uno de los asesinos implicados en la muerte, no obstante, las otras dos personas identificadas se encuentran libres. 

Este caso no quedó en la impunidad, sin embargo, la mayoría de los casos quedan totalmente impunes. 

Mantenerse luchando es un acto revolucionario 

Banderas del orgullo en marcha. FOTO freepik.

De León es una persona transfemenina no binaria, con 20 años de edad, defensora de los derechos de las personas LGBTIQ+ que sueña con ser diseñadora de modas. Es cofundadora del Colective No Binarie que tiene como objetivo visibilizar a las personas no binarias de Honduras, disidentes de género. 

Para ella lo más difícil que ha atravesado en el contexto hondureño ha sido la violencia física y psicológica desde que estaba en primer grado, algo que no entendía en ese momento, que ni ella sabía que era, ahora reflexiona y cree que todo lo vivido es parte de la ignorancia, la cual es transmitida a la niñez, quienes en su crianza han normalizado que lo diferente no puede ser y replican comportamientos y patrones violentos en las escuelas. 

Recuerda que la violencia comenzó porque su comportamiento no encajaba dentro de lo socialmente establecido para los niños, las autoridades de la escuela nunca hicieron algo para mitigar esta situación. La no intervención para contrarrestar estas situaciones puede tener como resultado niños creciendo que perpetúan la violencia cuando son adultos.  

Cuando De León cursaba noveno grado salió del sistema educativo presencial y pasó a educarse desde la virtualidad, esto en consecuencia del acoso recibido, esta decisión también fue motivada por razones de seguridad. Sintió y sigue sintiendo que su vida estaba en peligro por ser “diferente”. 

En este momento de su vida se siente con mayor libertad para expresarse y demostrar quién es, sin embargo, algunas veces sigue siendo difícil en un país que discrimina y estigmatiza a la población LGBTIQ+. 

Durante noviembre del año 2023 uno de sus amigos fue asesinado de manera violenta en una plaza dentro de su colonia, Héctor Cálix de 25 años era miembro de la comunidad LGBTIQ+, escritor y miembro del espacio de jóvenes por la integración del parlamento Centroamericano, su muerte está siendo judicializada como un acto de LGBTfobia. 

En junio del año 2024 su cadáver fue exhumado con el fin de esclarecer la muerte violenta. La persona responsable por este crimen de odio se encuentra en fuga, su familia y seres queridos siguen esperando respuestas. 

Ante estas situaciones, De León sigue manteniéndose de pie y luchando por el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTIQ+, principalmente el reconocimiento de la identidad de género y cambio de nombre de la población trans, el acceso a la salud de calidad y sin discriminación. Desea tener acceso a la terapia de remplazo hormonal. 

Sueña con cumplir su proyecto de vida, sin violencia, sin discrimación, sin estigmas.