Por Arleth García

Mujeres votando en México. FOTO: Archivo El Universal

Luchas, rechazos, insistencia y pioneras incansables forman parte del rocoso camino que recorrieron las mujeres mexicanas para acceder al derecho al voto. Con batallas aún pendientes por pelear en la búsqueda de una sociedad sin distinciones, recordamos el proceso y la ruta de este histórico acontecimiento. 

El 17 de octubre de 1953 en plenas elecciones para los diputados federales de la XLIII Legislatura, el presidente Adolfo Ruíz Cortines promulgó algunas reformas constitucionales. Estas fueron para el reconocimiento del derecho al voto de las mujeres. Así como el goce de una ciudadanía plena.

Hace 74 años, este logro significaba uno de los mayores reconocimientos de los derechos de las mujeres. Abría una esperanza a que el Estado mexicano tuviera una mayor democracia. Ahora no solo las mujeres podían votar. También postular para ser elegidas para cargos de mayor jerarquía.

Pero el camino no fue nada fácil. A las mujeres les costó muchos años lograr que fueran reconocidos sus derechos y su participación oficial en la política. Durante la Revolución mexicana, conflicto armado que se inició en el 20 de noviembre de 1910, la labor de las mujeres fue importante. Ellas se movían ayudando a conseguir ayuda para la población civil y colaboraban en la redacción de proyectos y planes. 

Una petición previa a la Constitución de 1917 fue redactada a finales de 1916 por la secretaria particular de Venustiano Carranza, Hermila Galindo. A pesar de los constantes rechazos de los grupos congresales de la época, ella fue una política, escritora, maestra, oradora, periodista y activista feminista sufragista, activa durante la Revolución mexicana. Momento en el que solicitó y peleó por los derechos políticos para las mujeres. 

Hemilia Galindo, primera diputada federal mujer mexicana.

Aunque esta fue de las primeras peticiones formales, se tienen antecedentes de pronunciamientos que tuvieron las mujeres a favor de sus derechos políticos. Algunos de estos se mencionan más detalladamente en el libro “La revolución de las mujeres en México”. Este fue publicado por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) en el año 2014.

Según un archivo del Instituto Electoral Nacional (INE) titulado “Cuando las mujeres votamos por primera vez”, se tienen registros de que en 1821 se hicieron las primeras solicitudes para el voto femenino. Fue hecho por un grupo de mujeres de Zacatecas, quienes pidieron al gobierno que se les considerara ciudadanas y puedan sufragar. Así como en 1890, cuando un grupo de mujeres reunieron miles de firmas. Estas se enviaron al presidente Porfirio Díaz para que fuera reconocido su derecho a votar. 

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En el siglo XX, se impulsaron más iniciativas a favor. En el año 1923 se celebró el Primer Congreso de la Liga Panamericana de Mujeres en Yucatán. Contó con la participación de más de 100 delegadas de todos los estados del país. A este evento asistieron las dirigentes. Las mismas que hoy son reconocidas como las activistas-feministas más importantes del momento. Una de ella fue Matilde Montoya, la primera mujer mexicana en alcanzar el grado académico de médico en 1887. Al final del evento, se resolvió enviar al Congreso de la Unión una petición de igualdad de derechos políticos para hombres y mujeres. 

Así, por primera vez, las mujeres de Yucatán pudieron votar. Se comenzaron a planear iniciativas para que la medida se extienda por todo el país. En 1937, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, se lanzó la iniciativa de reforma al artículo 34 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Momento en el que se solicitó por primera vez el derecho a la mujer de votar y obtener cargos de elección popular. Fue aprobada por la Cámaras de Senadores y la Cámara de Diputados, pero no tuvo la declaratoria de Reforma Constitucional, por lo que quedó inconclusa.

El 6 de abril de 1952, un grupo de más de 20,000 mujeres se reunieron  en el Parque 18 de Marzo ubicado en la Ciudad de México. Ellas pedían al entonces candidato presidencial Adolfo Ruíz Cortines que hiciera cumplir su promesa de otorgar el derecho de las mexicanas a votar y ser electas. Fue un año después cuando el Diario Oficial de la Federación (DOF) decretó la ciudadanía plena a las mujeres. 

Y fue hasta 1955 que las mujeres en todo el país participaron en unas elecciones. Las primeras sufragadas fueron Jiménez de Palacios, —quien en las elecciones del 4 de julio de 1954 se convirtió en la primera diputada federal en la historia de México de Baja California. Seguida por María Lavalle Urbina de Campeche y de Alicia Arellano Tapia de Sonora. Ambas fueron las primeras senadoras electas  en las elecciones del 4 de julio de 1964. Asimismo, Griselda Álvarez de Colima, quien fue la primera gobernadora en el año 1979.

Por la conmemoración de los 65 años de aquel acontecimiento, el portal de Voces feministas menciona que “las mujeres entraron legalmente a formar parte de la vida pública con una conducta pasiva frente a la política de México. Se les dio el voto en un contexto en donde no había libertades democráticas. Con lo que se liquidó toda posibilidad de un ejercicio democrático dentro del juego político. En un contexto en el que no había voces disidentes que cuestionan la función de las mujeres como esencialmente familiar y privada, estas obtuvieron el voto”. Desde La Antígona, compartimos su opinión y seguimos trabajando por fortalecer la participación de las mujeres en la política

La Comisión de Organización Electoral del Instituto Nacional Electoral (INE) presentó los resultados del estudio muestral sobre la participación ciudadana en las elecciones federales de 2018. Este mostró que del 62.3% del electorado que acudió a votar. La participación de las mujeres fue mayor que la de los hombres por ocho puntos porcentuales.

En cuanto al grupo de personas que no votaron (37.7%), 20.2% fueron hombres y 17.5% mujeres, con una diferencia de casi tres puntos porcentuales. Es evidente la mayor participación de mujeres en las edades jóvenes y adultas hasta los 64 años.

Al día de hoy, se siguen impulsando iniciativas que animen a las mujeres a ejercer su derecho al voto. Unas de ella impulsadas por el colectivo de “Nosotras tenemos otros datos”. Esta, busca hacer visible lo invisible y colocar en el radar público las realidades que desde distintos contextos viven las mujeres mexicanas. Asimismo convoca al encuentro “Todas México” el próximo domingo 17 de octubre a las 11:00 a. m. (hora México/Perú/Colombia/Ecuador) para fortalecer y consolidar la única fuerza política vigente, progresista y democrática.

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Las mujeres mexicanas han recorrido un largo camino para poder vivir una vida libre de violencia. Una vida donde sean respetados sus derechos humanos, igualdad política y social. Asimismo, para poder ser partícipes de las decisiones políticas y los cambios transversales de México para conseguir una sociedad más democrática, equitativa e inclusiva.