Ellas buscan cumplir su labor en esta otra primera línea contra el coronavirus, pero piden más apoyo del Estado. Conoce la asombrosa labor de las agentes INPE.
Son mujeres. Algunas son madres y custodian el penal de reclusas más grande que tiene Lima: el establecimiento penitenciario de Chorrillos, donde ya se ha registrado la primera muerte por coronavirus. En esta emergencia sanitaria por el COVID-19, las trabajadores del INPE están expuestas y ponen en riesgo sus vidas mientras el temor de ser contagiadas invade esta cárcel que alberga a más de 850 internas. Ellas buscan cumplir su labor en esta otra primera línea contra el coronavirus, pero piden más apoyo del Estado.
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El cambio de estación está logrando que el cielo de Lima vuelva a ser gris y que el frío se empiece a sentir. Hay un lugar en el que ese frío se siente aún más: el Establecimiento Penitenciario Mujeres Chorrillos, la cárcel de reclusas más grande de Lima. Este lugar no es ajeno a la emergencia sanitaria. El pasado 12 de mayo murió la primera interna por infección de COVID-19. En pleno avance de la pandemia, las agentes femeninas del Instituto Penitenciario del Perú (INPE), al igual que sus colegas hombres, no han detenido su labor y custodian a diario a las 859 reas que cumplen condenas, en su mayoría, por delitos relacionados al tráfico ilícito de drogas (TID) o robo agravado, según las estadísticas del Ministerio de Justicia. María, a quien llamaremos así en esta nota, es una de las 45 agentes que cuidan en esa prisión.
Desde hace veinte años, María se despierta de madrugada para ir a la cárcel: se alista, se pone su uniforme y con las botas ya puestas, atiende a su pequeño de 8 años con habilidades especiales. Junto a su esposo, quien también es agente penitenciario, tienen que dejarlo solo por más de cinco horas mientras retornan a casa. Su labor como agentes de seguridad del INPE, nos cuenta ella, le impide pasar más tiempo con su niño. “Es bastante complicado. Cuando mi esposo está de descanso se queda cuidando a mi hijo. Pero igual, así se quede él, cuando vuelvo del trabajo igual siempre hay que limpiar, cocinar y, bueno, todo el trabajo de casa”, dice.
María confiesa que la rutina diaria en el penal la consume. Su voz por el teléfono revela su nerviosismo cuando nos comenta que siendo parte del área de seguridad tiene un horario de “24 x 48”. Esto quiere decir que tienen un día de descanso por dos de turno. A pesar de su cansancio diario intenta mantenerse fuerte por su niño.
SIN PROTECCIÓN
En el penal de mujeres Chorrillos trabajan alrededor de 65 agentes INPE que pertenecen a la división de seguridad. De ese total, aproximadamente 45 son agentes femeninas como María, cuya función principal es controlar y velar por el orden de todo el reclusorio. Ellas tienen contacto directo con las internas. Sin embargo, el número de personal se ha reducido, según informó Gerson Villar, quien era presidente del INPE y presentó su renuncia el pasado 6 de mayo.
Elvia Córdova, técnica de segundo grado, tiene 13 años como agente de seguridad del INPE. Actualmente es jefa de seguridad del penal de Chorrillos. La llegada del virus impactó a todos, nos asegura. Un notorio cambio se vio, primero, en el número de personal de seguridad y administrativo que hoy labora. Agentes mayores de 60 años o con enfermedades crónicas se están quedando en sus casas. Esta reducción ocasionó cambios de horarios para las guardias de seguridad que sí están en actividad como es el caso de María. “De 27 personas que eran por grupo, en personal femenino, ahora cuento con 20 en cada grupo”, señala Elvia.
En abril, se identificó al primer infectado de COVID-19 dentro de un establecimiento penitenciario: un agente que laboraba en el área externa, fuera de los pabellones y patios de la cárcel. Este fue aislado en su domicilio por 14 días siguiendo el protocolo de seguridad del Ministerio de la Salud (Minsa). Hasta el cierre de este informe, hay un total de 12 agentes del INPE fallecidos por coronavirus. Todos ellos adquirieron la enfermedad en cumplimiento de sus funciones en esta otra primera línea.
En abril, se identificó al primer infectado de COVID-19 dentro de un establecimiento penitenciario: un agente que laboraba en el área externa, fuera de los pabellones y patios de la cárcel. Este fue aislado en su domicilio por 14 días siguiendo el protocolo de seguridad del Ministerio de la Salud (Minsa). Hasta el cierre de este informe, hay un total de 12 agentes del INPE fallecidos por coronavirus. Todos ellos adquirieron la enfermedad en cumplimiento de sus funciones en esta otra primera línea.
Desde que se conoció el primer caso, el temor dentro de las prisiones, como en Chorrillos, incrementó. El miedo era compartido: lo sentían las reclusas y lo sentían sus custodias, como María. ¿La razón? El personal activo -las y los agentes- no tenían los implementos de bioseguridad necesarios y recomendados por el Minsa. Es decir, no contaban con mascarillas NK-95, guantes quirúrgicos ni alcohol en gel. El único material de protección que habían recibido era de material desechable como mascarillas simples.
El pasado 29 de abril, la Contraloría General de la República señaló en un informe que el INPE solo gastó un 10,81% de los S/. 10’000.000.00. El documento del órgano de control advirtió una posible deficiencia en el sistema de prevención si es que no se ejecuta rápidamente el monto. Habían pasado 37 días desde que se transfirió el presupuesto. Casi una cuarentena.
Hasta la fecha y a pesar de que el expresidente del INPE, Gerson Villar, señaló a la prensa antes de renunciar que estaban trabajando para ejecutar todo el presupuesto asignado, aún no se ha evidenciado cifras de gasto que vayan más allá del 20%, es decir, solo 10% más de las publicadas por la contraloría, según el portal de Transparencia Económica del MEF, consultado por La Antígona el último 11 de mayo. Desde el INPE, a pesar de la consulta a través de la Oficina de Prensa, no se han pronunciado al respecto.https://infogram.com/untitled-report-1hke60rx1me165r?live
Este retraso en la ejecución del presupuesto ha ocasionado que las mismas agentes, como María y sus compañeras, busquen alternativas para protegerse. Ellas están elaborando sus propias mascarillas y mandiles. Empresarios aliados están colaborando con donación de telas y materiales. “Nosotras somos los únicos que estamos allí, dando la cara, porque el personal igual se queja. Pero, ¿qué podemos hacer nosotros como miembros o directivo de ese penal. Lo único que podemos hacer es pedir aliados”, nos dice Elvia, la jefa de seguridad, con un tono que mezcla su decepción y desesperanza. Parece asumir que la situación no cambiará para con ellas.
SOLAS Y EN PRIMERA LÍNEA
El miedo ante posibles contagios no es el único temor que ronda el penal de Mujeres Chorrillos. Según datos contabilizados por el Ministerio de Justicia (Minjus), se han producido un total de 16 motines en el país durante los 50 días que llevamos del aislamiento social obligatorio para frenar la pandemia del COVID-19. Ninguno tuvo lugar en un penal de mujeres, hasta ahora. Sebastián Villagómez, abogado de la Dirección General de Asuntos Criminológicos del Minjus, explica que esto se debe a las diferencias y características propias de internos varones e internas mujeres. Es decir, es por un tema de género. “Ellas no tienen ese componente violento que sí presentan los varones”, nos señala. A fines de abril, en el penal Miguel Castro Castro de hombres murieron 9 internos tras el motín por reclamar atención y protección por el avance del coronavirus.
Fuente: Rodrigo Abd
Pero María dice que un posible motín en el EP Chorrillos no sería irreal. Cuenta que, ante la desprotección por parte del Estado y las condiciones de los penales, las internas han tomado posturas rebeldes. El orden y disciplina es cada vez más difícil de conseguir. “Las chicas están bastante preocupadas. Están inquietas por ya hay chicas que están con el COVID y eso las tiene asustadas y molestadas”, nos dice. Ella y sus compañeras tratan de calmarlas, pero sienten que a diario tienen que estar preparadas para cualquier revuelta.
Intranquilidad y preocupación es el sentimiento que comparten las internas y las agentes. Cuando se decretó el estado de emergencia sanitaria por el avance del COVID-19, parte del parte del personal administrativo que incluye a psicólogos, abogados y asistentes sociales dejó de acudir al penal e hizo trabajo remoto. Las agentes de seguridad del INPE, como María y Elvia, fueron las únicas que permanecieron dentro del establecimiento y lo siguen haciendo. Al no tener apoyo de las otras áreas, ellas sienten todo el peso sobre su labor de custodiar un penal de 859 mujeres, donde no son pocos los casos de internas, madres y gestantes que reciben tratamiento psicológico.
Solo son 15 agentes para controlar y atender a todas. “Hay internas violentas, otras tienen problemas de depresión, pero la situación, ahora con el miedo de contagiarse, se han puesto más rebeldes. Muchas veces no hacen caso, ya cuesta ponerles en orden”, se queja una de las agentes entrevistadas. La cárcel, reconoce, es un lugar donde hay todo tipo de historias.
Según datos del Minjus brindados por Villagómez a La Antígona, la mayoría de penales están hacinados porque presentan una capacidad máxima de 39 mil unidades de albergue para los casi 906.870 internos entre varones y mujeres. La abogada especialista en temas de mujeres privadas de la libertad para el Programa de Asuntos Penitenciarios de la Defensoría del Pueblo (PAPP), Keysi Gallegos, coincide sobre la existencia de un estado de hacinamiento en las prisiones en nuestro país y afirma que esta condición exige un mayor trabajo de custodia por parte de los trabajadores del INPE.
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Elaboración de La Antígona
Actualmente, las agentes penitenciarias trabajan dos días seguidos y descansan cuatro días. Gallegos, sin embargo, señala que las condiciones en las que trabajan, duermen y se alimentan dentro del penal de Chorrillos no son las mejores. “No hay que olvidar que las agentes son tan servidoras públicas como el que trabaja en el Ministerio de Economía, etc. Las condiciones en las que ellas se desarrollan no son aptas”, precisó la abogada. Asegura que si antes les costaba, ahora con el avance del coronavirus dentro de las cárceles todo es más complicado. Es más duro. Aunque, ellas mismas son conscientes de su labor. “Para eso me han preparado”, le han respondido muchas. Pero que también les gustaría que el Estado las reconozca como están haciendo con otras profesionales.
Al ser consultado sobre la ausencia de otros profesionales en las cárceles como el personal administrativo o los psicólogos, Villagómez respondió que ahora sí están asistiendo y que su presencia es esencial en los penales. “Es un error que se ha subsanado, aunque sí se ha dado preferencia al trabajo virtual”, reconoció. Antes de presentar su renuncia, el expresidente del INPE Gerson Villar, declaró al diario Gestión que se habían contratado a 100 médicos, 100 enfermeras y 150 agentes de seguridad para reducir la carga laboral de las actuales trabajadoras y asegurar la atención de necesidades de las internas.
MÁS MEDIDAS PARA EL INPE
El pasado 22 de abril, tras el incremento del número de infectados de COVID -19 en los penales, el presidente Martín Vizcarra aprobó el Decreto Supremo 004-2020, que brinda lineamientos para la evaluación de casos de internos que podrían tener gracias presidenciales debido a la crisis sanitaria. Es decir, que se tramitarán indultos dada la coyuntura de crisis mundial por la pandemia del coronavirus.
Fuente: Ministerio de Justicia
La Comisión de Gracias Presidenciales del Minjus recomendará, según explicó Villagómez, dar este beneficio penitenciario a quienes sean madres y permanezcan con sus niños o niñas en la cárcel, a quienes se encuentren en estado de gestación o madres que tengan condenas próximas a vencer. También a personas mayores de 60 por encontrarse como grupos vulnerables al contagio. siempre y cuando no se tengan delitos graves o reincidentes. “Se debe valor la participación de las internas en el tratamiento y su conducta (…) En los 68 penales la administración penitenciaria va detectar de oficio los posibles casos”, dijo el funcionario.
La Defensoría del Pueblo está supervisando este decreto supremo. Gallegos indicó que la medida es viable. Sin embargo, algo desconfiada, reconoce que el proceso será de arduo trabajo pues se necesita revisar cada caso a detalle. Aun así, se espera que contribuya a la reducción del hacinamiento y, por consecuencia, también favorezca al personal penitenciario cuyos esfuerzos por mantener el control parecen estar al límite. “Va generar que se pueda desconcentrar y facilitar la albora la agente penitenciaria”, sostuvo.
El último 26 de abril, el ministro de Justicia, Fernando Castañeda y las autoridades del INPE, recibieron un lote de 110 mil mascarillas comunitarias lavables y adquirieron 13.000 pruebas rápidas para ser aplicadas a todo el personal. Hasta el cierre de este informe, el proceso de entrega de estos implementos en los 68 penales del país continuaba con lentidud, así como la toma de muestras para diagnosticar infectados de COVID-19.
Sin embargo, el último 19 de mayo durante una entrevista en RPP, el ministro aseguró que se hallan ejecutando estrategias que prioricen el aseo y desinfección de las 68 cárceles peruanas. También, confirmó la existencia de anillos de salubridad que consisten en la medida de temperatura, desinfección de calzado y de manos a quien ingrese a los recintos. Por último, señaló que ya se había finalizado la entrega de mascarillas en todos los penales recalcando que este proceso era verificado por la Oficina de Asuntos Internos del INPE.
Fuentes: Prensa
Las cartas están puestas sobre la mesa para asegurar la protección de las agentes como Elvia, María y el resto del personal penitenciario, quienes por su labor -así como otros profesionales en primera línea- también están con temor de sumarse a las cifras de infectados de coronavirus en el Perú.
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La pandemia provocada por el Coronavirus ha dejado en incertidumbre a muchos rescatistas que albergan y protegen a estos seres de narices húmedas y corazones alegres. Tal es el caso de Marice Guerra Araujo, joven abogada cusqueña y fundadora de la Asociación defensora de los seres vivos y del medio ambiente De Patas. Su amor por los animales y el apoyo de su familia fueron los impulsos necesarios para que, a pesar de la crisis de salud global que vivimos, no abandone su labor en defensa de todo ser vivo.
Desde muy pequeña, Marice sintió la necesidad de velar por aquellos que no podían quejarse del hambre o sed. Su amor por los animales siempre la llevó a luchar por no ver más maltrato para ellos. Decidió estudiar derecho al terminar el colegio pero aún mantenía la meta de ayudar a sus engreídos. Ella soñaba con que algún día, Cusco no tuviera más abandono en sus calles. Fue así que inició la aventura de crear una asociación en defensa de la vida animal en la que toda la ciudadanía podría participar.
“Nosotros, al ver animales en la calle en situación de abandono, heridos, maltratados, deshidratados, o al ver que en el mismo centro histórico lucraban con ellos, nos sentíamos indignados y preocupados. Es por eso que nuestro deseo por trabajar a favor de ellos parte de ver esta problemática”
Foto: Archivo
La Asociación defensora de los seres vivos y del medio ambiente De Patas, es uno de los proyectos impulsados con el fin del rescate y protección animal en la ciudad imperial; que, por el contrario de otras ciudades del país, cuenta con muy pocas asociaciones. En tan sólo Lima, se registran al menos 80 albergues independientes cuya capacidad es no mayor a 100 animales, según el diario La República. En Cusco la situación es otra, refiere Marice. Esta fue una de sus motivaciones para crear De Patas. Otra de ellas, fue su familia la cual siempre apoyó su iniciativa.
“Mi familia trata de apoyarme, quizá no económicamente pero sí moralmente. Mi mama es la persona que más está con ellos y recibo mucha ayuda de parte de ella”
Foto: Facebook
En defensa de los animales
Crear una asociación no fue tan fácil como ella pensaba que sería. Cuando esta joven cusqueña aún no culminaba sus estudios de derecho en la universidad, realizaba charlas y conversatorios para su misma casa de estudios en proyección social; sin embargo, una vez que egresó se dio cuenta que las instituciones requerían un grupo capaz de impartir conocimiento sobre derechos animales a más personas.
“A medida que fue pasando el tiempo la misma universidad en la que estudié me incentivaba para que pueda dar charlas sobre la tenencia responsable. Una vez que egrese, me di cuenta que se requería un grupo más grande para dar las charlas; es decir, no una persona natural sino una institución. Es así como creamos la asociación”
Fue así como ella, recién egresada de la carrera de derecho fundó De Patas. Este gran paso le permitió contar con respaldo de algunas instituciones para seguir capacitando sobre derecho animal. Lamentablemente, es sólo en este aspecto que Marice se ha visto apoyada, pues como ella misma afirma: “con respecto a la alimentación, no contamos con ayuda”. La joven abogada asegura también que el crecimiento y el cuidado de los animales es gracias a su propio esfuerzo y las pequeñas donaciones que reciben, es decir, se autofinancian.
Antes de la Pandemia, ella y quienes la apoyan, organizaban algunos eventos para conseguir fondos y sostener su albergue canino. Desde que el Presidente Vizcarra declaró el Estado de Emergencia por la crisis del Covid – 19 en marzo de este año, ella quedó en incertidumbre. No tenía claro cómo realizar alguna venta para cubrir esos gastos médicos o de alimentación que requerían los pequeños y fieles amigos de cuatro patas. Aún así siguió trabajando como abogada, saliendo a las calles y viendo como la situación de los animales abandonados empeoraba en la misma ciudad.
Foto: Facebook
“Esta situación de emergencia ha traído como terrible consecuencia que haya más casos de animales abandonados”
Retrasos en plena pandemia
El incremento de casos de canes abandonados no es el único problema que ella afirma tener. Las mismas autoridades son actores principales del retraso para cumplir su labor animalista. Los malos tratos y pleitos con la misma Municipalidad de su distrito son ya, pan de cada día. Sin embargo, esta situación controversial llegó a su punto máximo cuando el 28 de mayo durante las primeras horas de la mañana, personal de la misma institución ingresó sin permiso al albergue y comenzó a desatar un caos dentro, relata ella.
Este acto fue denunciado por Marice, quien no pudo soportar ver cómo irrumpían y se llevaban todo por delante. “Junto con ellos, ingresa personal de la calle. Todos ellos sin barbijo y también empiezan a llevarse todo lo que, con esfuerzo, habíamos logrado comprar; ya que al estar en estado de emergencia todos perdimos nuestro trabajo y no ha sido fácil”, detalla.
Video extraído del Facebook de Marice Guerra
La municipalidad, muy lejos de pedir las disculpas del caso, argumentó a su favor que el terreno en el cual se sitúa el albergue canino es de propiedad privada. Calificó como invasores a Marice y a su familia, desmereciendo su ardua labor a favor de los animales: “Ellos refieren que nosotros somos invasores y que queremos quedarnos con propiedad de ellos”, comenta sin querer recordar ese lamentable día.
“Lo que ellos manifiestan es que nosotros éramos invasores y que deseabamos apropiarnos de bienes de la municipalidad, cosa que es falso pues como sustenté, tenemos un contrato de alquiler. Esto desacredita su versión”
Educar para frenar el maltrato
Sin cruzarse de brazos y a pesar de los retrasos sufridos, Marice y su asociación han alcanzado logros importantes este año. Uno de ellos fue poder ampliar su ayuda a otras especies animales como las alpacas y vicuñas. Desde hace mucho tiempo estos camélidos vienen siendo víctimas de maltrato por quienes lucran con ellos en el centro histórico de Cusco y venden fotos a turistas que ansían guardar un recuerdo de estos animales andinos. Su negocio esconde el descuido de estas especies. Muchas de ellas terminan con serios cuadros de deshidratación y desnutrición. Hoy, ante la crisis, han sufrido un abandono más notorio, es por eso que Marice y su asociación no dudaron en acogerlos en un espacio acorde a su hábitat. El albergue de alpacas y ovinos se ubica en Chincheros, en la provincia de Urubamba, a una hora y media de Cusco.
Foto: Facebook
La creación de este albergue llegó junto a la pandemia y puso de cabeza la situación de la asociación, pues los ingresos se vieron reducidos y las oportunidades de conseguir más dinero para abastecer a los veinte canes que actualmente tiene en el albergue y las alpacas en Chinchero, eran escasas. Sin embargo, Marice encontró solución gracias a la virtualidad. Hoy en día, De Patas se ha convertido en la primera asociación en difundir y capacitar sobre el derecho animal y la tenencia responsable a diferentes instituciones e incluso colegios. Todo a través del internet, lo que permite seguir educando a la población sobre cómo cuidar y defender la vida de los animales.
“Dentro de nuestros proyectos también está el educar porque creemos que la solución a esta problemática es dar información a las personas”
Marice es consciente de las pocas fuentes de información que están al alcance de las personas y que esta misma situación trae consigo que las propias autoridades busquen solucionar el abandono animal con medidas drásticas y violentas. “A lo largo de estos años las autoridades creen que vienen dando “soluciones” como los envenenamientos masivos. Ellos piensan que por medio de estas situaciones rápidas e inmediatas el problema se va resolver. Realmente no es así”, asegura la joven cusqueña. Si se habla de canes, sostiene ella, una cachorra hembra entra en celo en un tiempo de seis meses y al no estar esterilizada pare entre seis a ocho crías por camadas. Esas crías son nuevamente echadas a la calle y reflejan su abandono por medio de sus heridas. “Es así que no hay una solución como la que debería existir para erradicar este problema”, reflexiona.
Foto: Facebook
Es por esto que De Patas ha enfocado su trabajo no sólo en acoger a los más vulnerables sino también en educar. Sin embargo, por la misma crisis sanitaria, no podían ingresar a las instituciones a impartir esa información. Es así que organizaron cursos virtuales para llegar a la población pues como ella misma lo dice, la educación es el eje fundamental para poder frenar el abandono y maltrato animal.
“En Cusco, somos la primera asociación que está viendo un curso de derecho animal. Antes no se había visto ni escuchado sobre esto”
La Asociación De Patas junto a la Federación Peruana Unificada de Abogados, lleva organizando el primer curso virtual llamado “Ética, maltrato y crueldad animal. Marco legal – Protección de animales no humanos. Responsabilidad social”. Su objetivo es apuntar a que todas las personas puedan conocer acerca del derecho de los animales e incluso puedan informarse sobre cómo poder llevar un proceso en casos de denuncias. Es importante que cualquier persona pueda saber qué hacer en casos de maltrato animal pues como Marice señala: “En las comisarías, a veces te tratan mal o simplemente dicen “No, es sólo un perro”.
Foto: Facebook
Para este curso llevado a cabo el 1 y el 2 de octubre, contará con la participación de ponentes de todo el Perú como el abogado limeño especialista en derecho animal Jorge Reyes; el médico veterinario de la Universidad Católica de Santa María Arequipa, Dalger Dueñas; la Docente en Ciencias y Medio Ambiente, Elizabeth Bedia y el Fiscal Provincial Penal de Wanchaq, Alvaro Cassani.
A sus 32 años, Marice Guerra se ha convertido en una impulsora y defensora de los animales. Gracias a su trabajo, el apoyo de su familia y amigos y el cariño que diariamente le brindan sus canes, ha podido resistir la dura situación que enfrentan la mayoría de rescatistas en todo el mundo a causa de la pandemia. Hoy, más fuerte que nunca, abraza y juega con sus amigos de cuatro patas y sigue adelante con sus proyectos. Siempre en favor de los animales.
Nadia Ramos Serrano es presidenta del Centro de Liderazgo e Innovación para Mujeres de Las Américas. Este, es un laboratorio de ideas cuyo propósito es influir en las políticas y prácticas públicas para que en un futuro se pueda asegurar un papel más eficaz de las mujeres. En esta entrevista con La Antígona, nos relata su experiencia en el proceso de formación de lideresas políticas, mujeres aguerridas y capacitadas cuya aspiración es llegar a ser grandes políticas que puedan cambiar y guiar el destino de sus regiones.
¿Qué es lo que se busca en una mujer líder?
Tener una mujer líder y formarla lleva mucho tiempo. Pueden tener muchas actitudes pero esas actitudes deben de moldearse; lograr tener un mejor entendimiento de los contextos. No solamente queremos líderes de un día, de una semana o un mes. Queremos lideresas que se mantengan en el tiempo, que estén constantemente atentas a la coyuntura y que estén representando a las mujeres.
¿Qué obstáculos o problemáticas has hallado en común en toda la región de América Latina?
Una de las cosas que más me preocupó de estos cuatro años que llevo conociendo y entrevistando a líderes de movimientos regionales es que un 100% de ellos, son varones. Segundo, he corroborado que muchos de ellos no tienen campañas de capacitación dirigida a las mujeres. Así mismo, cuando ellas participan en algún espacio siempre es para alguna acción de proyección social o eventos como el día de la madre, navidad, etc. No tienen una presencia real, una con liderazgo.
También, cuando estuve en departamentos del oriente y en los andes, he notado que a pesar de que ahí se habla quechua, aymara y lenguas amazónicas ninguno de los documentos está acondicionado para este tipo de población vulnerable. Tampoco se incluye a las mujeres que provengan de comunidades aymaras y amazónicas; y en la parte de la costa, a las comunidades afrodescendientes. Literalmente son invisibles en sus propios movimientos y partidos políticos.
Al conversar con muchas de las mujeres que forman parte de estos partidos, uno de los temores que tienen es que siempre se elige a personas cercanas del representante y a ellas se les deja de lado. Son mujeres con garra que si estuvieran capacitadas seguramente estarían aportando, pero no se invierte en su formación. Ellas actúan en lo que sienten que hacen falta en su sociedad sin las respuestas inmediatas pero para hacer política hay que mirar a futuro y en general, eso les falta a ellas.
¿Se podría interpretar entonces que la participación política de las mujeres está siendo reprimida?
Más que reprimida, está invisibilizada. Si no tuviéramos las acciones aplicativas que tenemos en el país, seguramente no participaríamos en política. No habría interés alguno en incluirnos en la lista electoral. Creo que las acciones como tener una cuota de género ha permitido que se incluyan a las mujeres. Obviamente en Perú le sacamos la vuelta a todo y algún tiempo atrás las mujeres eran incluidas en los últimos lugares. Entonces, hay obstáculos y hay invisibilidad en el liderazgo de las mujeres.
Sin embargo han existido iniciativas que permiten se visibilice la participación de las mujeres en política como lo mencionas, una de ellas es la cuota de género. Otra es la ley de paridad y alternancia. ¿Consideras que ésta, puede ayudar a que en estas próximas elecciones en Perú, podamos tener mayores cuadros de mujeres?
La ley de paridad y alternancia es una lucha que le ha tomado muchos años a la sociedad civil. Así como esperábamos que se aprobara esta ley también esperábamos que se derogara el voto preferencial. Este, es un obstáculo para que la ley de paridad y alternancia se cumpla. Por ejemplo en las elecciones congresales tenemos una lista abierta (semiabierta) y también tenemos un trinomio presidencial. Esto significa que cada congresista inicia su campaña de manera libre. Cada quien ofrece su candidatura de la manera que vea mejor; cuando lo ideal sería que tengan una lista cerrada con una sola propuesta programática. Así los postulantes no ofrecen cosas que no se pueden cumplir. Sin embargo, no se aprobó el voto preferencial y eso significa que en el 2021 no está garantizado que nuestro parlamento pueda tener un 50 -50. Sabemos que la cobertura que darán los medios a los varones va a ser alta, dando pie a que nosotras nos quedemos en el puesto en el que nos hemos mantenido por los últimos 30 años que es entre el 27 al 30% de representación de mujeres en el parlamento.
A pesar de que existe una cuota de género.
Claro. A pesar de que hace 30 años existe la cuota de género, nunca hemos roto el techo de cristal. Siempre hemos oscilado entre 25, 27 y 30%.
No tenemos la eliminación del voto preferencial pero ¿existen otras medidas que se pueden implementar como mayores capacitaciones o más escuelas como el Centro de Liderazgo para las mujeres de América Latina?
Los partidos políticos que tienen representación parlamentaria reciben millones de soles que están destinados a muchas cosas, una de ellas: la capacitación de sus miembros. Sin embargo, al revisar los informes que detallan los gastos de los partidos políticos y vemos que ese dinero es gastado en pagar luz, agua, teléfonos, pago a secretarias, asistentes y en realidad los fondos destinados a formación y capacitación no son utilizados de manera adecuada por que si uno pide los padrones de quienes asisten a esos talleres son las mismas personas. No hay diversidad de personas. ¿Por qué no se descentralizan las capacitaciones? ¿Por qué no se ponen cuotas para mujeres afrodescendientes e indígenas; para mujeres amazónicas o con discapacidades? Hay tantas mujeres que representan a muchos grupos vulnerables en este país.
No se ha tomado muy enserio el tema de la capacitación y formación. Si hubiese sido así, seguramente, ahora no se estaría llamando a mujeres de la televisión o farándula, si no a mujeres bien capacitadas, las incluirían en sus listas. No hay nada de eso y es realmente preocupante.
Dentro del Centro de Liderazgo para las mujeres de América. ¿Cómo se forman a las mujeres líderes que muchas veces tienen miedo de entrar a la político porque son invisibilizadas, silenciadas y subestimadas?
En el proceso de elección de las chicas y mujeres que entran a los cursos, una de las preguntas que tienen que llenar en los formularios precisamente tiene que ver con su participación en política. Ellas deben estar decididas a participar en política. Para nosotras es una satisfacción el saber que ellas han tomado esa decisión. Nuestro esfuerzo, nuestras horas y dedicación valen. Dedicamos nuestra energía a formar a mujeres que han optado por participar en política.
También, en la Escuela de Liderazgo, al iniciar las capacitaciones dividimos los temas. Leemos libros políticos, filosóficos y también abrimos un curso relacionado al cine, ya que este también genera sensibilidad. Hemos escogido películas donde hay mujeres que han hecho política. Esto sirve de inspiración a mujeres que están involucrándose en el tema político. Y finalmente, le hemos dado importancia al tema de la oratoria. Vemos que hay una debilidad en nuestras lideresas de poder comunicarse en grupos grandes. Es así que incluimos un curso de oratoria política para mejorar sus habilidades.
¿Cómo les ha ido al implementar estos cursos en plena pandemia? ¿Cómo se dictan las clases de oratoria de manera virtual?
Anteriormente, no habíamos considerado el tema de la oratoria en la currícula. Nosotras incluíamos las visitas institucionales pues nuestro éxito siempre ha sido en provincias. Casi 23 o 24 departamentos de nuestro país se han movilizado hasta Lima para hacer estas visitas a Palacio de Gobierno, a la oficina de la comisionada de la mujer de la Defensoría del Pueblo, nos entrevistamos con la Presidenta de la Comisión de la Mujer del parlamento, fuimos al Poder Judicial, al Ministerio Público, y así sucesivamente. Con esta nueva normalidad, las redes se han convertido en una gran herramienta. Usamos Zoom, Whatsapp, hacemos transmisiones en vivo en nuestras redes para aquellas mujeres que aún no se deciden y esperamos que al ver los cursos se motiven. Así que estamos usando todas las herramientas posibles e incluso nuestra docente de Oratoria es una campeona sudamericana. Este 24 y 25 de noviembre estamos abriendo el concurso de oratoria para nuestras alumnas. Son 70 alumnas de 14 países de la región en esta promoción.
¿Cómo es la participación de las alumnas? ¿Las sientes motivadas a pesar de las difíciles situaciones políticas que estamos viviendo en la región?
Yo he podido hablar con muchas de ellas, incluso con compañeras de Nicaragua que acaban de sufrir el huracán hace menos de unas semanas. También con las chicas de Chile que han vivido el cambio de su constitución. Así mismo con chicas de Bolivia, que son muchas y que estuvieron siguiendo muy de cerca las elecciones. Ellas han decidido entrar en política. Muchas de ellas son activistas. Además son sociólogas, politólogas, abogadas, o de esa área. Entonces para nosotras es mucho más fácil involucrarlas porque ya tienen claro a dónde quieren llegar. Es un honor haber conocido a chicas que tienen un alto perfil político. Les damos herramientas que les van a servir cuando sean autoridades. Los partidos deben darles asesorías, pero nosotras les damos las herramientas.
Coméntanos sobre las campañas que ustedes están creando desde la Escuela de Liderazgo.
Nosotras iniciamos dos campañas. La primera inició en 2016 y ha concluido este Lunes 09 de noviembre. Con ella, hemos recorrido el país, hemos tenido mucha cobertura en medios nacionales. Hemos promovido la campaña “Mujeres listas para las listas” donde resaltamos la importancia de la capacitación de las mujeres para poder ejercer el liderazgo político dentro de las listas electorales y siendo autoridades. Este año nos hemos internacionalizado y hemos abierto la Escuela a toda la región. Los casos en otros países no son tan distintos, salvo en Uruguay y Costa Rica. En general el 90% tenemos la misma situación de machismo en donde no se visibiliza a las mujeres. Es por eso que hemos iniciado la campaña “Yo quiero ser presidenta”. Precisamente porque desde el 2017 no hay alguna presidenta mujer. Hubo muchas vicepresidentas que acompañaban al presidente. Nos resulta extraño que estén detrás del poder cuando deberíamos estar al frente. Es por eso que hemos iniciado esta campaña que va durar hasta el 2024. Es una campaña internacional de sensibilización para que haya más candidatas mujeres a la presidencia y por qué no…. ¡Presidentas de sus respectivos países!
¿Qué acciones van a tomar para esta campaña?
Hemos iniciado ayer con afiches de nuestras alumnas de los 14 países de la región. En estos, se ven a ellas con las banderas de sus países: Guatemala, Perú, Costa Rica, Colombia, entre otras. Así mismo, nuestro segundo punto de intervención será organizar foros para promover las candidaturas de las mujeres a la presidencia. Se vienen las elecciones en Ecuador y Perú. Entonces nosotras debemos ayudarlas a que puedan postular a las presidencias de sus países. Por otro lado, salimos en medios para poder informar a la opinión pública.
Comentas que encuentras una diferencia en países como Uruguay y Costa Rica en cuanto a la política. ¿Qué rescatas de estos países? ¿Cuál es la diferencia entre los demás de la región?
Por ejemplo, tenemos una alumna: Fabiola Romero. Ella está constituyendo el primer partido político de mujeres en Costa Rica. Para nosotras es fantástico tener una mujer como ella y que se esté capacitando en la Escuela. Ella nos relata la experiencia del proceso de constitución de un partido político. Así mismo en Uruguay, se tiene una cobertura política impresionante, parecida a la de Europa. Hay un alto sentido cívico y hay respeto por la democracia. A diferencia de otros países de América Latina en el que hay un conflicto enorme de poder o hay conflicto entre el Ejecutivo y el Legislativo. Sin embargo, si evaluamos qué pasa con las mujeres de poder en países de Europa o Asia, nos daremos cuenta que estas mujeres, primero han sido diferentes con estos políticos que se han visto conflictuados con el tema del poder. Nosotras queremos que haya un nuevo liderazgo para América latina con mujeres que se sientan comprometidas y busquen encontrar soluciones a todo.
A pesar de todos los comentarios negativos que critican el trabajo de algunas mujeres que han alcanzado poder y que han cometido errores.
Las mujeres son tan humanas como los hombres. Hay mujeres que se han equivocado, que han cometido delitos, que se comportan con actitudes machistas y que nos colocan a las demás en una situación empinada. Nos ponen difícil la cancha. Sin embargo, nuestra Escuela de Liderazgo tiene como propósito inculcar la cultura de la sororidad. No competir para hacernos daños, si no de una manera sana y abierta.
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La música ha sido mi pasión desde pequeña. Soy artista y cantante de música andina. Pertenezco a la agrupación musical “Tupac Amarinos” y nos especializamos en el género de carnaval. Nuestra música es muy pedida y escuchada en tiempos de carnaval en la sierra; en febrero y marzo. En estos meses, normalmente, no teníamos muchos shows. Pero ha todo ha sido peor con esta pandemia por el coronavirus.
Antes de la cuarentena yo trabajaba como abogada la mayor parte del año. Pero siempre tuve la cultura andina a mi alrededor. Estudié Derecho y poco a poco me alejé de mi sueño. Hasta que hace cinco años me invitaron a ser la vocalista de una agrupación. Acepté a pesar de que sabía que sería -y aún es- un reto pues en algunos casos no se valora nuestra música y hay racismo para quienes pertenecemos a este mundo, mucho más si eres mujer.
Yo misma he vivido experiencias duras de discriminación por mis rasgos físicos y mi forma de vestir. No soy el estereotipo que todos esperan de una cantante andina. Muchos me dicen “esa blanquita que va saber hablar quechua” o “busquen una cantante que sea caneña, ella de donde será”. Pero los omito y sigo haciendo música.
Esta situación de cuarentena me ha afectado más en lo emocional. Yo tenía planeado avanzar con grandes presentaciones, ir llevando la música andina a todas partes, y revalorar nuestra cultura. Sin embargo, hoy todos esos proyectos se vieron obstaculizados por el tema de la pandemia. Por eso decidí salir de la ciudad a mi lugar de origen que es Yanaoca, Canas, en Cusco. Ahí estoy ahora con mi familia y mi hija. Paso todo el tiempo que puedo con ella ya que por ahora sólo vivo de mis ahorros. Ya no tengo presentaciones y tampoco estoy ejerciendo mi carrera.
Mi objetivo por el momento está puesto en tener la fortaleza necesaria para pasar esta difícil situación y transmitir esa fuerza a mi hija. Soy mamá joven y sé que puedo tener muchos errores pero trato de ser ejemplo para Mikaela motivándola a que siga practicando lo nuestro. La disfruto por ahora, ya que pronto volveremos a la “normalidad”. Temo contagiar a mis seres queridos debido al ambiente en el que nos movemos los músicos y también los abogados.
Ivette Yomira, bombera voluntaria en Cusco y estudiante de Ingeniería Ambiental.
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“Desde muy pequeña supe que quería ser bombera. Siempre tuve el sueño de vestir un uniforme que me represente y también sentía la vocación de servir a la ciudadanía. Un día hubo un accidente por mi calle y pude ver que quienes acudieron a atender esa emergencia fueron hombres y mujeres bomberos. Observé cómo cumplian su labor y decidí ser una de ellos. Días después fui a averiguar cómo ingresar al cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cusco. En ese momento no habían convocatorias abiertas, pero meses después se abrieron. Sin pensarlo dos veces me inscribí y pasé todos los exámenes que debía dar.
Tenía 18 años cuando me inscribí, postulé entre enero y febrero del 2017. Luego, durante un año y medio llevé el curso de ESBAS, que todo bombero debe saber para ejercer. Luego de ese tiempo nos graduamos para ascender al grado de seccionario.
Desde que llegué a la compañía nunca noté que se hiciera una diferencia entre mujeres y hombres. En el momento que entramos nos dijeron que tanto varones y mujeres cumplen la misma función aquí. Cuando hay una emergencia todos trabajamos de la misma forma. Nunca sufrimos discriminación por género. Siempre nos hacen sentir como en casa.
Antes de la pandemia, cumplíamos horarios flexibles, uno podía ir en las horas que le sea posible pero ahora, para protegernos de los contagios y del virus, tenemos una nueva modalidad de atención: por grupos. Esta modalidad nos permite evitar enfermarnos ya que tenemos cierto número de bomberos (10 personas por día). Si alguien se contagia se le aísla a él o ella y a su grupo. Así la compañía permanece operativa y segura. Aún cuando hemos tenido contagios todos se han recuperado de manera satisfactoria.
Actualmente, nosotros no atendemos emergencias médicas pues en muchos casos, las llamadas que hace la gente es información falsa. Llaman y dicen que alguien se resbaló pero lo cierto es que están infectados con Covid. Es por eso que no atendemos esas emergencias. No se han estado detectando accidentes vehiculares pues Cusco estaba en cuarentena. Lo que sí incrementó fueron las llamadas por fuga de gas y los incendios forestales ya que no ha estado lloviendo. Desde que se inició el incendio de Tambomachay no han parado. Hace poco hubo uno en Yanahuara en Urubamba. Ayer controlaron uno en Poroy y hoy están en Ccorca.
A pesar de que algunos chicos trabajan aparte, en nuestra compañía siempre tratamos de estar listos para atender cualquier emergencia. Aún así,necesitamos implementos como mangas o hasta el mismo combustible para llegar a esas zonas. Hoy en día con la pandemia y con estas emergencias, hemos recibido algunas donaciones. Hay empresas anónimas que donan y también la población que han sido quienes más nos ayudaron con hidratantes y víveres. Es muy útil para nosotros que nos colaboren y podamos seguir con nuestra labor”.