Serly Figueroa: «Eliminar el voto preferencial permitiría que las mujeres lleguemos a una mayor participación política”

Serly Figueroa: «Eliminar el voto preferencial permitiría que las mujeres lleguemos a una mayor participación política”

Por Johanna Gallegos johanna.gallegos@pucp.pe
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Serly Figueroa Mormontoy es una abogada y política cusqueña con experiencia en gestión pública. Actualmente es una de las lideresas de opinión comprometida en la lucha por la participación de la mujer en el ámbito público y político en nuestro país. Es ex presidenta de la Asociación de Regidoras y Mujeres Autoridades de la Región Cusco y miembro de la Red Nacional de Mujeres Autoridades (RENAMA). En esta entrevista detalla a La Antígona los motivos por los que las mujeres en política se unen para pedir que el Congreso, tras aprobar la ley de paridad y alternancia de género, anulen el voto preferencial.

El pasado 25 de junio, el pleno del Congreso aprobó la norma que dicta medidas de paridad y alternancia de género en las listas parlamentarias. Es decir: 50% de mujeres y de hombres ubicados de manera intercalada. Este criterio aprobado será aplicado a partir de las próximas elecciones de 2021. Sin embargo, debido a las distintas opiniones de los legisladores respecto a la modificación del voto preferencial, no se logró su anulación. La abogada cusqueña y asesora política opina.

¿Actualmente la participación política de las mujeres ha sido poco valorada o hasta reprimida?

Desde que logramos el derecho al voto continúa una desventaja en la participación política de las mujeres. Esto se agudiza cada vez más porque somos un país machista. Incluso hoy que estamos en un contexto en el que se habla de paridad, existen comentarios machistas. Es decir, aún existe ese sesgo marcado y fuerte.

¿Diría que hay una cúpula de poder que no permite la entrada de mujeres? ¿Cuál es el temor? 

No lo llamaría una cúpula, sino un sentimiento que está guardado en algunos políticos. Desde mi experiencia he visto cómo al armar listas distritales, municipales y regionales no se toma en consideración a las mujeres pues se piensa que no tendrán popularidad  y por ende no aportarían a la campaña. Esto es triste porque aun cuando consideran integrar a un buen cuadro femenino o una lideresa, se la coloca en la última ubicación.

¿Conoce de algún caso en el que se evidencia esta situación? 

Sé de uno; el de una compañera regidora provincial de Cusco, quien tuvo una postulación curiosa pues fue inscrita por su esposo, sin saber nada del partido ni la lista. Cuando ganó no estaba preparada para ejercer su cargo y tuvo que prepararse en la Escuela de Formación Política de Mujeres Autoridades que nosotras tenemos en la Asociación de Regidoras. Hoy es otra mujer: empoderada y candidata en su provincia. Este caso evidencia que no es cierto que las mujeres no estén interesadas en política. Lo que hace falta es formación y enseñarles cómo es este mundo.

Y también aplicar estas medidas que han sido aprobadas: la paridad y la alternancia. 

Son esenciales ya que son acciones afirmativas necesarias en un país como el nuestro. Uno de los argumentos de quienes están en contra de estas medidas es que son innecesarias pues todos somos iguales ante la ley. Es cierto, así lo manda la Constitución, pero el problema es que parece que este punto se obvia al armar las listas electorales, por ejemplo. Este es un país en el que se mira a las mujeres solo para rellenar cuotas, para completar y aparentar que se cumple con todos los requisitos. 

Entonces ¿no estarían cumpliendo con promover la participación de las mujeres?

No, y ya han existido procesos electorales en los que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) de oficio ha ido tachando a todas aquellas listas que no cumplían con las cuotas. Por eso algunas listas fueron incluyendo mujeres en sus grupos pero por un tema de temor a ser retirados y por hacer slogan de campaña. No es que estén promoviendo la participación de la mujer. Es así que ahora, con la aprobación de esta norma, a la fuerza van a tener que cumplir esa acción afirmativa para que se nos tome en cuenta de igual a igual en la vida política.

¿A qué se debe que algunos políticos como el ex congresista de Acción Popular Edmundo del Águila, afirmen que estas medidas van en contra de la meritocracia?

Entiendo que para él y para muchas personas, las mujeres tenemos que ganarnos el derecho de ser cabeza de lista o de ir en una ubicación preferencial, pero en Perú esto es difícil. A pesar de que muchas mujeres sí se lo han ganado, no han sido consideradas en sus partidos porque quienes arman listas no las priorizan. Fruto de eso es que se dan casos de compañeras que no quieren volver. Hay deserción de las mujeres en la vida política y es un punto en el que hay que trabajar.

¿Por qué se pide que las medidas de paridad y alternancia se apliquen juntas?

Te pongo el ejemplo de que exista una lista que pueda estar conformada por cinco candidatos a regidores y un alcalde, y que postulen tres varones y tres mujeres. Es fácil deducir que los dos primeros puestos serían para varones, y los tres siguientes serían mujeres.  Si esa lista pierde sólo entraría el varón. Ahí se aplica la alternancia  porque si el candidato a alcalde es varón, la teniente alcaldesa va ser mujer. Y así los puestos van a ir intercalados. Entonces, si esa lista gana entrarían cuatro regidores de la mayoría y habrá un mayor número de mujeres. Si la lista pierde, también se va tener a una mujer dentro. Por esto es necesario la paridad y la alternancia.

¿Por qué es importante eliminar el voto preferencial? 

Es importante eliminar el voto preferencial porque desde que se ha instaurado en 1985, ha motivado a que se fortalezcan propuestas individuales pero no de partidos políticos como grupo. Por comentarios de los ex candidatos, se sabe que hay quienes obtienen  los primeros números en las listas al Congreso porque aportan más dinero y detrás de ello hay financistas. Lo peor es que, una vez que los candidatos ganan, deben cumplir con conceder favores y beneficios a esos proveedores.

Entonces ese es un motivo por el cual piden una reforma total.

Sí. Una reforma política tiene que considerar que los partidos y sus miembros tengan que fortalecerse en su propuesta. A nivel nacional, todo partido debería comunicar sus propuestas como grupo, no propuestas personales. 

Y ¿el voto preferencial promueve estas diferencias?

El voto preferencial genera que entre candidatos haya deslealtades e inequidades. Quién tiene más dinero, tiene más acceso a medios de comunicación, a vehículos y seguidores para hacer campaña. Pero quién no, no puede hacer campañas ostentosas y nunca será congresista. Y en ese contexto ¿cómo una mujer podría entrar a la política con tantas limitaciones y desigualdades? Es difícil. La eliminación del voto preferencial va promover una mayor participación de las mujeres en la vida política.

Aplicar estas normativas significa hacer un verdadero cambio para tener una sociedad que visibilice a las mujeres.

Sí, pero debe haber normas que complementen a estas medidas. Por ejemplo, todos los partidos políticos deberían tener escuelas de formación y tener una vida orgánica. Es decir, que el candidato o candidata que postule tenga ciertos años de militancia; eso es importantísimo porque eso garantiza que el partido se fortalezca. 

¿Son factibles las propuestas que apuestan por elevar a 50% la participación de mujeres a partir del 2021?

Sí, pues la paridad y la alternancia más la eliminación del voto preferencial aplicado en este 2021 permitiría que lleguemos a una mayor participación política. Elevará este 28% de participación en el que nos quedamos desde siempre. El punto a considerar es el tiempo. Los partidos tienen pocos meses para trabajar en la formación de sus mejores cuadros integrados por varones y mujeres para que haya visibilización. Es importante trabajar en este tema.

¿Qué otra medida complementaria debería proponerse y posteriormente aprobarse? 

Debe ir de la mano con una medida más, la que frene el acoso político. Desde la Red Nacional de Mujeres Autoridades, por medio de un estudio de la ONG Flora Tristán identificamos 187 casos de acoso político en el periodo 2010- 2011. Con esta cifra presentamos una propuesta legislativa que llegó al pleno. Cuando estuvo en la agenda del día, la retiraron y nunca más [la volvieron a poner] hasta estos años se ha vuelto a hablar de ella. Actualmente se ha puesto el ojo en este tema porque el JNE ha visto que es una limitación para la participación de mujeres.

¿Ya se presentó alguna nueva propuesta que evite se siga dando situaciones de acoso político?

Sí, ahora el proyecto contra el acoso ya ha sido aprobado por la Comisión de Constitución y debería entrar al pleno. Asimismo sabemos que la Comisión de Mujer y Familia ya está por emitir su dictamen. Solo necesitamos que ya pueda debatirse en el Congreso y ojalá pueda ser aprobada.

¿Cuándo podremos conocer si se aprueba o no la eliminación del voto preferencial? ¿Cree que sigan habiendo retrasos?

Esos retrasos nos llaman la atención pues el debate debió darse el jueves 30, ya que el día martes ingresó al Congreso una propuesta multipartidaria de varios partidos que decían que con el debate de paridad y alternancia, lo más conveniente era debatir las nuevas medidas. Nos parece extraño que no haya sido considerado en la agenda de hoy, seis de julio. Esperamos que la próxima semana ya podamos tener ese debate.

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Magdalena Jorge: «No permitiremos que nos arrebaten nuestros derechos»

Magdalena Jorge: «No permitiremos que nos arrebaten nuestros derechos»

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Por Zoila Antonio Benito

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La posible contratación de una empresa privada para el servicio de limpieza desató una serie de protestas contra el alcalde de Lima, Jorge Muñoz. Magdalena Jorge, secretaria de la Mujer del Sindicato de Trabajadoras de Limpieza Pública de Lima (SITOBUR), es una de las principales dirigentes en pie de lucha para que las autoridades municipales respeten sus derechos laborales. Ella conversó con La Antígona sobre el peligro que tendrían más de 500 trabajadores de limpieza al quedarse sin empleo por esta licitación, en medio de la pandemia por la COVID-19.

Magdalena Jorge es una de las trabajadoras de limpieza que durante cuatro días seguidos protestaron en el Centro de Lima. Una convocatoria a licitación, hecha por la Municipalidad de Lima el 12 de marzo pasado, es el motivo de sus demandas, pues amenaza con dejar a cientos de obreros sin empleo en épocas de crisis por la COVID-19. Ella cuenta que no pierde la esperanza de ser oída y asegurar su puesto de trabajo. 

Tras un día de protesta, Magdalena nos atendió a través de una conversación en Zoom, con el uniforme que a diario usa para limpiar las calles cercanas al Hospital Loayza. Ahí encuentra desde ropa hasta cartones botados por los pacientes con coronavirus que acuden a este nosocomio. Así como el personal de salud, ella y sus compañeras se encuentran en primera línea. Sin embargo, ella no desea ser reconocida como heroína. No cuando sus derechos se ven vulnerados. Inició la entrevista comentando la situación por la que atraviesan:

“Nuestra lucha ahora es ardua, principalmente en defensa del trabajo”, nos dice. En el 2015, SITOBUR inició una demanda a la Municipalidad de Lima y hace dos años la Corte Suprema dictó una sentencia en defensa de 296 trabajadores y trabajadoras. En esta se pidió que se incluyera en planilla a las obreras de limpieza pública. La misma resolución señaló que la limpieza pública no tenía que ser tercerizada. Sin embargo, según afirma Magdalena, el alcalde Jorge Muñoz no tomó la decisión judicial y en plena pandemia está llevando a cabo un concurso de licitación y recojo de residuos sólidos. “Es por eso que salimos a las calles buscando la protección de la continuidad laboral de 500 obreras de limpieza pública que no están beneficiadas”, asegura. 

¿Por qué considera que no se está cumpliendo esta sentencia judicial en su totalidad?

Si ahora se está llevando a cabo la sentencia dictada el 2018, es por presión de nosotras. El 18 de junio, el alcalde Muñoz presentó al Poder Judicial un pedido de anulación de dicha sentencia y por presión él tuvo que empezar a reincorporar a los trabajadores. Se han demorado más de un año para cumplir este mandato judicial. Nosotros pensábamos que el actual alcalde era diferente a Luis Castañeda, con quien también tuvimos desencuentros, pero Muñoz ha sido peor. Él es abogado. Sabe que la tercerización de la limpieza pública está desnaturalizada y es ilegal. Durante la inauguración de un monumento, hace un tiempo, le pregunté por la situación de mis compañeras que no han sido beneficiadas con la sentencia, pero él me miró, se volteó y se metió al carro. En ningún momento se acercó para conversar un rato, como  sí lo hace con otros vecinos a quienes les da la mano o una palmadita en la espalda; conmigo ni una mirada.

¿Qué ha ocurrido en las últimas protestas? El 29 de junio, la policía las reprimió echándoles agua desde un rochabús y lanzando bombas lacrimógenas. Han sido detenidas en total 46 trabajadoras, incluida usted.

Fue un maltrato físico y psicológico. No hemos pasado por esto nunca. Sabemos que hay un límite que te empuja a actuar de esta manera: no hemos sido escuchadas. Hemos buscado constantemente diálogo con Jorge Muñoz, Hicimos varios plantones y  la policía lo sabía. ¡Qué coincidencia que el regidor [Jose Luis] Pacheco nos invite a una sesión de concejo a la que vino rápidamente la policía a detenernos! Ni siquiera habíamos empezado nuestro plantón. Estábamos llegando y nos hicieron una encerrada sin respetar la distancia social. Mis compañeros entraron en el carro a empujones. La persona responsable de los reclamos sigue sentado en la municipalidad de Lima,  llevando a cabo el concurso incluso a espalda de sus regidores, pues no lo ha publicado. ¿Cómo estarán mis compañeras sabiendo que nuestro trabajo está en riesgo, pensando qué va a pasar cuando termine el contrato con la actual empresa? Nuestro riesgo es que somos tercerizados, la mayoría somos mujeres. Nosotras mantenemos nuestro hogar, muchas son padre y madre para sus niños. Hay madres solteras, viudas, abuelas que incluso apoyan a sus hijos. Es por esto que no importa si nos maltratan e incluso si nos echan agua, no permitiremos que nos arrebaten nuestros derechos.

¿Conoce de casos de otras trabajadoras de limpieza a nivel nacional y distrital cuyas garantías laborales se ven afectadas? ¿Cuáles?

La situación de los trabajadores a nivel nacional es para observar. Son la última rueda del coche ya que no tienen herramientas ni AFPs. No les pagan puntualmente siendo este, un servicio esencial pues si no limpiamos las calles, aparecen cerros de basura. La limpieza pública debe estar en primer lugar para todas las municipalidades porque es necesaria para proteger la salud pública y nuestro medio ambiente. En Villa el Salvador, ni siquiera tienen un contrato CAS, no cuentan con seguros que los protejan. Hace poco una compañera falleció en este distrito atropellada. Ni siquiera estaba contratada por la municipalidad de V.E.S. e incluso trabajaba con materiales viejos. Lo mismo pasa en el Callao, San Juan de Lurigancho, Breña, y otros distritos.

¿Cuáles son los riesgos que afrontan al salir a las calles en plena pandemia? ¿Cuál es la situación de sus compañeras con el COVID-19?

Llamarnos héroes no significa que vamos a trabajar como podamos. Arriesgamos nuestra salud. ¿Cuántas han fallecido atropelladas o sufrido accidentes, cortes y ahora más con esta pandemia? En la calle encontramos diversos objetos de riesgo como guantes o mascarillas usadas. Todo lo que tocamos puede estar infectado con el virus. Al contorno del Hospital Loayza, donde yo realizo la limpieza, los familiares que llevan por emergencia a sus pacientes COVID-19 dejan tiradas sus ropas, frazadas, cartones con los que han hecho la cola esperando para que les atiendan. Tenemos que recogerlo, afrontando ese miedo a contagiarse por la necesidad, pero esto no significa que pueden hacer lo que quieran con nosotras.  Más del 40% de las compañeras de trabajo han salido positivo al COVID-19 y han podido superarlo, y son tres a las que hemos perdido. Sin embargo, aceptamos este trabajo con todos los riesgos, quizás también por vocación. El brindar este servicio a mi sociedad me llena de orgullo y también a mi familia porque somos conscientes que los obreros de limpieza pública somos muy importantes para la ciudad. Por eso hemos asumido nuestro trabajo durante toda esta pandemia incluso sufriendo la falta de movilidad los domingos cuando no había transporte  No es justo que eso se eche al tacho todo nuestro esfuerzo y que no valoren el trabajo que realizamos. 

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Compañeras de Magdalena e integrantes del Sitobur. Foto: Magdalena Jorge

Magdalena se conmueve al concentrarse y recordar aquello que les dice cara a cara a sus compañeras. Ellas se acercan a preguntarle sobre la situación que hoy las enfrenta con el alcalde. “Les digo que no se preocupen, que si seguimos unidas luchando, vamos a lograrlo. Más de 5 años luchando por eso (la demanda ganada). Mis compañeras ya no tienen miedo a nada. No les importa el rochabús, los gases lacrimógenos. Vamos a defender el derecho al trabajo con uñas y dientes, con la fuerza de mujer que nosotras tenemos y que estamos demostrando. Nadie nos ha regalado nada. Sigamos adelante en la defensa del derecho humano al trabajo porque no somos objetos descartables”, afirma con indignación. 

La noche de este 14 de julio, la Comisión de Trabajo del Congreso de la República convocó al Alcalde de Lima Jorge Muñoz para que de sus descargos sobre la presunta violación a los derechos humanos de más de 500 obreras de limpieza publica que serían despedidas de sus puestos al no haber sido tomadas en cuenta en la licitación de limpieza publica, siendo esta un desacato al mandato judicial. Se espera la presencia del burgomaestre.

© 2021 La Antígona

Maira DoMundo: “La narración virtual nació como una respuesta de resistencia frente a la pandemia»

Maira DoMundo: “La narración virtual nació como una respuesta de resistencia frente a la pandemia»

Por: Adriana Velásquez en colaboración con Melanie Soca

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El Festival Internacional de Narración Oral “Todas las palabras, todas!” cumple diez años reuniendo a los más reconocidos narradores nacionales e internacionales. Este año, debido a la pandemia por el COVID-19, la Asociación Cultural Wasi, organizadora del evento, decidió virtualizarlo. Desde abril, la narradora oral bilingüe y psicóloga Maira DoMundo dirige cada sábado las sesiones de cuentos en portugués, que es la novedad de esta décima edición. La brasileña encontró en la narración oral un valor terapéutico que le permitió acercarse a la gente. Ha viajado por Chile, Argentina y  Perú contando historias en dos idiomas. Ahora cuenta su experiencia narrando a distancia.

¿Cómo ha sido pasar del escenario a las plataformas virtuales?​

Al principio fue difícil porque es partir de un lenguaje a otro. En la narración que solíamos hacer teníamos mucho contacto con el público, desde la mirada, alguna palabra o un gesto. Con la virtualidad, el primer desafío era que ya no teníamos al público. Otra cosa que tuvimos que aprender es saber a dónde mirar. También, conocer que el tiempo de los cuentos cambia pues ya no tenemos la respuesta directa del público. Y por último,  los recursos expresivos, ya que pasas de contar en un teatro donde tienes espacio para moverte a, de pronto, narrar en un cuadrado.

¿Cómo conectar con el público desde una pantalla? ​

Depende de la plataforma. Las primeras transmisiones fueron por una plataforma de streaming en las que, por ejemplo, estamos tú y yo, con otras dos personas que vamos a presentar y tenemos una salita chiquita donde nos vemos, pero a la hora de salir al aire ¡pum! solo tu pantalla y nadie más. Es horrible porque vas contando y no sabes cuánta gente está. No percibes nada, ni siquiera la reacción de tus compañeras. Cuando cambiamos al Zoom fue mejor porque empezamos a ver cómo generar la retroalimentación. En las sesiones de portugués lo que hicimos fue pedir a la gente que se registre para entrar y así sean tres personas: por lo menos puedes ver una cara y tener códigos de gestos como el aplauso del Zoom o también puedes leer comentarios mientras cuentas. Estamos aprendiendo a interactuar.

¿Qué nuevas oportunidades han surgido con la virtualización del festival? 

La primera es el alcance, así estés en cualquier lugar del mundo, con conexión a internet y un celular o computadora, puedas estar ahí. Me parece genial porque quiebra la dificultad de acceso. Hay gente que vive en lugares muy apartados de los grandes centros urbanos que pueden tener el mismo acceso al cuento que una persona que vive en Lima. La desventaja es que el trabajo no es igual para lo escénico. La experiencia de lo físico me sigue pareciendo irremplazable.

¿La participación de los artistas es voluntaria? 

A diferencia del formato físico, en el virtual sí. Tradicionalmente había un pago por nuestro trabajo para cubrir gastos de traslado, comida y hospedaje. En este caso, lo virtual nació como una respuesta artística y voluntaria de resistencia frente a la pandemia. Sin embargo, ya estamos viendo maneras de que esto sea rentable para seguir invitando gente porque aun cuando estamos en casa hay una inversión de tiempo y gestión. Además, los narradores con los que estamos trabajando son, en su mayoría, profesionales dedicados a contar cuentos.

Antes de la pandemia, “Todas las palabras, todas!” duraba un mes ¿por cuánto tiempo estará disponible el festival virtual? 

El festival físico era puntual, una vez por año. Pensamos seguir ese calendario pero realmente la cosa creció y se expandió mucho. Ya son tres meses del festival sin detención y seguimos sumando actividades, por lo que aún no tiene fecha para terminar. La idea es mantenerlo, pero también ir actualizando según las circunstancias. El mundo está cambiando, entonces debe tener sentido para este momento.

¿Por qué decidieron incluir sesiones de narración oral en portugués?​

Fue gracias a “Wayqui” (César Villegas), quién es la gran cabeza que organiza a la asociación. Él fue el primero que tomó la idea pues viajó por el mundo contando cuentos y ha encontrado narradores de otras lenguas a quienes quería ofrecer un espacio. Sin embargo, existía un problema: la lengua, ya que si tú no manejas bien el otro idioma, especialmente en esto de contar cuentos, no sale bien. Aún así, él me propuso iniciar estas narraciones pues soy brasileña y hablo español. Estoy entre dos mundos. 

¿Qué buscaban generar con la inclusión de este idioma?​

La idea era hacer que este festival virtual rompiera de una vez por todas diferentes barreras. Primero, la geográfica, porque si bien es un festival que nace en Perú y que ha tenido presentaciones físicas aquí, se expandió al tener gente de otros lugares. Sin embargo, queríamos romper otra barrera: la idiomática. Y todo comenzó con el portugués. Hoy tenemos muchas más sesiones de las que imaginamos y esperamos seguir con sesiones en inglés, italiano y francés.

En escena, ¿cómo es ser presentadora y artista a la vez? 

Es un desafío pues tengo un espacio que se siente como una ronda de cuentos y también la posibilidad de tener otra vía de interacción del público en el Zoom. Al narrar un cuento siento ese desafío. Es una locura estar en una transmisión en vivo porque tengo que estar atenta a lo que la gente dice en el Facebook. Aún así ya tengo ese rol híbrido que me hace pensar nuevamente en este nuevo formato de la virtualidad pues es una manera de provocar que haya encuentro y que la distancia física no sea impedimento para  sentir que estamos conectados.

Cuando pase la pandemia, ¿seguirá participando en el festival?

Sí, no lo dudes. Siento que el festival generó más encuentro del que teníamos pensado y tengo ganas de estar ahí, aportando para que el festival siga con ese tinte de romper fronteras y que la gente se sienta cerca de la narración. De hecho, pensamos en algún proyecto para el futuro que sea físico pero también virtual, como ofrecer talleres.  Tenemos muchas ideas en mente. Todas originales y sin esas limitaciones que te hacen decir “¡ah qué pena, no podemos estar físicamente, ¿qué hacemos?”. Hoy pensamos en todo lo que haremos cuando estemos físicamente cerca nuevamente.

© 2021 La Antígona

Paloma Roldán: “El rostro del reciclaje en el Perú es femenino” 

Paloma Roldán: “El rostro del reciclaje en el Perú es femenino” 

b.angobaldo@pucp.pe
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Hace casi cuatro años, Paloma Roldán Ruiz heredó la ONG «Ciudad Saludable», la organización de su madre Albina Ruiz, reconocida activista y ambientalista. En esta entrevista con La Antígona, nos comenta cómo se trabaja el reciclaje en el contexto de la pandemia por el COVID-19 y el protagonismo que tienen las mujeres recicladoras en el país. Muchas de ellas son cabeza de familia o madres solteras que no han tenido la oportunidad de ir a la escuela, pero que han encontrado una oportunidad y un grupo de apoyo para convertirse en promotoras ambientalistas. 

Ciudad Saludable comienza con tu madre, ¿cómo surgió la idea y cómo tuvo su inicio la ONG? 

Se fundó hace casi 18 años. Mi mamá nació en la selva, en Urubamba, San Martín, y le pareció algo chocante cuando tuvo que venir a Lima para estudiar en la universidad y no solamente se encontró con una zona pobre, sino también donde no recogían los residuos. Decidió hacer la medición de tiempo del proceso de los camiones de la basura y así es como ella llega al tema. Después de eso trabaja en el Estado como Gerente de Limpieza Pública en la Municipalidad de San Martín de Porres y finalmente surge la oportunidad: Fundación Ashoka le da una beca para crear Ciudad Saludable. Esta fundación ayuda a emprendedores en todo el mundo para realizar sus sueños, personas que tienen capacidad de generar impacto. Más adelante llega al puesto de viceministra de gestión ambiental del MINAM, y después en Produce, donde trabaja actualmente. Pero este es su legado. 

¿Cómo asumiste la dirección de la organización?

Yo fui la primera voluntaria de Ciudad Saludable. Durante los primeros 6 años de la organización fui voluntaria. Cada vez fui metiéndome más y pasando por distintos puestos. Asumí la dirección ejecutiva hace tres años y medio.

¿Tu también te formaste en ingeniería ambiental?

No, yo estudié pedagogía y mi segunda formación es como terapeuta de artes expresivas. De hecho estoy cursando mi tercera formación como artista visual.

Como educadora, ¿qué rol tiene la juventud en este proyecto? ¿Cómo se busca su participación en la conservación del medio ambiente? 

No se trata de pensar que los más jóvenes son el futuro, sino que son el presente. Buscamos llegar a ellos en los espacios públicos desde el juego, desde el arte. En las escuelas es un juego pero que también está ligado con la currícula formal para que los alumnos desarrollen valores como la empatía, la solidaridad con el resto de la gente. Sobre todo entender que tener una escuela limpia, tener un barrio limpio es tu derecho, es parte de lo que necesitas, y que si no está limpio es una forma de violencia también contra uno. Muchas veces se escucha, de generaciones mayores sobre todo, que a los más jóvenes no les interesa o no están comprometidos. No es cierto. Lo que pasa es que no les estamos dando oportunidades que sean lo suficientemente atractivas. El año pasado tuvimos casi 400 voluntarios, todos jóvenes. 

¿Qué efectos crees que puede traer la pandemia del COVID-19 para el medio ambiente, específicamente en el Perú? 

Lo primero es que, obviamente, la cantidad de residuos peligrosos ha aumentado. Por las mascarillas, los guantes, y demás. Es complejo porque no necesariamente tenemos en todo el país la infraestructura para ver que vayan a un centro sanitario. Tenemos varios botaderos en el país, de hecho yo ahora estoy en Huanchaco a 20 minutos del más grande del Perú, donde he estado trabajando desde que empezó el estado de emergencia. Y ese material sigue llegando, sin saber si está contaminado o no. Ciudad Saludable ha puesto estaciones de reciclaje que van al espacio público y están en coordinación con la municipalidad, porque nos parece importante que se entienda que el dueño del tema es el municipio.

El tema de las mascarillas y los guantes, ¿Cómo recomiendas tratarlo? ¿Se deberían utilizar mascarillas reutilizables de tela? 

Definitivamente usar mascarillas reutilizables es la mejor opción, sobre todo para los ciudadanos y ciudadanas en general. Creo que tenemos que pensar en eso y no ir de ninguna manera hacia esas cosas que son de descarte. Y por otro lado, estos equipos de protección que ahora debemos usar nos tiene que llevar a hacer un nexo con reflexionar sobre los productos que estamos consumiendo en general. O sea, sobre el porcentaje de reciclabilidad que tienen los empaques y embalajes de los productos que estamos comprando. Yo entiendo que no para todo el mundo es lo mismo, porque todavía hay productos que son más costosos. Sin embargo, los que tengamos la posibilidad de elegir tenemos que hacerlo a conciencia para justamente buscar que el mercado se transforme hasta que realmente haya una oferta que sea mucho más asequible y atractiva para todos.

¿Cómo se debería trabajar el reciclaje en cada hogar durante la pandemia?

Durante la pandemia lo que hicimos fue tratar de sacar varias guías, dos son para público no especializado, el público en general. Una es sobre cómo hacer tu compost en casa, para lo cual hicimos también unas capacitaciones. Y otra es cómo manejar tus residuos durante la emergencia sanitaria, cómo dejar la mascarilla al servicio de limpieza, los tips paso a paso para manejarlo de la mejor manera.

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Beneficiaria de campaña Hazlo por Ellos. Fuente: Ciudad Saludable en Facebook

¿Cómo cambió el trabajo que hacen desde Ciudad Saludable con el aislamiento social y la pandemia? 

Cuando comenzó el estado de emergencia, lo primero que hicimos fue empezar a construir una lista, como un padrón nacional, de recicladores y recicladoras y se lo mandé a la entonces ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, pidiendo que por favor fuesen incluidos en los bonos del Estado. Lamentablemente eso no sucedió. A partir de eso decidimos crear una campaña que se llama Hazlo Por Ellos, la cual tuvo dos fases. La primera de apoyo con bono de alimentos para familias recicladoras y una segunda fase en la que ya estamos hace mes y medio, el proceso de reactivación. Hemos llegado a 14 regiones del país, ya hemos pasado las 2.200 familias beneficiadas. A partir de la campaña no solo vamos a conseguir fondos para las canastas sino para conseguir los EPPs como mascarillas, guantes y uniformes completos. Ya hemos llegado este mes a más de 600 recicladores y recicladoras de Lima y Callao. También vamos a llegar a Arequipa, Ica, Iquitos y tenemos otras regiones en mente. 

¿Cómo es la presencia femenina en los grupos de recicladores? 

Lo que es importante entender es que en general el rostro del reciclaje en el Perú es femenino. El perfil, sobre todo en varias de las regiones, si tomamos de ejemplo a Arequipa, los liderazgos son más femeninos. Estamos hablando en general de mujeres que son cabeza de familia, muchas de ellas madres solteras, que no han tenido la oportunidad necesariamente de terminar la escuela. Por eso es muy importante para nosotros el trabajo con mujeres específicamente. Si hay algo que es clarísimo y que lo vemos en todos los casos es que las mujeres recicladoras que llegan a formalizarse dejan a las parejas que no funcionaban, que eran abusivas, y es porque sienten que tienen un grupo de mujeres que las van a apoyar. 

Buscamos también plantear nuevas narrativas para ayudar a hacer evidente las cosas que sí han logrado como mujeres recicladoras. Es muy fácil poner el foco en lo que no hay porque es lo que la sociedad les repite: no has terminado la escuela, eres recicladora, no eres ingeniera. Intentamos más bien darle la vuelta y poner el foco sobre lo que sí han logrado: porque ellas son especialistas en la reciclabilidad de empaques y embalajes post consumo. Son realmente promotoras ambientales comunitarias, pero no se les da este título y, sin embargo, es lo que hacen en el día a día. Igualmente con los hombres. 

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Mujer recicladora. Fuente: Ciudad Saludable en Facebook

¿Cuáles son los principales retos que enfrenta la ciudad de Lima y otras al interior del país para convertirse en sostenible? 

Según los análisis que hemos hecho desde Ciudad Sostenible definitivamente tenemos un tema de infraestructura. No tenemos una que pueda asegurar que los residuos que no son reciclables u orgánicos sean bien dispuestos. Tenemos también un tema en los modelos de programas de reciclaje municipales, que tienen que ir más allá. Se tiene que analizar bien qué sucede con la alta rotación de personal municipal y el tema de presupuesto. Por otro lado también la cultura ambiental va más allá de la información. Ese es otro reto que tenemos: el de habitar la calle de otra manera. Creo que post aislamiento social los espacios públicos van a ser mucho más importantes y tenemos una oportunidad de poner la banderita verde y de plantear nuevas formas de relacionarnos en este espacio que sean mucho más amigables con el ambiente en general. Lo que necesitamos que se entienda es que no se trata de acciones heroicas: son pequeñas acciones que en el tiempo se sumen a la de mi vecino, mi comadre, mi pareja, mi familia, y que entonces se haga una cadena que realmente permita que las políticas públicas aterricen y se vean en nuestro desayuno, almuerzo y cena. Esa es la única forma de hacerlo sostenible.

© 2021 La Antígona

Griela Pérez: «Vamos a empollerar el mundo»

Griela Pérez: «Vamos a empollerar el mundo»

a.diazc@pucp.edu.pe
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Griela Pérez es la mujer detrás del éxito de “Las Polleras de Agus”, el emprendimiento de moda sostenible que tiene como misión revalorizar la identidad peruana a través del arte textil y generar, al mismo tiempo, oportunidades de trabajo a comunidades locales vulnerables. Como a todos, la crisis que desencadenó el coronavirus afectó este proyecto. Sin embargo, encontró en la producción de mascarillas bordadas una forma de continuar. 

“¿Por qué la gente no valora?”. Esa fue una de las preguntas que se hizo Griela Pérez cuando inició este emprendimiento que, como dice ella, “surgió sin querer”. En el 2014, fundó “Las Polleras de Agus”, un proyecto que nació para reforzar un lazo de amor entre madre e hija y se ha convertido en un lazo de amor entre los productores y los compradores. Todo empezó con una pollera.

“Ella estaba súper linda, súper orgullosa con su pollera, cuando una señora me dijo ‘por qué la has disfrazado de chola’. Fue como un flechazo. Me cuestioné ¿disfraz? ¿chola? Y dije: no, acá estamos todos equivocados”

Las Polleras de Agus -liderado por Griela- es un emprendimiento de moda, certificado por Empresa B, que avala “la posibilidad de perseguir el triple impacto: el económico, el social y el ambiental. Junto a artistas populares ubicados en talleres con poca capacidad de producción, y en diferentes comunidades alejadas y vulnerables alrededor del país, co-crean las prendas de Las Polleras; y promueven la identidad cultural mediante la revalorización de la textilería peruana así como de técnicas tradicionales. Este proyecto impulsa el efecto ambiental positivo y el desarrollo económico y social de dichos artistas, a través de prendas elaboradas a mano con textiles reciclados o naturales.

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Griela junto a Faustino Mamani en su taller en Quispicanchis, Cusco

La mujer que empollera el Perú 

Griela, cusqueña de nacimiento, con un fuerte vínculo al arte y curiosa por la cultura, cuenta con una extensa trayectoria en el diseño desde hace más de 15 años. Ha trabajado con artistas populares y también ha hecho investigación del arte de distintas zonas del Perú, cuando su esposo se trasladaba de una ciudad a otra por trabajo. 

En el 2014, ella vivía en Huánuco y ya tenía a su primera hija Agustina, quien fue la razón de este proyecto. La búsqueda de unir la maternidad, el anhelo y el amor por su ciudad natal, llevó a Griela a querer acercar a su hija con sus raíces a través de una pollera, que es para ella un símbolo de resistencia ante la colonia. “Esta prenda representa una imposición extranjera que nuestros antepasados han sabido reinterpretar a su manera. Porque estas faldas que nos trajeron se convirtieron en lienzos que cuentan historias llenas de color”, explica a La Antígona. 

“Hemos logrado que las mujeres no solamente se centren en el tema de yo tejo, yo hilo. No. Yo soy la administradora del hogar también, yo gano mi plata”

Griela cuenta que al empezar su proyecto también buscó conocer la historia de los artistas que estaban detrás de cada producto. En años anteriores, no se visibilizaban ni valoraban sus propios trabajos. “La gente ya no usaba cosas tan lindas hechas por sus manos”, dice.

Para Griela, el por qué y en qué momento se rompió el amor por los bordados y sus tradiciones, el por qué de esa desconexión, responde a distintos factores como el racismo, la educación, entre otros males sociales. Ello, considera, hace que no se valore lo propio y no se continúe con el legado. Una vez, recuerda, llevó a su hija Agustina al estadio usando una pollera. En ese momento encontró la respuesta: “Ella estaba súper linda, súper orgullosa con su pollera, cuando una señora me dijo ‘por qué la has disfrazado de chola’. Fue como un flechazo. Me cuestioné. ¿Disfraz? ¿Chola? Y dije: no, acá estamos todos equivocados”.

“Esta prenda representa una imposición extranjera que nuestros antepasados han sabido reinterpretar a su manera, porque estas faldas tan aburridas que nos trajeron se convirtieron en lienzos que cuentan historias, llenas de color”

Desde Las Polleras de Agus, Griela busca contrarrestar esta situación al co-crear con artistas populares de zonas vulnerables. «Están olvidados por ahí en sus comunidades con pocas posibilidades de acceder a un mercado local y mucho menos internacional”, explica ella.

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Genaro Quispe y Oscar Soncco, artistas populares

Junto a 23 familias de artistas populares de seis regiones del país, entre costa, sierra y selva, preservan tradiciones y revalorizan el arte textil peruano con el objetivo de reducir la brecha de identidad que existe en los peruanos y los mismos artistas. Además, reduce  la dificultad de venta. “Acercamos a estos artistas a ese público que valora todo lo que nosotros somos. Damos valor a los bordados y visibilizamos a los artistas que están detrás. Es una fuerza integral por mantener viva nuestra cultura. Así que vamos a empollerar el mundo”, dice Griela.

Una fuerza integral que no solo visibiliza al artista popular, sino que además empodera a las mujeres. En la sierra, generalmente, quienes bordan y administran la economía en una familia son los hombres. Griela junto a su equipo han roto dicho esquema patriarcal. “Hemos logrado que las mujeres no solamente se centren en el tema de yo tejo, yo hilo. No. Yo soy la administradora del hogar también, yo gano mi plata. Entonces, sí o sí, en nuestro equipo, los hombres tienen que incluir a las mujeres, de alguna manera. Si no es en bordado, tiene que ser en costura, sino en la administración. De esa forma, ahora, la mayor parte de mujeres son las administradoras”, señala. 

Frente a la pandemia

Sin embargo, todo pareció tambalearse momentáneamente con el impacto de la pandemia por el COVID-19. Al inicio, Griela lo tomó como un tiempo para replantear sus ideas. Pero, a medida que pasaba ese tiempo, la vida se hacía más incierta. Era inevitable sentir temor y preocuparse. Los artistas ya iban más de un mes sin trabajo. “Me dio temor poder fallarles, porque son parte de la familia”, dice. 

Entonces, desde Las Polleras, pensaron en qué hacer para ayudarlos y, acorde a su línea de trabajo, la solución fue clara: elaborar mascarillas. El objetivo era producir algo para favorecer a los artistas y el uso de las mascarillas para prevenir el contagio del COVID-19 estaban a la orden del día. Pero no decidieron crear cualquier mascarilla, sino una con impacto social y ambiental. Así nació la campaña «Nos han tapado la sonrisa, pero podemos mostrar nuestra identidad”. 

“Acercamos a estos artistas a ese público que valora todo lo que nosotros somos. Damos valor a los bordados; pero, principalmente, visibilizamos a los artistas que están detrás. Es una fuerza integral por mantener viva nuestra cultura”

Esta campaña ha sido  creada junto a artistas populares de las ciudades de Cusco, Arequipa, Ayacucho, Ancash y Lima. Y se ha producido de la manera más consciente: reutilizando la merma textil que tenían. “Nosotros no imponemos los diseños, solo mejoramos acabados; pero es pura inspiración suya. Y [sobre] la sostenibilidad, todo lo que consumamos tiene que tener una historia atrás y ser valorado”, afirmó Griela. 

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Artistas populares Oscar y Alicia Soncco bordando mascarillas.
Fuente: @laspollerasdeagus

Griela y los artistas ya trabajaban virtualmente así que estaban preparados para todos estos meses de cuarentena y aislamiento social. Quienes no tenían señal sabían que tenían que ir a una zona a determinadas horas del día. Es así que la distancia no fue realmente un reto. El verdadero y mayor desafío lo tuvieron desde el inicio del proyecto: cambiar mentalidad y hábitos de consumo. “Enseñarle a la gente que tiene que consumir local, identidad, y valorar lo nuestro”, precisa. 

Superar estos retos con resiliencia frente al COVID-19 no ha sido fácil. Griela cuenta que no tiene ayuda en casa.  “Al ser mamá, ser esposa, ser hija y ser emprendedora, no encuentras los horarios. Entonces al inicio, sí, era una pausa, pero luego se extendió. Así que esto tenía que seguir, no podía parar porque tenía mucha gente atrás. Y también para enseñarles eso a mis hijas. Quiero que sean luchadoras”, reflexiona la empresaria cusqueña.

© 2021 La Antígona

Alejandra Ruiz León: «La comunicación científica busca abrir camino para hacer que la ciencia esté al alcance de todos»

Alejandra Ruiz León: «La comunicación científica busca abrir camino para hacer que la ciencia esté al alcance de todos»

b.angobaldo@pucp.pe
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Si quieres escuchar la entrevista completa, haz click aquí. 

Según cifras del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTEC) el 34% del total de profesionales dedicados a la ciencia, tecnología e innovación en el Perú son mujeres. Alejandra Ruiz de León es una de las pocas profesionales en el Perú especializadas en comunicación científica, una rama bien consolidada a nivel mundial pero poco conocida en nuestro país. Luego de obtener su primer grado en bioquímica de la Universidad de Navarra, siguió un máster en comunicación científica, médica y ambiental y otro en Historia de la Ciencia. Actualmente cursa un doctorado en el mismo campo en el Georgia Institute of Technology. En esta entrevista con La Antígona, nos comenta de qué se trata esta profesión, la importancia de las redes sociales para la divulgación y cómo ha tratado temas relacionados a la pandemia en los últimos meses. 

¿Cómo describirías lo que es la comunicación científica? 

A veces hay confusión entre los términos que usamos: comunicación científica, popularización, divulgación, etc. Yo uso el término de comunicación científica como un paraguas para todo lo demás, que abarca diferentes métodos o estrategias de poner en contacto a la ciencia con la sociedad. Pero no desde un punto en el que la ciencia le comunica a la sociedad, sino desde un punto de democratizar la ciencia. Es decir, hacer que la ciencia llegue al resto de personas, pero también para que las personas puedan participar de ella. Realmente creo que la comunicación científica más que comunicar o divulgar, lo que busca es abrir camino para democratizar la ciencia. Lo que quieres es que la ciencia también se beneficie de la sociedad, y viceversa. La ciencia es un campo muy limitado. Durante muchos años estaba limitado solo a los hombres, o solo a las personas que tienen dinero, o que pueden dedicar siete, diez años de su vida en formarse como científico. La ciencia como procedimiento tiene muchas barreras. Se necesita abrirlas para poder representar a toda la sociedad y entender los diferentes puntos de vista. 

¿Cómo llegaste a este ámbito? Es decir, ¿cómo llegaste a combinar tu educación científica con un propósito comunicacional? 

Cuando estábamos en el colegio, a muchos, nos decían que debíamos escoger: ciencias o letras. Yo no me convencía por ninguna, y al final me decidí por bioquímica porque me pareció una carrera interesante. 

Tenía igual de horas de laboratorio que clase, porque había mucho entrenamiento en lo que era técnicas de investigación. Por más que me encantaba, no me veía cinco años de mi vida en un laboratorio, pero sí relacionada con la ciencia. Y fue ahí que empecé a buscar otras opciones.  Descubrí que la divulgación era una carrera y que había másteres y doctorados. Realmente, la divulgación ha existido hace mucho tiempo pero casi siempre se ha visto como una simple acción de escribir algo en los tiempos libres. Y es una profesión que está dentro de la academia. Inmediatamente después de acabar la carrera hice un máster para dirigirme a eso concretamente. 
 

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Alejandra Ruiz León en su graduación de la Universidad de Navarra. Fuente: Instagram

¿Qué rol juegan las redes sociales en la actualidad para la comunicación científica y el conocimiento del público en general en estos temas? 

Realmente ha habido un gran salto. Yo antes de crear la página y la empresa de Mitocondria, porque es una empresa con la que hacemos más cosas, he estado seis años trabajando en el rubro. El Instagram ha sido mucho después, fue un poco por esa idea de traer todo lo que hacía fuera de redes a la vida online. 
 

¿Cuál ha sido tu experiencia durante la pandemia como comunicadora científica desde Mitocondria CC? 

Creo que ha sido un buen canal porque ha permitido una respuesta muy rápida. A diferencia de otros proyectos que solía hacer, en los que se necesitaba un año de diseño, buscar fondos y tener a todos los profesionales listos, las redes sociales te brindan una conexión día a día. Realmente puedes conectarte, hablar de un tema y responder a la gente de una manera más automática. Si bien los otros proyectos que hacía también apoyaban la democratización de la ciencia, los resultados eran muy a largo plazo. En cambio en redes puedes tener un resultado rápido. El coronavirus se ha dado tan rápido que creo que la mayoría de nosotros necesitaba respuestas inmediatas. En ese sentido las redes sociales ayudan mucho porque puedes responder dudas y evitar que esas dudas se esparzan. Eso ahora me parece algo fundamental: que no se comparta información falsa y que la gente no esté ansiosa con las noticias que ve. 
 

¿Qué tipo de dudas respecto a la pandemia son las que surgen más? ¿Qué tipo de interacción tienes en Instagram? 

Yo lo que trato de hacer con mi página es brindar herramientas que a la gente le pueda servir para cualquier circunstancia de sus vidas. Si bien a veces es necesario detenerse a desmentir una noticia en concreto, es mejor tener las herramientas y un pensamiento crítico. Por ejemplo, en el tema de las vacunas. Si bien explico algunos puntos sobre cada vacuna en especial, me gusta centrarme más en cómo se producen, pues es algo que nos va a acompañar todas nuestras vidas. Trato de brindar conocimiento o conceptos que se puedan aplicar a varias situaciones. Mi idea es que la gente lo entienda una vez y le sirva para toda su vida. Tiene que haber un balance entre apagar incendios y sembrar. 
 

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Logo de Mitocondria CC. Fuente: Instagram
¿Cómo ha sido tu experiencia siendo mujer en el mundo de las ciencias? 

Primero en la carrera que yo hice -bioquímica- realmente la mayoría éramos mujeres entonces no noté mucho ese choque que puede haber en otras carreras. Cuando salí al mundo laboral todas mis jefas han sido mujeres, todas líderes en sus campos, que han abierto puertas, entonces no he sentido esa pegada de un jefe directo que me diga «no». Siempre he tenido el apoyo de mis jefas, aunque sí he encontrado puertas cerradas. Hay científicos que no ven a la divulgación como algo importante sino como un hobby. Incluso colegas míos ven el Instagram como algo poco profesional. Mi objetivo es que la ciencia esté al alcance de todos y todos estamos en Instagram, entonces la ciencia tiene que estar en esas redes y no solo en congresos en los que solo están tres personas y se escuchan entre ellos.
 

¿Cómo ves la educación científica en el Perú y la situación de la divulgación científica? 

La ciencia en el Perú tiene el último lugar de la fila y no está nada considerada. Esto se traduce en los presupuestos del gobierno, de las empresas en innovación, y hasta en nuestro sistema universitario. Sabemos que la reforma universitaria es incluso cuestionada por muchos y lamentablemente no parece que la ciencia esté bien considerada en el Perú. En la ciencia, la comunicación tiene la última palabra. Lo vemos en cómo se diseñan los planes de gobierno, el plan de popularización nacional. También lo vemos cuando los científicos y científicas de las universidades reciben dinero del gobierno cuyos resultados, a veces, no son comunicados. 

Si vamos a hablar de divulgación científica en el Perú, el primer paso tendría que ser que todo aquel que reciba dinero por convocatoria pública del Concytec, de Innóvate Perú o de cualquier ministerio, tenga la obligación de comunicarlo al público. Esos proyectos de investigación están financiados con el dinero de todos y todos tenemos que saber los resultados de esas investigaciones. Para mí la divulgación no está nada consolidada en el Perú. Somos menos de 15 profesionales dedicados a la comunicación de la ciencia, y de esos 15, somos realmente muy pocos los que nos dedicamos a esto completamente o que lo hemos estudiado. 

© 2021 La Antígona