Estefanía Telis: “Me dedico a escuchar, entender a las personas y luego buscar soluciones digitales que les ayuden a lograr sus objetivos”

Estefanía Telis: “Me dedico a escuchar, entender a las personas y luego buscar soluciones digitales que les ayuden a lograr sus objetivos”

Por Ana Pieters

El factor pandemia ha influido en todos los aspectos de nuestras vidas y cambió la forma en la que nos desenvolvíamos. Si bien es cierto que algunas entrevistas ya se realizaban de manera remota, en caso de que la persona se encontrara quizás en otro país o ciudad; ahora, al estar a escasa distancia, también es necesario utilizar esta modalidad. 

Familiarizarnos con las distintas aplicaciones que nos permiten realizar videollamadas es cada vez más fácil, pero seguro nunca te preguntaste: “¿Quién diseña estas plataformas para que la experiencia sea sencilla?”.

Desde diseño de aplicaciones para celulares, pasando por páginas webs, hasta pantallas de cajeros de banco, cada uno de ellos cuenta con diseñadores de experiencia de usuario que buscan simplificarte la vida. 

En esta ocasión, La Antígona habló con Estefanía Telis, diseñadora de experiencia de usuario, venezolana migrante que con mucha incertidumbre y grandes sueños llegó hace algunos años a Perú. 

Cuéntame un poco de ti, ¿de dónde vienes y hacia dónde consideras que vas? Porque a ti no puedo Googlearte aún… Seguro en poco tiempo ya aparecerás.

Soy Estefanía Telis, una venezolana apasionada por la tecnología y que trabaja como diseñadora de experiencia de usuario. Anteriormente, en Venezuela estudié cuatro años de medicina, pero tuve que dejar la carrera porque la situación se estaba poniendo difícil. Y, bueno, todo el mundo me decía que no lo hiciera, que solo me faltaba un año, que estaba loca, pero en ese momento necesitaba dinero y comencé con el marketing digital que era algo que me gustaba y sabía mucho del tema. Por algunos años, me fue muy bien, pero la situación de Venezuela se complicaba cada vez más y fue cuando decidí venirme a Perú. 

Al principio, como todos, comencé trabajando en Wilson, diseñando banners en una imprenta, era horrible porque trabajaba 12 horas al día 6 días a la semana y resultaba extenuante. Luego, un día, vi que hablaban sobre Laboratoria y me puse a investigar sobre su bootcamp, un programa que enseña a mujeres habilidades para conseguir su primer trabajo en tecnología. Deseaba poder hacerlo, pero el reto era mantenerme los seis meses que duraba, porque no podía trabajar y estudiar al mismo tiempo, fue muy duro, pero lo logré con ayuda de personas que confiaron en mí, y aquí estamos. Luego de graduarme en Laboratoria, entré a trabajar en Scotiabank y actualmente estoy en Auna, una reconocida empresa del rubro de la salud en Perú y Colombia.

¿Por qué elegiste Perú en vez de, por ejemplo, Argentina o Chile?

Principalmente por las facilidades migratorias, porque a pesar de todo, el tema de los papeles no es tan difícil como en otros países. Además, está más cerca de Venezuela, así que yo pensaba: “Bueno, si algo sale mal, pues me regreso”. No tenía tanto dinero para el pasaje y coincidía con que ya estaba en Lima un familiar. Esos fueron los motivos principales. 

¿Cómo crees que ha influido todo este proceso en tu salud mental?

Ha influido mucho negativamente, porque no es fácil. Todo lo que implica el duelo migratorio es complicado, allá todo sigue igual y uno se desgasta. Yo sigo en terapia, porque cuando piensas: “Ya lo tengo, ya he logrado superarlo”, vuelves al punto de partida. No es nada fácil, pero se hace lo que se puede.

¿Qué crees que te ha brindado Perú que otro lugar no hubiese podido hacerlo?

La comida (risas). De verdad que el estándar de comida de aquí es muy alto. Perú tiene comida muy buena. Pero, además, también me dio la oportunidad de conocer Laboratoria y formarme en lo que me gusta. Estar trabajando en lo que me apasiona y conocer personas muy chéveres.

Ahora, ¿qué crees que aprendiste en Perú que en otro lugar no hubieses podido aprender?

Principalmente, empatizar con otras realidades y entender el porqué de las cosas. Saber que Perú tiene una sociedad que ha sido muy golpeada y maltratada por sus políticos. Detenerme a preguntar por qué piensan así, sin asumir lo que pasa.

¿Cómo llegas al bootcamp de Laboratoria y qué es lo que estudiaste allí? 

Bueno, yo estaba estudiando con cursos de una plataforma de educación online llamada Platzi y un día vi un vídeo donde hablaban de eso; entonces, me puse a ver más y acudí a una feria de Laboratoria y fue como: “Wow”. Me explicaron todo y básicamente es aprender en seis meses lo que se aprende en tres años. Son conceptos sólidos y un poco de cada cosa que necesitas. 

¿Sientes que siendo una persona afro, migrante, mujer y parte de la comunidad LGBTQI+ hay más prejuicios sobre ti, a diferencia de que solo pertenecieras a una sola de esas etiquetas?

Sí, pero he tenido la fortuna de estar en burbujas acá en Lima que quizás otros no. Por ejemplo, en Laboratoria, que se enfoca hacia el feminismo. Eso me conectó con otras personas que pueden pensar igual que yo, pero no estoy exenta de la discriminación. Por ejemplo, una vez fui a comer a Larcomar y un mesonero me trató muy mal. Y me di cuenta que solo era conmigo porque luego llegó una familia y cambió su actitud. También me pasó que iba caminando y alguien desde un carro bajó la ventana para decirme algo sobre mi cabello.  O esa vez que compramos una lavadora y el delivery no podía creer que yo era la que vivía en el departamento, creía que era una empleada. También siento mucha inseguridad actualmente como parte de la comunidad LGBTQI+. Me da pánico tomar la mano de mi novia. 

¿Ser mujer te ha puesto alguna barrera en tu vida?

Una barrera como tal creo que no, pero sí he notado en mis trabajos que cuando los hombres hablan, tienden a dejar a un lado a las mujeres y es como que: “Mira, pero ya va, yo también quiero expresarme”. También cuando trabajé como diseñadora en Wilson había clientes hombres que me tenían que decir algo, pero miraban a los hombres que trabajaban ahí.

¿Cuál es tu mayor logro personal?

Yo creo que mi relación de pareja, porque eso denota mi crecimiento personal. Esa fluidez con la que se llevan las cosas.

¿Tuviste algún reto al momento de asumir tu orientación sexual?

Reto como tal no, porque yo me descubrí tarde, pero sí quizás en lo familiar. Si alguien me preguntaba, yo no lo negaba, pero es cierto que existía una especie de tabú o eso de no expresarlo libremente. 

¿Qué hace un diseñador de experiencia de usuario? ¿Eres como Neo de Matrix hackeando?

No (risas). Digamos que es la evolución de lo que antes llamaban “diseño web”, pero hoy en día se sabe que no es solo hacer una página web bonita visualmente, sino que es importante entender las necesidades de las personas que van a interactuar con una plataforma digital y diseñar soluciones con ese enfoque. Así que a eso me dedico, a escuchar y entender a las personas, y luego buscar soluciones (digitales o no) que les ayuden a lograr sus objetivos, y también se alineen con los objetivos de la empresa.

¿En algún momento el acento ha sido un inconveniente en tu trabajo?

La verdad nunca me han dicho nada, pero yo sí tengo un poco de miedo a veces. Sobre todo cuando la xenofobia está en su punto más alto. Porque me ha tocado llamar a los clientes y me da miedo cuando escuchan mi acento. 

¿Cómo haces para mantener tus rulos?

La verdad es que soy muy floja para mantenerlos, pero trato de tener productos para el cuidado. Dejé de hacer algunas cosas que crean frizz como secarme con la toalla. Lo más importante es que los acepté tal como son, y ahora los dejo ser libres.

¿Qué le dirías a la Estefanía del pasado y a las niñas que te pueden ver como un ejemplo?

Uf, qué pregunta tan complicada, porque puedo llorar, pero le diría que sí puede lograrlo, que no importa lo que muchos digan. Que no le pare a los comentarios. Y a las niñas les diría que el camino puede ser duro, pero se llega a la meta.

Ping pong Antígona

¿Ceviche o Ají de gallina?

Ceviche.

¿Perros o gatos?

Perros.

¿Invierno o verano?

Verano si hay playa (risas).

Luego de esta charla tan amena, terminamos la entrevista a distancia, y me quedé con una gran admiración por la entrevistada y la terrible certeza de que no importa cuánto hemos avanzado en el mundo, al día de hoy, los prejuicios están más latentes que nunca. Sin embargo, en muchos casos, eso no impide que el ímpetu de ese empujón necesario para conseguir los sueños.

El mar y sus facciones manchadas

El mar y sus facciones manchadas

Fotos y texto por Miguel Vásquez

Hace casi un mes, el distrito de Ventanilla fue testigo del mayor desastre ecológico en la historia reciente del Perú. Según cifras oficiales, el derrame de crudo alcanzó los siete millones de metros cuadrados de mar, y contaminó casi dos millones de metros cuadrados de arena, lo que comprometió la integridad de 24 playas del litoral peruano. 

Para la mañana del 16 de enero del 2022, cormoranes, pingüinos y gaviotas se vieron envueltos en brazos negros y oleosos, mientras que en la orilla, el manto oscuro alcanzaba a incautos negociantes, cuya economía gira en torno al mar. A pesar de que hace unos días Repsol comunicó que los trabajos de limpieza en mar y playas tuvieron un avance superior al 56%, no es necesario adentrarse en el océano para verificar que el petróleo sigue azotando la vida a su alrededor. Un grupo específico notoriamente afectado fueron las mujeres comerciantes, que poco o nada tuvieron que ver con el origen de este desastre, y quienes vienen manchándose de problemas económicos producto de la negligencia de una empresa internacional de hidrocarburos.

“Antes del derrame, yo ganaba diariamente entre 100 a 120 soles, ahora gano entre 30 a 40 soles diarios. Eso no compensa para un almuerzo, y menos para pagar la luz y el agua. Yo no puedo ir a limpiar, porque las rodillas las tengo hinchadas, y no puedo caminar mucho. Ese es mi problema, porque sino yo me hubiera ido a trabajar extrayendo el petróleo de la arena, porque están pagando bien, no estuviera acá vendiendo chocolates”, indicó Vilma Milla Rojas, vendedora de chocotejas.
Ruma de barcos de uso recreativo vacíos, en la orilla del mar de Ancón. En un día normal, gran parte de ellos estarían navegando sobre el agua salada.
Vilma Rojas no es un caso aislado. Marina Obregón, otra vendedora de golosinas, también se ha visto afectada en sus inversiones.

“Yo tengo 35 años trabajando acá, y en este negocio he invertido, he sacado préstamos. Un domingo se sacaba entre 1000 a 1200 soles. Ahora estamos sacando por día entre 20 a 30 soles, y eso que hay días en los que no se saca absolutamente nada. Si salgo a vender es porque tengo esa necesidad económica, y también porque de alguna u otra manera tengo que vender mi mercadería, porque los productos se van a vencer, y voy a perder aún más”

El balneario de Ancón luce deshabitado. La pandemia y el derrame de crudo por parte de Repsol se perfilan como principales responsables de este panorama.
“Nosotros teníamos esperanzas de que este año fuera mejor, ya que el año pasado las playas han estado cerradas por el motivo de la pandemia. Nos hemos alistado con tanto esmero, con tanta ilusión. Ahora hemos mandado nuestros documentos a Repsol, y nos han dado un bono de 500 soles a todos los asociados, pero eso no es suficiente para todos nosotros que ganamos mucho más. Los comerciantes trabajamos para sobrevivir todo el invierno, educar a nuestros hijos y comprar algo para casa, pero lamentablemente no creo que todo esto se vaya a concretar”, menciona Maritza Cueto Carbajal, vendedora de raspadillas y presidenta de la Asociación de Comerciantes del Balneario de Ancón.

Un solitario salvavidas descansando bajo una torre de vigía, en uno de los principales puntos del balneario.
Así como Vilma, Marina y Maritza, Brenda Yarelin, una vendedora de yuquitas fritas, comenta que antes del desastre ella ganaba diariamente entre 300 a 700 soles. Luego de que el mar se tiñiera de negro, ella vio reducido su ingreso diario entre 60 y 120 soles, casi la mitad. 
Los intentos de Repsol por mitigar los daños causados al ecosistema producto del vertimiento de crudo, continúan. Según expertos de Markleen, empresa noruega dedicada a la fabricación de productos contra derrames de petróleo o hidrocarburos, el tiempo que  tarda en recuperarse un ecosistema afectado por derrame de petróleo es de aproximadamente 15 años.

¿Día del Amor? 4 testimonios que nos ayudan a identificar y salir de una relación tóxica

¿Día del Amor? 4 testimonios que nos ayudan a identificar y salir de una relación tóxica

Por Isabella Castro

Protección, lealtad o romanticismo. Los síntomas de las relaciones tóxicas se camuflan en sentimientos que esclavizan a sus protagonistas. Cuatro personas compartieron con La Antígona sus experiencias sobre cómo cayeron y se libraron de una relación tóxica y peigrosa.

Amor: “Sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno”.

La definición que Oxford Languages da al amor es tan pura que resulta difícil encontrarla en las relaciones románticas que se ven día a día. El cine y la televisión tratan de retratarlas, aunque no siempre con éxito. Y es que el mundo real es un tanto diferente. No todas las parejas buscan el bienestar mutuo, no todas darían la vida por el otro y no todas ponen de su parte para seguir adelante y esquivar los obstáculos que la vida pone en nuestros caminos. 

El 14 de febrero está lleno de rosas rojas y globos en forma de corazón. Los restaurantes se llenan y los sombreros de mariachi aparecen en las calles. Si bien la mayoría creería que el amor se manifiesta en aquellas parejas que caminan de la mano, nunca se sabe lo que hay detrás. Como un recordatorio de que no todo es lo que parece y de que la violencia puede ser silenciosa. Todo esto se plasma a continuación con cuatro testimonios de aquellos que alguna vez fueron parte de una relación tóxica.

Esclava del celular

15 años tenía Ignacia cuando inició una relación con un hombre de 30. La edad no parecía un impedimento, pero pasados dos meses, la dinámica de poder se fue acentuando. La actitud controladora de su pareja se volvió su característica principal y la manipulación no se quedó atrás.

Cada día, el celular de Ignacia era revisado con la excusa de evitar infidelidades y las salidas con amigos se volvieron una misión imposible. Con 15 años, no podía hacer nada más que estar al pendiente de su celular para contestar los mensajes de texto de su expareja. A pesar de lo mal que estaban, las cosas empeoraron, al punto en que Ignacia fue tachada como la culpable de todos los problemas en la relación. Pasados casi dos años, por fin logró dar fin a esta relación y siguió adelante. Con el tiempo, se dio cuenta de que las actitudes de su expareja eran sumamente dañinas. 

El psicólogo y sexólogo César Galicia indica que si alguno de los integrantes de la relación se encuentra en una etapa temprana de vida, la edad sí toma un rol determinante, ya que la experiencia de ambas partes es distinta. Además, declara que es importante utilizar la posición de poder para cuidar de la otra persona y volver la dinámica más justa. Sin embargo, el sexólogo hace hincapié en que estas relaciones solo pueden ser aceptadas cuando las partes son mayores de edad.

“¿Puedes vestirte normal?”

Con 15 años, Ana Karina empezó a salir con un chico dos años mayor que ella. La relación se tornó un ambiente tóxico después de algunas semanas, ya que las críticas empezaron a lloverle encima. “Cámbiate de ropa, te ves graciosa”, “No te pongas aquello, no te queda bien” y “¿Puedes vestirte normal, por favor?” fueron algunas de las cosas que le dijo.

De acuerdo con la psicoterapeuta Isabel del Toro, la víctima no se suele dar cuenta de lo que está perdiendo al aceptar un rol sumiso, pues empieza a dudar mucho de sí misma. Asimismo, afirma que la mayoría de hombres que controlan la forma de vestir de su pareja acaban dejándola por alguien que retrate como eran antes.

“Si no lo haces, no me amas”

Por su parte, actitudes igual de controladoras se manifestaron en la relación de Valeria y su novia. La frase “Si no lo haces, no me amas” era dicha casi a diario, cada vez que elle era obligade a realizar actividades que no deseaba. A pesar de haber sucedido casi cuatro años atrás, Valeria aún recuerda que, en una ocasión, su expareja le agarró fuertemente el brazo con la intención de que no se moviera.

“Hace unos meses, recordé el incidente y me puse a llorar, no me podía mover. Me hice bolita y no me podía mover. Fue horrible, me asusté. Pensé que me iba a morir, nunca me había pasado algo así”. Al tratarse de una agresión por parte de una pareja, alguien a quien se le tiene mucha confianza y estima, la angustia producto de la agresión es mucho mayor, afirman las psicólogas Laura González y Vega Marcos.

Adicionalmente, mencionan que algunas de las consecuencias son los recuerdos constantes del evento, miedo y la dificultad de controlar el llanto.

Reglas y prohibiciones

En el caso de César, él relata que tanto él como su exnovia eran sumamente celosos. “Debido a nuestra inmadurez, en vez de resolverlo hablando como personas normales, nos prohibimos abrazar o besar en la mejilla a otros”, señala. “Nos poníamos un límite de mensajes en WhatsApp con ciertas personas. Por ejemplo, yo solo podía enviarle máximo siete mensajes a una de mis amigas”. Sin embargo, a pesar de que el objetivo de estas limitaciones era evitar discusiones, las peleas seguían presentes, pues se producían cada que uno de ellos rompía alguna regla.

La psicóloga Aina VB comenta que los celos son un mecanismo de defensa frente a inseguridades y destaca que la correcta comunicación con la pareja es una manera de evitarlos. De la misma manera, cuestionar las propias actitudes, incrementar el autoestima y conocer a la persona de la que se tienen celos son otras medidas que se pueden tomar para mantener una relación sana.

Conocer experiencias de este tipo nos ayudan a evitarlas y prevenir que otros no pasen por el mismo sufrimiento. Si bien a primera vista puede parecer que es amor, no siempre es así y hay que saber reconocerlo. Como dice el antiguo refrán: “Más vale solo que mal acompañado”.

“Los migrantes desesperados no son criminales”: más de 4,400 han fallecido en todo el mundo

“Los migrantes desesperados no son criminales”: más de 4,400 han fallecido en todo el mundo

Por Albinson Linares para Telemundo y La Antígona

Migrantes en el Estado de Chiapas, México, el 27 de octubre del 2021. FOTO: Marco Ugarte/ AP

Eugenio Ambrosi, jefe de gabinete de la Organización Internacional de Migraciones, conversó en exclusiva con Noticias Telemundo para el Día del Migrante sobre por qué es tan complejo responder a la crisis migratoria y los nuevos retos como la emergencia climática.

CIUDAD DE MÉXICO – Eugenio Ambrosi ha sido un testigo excepcional de las más cruentas y difíciles consecuencias de los flujos migratorios. Visitar países, atravesar fronteras y analizar la movilidad humana son su trabajo diario desde hace más de 30 años cuando, siendo un estudiante de secundaria en Italia, comenzó a trabajar con diversas organizaciones humanitarias.

«He estado en casi todos lados, y me ha tocado ver muchas cosas terribles. Pero así es el trabajo con la migración», explica Ambrosi, quien es el jefe de gabinete de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ente que forma parte del Sistema de las Naciones Unidas.

Ambrosi analiza la migración como una problemática que requiere una acción colectiva, universal, por parte de los gobiernos del mundo para proteger a las personas migrantes, atender sus vulnerabilidades y favorecer su integración en otras sociedades.

“En los últimos seis o siete años el Mediterráneo se ha convertido en un cementerio por la cantidad de personas que mueren”, dice con desaliento.

Y luego agrega: “Pero cuando entrevistas a los migrantes que se rescatan del agua, los que se salvan de ahogarse te dicen que prefieren correr el riesgo de morir en el mar a quedarse en sus países”.

Para el funcionario, ese poderoso impulso de supervivencia que no aminora pese a los peligros, al igual que las muertes, es una de las consideraciones que cualquier política migratoria debe tener en cuenta.

«El Mediterráneo se ha convertido en un cementerio por la cantidad de personas que mueren».

EUGENIO AMBROSI, JEFE DE GABINETE DE LA OIM

Según datos de la OIM, este año han sucedido más de 4,470 fallecimientos en las travesías migratorias de todo el mundo, una cifra que ya supera las 4,236 muertes del año pasado. Desde 2014, la organización ha registrado más de 45,000 decesos de personas migrantes.

La cifra de migrantes detenidos cruzando la frontera entre México y Estados Unidos se ha disparado hasta alcanzar récords. Solo en el año fiscal 2021, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos detuvo a más de 1,700,000 migrantes.

Aunque el Gobierno de Joe Biden revocó prácticas como la detención de familias migrantes, sigue devolviendo a miles de personas en la frontera bajo la política conocida como Título 42 que el expresidente Donald Trump implementó en 2020 como medida de prevención ante la pandemia.

Eugenio Ambrosi, jefe de gabinete de la OIM.
Eugenio Ambrosi, jefe de gabinete de la OIM.OIM

Además, se ha vuelto a implementar el programa Quédate en México, que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en el país vecino mientras se resuelven sus casos en territorio estadounidense.

Human Rights First, una organización de defensa de los derechos humanos con sede en Washington, ha registrado al menos 7,647 reportes de secuestros y otros ataques violentos contra personas que fueron expulsadas a México desde que el presidente Biden asumió el cargo.

«La migración, en sí misma, tiene un potencial de desarrollo económico».

EUGENIO AMBROSI, JEFE DE GABINETE DE LA OIM

“El fenómeno migratorio ha cambiado mucho, ya no solo se trata de las personas refugiadas o los migrantes económicos. La gran desigualdad ha hecho que surjan otros factores como la extrema pobreza, la imposibilidad de acceder a los servicios básicos, la ausencia de justicia y el cambio climático. Por eso es tan complejo poder responder a la crisis migratoria”, advierte Ambrosi.

Con motivo del Día Internacional del Migrante compartimos esta entrevista exclusiva con el jefe de gabinete de la OIM, celebrada durante su visita a México el mes pasado.

-¿Cómo debería ser la respuesta regional ante el enorme crecimiento de los flujos migratorios?

Cualquier medida migratoria debe centrarse en los derechos humanos y creo que el primer esfuerzo podría ser crear un sistema de gobernanza regional de lo que está pasando. La respuesta no es simplemente parar los flujos para evitar que entren en un país o en otro.

Hay que ver cuáles son las alternativas que se pueden implementar en temas como integración, regularización y visas de trabajo. Algo que no se considera mucho es que la migración, en sí misma, tiene un potencial de desarrollo económico que se debe aprovechar.

-En el caso de la frontera entre México y Estados Unidos ambos países han incrementado el despliegue de efectivos militares. ¿Cómo ven estas estrategias?

Nosotros aceptamos el hecho de que la frontera tiene que ser controlada. Hay que tener cierto nivel de aparato de seguridad porque eso forma parte de la soberanía de un Estado, pero insistimos en que hay que evitar los excesos. Militarizar mucho una frontera no es necesariamente una respuesta adecuada porque los migrantes desesperados no son criminales. Son personas que intentan escapar de sus países porque tienen necesidades muy grandes. 

Otra cosa importante es que cualquier nivel de militarización en la seguridad fronteriza necesita actuar en conformidad con la ley internacional y el respeto a los derechos humanos. Si se detectan abusos o violaciones, los Estados democráticos deben investigar y corregir cualquier incidente porque todo el mundo debe respetar esos principios.

-¿Cree que existe la tendencia de relacionar directamente a los flujos migratorios irregulares con las políticas de seguridad?

Es una equivalencia que nosotros no consideramos correcta. No es verdad que para preservar la seguridad de un país, o de una comunidad, hay que evitar que lleguen migrantes o refugiados.

Al contrario, la seguridad de una comunidad, o de un país, se incrementa cuando hay más posibilidades de inmigración legal. Los Estados tienen que crear e impulsar canales legales para una migración ordenada porque eso hace que las autoridades tengan más control de los flujos de personas.

-¿La migración ocasionada por la emergencia climática será un fenómeno determinante en los movimientos de personas durante los próximos años?

Absolutamente y eso es un tema que se habló en la COP26 en Glasgow. El cambio climático va a tener un gran impacto sobre el tema de la movilidad humana, sin embargo, no ha recibido la atención que se merece por parte de muchos gobiernos del mundo.

Casi semanalmente vemos algún evento climático fuerte, que se sale de los patrones que habíamos visto hasta ahora. Además, el cambio climático está incrementando la competencia y las confrontaciones violentas por los recursos naturales en diversas regiones del mundo.

Ambrosi durante una visita al campo de refugiados en Lipa, Bosnia, el 21 de abril de 2021.
Ambrosi durante una visita al campo de refugiados en Lipa, Bosnia, el 21 de abril de 2021. Darko Bandic / AP

-¿Los gobiernos de regiones como las Américas podrán controlar y organizar los desplazamientos masivos de personas a corto plazo?

Es un gran reto que implica una coordinación de toda la región, no solo se trata de México o Estados Unidos. Las soluciones deben ser internacionales y rápidas, pero debemos pasar de la emergencia a una planificación estratégica.

Después de la pandemia, la desesperación de las personas se ha incrementado y eso hace que sea imposible centrarse solamente en parar los flujos. Lo que hay que hacer es buscar la mejor manera de manejarlo entre todos, porque nunca en la historia de la humanidad se han podido interrumpir los desplazamientos de personas. Y eso no va a pasar ahora.

Ante la justicia patriarcal: Mujeres bolivianas movilizadas contra la liberación de feminicidas y violadores

Ante la justicia patriarcal: Mujeres bolivianas movilizadas contra la liberación de feminicidas y violadores

Por Claudia Castro y Noelia Carrazana

Mujeres protestando contra la corrupción judicial en La Paz. FOTO: Camila Añezas – Niñas Malcriadas

El lunes 31 de enero, en varios departamentos de Bolivia, grupos de mujeres marcharon en protesta contra la corrupción judicial. Esta movilización se da luego del conocido caso de Richard Choque Flores de 32 años, un violador y feminicida serial, el cual ha evidenciado la corrupción del poder judicial y la complicidad del Estado.

La marcha fue convocada por la organización feminista “Mujeres Creando”, pero a la convocatoria se sumó la población en general, sobre todo víctimas de violencia, familiares de femicidios y mujeres aymaras. 

Quya Reina, periodista aymara que estuvo cubriendo la marcha indica que: “he asistido a varias marchas del 8 de marzo, que es el día en que varias plataformas y organizaciones feministas salen a protestar contra la violencia machista y puedo afirmar que esta fue la más importante históricamente. Porque fue la primera marcha a nivel nacional en donde mujeres aymaras adultas han asistido autoconvocándose, dejando de lado sus labores cotidianas, pues varias a las que entrevistamos son comerciantes y ganan al día”.

“La característica a destacar de la marcha fue que se sumaron mujeres alteñas del sector gremial, madres, abuelas, jóvenes que no pertenecen a ninguna organización, fue una movilización grande, como no ocurría desde las movilizaciones del año 2020”, también recalcó Camila Azeñas, de la organización feminista Niñas Malcriadas. 

El 24 de enero se conoció el caso de Choque Flores, quien fue detenido en su domicilio que se encuentra en la ciudad del Alto, acusado de violación y asesinato. Los uniformados revisaron su celular y encontraron indicios de que habría abusado de 77 personas. Entre ellas encontraron los cuerpos enterrados de Iris y Lucy, dos menores de edad desaparecidas en 2021. Este caso fue ampliamente difundido y develó los entramados de la corrupción e inoperancia de la justicia boliviana al momento de tratar las causas que atañen a la violencia de género. Choque Flores había sido detenido en 2013, y enviado a la cárcel de Chonchocoro acusado de violar y asesinar a Blanca Rubí Limachi de 20 años, por lo que fue sentenciado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto, pero llamativamente en 2019 recuperó la libertad por un fallo del juez Rafael Alcón, quien recientemente también fue detenido por haber firmado tal decisión.

El ministro de Justicia, Iván Lima, dijo en el canal Bolivia TV que el juez Alcón “liberó a Choque Flores porque había un certificado médico, según el cual corría peligro su vida por su diabetes. Pero no se sabe qué médico firmó el documento, porque el expediente se perdió misteriosamente”. Lima detalló que el magistrado, dio la libertad a Choque Flores en “solo tres días” luego de que recibiera la solicitud de libertad un 24 de diciembre de 2019.

Las movilizaciones se dieron en distintos lugares del país, como respuesta a la masiva indignación, estos dos casos se suman a los miles de casos que han quedado sin resolver. Los casos de violencia machista, feminicidios han aumentado desde que comenzó el COVID-19 y no han sido parte de la agenda desde el gobierno de Jeanine Añez ni de las actuales autoridades”, indicó Camila, integrante de Niñas Malcriadas.

Según las cifras difundidas por la fiscalía general del Estado, Bolivia registró 108 feminicidios y también se reportaron 46 infanticidios el año pasado. El fiscal general del Estado, Juan Lanchipa informó que los departamentos con mayor incidencia son La Paz con 43 casos; la oriental Santa Cruz con 17, seguido de la central Cochabamba con 15.  Estos datos van acompañados de la masiva movilización de mujeres que demostró el hastío el día lunes.

La Marcha en la ciudad del Alto se inició en la casa del feminicida, donde durante días familiares de víctimas estuvieron pidiendo que sea demolido el inmueble con la esperanza de encontrar allí cadáveres de sus hijas desaparecidas. A esa continua movilización se acercaron los medios de comunicación y el viernes 27 de enero la activista Maria Galindo integrante de Mujeres Creando, se apersonó en el lugar y convocó a movilizarse, hecho que sucedió el día lunes. desde ese lugar a la marcha que finalmente se realizó el día lunes. Los registros de los medios bolivianos mostraban a mujeres llorando desconsoladamente mientras Maria realizaba la convocatoria en las puertas del domicilio del feminicida.

La movilización concluyó en el tribunal de justicia departamental de la ciudad de La Paz. “El domicilio fue objeto de intervención, ya que padres de familia han ingresado a la casa a buscar a sus víctimas y esto mostró la desesperación y empatía de la población”, destacó Camila Azañez. El 4 de febrero en otra propiedad de Choque Flores fue encontrado el cuerpo de un primo de éste, cuya denuncia por su muerte había sido realizada por sus padres en 2014, pero el ministerio público procedió a no dar a lugar a dicha denuncia.

Para comprender porque esta movilización tuvo tanta adhesión, la periodista alteña Quya Reina explica que: “muchas mujeres expresaron que ya han pasado por denuncias en las cuales el procedimiento ha durado y sigue durando años y que no se resuelven debido a jueces, fiscales e incluso abogados corruptos. Algunas tías, en aymara, solicitaban al estado que se encierren a los violadores y feminicidas, y que nunca más vuelva a salir, es decir, que las instancias correspondientes puedan someter a los culpables a la cadena perpetua”.

“Otra de las observaciones que hicieron las mujeres aymaras, es que la justicia no considera la situación económica de las mujeres pobres. Puedes llegar a obtener justicia, pero esto sólo si les pagas coimas a las autoridades y funcionarios. Cuando en realidad es su obligación hacer ese trabajo. No hay justicia para los pobres, fueron algunas de las frases que escuchamos. Y es evidente que, en El Alto, en donde mucha gente se debe prestar dinero del banco y debe trabajar al día, la falta de ingresos es un obstáculo

para acceder a la justicia” aclaró Quya Reina. “Poder escuchar a estas mujeres ha sido realmente emotivo,porque la constante lucha contra el racismo colonial y contra los gobiernos racistas de turno que se han percibido en marchas y protestas como la del 2003

o la del 2019 protagonizadas por El Alto, se han transformado, desde sus mujeres, en denuncias contra el machismo que las aymaras vivimos día a día en una ciudad que cada vez crece más”, expresó la periodista alteña.

Movilizaciones en el resto del país

«Todas estamos convocadas por esta violencia. En Santa Cruz aún hay una tibieza y somos uno de los principales departamentos con este tipo de casos, y aún no hay esa conciencia de toda la sociedad. Pero hubo reacción de las mujeres, cuando nos dirigimos desde el palacio de justicia hasta la fiscalía nos aplaudían, gritaban desde el bus o daban bocinazos. El apoyo está”, cuenta Denilson Montaño Segovia, integrante de la colectiva Niñas Malcriadas de Santa Cruz de la Sierra.

“Nos convocamos desde la rabia por la incompetencia que tiene el estado por velar para que se cumplan los derechos que tenemos las mujeres y las disidencias sexuales. Nos movilizamos todes contra la impunidad, porque el acceso a la justicia es clasista, racista y ahí surge plantear ¿no hay tal proceso de cambio, no hay democracia si la vida de las mujeres no importa?”, remarca Montaño y que, “para que el fascismo en Santa Cruz o para que los patrones estén ocupando una silla de poder se movilizan y como ese dia no estuvo la sociedad civil en masivo,  de cualquier manera los compañeros también estamos tomando el espacio público para denunciar la violencia patriarcal”.

Desde la colectiva Mujeres de Fuego de Cochabamba su directora Fátima Terrazas explica que “la rabia e indignación es porque muchos delitos quedan impunes. Que se de la importancia a este tema, que el gobierno se de cuenta como se está manejando esta corrupción, el riesgo que se pone a lasociedad al quedar libres las personas que han cometido estos delitos. Necesitamos ser escuchadas por el gobierno y por la sociedad”.

“Hemos tenido el apoyo de muchas madres, muchos varones que se dan cuenta que el sistema judicial no está funcionando, tenemos que hacer conocer a la sociedad. Bolivia es el segundo país con más violencia, no podemos llevarlo como un trofeo. Necesitamos hacer saber ¿cómo está el órgano de justicia? ¿qué está pasando con el tribunal de justicia? ¿qué está pasando con nuestros jueces y fiscales? La falta de ayuda a las víctimas de abuso sexual, a los padres y madres” explica la activista Terrazas, del colectivo Mujeres de Fuego Cochabamba.

Desde el 24 de enero, cuando se hizo público el caso de Choque Flores, María Galindo de la organización Mujeres Creando puso su cuerpo y voz a través de Radio Deseo para visibilizar, presionar al estado e interpelar a la

sociedad boliviana para que reaccione ante tantos casos de retardación por parte de la justicia, prisión domiciliaria de violadores y asesinos que no cumplen con la sentencia de los 30 años de cárcel como indica la ley. 

Radio Deseo también es transmitida por Facebook y en estas semanas se convirtió en un espacio que recibe denuncias de familiares. “Más de 120 casos en cuatro días hemos recibido”, indicó Galindo al vocero presidencial Jorge Richter en una reunión que era transmitida en vivo en su red social. 

¿Cuántas comisiones y leyes más necesita el estado boliviano para dejar atrás el machismo?

“Ante la preocupante situación y conducta de jueces, y operadores de justicia, instruimos la creación de la Comisión de Revisión de Casos de Violación y Feminicidio en el que los sentenciados fueron liberados.

La misma deberá presentar resultados en un plazo máximo de 120 días”, publicó en su cuenta de twitter el presidente Arce, un día después de la movilización de mujeres.

El gobierno boliviano había declarado que este sería el “año de la revolución cultural de la despatriarcalización”. Con el objetivo de luchar contra las violencias hacia las mujeres, la sociedad espera que se concrete esa retórica del Movimiento al Socialismo (MAS), luego de las manifestaciones y la nueva Comisión anunciada.

Esta semana La violencia de género está en la agenda de los medios y la clase política boliviana, a tal punto, que un día después de la movilización el presidente Luis Arce creó la conformación de una Comisión que ha propuesto Mujeres Creando y que no quede sin efecto. Además, la organización pretende convocar a otras organizaciones feministas o que trabajen con mujeres en todo el país.

La violencia de género está en la agenda de los medios y la clase política boliviana, a tal punto, que un día después de la movilización el presidente Luis Arce anunció la conformación de esta comisión.

La organización Mujeres Creando a traves de Radio Deseo y de la cara más visible su organización: la feminista boliviana Maria Galindo quienes convocaron a la gran movilización del lunes 31 de enero. Además pidieron la creación de una Comisión, donde ellas, así como otras organizaciones que trabajan a lo largo del país con las distintas problemáticas que atañe a la violencia de género pudiesen trabajar en conjunto.

Maria Galindo se reunió con el Ministro de Gobierno Eduardo del Castillo para exigirle una Comisión de Excepción frente a la corrupción policial. Luego se reunió con el vocero de gobierno para entregarle una carta dirigida al presidente Luis Arce, pero finalmente se dio a conocer el viernes 5 de febrero quienes formarán parte de la Comisión Comisión de Revisión de Casos de Violación y Feminicidio y no estan incluidas personas o entidades feministas de la sociedad civil. 

Esta era la esperanza de varias plataformas de mujeres que trabajan en las distintas ciudades bolivianas, “como colectivo nosotras ya estamos mandando cartas y

haciendo saber que queremos participar. Nosotras ya estamos llamando a las Víctimas de Mujeres de Fuego. La comisión tiene que escuchar  todos estos casos, porque si no solo se arma para tranquilizar a la sociedad, se tiene que trabajar con colectivos en ese comité”, indicó Fátima Flores

Al día de hoy en Bolivia hay dos comisiones: la que creó el gobierno y la que promueve el grupo Mujeres Creando, quienes comenzaron una campaña de “Accion en legitima defensa de las vidas y las libertades de las mujeres bolivianas”, y han dado a conocer un telefono donde se  puede hacer llegar sus denuncias en casos de violación o feminicidio y que el culpable haya sido liberado por la justicia. Además  el  7 de febrero hicieron saber sus nueve objeciones contra la Comisión recientemente creada por el gobierno boliviano.

Quizás todo este pedido de las organizaciones que trabajan para visibilizar los derechos de las mujeres en Bolivia tenga que ver con que el año pasado ya  hubo una comisión mixta en el Parlamento boliviano, integrada por legisladores del gobernante Movimiento al  Socialismo (MAS) y las opositoras Comunidad Ciudadana (CC) y Creemos. En diciembre presentó un informe detallado de una investigación sobre las causas del retraso judicial en casos de femicidios y establecieron la falta de personal, presupuesto y coordinación como algunas de las razones principales.

El informe establece que entre 2013, año en el que entra en vigencia la ley 348 que garantiza a las mujeres una vida libre de violencia, al  2021 se han registrado al menos 997 femicidios con registros anuales como los de 2017 y 2019 en los que estos crímenes fueron los más altos con 155 y 147, respectivamente. 

Es así que el año 2019 Bolivia contó con el título de ser la nación donde más mujeres son asesinadas en Sudamérica. Esto según un reporte de la Comisión Económica para América Latina de la ONU (Cepal). Durante 2020 el gobierno estuvo bajo el mando de Jeanine Añez, quien tuvo un régimen fascista y racista, sobre todo a sectores indígenas, por lo cual se hace difícil saber las cifras reales de ataques a mujeres durante este año. 

Cabe resaltar que Bolivia cuenta con una Constitución Plurinacional con perspectiva de género   y con leyes tales como: Ley 243 Contra el Acoso y Violencia Política hacía las Mujeres, Ley 018 del Órgano Electoral Plurinacional y Ley 348 Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencias que incorpora en el código penal el delito del femicidio con una pena de 30 años de prisión sin derecho a indulto. 

Para comprender por qué la ciudad de La Paz y el Alto llevan la delantera en hechos de esta naturaleza, Reina indica: “¿cómo se puede entender que muchas mujeres jóvenes del campo caigan hasta el día de hoy en manos de violadores o de gente que las prostituye? La migración de mujeres del campo es un asunto de mayor importancia. Es obvio que hay una necesidad de adolescentes y jóvenes de trabajar y generar ingresos y eso las lleva a buscar trabajos que pueden llevarlas a la muerte. ¿Quién las protege? Esta es una de todas las realidades que viven muchas mujeres, que vivimos muchas mujeres, más allá de la delincuencia, que es otro problema no resuelto y que provoca indiferencia”.

La ciudad del Alto, es una zona que recibe constantemente migración del campo, algo que se repite casi en todas las ciudades bolivianas, ya que es usual que los jóvenes se trasladen a realizar sus estudios de secundaria o para trabajar y ayudar a la economía familiar.

“Comercio informal, ausencia de las madres en la crianza de sus hijos porque deben ir a vender, violaciones y secuestro desde movilidades que transitan libremente, embarazos adolescentes de menores de edad que quieren salir de sus hogares por violencia intrafamiliar, adolescentes que estudian y trabajan, migrantes, prostitución de menores de edad, estos problemas deben ser resueltos inmediatamente por una comisión que represente todas las necesidades y las denuncias de alteñas y aymaras”, cierra Reina, quien se sintió muy conmovida de ver “a las tías alteñas” movilizar por esa rabia y dolor contenidos por años y que es la deuda pendiente del llamado proceso de cambio del gobierno del MAS.