El 30 de julio es el día mundial contra la trata de personas. El Gobierno mexicano identificó 744 víctimas de trata en 2021, según datos oficiales. En los primeros tres meses de 2022 se reportaron 36 casos. Activistas aseguran que las cifras reales son mucho mayores.
Valeria Montes dice que salió de Tegucigalpa a principios de marzo para cumplir su sueño de trabajar en Estados Unidos y estudiar derecho. Su tía, que vive en Florida, le pagó 4,000 dólares a un coyote para que la cruzara hacia territorio estadounidense, pero después de un viaje terrestre que duró varias semanas, el hombre dejó a la joven de 15 años tirada en una calle del estado mexicano de Puebla.
Entre largas caminatas y azarosos trayectos en taxis, camiones y autobuses hacinados de migrantes, la joven había recorrido más de 1,700 kilómetros.
«Es muy arriesgado y peligroso porque no sabes si vas a llegar viva o sin una pierna o un brazo. A veces te matan, te secuestran, te violan. En ese camino hay de todo», afirma Montes desde un refugio de la Asociación Nacional contra la Trata Humana en la Sociedad (Anthus), una organización civil localizada en Puebla.
Durante su tránsito por territorio mexicano, Montes cayó en manos de una red de trata de personas que la aisló para que se prostituyera durante varias semanas de este año.
«Me pusieron como sexoservidora. Había varias personas que me controlaban mucho, los clientes incluso me llegaban a golpear. Fue muy horrible«, comenta con pánico, en conversación con Noticias Telemundo.
El caso de Montes, y el de otras personas que aceptaron compartir sus experiencias manteniendo el anonimato por temor a las represalias, forma parte del crecimiento sostenido que se registra en los delitos de trata en México.
Personas sobrevivientes de trata reciben clases en un salón de la sede de Anthus en Puebla, México, 28 de julio de 2022.Mitzi Cuadra
Según la Organización de Naciones Unidas, todos los países del mundo registran casos de trata, y cada 30 de julio se celebra el día mundial contra la trata de personas para conmemorar a las víctimas que sufren este flagelo. En su último informe bianual, de 2020, la institución denunció que cerca de 50,000 personas fueron víctimas de trata en 148 países.
«Se estima que al menos 25% de los casos son personas migrantes. Es altísimo, y hay víctimas que no están siendo detectadas», afirma Mario Cordero, titular del Área de Crimen Organizado y Drogas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por su sigla en inglés).
Esta oficina ha detectado que más del 60% de las víctimas de trata de personas, en los últimos 15 años, han sido mujeres y niñas. La mayoría han sido traficadas con fines de explotación sexual.
Hace unos días, el Departamento de Estado publicó suReporte sobre trata de personas, julio de 2022en el que se resalta que «el Gobierno de México no cumple a cabalidad con los estándares mínimos para la eliminación de la trata», aunque también reconoce que está implementando medidas importantes para alcanzar esa meta.
Organizaciones independientes como A21 han denunciado que México ocupa el tercer lugar mundial entre los países con las mayores tasas de delitos de trata de personas, solo superado por Tailandia y Camboya. Según datos oficiales, el Gobierno mexicano identificó 744 víctimas de trata en 2021, en comparación con las 673 registradas en 2020 y las 658 de 2019. Solo en los primeros tres meses de 2022, se reportaron 36 casos.
Sin embargo, las cifras varían dependiendo del periodo: de 2012 a 2017, la Comisión Nacional de Derechos Humanos identificó a 5,245 víctimas de los delitos en materia de trata de personas, siendo el 85% niñas y mujeres y el 15% niños y hombres.
«La autoridad ya no está haciendo tantos operativos, sin esoyo no recibo víctimas. Pero el hecho de que yo no esté recibiendo tantas personas, no quiere decir que no haya víctimas (…) Es muy difícil saber qué tanto aumenta porque las usuarias que tenemos en el refugio son una minoría en comparación con las que son explotadas», explica Mariana Wenzel, directora y cofundadora de Anthus.
Diversos expertos y activistas han señalado que los números oficiales no reflejan la gravedad de estas prácticas delictivas porque la cifra negra, es decir, los delitos que no se denuncian en el país, se ubica en un 93.3% y del diminuto porcentaje que sí se presenta ante las autoridades casi el 95% queda impune.
Montes dice, con la voz quebrada, que nada la preparó para el infierno que vivió en Puebla, primero en un albergue oficial para personas migrantes del que tuvo que salir huyendo.
«Estuve medio mes retenida ahí, pero decidí irme porque no tenía acceso para hablar con mi familia (…) Me estaban amenazando de muerte, incluso a golpes y los oficiales me amenazaron con mi familia», explica con nerviosismo.
«Me estaba desangrando»
El 29 de marzo, la joven salió del albergue y mientras deambulaba por las calles de Puebla, sin saber qué hacer porque no recibió ninguna orientación por parte de las autoridades, fue interceptada por unos hombres que estaban en una camioneta y le ofrecieron trabajo como mesera. Montes abordó el vehículo que la llevó hasta San Francisco Totimehuacan, una localidad ubicada a unos 10 kilómetros al sur de la ciudad.
«Tuve que tener relaciones sexuales con muchos, muchos clientes»
VALERIA MONTES SOBREVIVIENTE DE TRATA
«Allá una proxeneta me dijo que si quería preparar bebidas alcohólicas y lavar los vasos en el bar. Pero era otra cosa y tuve que tener relaciones sexuales con muchos, muchos clientes», explica con tristeza.
Montes dice que logró salir porque un hombre se encaprichó en que quería acostarse con ella en un hotel y los tratantes tuvieron que llevarla hasta allá.
«Pero no entré, salí corriendo. Iba drogada porque sentía mucho dolor y estaba sangrando mucho, donde me sentaba dejaba sangre. Me llevaron a un hospital y estuve entre la vida y la muerte, porque me estaba desangrando por dentro», dice horrorizada.
El informe estadounidense también señala que el Estado “fracasó” al momento de asignar recursos para un fondo de asistencia y reparación a las víctimas de trata, además recalca que los servicios generales de atención a las víctimas fueron inadecuados.
“El Gobierno no mejoró los esfuerzos para detectar indicadores de trata entre poblaciones vulnerables y remitir a las posibles víctimas a los proveedores de servicios (refugios o albergues). Las prácticas de reclutamiento forzado continuaron siendo generalizadas, pero el Gobierno no tomó medidas para responsabilizar a los reclutadores”, afirman los investigadores.
Además, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador aprobó una reforma fiscal que limita los donativos que las personas físicas les otorgan a las organizaciones de la sociedad civil. Activistas y voceros han dicho que esa medida pone en riesgo la subsistencia de más de 5,000 proyectos civiles.
«En el tema estatal no hemos recibido apoyo y eso que hay una ley general que le exige al Gobierno que si no tiene refugios debe apoyar a la sociedad civil que los tenga», dice Wenzel y explica que, por los procesos burocráticos, este año su refugio duró siete meses sin unos recursos que recibe a través de un programa gubernamental.
Según cifras oficiales citadas en el informe del Departamento de Estado, solo tres organizaciones no gubernamentales que operan refugios para las víctimas de trata presentaron solicitudes de financiamiento y recibieron fondos de un programa gubernamental.
«A todas las organizaciones que hacíamos un trabajo serio y constante, nos retiraron todos los apoyos y ahorita estamos funcionando con lo mínimo. Hacemos muchos esfuerzos para dar conferencias, cursos y talleres para recabar fondos», asevera Teresa Ulloa, directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por su sigla en inglés).
Los investigadores estadounidenses señalan que quienes se dedican al tráfico y la trata de personas explotan a víctimas, tanto nacionales como extranjeras, en México; pero también explotan a personas mexicanas en países del extranjero.
En 2021, los funcionarios consulares mexicanos identificaron y asistieron a 1,352 ciudadanos mexicanos que se encontraban en situación de vulnerabilidad o víctimas de delitos como la trata de personas en otros países; 86 fueron víctimas de trabajos forzados.
En comparación, las autoridades de países extranjeros identificaron y asistieron a 313 víctimas mexicanas de trata de personas en los primeros seis meses de 2020.
«Ninguna mujer debería pasar por lo que yo pasé. Ninguna niña ni adolescente. Espero que las personas que hacen eso de prostituir, de vendernos, se den cuenta del gran error que están cometiendo porque son padres, son hijos, y nacieron de una mujer (…) en mi caso cierro los ojos para dormir y ya veo que tengo un cliente encima«, dice Montes, entre sollozos.
Impunidad del 99%
Entre otras cosas, el reporte del Departamento de Estado afirma que, en 2021, no se incrementó el enjuiciamiento y condena para los traficantes en México, además no se identificaron más víctimas. Las organizaciones no gubernamentales informaron que las autoridades, en todos los niveles, carecían del conocimiento necesario sobre las leyes de trata y no lograron identificar y derivar de manera efectiva a las posibles víctimas, algo que influye en las bajas cifras registradas de manera oficial.
«Lamentablemente el tema no está en la agenda pública de este gobierno. Deberíamos tener el plan nacional para prevenir sancionar y erradicar la trata de personas, que es de 2019, pero no lo tenemos. En los estados tenemos niveles muy altos de impunidad que llegan al 99% de las víctimas y posibles víctimas, pero no se les busca, no hay acciones reales de prevención», explica Ulloa, de la CATWLAC.
Diversas investigaciones señalan que los grupos más susceptibles de verse involucrados en esquemas de trata en México son las personas indígenas, las personas con discapacidades, miembros de la comunidad LGBTQ+, trabajadores del sector informal, jóvenes de territorios controlados por pandillas y los solicitantes de asilo y las personas migrantes.
En los últimos años, México ha experimentado un flujo migratorio hacia Estados Unidos con cifras récord, las autoridades estadounidenses detectaron a más de 1.7 millones de indocumentados en la frontera con México en el año fiscal 2021, además, más de 58,000 personas solicitaron refugio en México durante la primera mitad de 2022, una situación que no tiene precedentes en el país.
“Yo no sabía que una se tenía que desnudar y mucho menos tener sexo con los hombres. Yo me imaginaba que era un restaurante normal, donde uno sirve comida y había un show”, explica Julia María, una mujer suramericana que durante cuatro años fue forzada a prostituirse en un local de Ciudad de México.
Julia fue captada desde su país con una falsa oferta laboral, que aceptó debido a que su madre estaba muy enferma. Pero cuando llegó a México, se vio inmersa en una pesadilla de explotación sexual que le dejó múltiples secuelas físicas y psicológicas. A diario tenía que producir la mayor cantidad de ‘boletos’, un eufemismo usado por los tratantes para referirse al acto de tener sexo y por lo que cobraban 200 pesos por cliente (unos 9.8 dólares).
«Una es extranjera, y sola, así que se sufre mucho maltrato y discriminación»
JULIA MARÍA, SOBREVIVIENTE DE TRATA
«En varias ocasiones me enfermé porque no fumo cigarro y me daba mucha tos porque todo mundo fumaba. Una vez se me llegó a tapar el pulmón izquierdo (…) Una es extranjera, y sola, así que se sufre mucho maltrato y discriminación», explica Julia, quien está inmersa en un proceso legal, desde hace varios años y con la ayuda de la CATWLAC, pero aún no ha sido resuelto por las autoridades.
La situación de los migrantes irregulares en México es precaria, en la mayoría de los casos actuales. Por esa razón, las autoridades crearon recientemente un grupo de trabajo, específicamente dedicado a la trata y tráfico de personas en contextos de movilidad.
«No solo nos interesa entrarle a los diagnósticos, sino a mejorar el registro y en algún momento tener algún protocolo de atención porque muchísimas de las personas que son traficadas en otro momento pueden ser tratadas, a partir del uso de la coacción de revelar su estatus migratorio irregular», explica Miguel Aguilar, director del Centro de Estudios Migratorios en la Secretaría de Gobernación.
Según cálculos del centro, en 2019, el tráfico de personas, es decir su traslado irregular entre fronteras, dejó una ganancia de 615 millones de dólares. Y, en muchos casos, las personas migrantes que contratan los servicios de coyotes pueden caer en redes de explotación que forman parte de los negocios de los grupos del crimen organizado en México.
Diversas organizaciones confirman que carteles como Jalisco Nueva Generación, el de Sinaloa y el del Noreste operan en el sureste del país, donde hay una gran población indígena y se aprovechan de los usos y costumbres ancestrales para llevarse a las jóvenes indígenas, mediante sumas de dinero o coacción.
«Eso pasa con las muchachitas desde los 8 hasta los 17 años y luego las vamos a encontrar en la frontera norte siendo explotadas sexualmente en la prostitución», advierte Ulloa.
Desde 2016, el centro dirigido por Aguilar ha registrado un total de 5,144 personas extranjeras en situación migratoria irregular que declararon ser víctimas de delitos. De ese universo solo nueve personas, un 5%, denunciaron haber sido víctimas de trata.
«Para nosotros es muy importante generar la cultura de la denuncia (…) Trabajamos muchísimo con esta parte de la auto percepción porque las personas no se asumen como víctimas, aunque lo sean», explica Aguilar, en referencia a las bajas cifras de denuncias entre las personas migrantes.
«Trabajan más de 12 o 14 horas»
El reporte del Departamento de Estado advierte sobre la explotación laboral en México y afirma que el Gobierno no asignó suficientes fondos, ni personal, a la Secretaría del Trabajo para hacer cumplir las leyes laborales.
Además, los inspectores tenían un mandato limitado para supervisar las condiciones de trabajo en las empresas y fincas informales, que empleaban a más de la mitad de los trabajadores mexicanos.
Sobre la trata con fines de explotación laboral, las organizaciones independientes han denunciado que, en la mayoría de los casos, se trata de personas indígenas que son captadas desde el sur de México, sobre todo en estados como Chiapas y Oaxaca, con trabajos que supuestamente son muy atractivos y los suben a las camionetas que van al norte del país donde está el sector agrícola más importante.
«Son personas que no hablan español, o lo hablan muy poco, y no tienen documentos, pero viven una situación de pobreza extrema y su única oportunidad es trabajar en un campo más de 14 horas. Viven ahí, duermen ahí y les dan de comer ahí», explica Cordero, de la UNODC.
Este 30 de julio, la ONU lanza una campaña con videos para identificar la trata, además como muchas de las víctimas son transportadas en avión, se generó una alianza con una aerolínea para incluir trípticos en los vuelos con el fin de que los pasajeros tengan toda la información necesaria para denunciar esas prácticas.
«Está orientada a los mitos y realidades respecto a la asistencia a las víctimas, de por sí es súper complejo identificar el delito. Además muchas personas no se reconocen como víctimas, entonces durante el proceso de asistencia es complicado compartir la información», asevera Cordero.
La ONU asesora a diversas organizaciones para detectar y prevenir los casos de trata laboral. Es el caso de Mujeres en Defensa de la Mujer, una asociación de San Quintín, una región de Baja California que es un importante centro agrícola ubicado cerca de la frontera con Estados Unidos.
«A los trabajadores se los llevan engañados»
MARGARITA CRUZ, ACTIVISTA
«A los trabajadores se los llevan engañados. Ni siquiera tienen donde llegar y, a veces, tampoco hay trabajo. Los dejan abandonados a su suerte en el valle», afirma Margarita Cruz, directora de esa organización.
Cruz explica que mucha gente migra desde estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca con la esperanza de trabajar en los campos agrícolas de frutos rojos como las frambuesas, fresas y arándanos que son manejados por empresas internacionales que, en ocasiones, les extienden las cartas para acceder a la visa H2A y trabajar en Estados Unidos.
«Trabajan más de 12 o 14 horas con la esperanza de que les den la visa, y no se quejan. Pero muchas veces hay grandes consecuencias, porque se enferman y no tienen prestaciones (…) Ellos tienen mucha ilusión pero es un trabajo forzado, y luego de que se enferman ya no los contratan más», asevera Cruz.
Pese a los sueños de tener un futuro mejor en Estados Unidos, los datos arrojan una realidad muy cruda. Project Polaris, una organización estadounidense que previene y combate la trata de personas, maneja una línea nacional gratuita para recibir denuncias de este delito.
Entre 2018 y 2020, han recibido más de 15,000 llamadas de personas denunciando ser víctimas de trata laboral. La mayoría son hombres y provienen de México.
El tema laboral también es un reto para las personas sobrevivientes de trata que, en muchas ocasiones, pierden varios años de sus vidas en esquemas de explotación que les impiden desarrollarse desde el punto de vista profesional.
«Estoy de acuerdo en que hay que sacar a estas personas de las calles. Pero, más allá de limpiar nuestras conciencias, ¿dónde vamos a meterlas? Hay que reinsertarlas al mercado laboral, más allá de los programas sociales. Además, muchas no califican para esas ayudas. El tema es que sean libres e independientes», asevera Mitzi Cuadra, directora de prevención en Anthus.
Flor, una mexicana de 33 años, intenta reconstruir su vida en el refugio de Anthus que está en Puebla. Luego de vivir durante ocho años con su proxeneta, que es el padre de sus dos hijos, juntó el valor para denunciarlo y ahora quiere buscar una vida mejor. Se ríe cuando cuenta con emoción que ya sacó su primaria, y ahora quiere estudiar la secundaria.
«Él me engañó para enamorarme, pero luego comenzaron los golpes y me obligaba a trabajar en las calles, teniendo sexo con hombres, para mantenerlo. Era un infierno. Pero ya no tengo tanto miedo, estudiar te quita la rabia y uno es mejor persona», dice con esperanza.
Si usted, o alguien que usted conoce, es víctima de trata en México puede llamar al 911, o al 089 que es una línea gratuita de denuncias anónimas. En Estados Unidos puede llamar al 1-888-373-7888 que es la la Línea Nacional Contra la Trata de Personas.En Perú la Línea 100 está disponible para escucharte de lunes a domingo (incluido feriados) las 24 horas del día, puedes llamar desde un teléfono fijo, público o celular.
Frente a la violencia, la falta de políticas de asistencia por parte del Estado y de redes de apoyo familiar, las mujeres migrantes venezolanas crean y promueven sus propios espacios seguros. Ahí no solo intercambian alimentos o medicinas, también comparten sus pérdidas y celebran sus progresos.
Yuletsy Torrealba salió de Venezuela porque quería tener una familia. En enero de 2018 quedó embarazada, pero su parto se adelantó. Recorrió dos centros de salud en Caracas: el Hospital Pérez Carreño y la maternidad Santa Ana y en los dos le cerraron las puertas porque no había incubadoras ni anestesiólogos. “Yo trabajaba para el IVSS (Instituto Venezolano de los Seguros Sociales) y tuve que llamar a mi jefa, que también era directora de la maternidad, y pedirle que me ayudara para que me atendieran”.
Logró ingresar a la Santa Ana, pero dos semanas después su bebé había muerto. Tras la pérdida de su hijo, decidió salir del país. La decisión la tomó con su esposo, Darwin Alonso. Aunque su situación económica no era tan precaria, no quería arriesgar otra vida en Venezuela. “Fue horrible lo que me tocó vivir”, recuerda.
Al Perú llegó el 1 de mayo de 2019. La recibieron su cuñada y su suegra, que ya estaban establecidas en el país, y la ayudarían a iniciar su nueva vida.
Un año antes, Yosgreis Novelli, en el mes de enero, se asentaba en Lima. El 15 de marzo de 2018 recibió la noticia de que estaba embarazada. Aunque se sintió emocionada, también tuvo miedo: su familia estaba lejos, en Venezuela, y su esposo trabajaba todo el día.
En medio de su soledad comenzó a encontrar apoyo en las mujeres que, al igual que ella, gestaban una vida y con las que se cruzaba en el Hospital de San Juan de Miraflores, donde se realizaba sus chequeos frecuentes, o en sus vecinas con las que compartía en su comunidad. Empezó a recopilar sus teléfonos con la pretensión inicial de crear un espacio en el que pudieran ser escuchadas, de ahí nació Mamitas Venezolanas. “Yo dije ‘si me siento de esta forma, ¿cuántas mujeres no estarían igual? ‘“, expresa. Poco a poco el grupo de WhatsApp se fue expandiendo.
“Para mí fue fuerte porque tenía un embarazo de alto riesgo y estaba sola. Pero en medio de mi necesidad, en un proceso tan importante como la maternidad, me di cuenta de lo que podía hacer”, cuenta Yosgreis.
Tal como lo define Amnistía y CARE Perú, “la feminización del flujo migratorio obedece a varios factores, entre ellos la reunificación familiar o la búsqueda de oportunidades en salud, educación y alimentación para sus hijos, hijas o personas mayores a su cuidado que no encuentran accesibles en Venezuela”.
Yuletsy llegó a Mamitas en mayo de 2020. Su bebita Sofía Victoria había nacido un mes antes de que se decretara la cuarentena, en el Perú y el mundo entero, a causa del COVID-19. Cumplía el anhelo de tener una familia en medio de la incertidumbre de aquellos días. “Me emocioné porque la razón por la que habíamos salido de Venezuela se estaba materializando”, expresa, pero también estaba preocupada.
Llegó al grupo de apoyo a través de Alfredo, quien es amigo de su esposo y conocía a Yosgreis. Sabía de su precaria condición económica, así que le habló de Mamitas y le preguntó si quería ser parte. “Yo me encontraba en casa, ¿qué podía perder?”, dice Yuletsy.
Cuando ingresó al grupo de WhatsApp vio una comunidad que se mantenía en constante comunicación, a pesar de la distancia. “Siempre hablaban, y comentaban las necesidades que tenía cada una. A mí, particularmente, me daba pena porque había otras que tenían una situación más complicada que la mía”, cuenta.
En medio de la pandemia, Yuletsy no tenía trabajo, se dedicaba a cuidar a su hija de apenas meses de nacida. Su esposo también había quedado desempleado.
En esos días “tan oscuros”, como los llama Yuletsy, recibió el apoyo de este grupo de desconocidas a las que se había vuelto tan cercana. “Yosgreis había escrito que tenía unos alimentos para donar. Yo no le dije nada porque tenía pena, pero me escribió y me dijo que me los iba a dar”.
Ambas viven en distritos lejanos el uno del otro. Yuletsy está en Rimac y Yosgreis en Chorrillos, más de 20 kilómetros las separan. “Como estaban las restricciones, mi esposo pidió una bicicleta y salió a buscar la comida. Por Mamitas tuvimos que comer esos días”, afirma.
Mamitas Venezolanas ha sido un espacio en el que las mujeres han encontrado y fortalecido lazos de amistad y apoyo con otras venezolanas y peruanas en el país. Su propósito es ayudar a las migrantes que atraviesan un proceso de gestación, requieren ayuda o simplemente un espacio seguro para escuchar y brindar apoyo.
“En todo mi proceso yo he comprendido muchas cosas. Ser parte de este grupo de apoyo y recibir herramientas de estas mujeres es algo que agradezco porque puedo reconocerme. También es un espacio donde las mujeres podemos compartir nuestras pérdidas. Muchas ahí nos hemos reconocido en la misma condición, somos madres en duelo, pero nos apoyamos”, dice Yuletsy.
Boss Women
“Muchas veces las mujeres migrantes y refugiadas que llegan a Perú no saben que son víctimas de violencia”, dice Martha Fernández, presidenta de la Asociación Protección Poblaciones Vulnerables (APPV).
La violencia puede ser interseccional y ocurrir incluso cuando no se generan oportunidades de integración adecuadas para las mujeres como le pasó a Marianella Merlo.
Pese a tener una preparación universitaria como técnico en informática, Marianella no ha podido ejercer su carrera en el Perú. “Yo nunca conseguí un trabajo formal, pero creo que es más que todo por la edad. Con lo que puedo hacer por mi cuenta, cubro algunos gastos pequeños en casa”, expresa.
De acuerdo con el estudio del BBVA Research: El impacto económico de la migración venezolana en la economía peruana, el 90% de las personas que llegaron al Perú se encontraban laborando en el sector informal. Esto quiere decir que no tenían un contrato de trabajo ni prestaciones o seguro médico. A Marianella le afecta esta realidad con mayor peso por ser mujer y migrante y por tener 50 años, una razón por la que siente que es discriminada.
“Yo había dicho que al llegar empezaríamos con nuestra vida desde cero, pero con oportunidades. Tendríamos más trabajo y que íbamos a progresar(…) Pero ha sido bastante duro porque no es así”, lamenta.
Salió de Venezuela, el 20 de enero de 2018, aunque recomenzar en otro país no era una opción para ella. “Yo no quería venirme. Pero las condiciones eran difíciles. Yo fui una de las despedidas de PDVSA (la empresa estatal petrolera). No estaban las condiciones para quedarnos”, dice.
Junto a sus tres hijos Sebastián (22 años), Diego (15 años) y Marcela (12 años) y su esposo, Aarón Sinue Álvarez (51 años), emprendieron el viaje que duró siete días.
Más tarde, en ese mismo año, Marianella tuvo que vivir el duelo a distancia: “No teníamos ni un año aquí en Perú cuando murió mi suegra y no pudimos ir a despedirla, ni siquiera mi esposo. Con los cambios en la economía y la inestabilidad laboral no pudimos hacer nada”.
Dos años después, atravesó un nuevo dolor, esta vez por la muerte de su padre. “Cuando migras debes vencer miedos, porque cuando tú vienes hay miedos, dices ‘esto no va a pasar, esto no va a pasar’, pero pasa”, dice.
Su esposo había sido su soporte y apoyo emocional principal. Sin embargo, por el contexto laboral que atravesaba Aarón, decidió buscar nuevas oportunidades en otros países. Por ello tomó la decisión de emprender una nueva migración, esta vez hacia Estados Unidos.
Unos meses más tarde, su hijo Sebastián seguiría los pasos de su papá. Marianella tuvo que afrontar un nuevo proceso migratorio, pero esta vez con ella despidiendo a su esposo y a su hijo.
A raíz de esto, empezó a padecer de ansiedad, depresión e insomnio. “Yo no dormía”, cuenta. Pero a través del grupo de Boss Women le brindaron atención psicológica y medicamentos para que pudiera descansar.
Su hijo menor había sido miembro de la brigada de la Asociación Protección Poblaciones Vulnerables y un día le extendieron la invitación para que formara parte del programa de empoderamiento de mujeres, denominado Boss Women, y que ahora se encuentra en su segunda etapa. El objetivo era motivar a las participantes a través de grupos de apoyo y conversatorios y trabajar su autoestima.
“Queremos que las mujeres que forman parte de Boss Women tengan seguridad, que conozcan cuáles son sus derechos aquí. Y que se conviertan en voceras. Este es un programa de empoderamiento femenino, trabajamos con las mujeres para prevenir que sean víctimas de violencia, nos enfocamos en ellas para que no sean una cifra más. Este grupo de mujeres sirve al mismo tiempo como una red de apoyo para quienes participan”, cuenta Fernández, presidenta de APPV.
Marianella forma parte de la red de voluntarias que crean espacios seguros para otras migrantes. A través de la APPV, y otras ONG en el Perú. “Era no solo un espacio, era un espacio para las migrantes venezolanas y compartían, traían comida, se abrazaban, lloraban y levantaban el ánimo”, explica la presidenta de la asociación. En las jornadas no solo dan kits de alimentos o aseo para las personas migrantes y refugiadas, también realizan un registro para que las mujeres tengan acceso a la regularización migratoria, a través del Carnet de Permiso Temporal de Permanencia (CPP), y brindan información sobre qué hacer frente a casos de violencia, en las que Marianella participa.
Durante el trayecto de su hijo hacia los Estados Unidos, cuando se encontraba en México lo detuvo la policía que le exigía permisos de tránsito en el país. “No le hicieron nada físicamente, pero si era psicológico. Además, estuvo preso con gente de otros países y tuvo que pagar casi $400 para que lo soltaran y pudiera seguir”, dice. Ese impacto también afectó a Marianella.
“Para mí el grupo de mujeres fue de mucho apoyo. No solo los días jueves, cuando nos reunimos, sino que era una constante. No me sentía sola, sentía que podía compartir lo que me ocurría sin sentirme juzgada. Además, me hacen sentir que soy parte del grupo, me siento querida”, manifiesta.
Marianella contó que aún tiene momentos en los que se ha sentido triste, pero que ahora cuenta con herramientas que la ayudan en su proceso:“Estoy un poco más tranquila. Ser parte del grupo me hace sentir útil, estás participando y luchando desde aquí. Además, en el proceso aprendes que no eres la única que está en este rollo, que hay otras mujeres, y compartes con ellas, haces amistades, creas alianzas, y lo que comenzó los jueves ha trascendido ahora a mi vida cotidiana”.
Iniciativas como Boss Women o Mamitas Venezolanas han servido de plataforma para que mujeres venezolanas y peruanas se reencuentren, tengan herramientas e información para saber cuáles son sus derechos y eviten ser víctimas de violencia.
Producción realizada en el marco de la Sala de Formación y Redacción Puentes de Comunicación III, de Escuela Cocuyo y El Faro. Proyecto apoyado por DW Akademie y el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania.
La recolección de residuos sólidos reutilizables representa una actividad esencial en el desarrollo de la economía circular y el modelo ecológico. El reciclar, reutilizar y el otorgar una nueva vida útil a los materiales desechados, es una labor que apoya no solo a la limpieza de los espacios públicos –sobre todo en las zonas urbanas- y el mantenimiento de la misma en relación al aporte medioambiental, sino también es una fuente de trabajo para millones de personas.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en América Latina se produjeron aproximadamente 231 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos en 2016, lo que significa un 11% de materiales sólidos en el mundo.
En este sentido, el trabajo de los recolectores constituye una de las principales acciones a la hora de reducir y contribuir al modelo circular que se han planteado los países; sin embargo, son uno de los sectores más vulnerables en relación a la formalización de su oficio y la falta de políticas públicas que regulen el trabajo. Normalmente este empleo es tomado por las personas que con mucha más fuerza la precarización laboral en los países latinoamericanos. Haciendo de esta labor su principal fuente de ingresos. Según Latitud R, alrededor de 2 millones de personas se dedican a esta actividad en América Latina y El Caribe, aportando el 50% de lo que se recicla en la región.
Junto con las problemáticas sociales y normativas, la informalidad del trabajo, las largas jornadas de trabajo, la paga ínfima ya que muchos trabajan independientemente. Como una respuesta a estos obstáculos en 2016 se creó la Red de Recolectores Latinoamericanos y el Caribe, La RedLacre, una organización que promueve y crea estrategias para integrar y representar a trabajadores recolectores en el continente, tanto nacionales como locales, de esta forma poder articular organizaciones y asociaciones en los diferentes países asociados, ya que “A lo largo de 3 décadas en América Latina y el Caribe, los recicladores de base hemos desarrollado distintos procesos de agrupación. Desde asociaciones de barrio locales, hasta movimientos nacionales que agrupan a organizaciones de recicladores de todo el país.”, menciona en su portal web.
Además, buscan incidir posteriormente en las políticas públicas y el reconocimiento de esta importante labor. Esta constituida por 17 países: Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominica, Uruguay, y Venezuela.
Los recolectores también se tienen que enfrentar a la exposición y deterioro de su salud, hecho que empeoró notablemente con la llegada de la pandemia de la Covid 19. Junto a la desestabilización de su labor por las medidas restrictivas que se implementaron. Se vieron expuestos a la precaria situación en políticas públicas, su labor y las medidas de seguridad para realizarla.
“Durante esta crisis mundial sin precedentes, los gobiernos y el público también deben apoyar a los recolectores de residuos municipales, ya que representan un componente clave de la lucha de los países contra el virus. Según datos del BID, la gestión de residuos sólidos representa hasta el 40% de los presupuestos municipales en América Latina y el Caribe”, plasmaba BID.
RECOLECTORES EN BOLIVIA
En Bolivia no existen datos oficiales sobre la cantidad de población recolectora de residuos reciclables, sin embargo se estima que en total son 20 000 personas en este trabajo, y dentro de este número la mayoría lo toma como un trabajo de tiempo completo, según un artículo publicado por LabTecnoSocial “se estima que existen aproximadamente 10.000 personas que trabajan medio tiempo o tiempo completo recolectando material reciclable.”.
Las agrupaciones y las asociaciones se encuentran coordinadas entre sí, pertenecen a la Red de recolectores nacional, que a su vez esta ligada a la Red Latinoamérica y del Caribe, estos cuentan con el apoyo, capacitaciones y herramientas para el día a día por parte de gobiernos municipales y organizaciones no gubernamentales, sin embargo, pocos son los que gozan de personería jurídica.
Uno de los principales problemas a nivel nacional para los recolectores, es el transporte de los materiales y los centros de acopio y almacenamiento, son aspectos relacionados a cosas técnicas respecto a su trabajo.
En relación a los residuos en general, “Del total nacional diario, 87% (4.160 toneladas) se genera en el área urbana y el restante 13% (622 toneladas) en el área rural.” Según datos de América Economía. El conjunto de basura generada anualmente en Bolivia era de 1.7 millones de toneladas en 2012, del cual 55,2% pertenecía a materia orgánica, el 22,1% representaba residuos reciclables y el restante 22,7% era basura no reciclable. Según datos de Swisscontact en 2021, Bolivia solo recicla el 4% de la basura reutilizable.
En Bolivia, la Ley 755 de Gestión Integral de Residuos promulgada en octubre del 2015, reconoce el importante trabajo de los recicladores y plantea mejorar sus condiciones socioeconómicas; sin embargo, no se tiene avances significativos para el sector, las organizaciones no gubernamentales y empresas privadas son las que tienen mayor incidencia en el apoyo hacia estos sectores. La responsabilidad social por parte de empresas privadas, juegan un papel significativos en apoyo en materiales, herramientas y capacitaciones.
Sin embargo, las condiciones técnicas, materiales y de capacitaciones mejoran mucho más para las asociaciones ya establecidas y apoyadas pero existe parte de la población que aún no se encuentran integrados a este sector, es decir, trabajan de manera particular, y sus condiciones son más adversas, ya que a mayor cantidad de residuos recolectados se genera más ingreso económico, las personas que trabajan independientemente no pueden recolectar grandes cantidades, se encuentran expuestas mucho más al deterioro de salud, no existen herramientas que las ayuden, centros de acopio, y en ocasiones venden a intermediarios y no a una empresa directa, lo que quiere decir que el intercambio económico es inferior.
MUJERES RECOLECTORAS
En la tarea de la recolección de materiales sólidos, las mujeres conforman un rol protagónico a nivel latinoamericano. En Bolivia se estima la participación del 72% de mujeres y 28% hombres en el oficio, según datos del LabTecnoSocial.
Por ejemplo, en la ciudad de Sucre el 85% de los recolectores son mujeres; ellas con la ayuda de Fundación Paso conformaron asociaciones, situación que se repite con diferentes actores en varias ciudades del país. El poder realizar esta labor significa mucho para ellas, no solo el ámbito medioambiental, sino en lo social y lo político, es decir, gracias a esta labor, han encontrado el ingreso económico para mantener a sus familias, algunas, consiguiendo independencia económica, lo que a su vez significa contrarrestar la violencia económica. Reconociéndose y reconociéndolas como trabajadoras profesionales del reciclaje y empresarias.
De igual manera es importante resaltar las diferentes agrupaciones que existen para la limpieza y la recolección de desechos sólidos, en este sentido, los trabajadores de limpieza municipales que trabajan directamente con el gobierno local, posteriormente algunos de ámbito privado, y finalmente podemos mencionar a los de aspecto independiente.
En el caso de las dos asociaciones de recolectoras en Sucre, que recibieron fondos al desarrollo provenientes de Catalunya y de Holanda, así como una colaboración puntual del Gobierno Autónomo Municipal de Sucre (GAMS), con los cuales pudieron solventar y pagar la construcción de sus herramientas de trabajo, vestimenta identificativa, según un informe del BID. Pero más allá de la conformación técnica de las asociaciones, contaron con la capacitación de los derechos de las mujeres y el empoderamiento femenino, contrarrestar la violencia doméstica y consecutivamente la económica, todo esto relacionado además al cuidado del medio ambiente.
“Todos los días salimos a trabajar por el sustento de nuestras familias. Es un trabajo que nos permite ser independientes y con el que podemos salir adelante”, mencionaba María Benita Ortiz, Presidenta de la agrupación Bolivia Unida de Santa Cruz en una entrevista para el portal de Economy. En esta ciudad se contempla que el “72% de las manos son de mujeres jefas de hogar, que en su mayoría ha asistido a algún curso de primaria.”, según una nota de La Publica en 2015
En La Paz una de las agrupaciones de recicladores, es conocida como Reciclandantes, un grupo de aproximadamente de 40 mujeres, organizadas que reúnen y recolectan botella pet, latas y residuos que posteriormente serán vendidos y se procesaran para la reutilización y la transformación en materiales nuevos.
El grupo nació como una iniciativa impulsada por la agencia Sueca de Desarrollo Internacional, al reunir mujeres recicladoras que se dedicaban a esta actividad de manera individual, el trabajo conjunto busca juntar mayores cantidades de residuos y desechos para venderlas sin intermediarios a las empresas.
A diferencia de las anteriores asociaciones mencionadas, también existen las más desfavorecidas dentro de estas agrupaciones; y son las agrupaciones independientes, que no cuentan con un apoyo directamente de alguna organización gubernamental, ni por parte de los gobiernos municipales. Por ejemplo, en la ciudad de Cochabamba nos encontramos con las Eco recolectoras, un grupo que se fue articulando desde el 2012 y está conformada por 111 familias, donde trabajan hombres, niñxs, nietxs, y en su gran mayoría mujeres. A través de una nota realizada por LabTecnoSocial, se muestra el ingreso económico por día. Las eco recolectoras ganan entre 25 a 30 bolivianos por día.
Algunas agrupaciones tienen rutas y sectores específicos para trabajar, otras no; otras van de puerta en puerta para recolectar materiales, mientras que otras en contenedores y puntos verdes. Algunas tiene horarios para desarrollar esta labor, mientras otras ocupan todo el día recolectando los desechos sólidos, las realidades que se presentan en los recolectores, son diversas; sin embargo, las problemáticas a las que se enfrentan muchas de estas agrupaciones día con día, son similares, sobre todo en la formalización y el apoyo en políticas públicas.
“Si bien existe una legislación nacional sobre la gestión integral de residuos sólidos, aún está en tratamiento una ley específica para apoyar el trabajo y el reconocimiento de los recolectores, la Ley del Reciclador, que fue aprobada ya en la Cámara de Diputados y está ahora en una comisión de la Cámara de Senadores”, hace referencia La Publica a un estudios realizado por Omar Andrade, Isabella Prado y Cecilia Moreno. Mencionando además la implementación de normativas locales que ayudaron a la visibilizarían y la mejora de las condiciones de trabajo para este sector.
La actividad recolectora significa mitigar el impacto ambiental, sobre todo en las zonas urbanas. La importancia de reducir basura de los rellenos sanitarios de cada ciudad, además de implementar, apoyar el modelo circular y dar una nueva vida utilizable al producto, es un trabajo fundamental, y los recolectores, son los principales encargados de realizar esta labor. Además de contribuir a la concientización de la ciudadanía en la cultura del reciclaje. Es igual de importante reconocer su trabajo, y los aspectos que se entrelazan y entretejen con el género.
La fuerza, el valor, su contribución al modelo circular, a la mitigación del impacto ambiental en las ciudades; la recolección, selección y posterior reutilización, junto con la búsqueda de su independencia financiera, la lucha con la violencia económica y doméstica, su empoderamiento como emprendedoras, las hace grandes profesionales del reciclaje.
Cine: Dos figuras femeninas cuya travesía e influencia dista de ser ordinaria
Mujeres que son “descubiertas” por aquellos que tienen el poder de transformarlas, cumpliendo sueños estilo Cenicienta.
Cuando la fórmula Crawford fue creada, distaba mucho de que la equidad de género siquiera se viera presente en la conversación, un grupo de hombres crearon el monopolio cinematográfico más cerrado, exclusivo e importante sistemáticamente hablando, dando pie a la época del cine con menor representación femenina.
Nosotros recordamos este momento como algo épico y glorioso en el cine, joyas del séptimo arte fueron concebidas en este tiempo donde nace el sueño americano, pero tras las decisiones, miradas y perspectivas de hombres buscando verse reflejados en sus aspiraciones, las cuales incluían mujeres construidas para su propio consumo, existieron dos figuras femeninas trascendentes, ambas con un viaje complejo, su travesía e influencia dista de ser común y ordinaria.
Hollywood: The Big Five
El cine de oro Hollywoodense de los años 30 estuvo rodeado de figuras base para la estructura mediática y sistemática del storytelling masculino.
Tomada de History.com
Es considerada una etapa que nos brindó una serie de producciones cinematográficas consolidadas dentro de un club de fuerza económica e ideas que han perpetuado constantemente la curva del desequilibrio de perspectiva de género.
Después del nacimiento de ese monopolio cinematográfico en 1930, conformado por gigantes tales como Warner Bros, Paramount Pictures o Metro-Goldwyn Mayer (MGM), todo trabajo femenino se redujo a la mitad, los niveles de producción y dirección se acercaron a cero.
“Existe una conexión entre una mayor concentración de poder y una menor participación de las mujeres” describe Luis Amaral, tras investigación en conjunto con el Instituto Americano del Cine y de la base de datos Internet Movie Data Base (IMDG)
Comparándolo con el cine producido antes de llegar a esa época, de 1911 a 1920 la industria era impulsada por producciones independientes y las mujeres comenzaron a aparecer más, tanto detrás de cámaras como frente a ellas, representando un 40% como intérpretes, escribiendo el 20% de las películas, produjeron el 12% y dirigieron el 5% de las producciones realizadas en ese tiempo, descubren los datos de la investigación.
Toda esta reducción de la representación de la mujer en los contenidos audiovisuales de la época, hacen importante la mención de las figuras femeninas más importantes de Hollywood que lograron resaltar, destacar y luchar por que se escucharan sus perspectivas.
Bette Davis y Joan Crawford – THR News
Por un lado tenemos a Joan Crawford, una de las mayores estrellas que han existido, se vio inmersa en el desentendimiento y orfandad de la industria más cruel que he podido analizar, misma que pasó de creador a verdugo. Mientras, en el otro extremo, Bette Davis, la actriz más multifacética y preparada que vio la escena del cine estadounidense, quien enfrentó un sinfín de situaciones duras tales como discriminación, sobreexplotación laboral y finalmente desempleo.
Creando al producto perfecto
Lucille LeSueur, mejor conocida como Joan Crawford, no fue sino un personaje creado desde su concepción basándose en lo que querían los fans (y las productoras), incluso otorgándoles premios a quien pudiera elegir su nombre. Esta fue la primera etapa de construcción de algo que es llamado “Fabricación de una estrella”.
Al poco tiempo, comenzaron los preparativos para generarle una personalidad propia, la cual a insistencia de la actriz estuvo basada en su biografía original, simplemente los medios se encargaron de resaltar lo que más beneficiara a la imagen que querían que proyectara en las películas.
American film actress Joan Crawford (1908 – 1977) wearing a sash. (Photo via John Kobal Foundation/Getty Images)
Para finales de los años veinte,Crawford fue tomada en cuenta para papeles pequeños que representaban la figura femenina de ese tiempo: libres, emancipadas y alocadas.
Joan Crawford intentó mantener el perfil que las producciones pedían de ella, incluso trataron de cambiar su look a rubio platinado, pero no funcionó.
Joan Crawford in Mannequin (Frank Borzage, 1937) – WeHadFAcesThen
Fue entonces cuando llegó la perspectiva de una mujer guionista decidida a explotar el potencial de Joan Crawford situándola en la categoría de:Working Girl (chica trabajadora). Por definición, este tipo de roles mostraban una perspectiva más activa de las mujeres, donde no solo atendían el hogar, sino que también comenzaban a mantener a sus familias, todo esto consecuente a la crisis económica; dicha decisión fue definitiva para la carrera de la actriz.
La casa productora MGM (Metro-Goldwyn Mayer)quedó tan maravillada con esta idea que incluso acentuaron en la biografía de la actriz su periodo como trabajadora en tiendas, estaban tan enfocados en hacer hincapié en el origen humilde de Joan, que aprovechaban cada detalle de su vida privada para lograr que tanto los personajes que desarrollaba como su propia imagen pudiera generar una mayor identificación con su audiencia.
Entrando 1930, llegó la Gran Depresión y con esto un cambio complejo de lo que la sociedad esperaba de una estrella de cine. Poco después las historias tipo Cenicienta fueron rebautizadas como:La Fórmula Crawford.
Era evidente que las mujeres exigían una representación más clase mediera, y ella fue la elegida, cada vez que le daban papeles alejados a la fórmula su público distaba de conformidad, quejándose de que estaban mostrando a Joan como una mujer frívola y superficial que no iba con su verdadera personalidad o al menos la que los fans aseguraban que era su forma de ser.
No ha existido una personalidad hollywoodense más dedicada a sus fans que la mismísima Joan Crawford, quien sin importar el escándalo que hubiese detrás de su vida privada, siempre fue amable y accesible con ellos, al grado de responder cada una de sus cartas y firmarlas con su puño y letra. Ese trato cálido con la gente siempre ha demostrado ser la clave para que seas amado y considerado parte de la vida de las personas.
Joan Crawford tomada de BBC
Misma devoción ante su audiencia provocó que fuese imposible que la llamaran para papeles que pretendieran cambiar en extremo su apariencia o se alejara de la imagen Working Girl. Con los años esto puso en aprieto la oferta de nuevas películas provocando en ella una crisis financiera y actoral, así fue como cayó en manos de Warner Bros Pictures, Inc.
Finalmente, Jack Warner, el hermano a cargo de la casa productora, logró mejorar la fórmula Crawford, dándole al público masculino algo que ver, una diva que les llenara el ojo pero otorgando más diversidad histriónica a sus personajes, esto catapultó su carrera sin perder esa sensación de mujer que tras trabajo duro o circunstancias difíciles salía adelante por méritos propios, o conocía a su príncipe azul en el proceso. Siempre representó papeles de mujeres fuertes por su familia, hijos, y por ellas mismas para salir adelante.
Fue una figura muy alentadora para la época, que generó un séquito de fans muy fieles.
La mujer fuerte y pérfida
Clasificada como “bruja grosera” desde adolescente cuando asistió a la John Murray Anderson/Robert Milton Escuela de Teatro y Danza, Bette Davis empezó a convertirse en un auténtico ser mítico en las tablas. El nivel de exigencia de su escuela era tan alto que todas las semanas debía memorizar e interpretar un papel completo, su aprendizaje en la danza fue impartido por la gran Martha Graham; sin lugar a dudas, Bette tuvo maestros muy preparados a lo largo de su formación como actriz.
Bette Davis – BBC.com
Se le recuerda por su explosivo mal genio -algo típico en personalidades de carácter fuerte-, puesto que tendía a ser exigente con las personas con quienes trabajaba, buscando siempre el mismo nivel de profesionalismo tanto con colaboradores como de directores y jefes, dándole una fama de “insoportable” cuando demandaba el mismo rigor que ella esperaba de sí misma.
Bette era más de teatro, y su primer acercamiento con el cine fue muy cruel: el director Samuel Goldrim al verla expresó: “¿qué demonios puede hacerse con una criatura tan horrible?” Por lo tanto, antes de los años 30, Betty no estaba interesada en la industria del cine.
Este tipo de reacciones ante una actriz que no encaja en los estándares de belleza establecidos, continúan ocurriendo, sin ir más lejos personalidades como Meryl Streep tuvieron muchos impedimentos al inicio de su carrera por la percepción masculina de “no eres bonita, atractiva o atrayente”. Curiosamente años más tarde la misma Meryl fue galardonada con el premio “Bette Davis Lifetime Archievement Award” otorgado por The Bette Davis Foundationy nombrada su sucesora en el mundo de la actuación por medio de una carta que la mismísima Bette le escribió poco antes de morir.
Tomda de Quotemaster.com
Luego de que nuestra Bette Davis después de hacer excelentes papeles y explotar al máximo su vena teatral, la creación del monopolio cinematográfico provocó que los cazatalentos estuvieran tratando de descubrir más talentos al por mayor.
Buscando continuar con su talento y obviamente ganar más dinero, la actriz comenzó a probar sus primeros papeles en el cine firmando contrato con Jack Warner. Curiosamente su primera película la terminó haciendo con el director quien años atrás criticó su apariencia, formando una amistad que les duró toda la vida.
Muchas actrices tenían miedo de interpretar papeles conflictivos, con poca gracia e incluso agresividad, Davis siempre mirando hacia demostrar de lo que estaba hecha, gustaba de retarse con papeles difíciles o que nadie quisiera hacer por la “mala fama” que esto les pudiera generar.
Quizás la actitud altanera de Bette pudiera ser intimidante para la gran mayoría de sus compañeros actores, pero esto siempre terminaba de buena manera ya que su profesionalismo terminaba impresionando hasta al más exigente. Provocando por supuesto que ella adquiriera cada vez más libertades de mejorar sus personajes, poco a poco la eterna lucha de Bette Davis por que tomaran en cuenta las opiniones de las mujeres en el cine empezaba a nacer.
Algo que siempre se comenta de la relación amor-odio entre la empresa Warner y Davis viene de la sobreexplotación provocada por el boom de ingresos obtenidos por la producción masiva de películas.
Warner Brothers, solía hacer hasta cuarenta largometrajes al año, muy al estilo maquila, la estrategia de estos monopolios era lograr obtener ganancias con dos películas exitosas al año que compensaban los gastos de las demás producciones.
Este método intensivo llevó a que miles de actores y sobretodo actrices vivieran en precariedad laboral, era una batalla ensangrentada para obtener más y más papeles para pelear por el mejor sueldo. La situación era tan terrible que Jack Warner penalizaba a sus actores constantemente con bajas de dinero en sus cheques si las películas donde participaban no eran el éxito que se esperaba o si no hacían suficientes apariciones en la propaganda de las mismas.
Tomada de Hollywoodrevue
Bette le dio el sí a Warner, por ser la casa productora que llevaba un ritmo lo más parecido al mundo del teatro que tanto le gustaba. Curiosamente, ella como actriz fue de las que mejor rendimiento daban, filmando en dos años dieciocho largometrajes seguidos.
Su vida estaba enteramente dedicada a sus ambiciones profesionales y a los intereses de los magnates quienes incluso arriesgando su salud contal de que continúan filmando películas una tras otra.
Si bien no podemos dejar de observar que la pasión y profesionalismo con la que Joan Crawford y Bette Davis trabajaban, también este panorama nos permite ver una realidad dura de Hollywood hacia ellas: precariedad laboral dura y salvaje. No solo el destino de su carrera estaba en manos de lo que querían los fans sino que también adquirían tintes políticos al ser las estrellas más taquilleras, viviendo chantajes, silencios y estrategias mediáticas crueles, arriesgando su salud con tal de continuar filmando una película tras otra para que no peligraran sus contratos.
Joan Crawford y Bette Davis: dos caras de una moneda compleja.
Bette Davis y Joan Crawford – BBC
Como era de esperarse, tras años de entrega por parte de ambas actrices en el cine, al pasar el tiempo y no existir papeles para mujeres maduras, su participación dejó de estar en películas de calidad.
Tomada de Gitty Images
¿Se imaginan haber sido creada para un tipo de consumo que no esperaba que maduraras y evolucionaras como mujer?
A lo largo de su carrera, la prensa y los medios siempre alimentaron la rivalidad entre las actrices, reduciéndolas a un espectáculo de apariencias y catfights. Curiosamente, entre más escalables e influyentes se volvían, más mitos típicos para demeritar su trabajo las rodeaban: falsas cirugías, escándalos maritales y bisexualidad, por decir poco.
Como era de esperarse, el primer pleito que supuestamente surgió entre ellas fue por el amor de un hombre (porque obvio son el centro del universo). Después, la prensa citaba supuestas declaraciones de Davis hablando de la bisexualidad de Crawford, donde se incluían declaraciones de otros actores hablando sobre si Marilyn Monroe y Joan Crawford habían tenido una relación.
Tomada de WarnerBrothers
Todo este odio forzado entre ambas actrices fue incendiado y aprovechado por el dueño de los estudios Warner, Jack Warner y por Robert Aldrich, director de la película “¿Qué fue de Baby Jane?” en 1962, misma película donde por primera vez en la historia ellas trabajaron juntas. De mano de la prensa comenzaron una batalla encarnizada que terminó por ser un circo mediático, manipulándolas a tal grado que todo este conflicto, acciones y declaraciones salidas de la filmación se tradujeron en entradas vendidas y la película más taquillera de la casa productora en ese momento, salvando los bolsillos de Warner y del director.
Es curioso, pero muchas actrices contemporáneas de Davis y Crawford afirman que de no ser por la ferocidad e incluso infamia de la prensa, es muy probable que hubieran sido amigas. Incluso era bien sabido que gozaban de admiración profesional mutua.
Foto de Joan Crawford- Golden Era of Film Actress Appreciation Page
Pero claro, dentro del sistema no hay nada más aburrido que mujeres apoyándose y superándose juntas, no son de lejos las únicas envueltas en escándalos de este tipo.
Joan Crawford siempre buscó ir de la mano del sistema cinematográfico que tendía a exprimirlas, a tal grado de decidir cuándo una actriz con más de 80 películas de trayectoria merece caer en el abandono.
Era tan disciplinada y obediente con las normas de sus directores que sorprende todo lo que llegó a sacrificar y permitir con tal de seguir siendo tomada en cuenta. Presa por la antonomasia causada por ser producto de un cine que después de la década de los 50 decayó, el dedicarle tanto tiempo a seguir las normas del juego hecho para el beneficio de las casas productoras provocó que fuera casi inevitable un final autodestructivo.
Joan y Bette riendo en el set de “¿Qué paso con Baby Jane? – BBC.com
En cambio, Bette Davis siempre tuvo en mente la lucha por la actuación, peleo férreamente por sus derechos contractuales y siempre buscó la forma de convencer a Jack Warner de que ella tuviera oportunidad de modificar y cambiar los guiones escritos con perspectivas masculinas, no lo logró en su tiempo y la prensa jamás dejó de ser cruel con ella.
Poster promocional “¿Qué paso con Baby Jane?”
Pero cuando buscas a estas dos mujeres, lo primero que vas a leer es que su carácter era difícil, que Bette Davis era una bruja horrible o que Joan Crawford fue una loca excéntrica.
¿Será acaso este mensaje clásico que rodea a las mujeres que luchan por obtener una posición digna, profesionalismo y reconocimiento dentro del sistema que las rodea?
Lo que es inevitable, es que ambas eran un reflejo de la evidente necesidad de representación femenina en todos los sectores, una lucha que no deja de resultarnos familiar: Crawford la estrella y Bette Davis la actriz. Ambas fueron de las pocas que lograron posicionar la imagen de la mujer como algo más que la femme fatal o rubia hueca que perpetuó la maquinaria de Hollywood en ese entonces.
La película¿Qué pasó con Baby Jane? es ya considerada de culto, no deja de ser interesante todo lo que la rodea ya que ejemplifica el cómo subestimaron a dos actrices talentosas y pioneras, quienes ofrecieron su vida a cambio del mundo del cine el cual dio por hecho que a su edad no podrían lograr nada más en sus vidas.
Por lo que hubo antes y por lo que generó después.
Por las actrices que han sido forzadas a retirarse a una edad madura a costa del consumismo y la objetivización masculina.
Por todas aquellas a las que rechazaron por no encajar en el “molde”.
Por un par de mujeres indomables que eran mucho más parecidas de lo que ellas mismas quisieran/pudieran admitir.
Hazte escuchar.
El reportaje que acabas de leer es parte de un trabajo colaborativo entre medios. Todos ellos forman la Coalición LATAM, una iniciativa que busca impulsar el crecimiento de nuevos medios fundados por jóvenes periodistas.
Centro de Salud Pública – Huanchaco Foto: Arturo Gutarra
Huanchaco suele ser el lugar preferido de los turistas. Sol, playa, arena, Caballitos de Totora, iglesias con altares, ceviche frente al mar, pesca artesanal, entre otras atracciones. Sin embargo, en los alrededores de dicho distrito turístico, existen asentamientos humanos que procuran no enfermarse y estar bien de salud. Cuatro mujeres llegaron a las vidas de madres para brindar una orientación y ayuda de profesionales expertos en Salud Pública.
En el 2013, la ONG Hands On Perúllegó a Trujillo para detectar una problemática que afrontamos todos los peruanos: la desigualdad en el acceso a la atención médica. Esto se evidencia entre los más necesitados de las zonas rurales y centros poblados en la Región La Libertad.
El médico infectólogo Ciro Maguiña, afirmó que “cerca del 20 % de la población no tiene ningún tipo de cobertura sanitaria, el seguro social cubre solo al 25 % de la población, especialmente la empleocracia pública y privada; el 5 % tiene seguros privados de salud y el 50 % tiene asistencia sanitaria estatal”, según la Revista Peruana de Medicina experimental y Salud Pública. Consultando a las participantes sobre la atención en los hospitales,indicaron quepara ir a sacar cita es difícil, si se necesita acudir a emergencias se debe estar en estado crítico para que recién proceda a la atención.
Hands on Perú, actualmente, se encuentra conformado por la magister en Salud Pública, Katie Boric, Co-fundadora y Directora Ejecutiva de la organización en compañía de la licenciada Cindy Acosta, hoy directora del centro de salud pública (CESAPU) ubicado en el centro poblado de Villa los Angeles – Huanchaco.
Las enfermedades más comunes de la zona suelen ser: infecciones estomacales, anemia, resfriados, además de problemas psicológicos como ansiedad y depresión; trastornos que se combaten con actividades en vecindad. Una de las dinámicas saludables que se desarrolla en el centro de salud es la importancia de tener una alimentación saludable. La Dra. Jessenia Arteaga, especializada en Nutrición, se encuentra a cargo de dicha área acompañada de la estudiante de la maestría en Salud Pública, Jessica Robles. Ambas se hallan muy comprometidas por seguir llevando una mejor alimentación a dichas zonas.
El pasado 6 de junio se desarrolló la elaboración de la “lonchera escolar” a base de pan con torreja y jugo de mandarina. Este día, mujeres acompañadas de sus hijos e hijas aprendieron lo importante que es llevar una dieta sin mucha azúcar y sal. “A mi hijo le mandaba una lonchera no tan saludable que digamos, ahora con el taller ya pude identificar y ver que mandarle para el retorno a clases”, dijo una madre de familia.
Foto: Arturo Gutarra
Las clases de alimentación saludable se suelen dictar tanto en teoría y práctica con una evaluación de lo aprendido. Posteriormente, se hace entrega de premios por la participación del público con el fin de seguir animando a los ciudadanos a aprender sobre cómo llevar una vida más sana.
La comunidad LGBTI del puerto, colectivos y diversos activistas iban esperando más de 5 años en la aprobación de la norma.
Fotografía: @MovLGTBIQCallao
El jueves 25 de mayo se aprobó, con mayoría de votos, la Ordenanza LGBTI en el Callao durante la sesión ordinaria virtual del Pleno del Consejo Regional del Callao.
Tras largos años de resistencia y protestas bajo la consigna del respeto a la comunidad LGBTI chalaca, el día de anteayer el Gobierno Regional del Callao aprobó la Ordenanza Regional que declara de interés regional, la defensa y promoción de los derechos humanos de la población LGTBI. Asimismo, la medida también se enfocará en la prevención de la discriminación por orientación sexual e identidad de género.
La noticia fue publicada por la organizaciónMovimiento LGTBIQ Callao. ”Este es un gran paso para toda la diversidad sexual y de género en el Callao y una lucha que, como movimiento, hemos levantado desde nuestro inicio”, señalaron en su Instagram.
Esta medida busca el desarrollo de una mesa de trabajo multisectorial que analice y proponga políticas públicas enfocadas en erradicar diversas problemáticas que vive la comunidad LGBTI chalaca. Estas estarán enfocadas en los ámbitos de salud, trabajo, educación y justicia.
Una comunidad que necesita protección
Uno de los últimos casos de violencia contra la comunidad LGBTIQ en el Perú, ocurrió en la región del Callao.El 23 de septiembre del 2021, Gina Rodríguez Sinuiri, una mujer trans originaria de Pucallpa que vino a la capital y se asentó en el Callao, fue encontrada a punto de fallecer por la recepcionista del hotel “El Aeropuerto” ubicado en la Av. Tomas Valle.
Según un comunicado redactado por múltiples colectivos, la muerte de Gina fue por Ángel Rodríguez o Ángel Gutiérrez. Hasta el día de hoy aquel ataque transfóbico no tiene justicia.
No obstante, esta aprobación no es suficiente para la comunidad. La asociación Mujeres Trans Amigas por Siempre del Perú comentó en su Facebook que diversas organizaciones: “acordamos estar alertas hasta la firma de la ordenanza por parte del gobernador Dante Mandriotti y su publicación el el (Diario) el Peruano, para considerar está batalla ganada por los derechos humanos de nuestra población”.