Día de la Niñez: protección y derechos en Perú y América Latina

Día de la Niñez: protección y derechos en Perú y América Latina

Por Hilary Venegas

En 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas sugirió crear un Día Universal del Niño, y en Perú se conmemora el tercer domingo de agosto para destacar la importancia de la protección, educación y desarrollo de la niñez. FOTO: ABC

El Día del Niñx es una ocasión para reflexionar sobre los derechos y la seguridad de los más pequeños en nuestras sociedades. En Perú y en la región de América Latina, la situación de los niños y niñas enfrenta desafíos significativos relacionados con la violencia, el abuso y la explotación.

En nuestro país, los niños y niñas están expuestos a altos niveles de violencia y abuso. Según  la Encuesta Nacional sobre Relaciones Sociales (Enares) 2019, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 68,9% de los niños de 9 a 11 años ha sufrido violencia psicológica y/o física en el hogar al menos una vez en su vida. Además, el estudio indica que el 66,2% de los menores en ese mismo rango de edad reportaron haber sido víctimas de violencia física o psicológica en el entorno escolar.

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) reporta que cada año se registran miles de casos de abuso sexual infantil. Entre enero y septiembre de 2023, los Centros Emergencia Mujer (CEM) del Programa Nacional Aurora del MIMP atendieron 22,959 casos de violencia sexual a nivel nacional. De estos, 16,296 (71 %) correspondieron a violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, y 15,081 casos afectaron específicamente a niñas y adolescentes mujeres.

En América Latina y el Caribe, la situación de violencia hacia niños, niñas y adolescentes es alarmantemente similar. Según un informe regional de UNICEF, esta violencia puede comenzar desde el primer año de vida. El informe señala que casi 2 de cada 3 niños y adolescentes, de entre 1 y 14 años, experimentan disciplina violenta en el hogar. Además, la ONG destaca que los niños tienen siete veces más probabilidades de morir por homicidio que las niñas, mientras que las niñas son particularmente vulnerables a la violencia sexual a partir de los 10 años.

La explotación infantil, que abarca tanto el trabajo infantil como la trata de niños, continúa siendo un problema serio. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y Pobreza (Enaho) del INEI, el 25.3% de los niños y adolescentes entre 5 y 17 años trabajan. Además, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que 160 millones de niños en todo el mundo se encuentran en situación de trabajo infantil.

La explotación infantil en la región es un problema cada vez más preocupante. Según la OIT, 8,2 millones de niños entre 5 y 17 años trabajan en América Latina y el Caribe. La mayoría son adolescentes varones, con un 33% de niñas. El trabajo infantil se distribuye tanto en áreas rurales como urbanas, y el 48,7% se concentra en el sector agrícola, y más del 50% realizan labores peligrosas que ponen en riesgo su salud, educación y bienestar.

La trata de niños con fines de explotación sexual y laboral impacta a miles de menores cada año. La pobreza extrema y la falta de acceso a la educación agravan esta situación. Según el Informe Mundial sobre Trata de Personas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en Sudamérica, el 11% de las víctimas de explotación sexual son niñas, mientras que los hombres constituyen el 57% de las víctimas identificadas por trata con fines de trabajo forzoso.

Para Susana Chávez, directora del Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex), es importante abordar el problema de la violencia, ya que es crucial eliminar la normalización de cualquier forma de maltrato físico o castigo humillante que algunos consideran como correctivo. «La violencia, tanto física como emocional, no debe ser vista como una herramienta educativa; existen métodos más apropiados para enseñar que un comportamiento es inadecuado», enfatiza. 

La especialista señala que otro aspecto importante es reconocer cómo las relaciones tóxicas entre adultos también afectan a los niños y niñas, quienes deben ser considerados en estos contextos. Por lo que es esencial implementar modelos de diagnóstico temprano de violencia en las escuelas y desarrollar mecanismos de respuesta y protección. Chávez señala que un ejemplo de ello podría ser la identificación de un cuidador o cuidadora en cada familia que esté integrada en la comunidad educativa. Además, es fundamental ofrecer un acompañamiento integral a las familias que participan en programas sociales. “Las municipalidades deben promover campañas comunitarias y crear espacios seguros para actividades extracurriculares. También es importante fomentar espacios de encuentro para niños y niñas a través de actividades deportivas que incluyan un enfoque de buen trato y la erradicación de la violencia de género”, señala.

Asimismo señala que las comunidades juegan un papel crucial en la prevención de la violencia contra los niños. Al visibilizar el problema y generar incidencia, se logra una mayor conciencia y acción colectiva. Chavéz enfatiza que un aspecto clave es el trabajo comunitario en áreas como la educación sexual fuera de la escuela, donde se promueve un entendimiento adecuado de temas sensibles. Además, recalca que la investigación sobre violencia infantil, que es limitada y rara vez impulsada por el Estado, encuentra su principal motor en la sociedad civil y la academia, lo que subraya la importancia del compromiso comunitario en la generación de conocimiento y la búsqueda de soluciones efectivas.

El Módulo de Atención al Maltrato Infantil y del Adolescente en Salud cerró el año pasado con 166 nuevos casos de maltrato a niños y adolescentes en el Perú.

 Fotografía: internat

Perú ha avanzado en la implementación de diversas leyes y políticas destinadas a proteger a los niños y adolescentes de la violencia y la explotación. Un paso significativo se dio en 2015 con la promulgación de la Ley N° 30403, que prohíbe el uso del castigo físico y humillante contra menores, promoviendo así un entorno más seguro y respetuoso para su desarrollo. Asimismo, la Ley N° 28950, que tipifica y sanciona la trata de personas, refuerza la protección de los niños y adolescentes contra una de las formas más graves de explotación. 

El gobierno peruano, en conjunto con organizaciones internacionales y ONGs, ha implementado programas específicos para proteger a los niños. Entre estos, el Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar – AURORA, liderado por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), brinda apoyo a las víctimas de violencia. Además, el programa «Niños del Milenio – Evidencia longitudinal para políticas públicas» se enfoca en mejorar las condiciones de vida y educación de los niños en situación de pobreza, con el objetivo de generar un impacto positivo en su desarrollo y bienestar. 

Las medidas de protección en la región de América Latina incluyen importantes iniciativas como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ha creado la Relatoría sobre los Derechos de la Niñez, encargada de monitorear y promover los derechos de los niños en la región. Además, numerosos países han implementado planes nacionales de acción destinados a combatir la violencia infantil, reforzando así su compromiso con la protección y el bienestar de la niñez. Organizaciones como Unicef y la OIT trabajan en colaboración con los gobiernos latinoamericanos para implementar programas de prevención y protección. Estas organizaciones también brindan asistencia técnica y financiamiento para fortalecer los sistemas de protección infantil.

El Día del Niño es una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso con la protección y el bienestar de los niños. En Perú y en la región de América Latina, se han tomado medidas significativas para enfrentar la violencia, el abuso y la explotación infantil. Sin embargo, queda mucho por hacer. Es esencial continuar fortaleciendo las leyes, políticas y programas que garantizan los derechos y la seguridad de los niños, asegurando que cada niño crezca en un entorno seguro y protector. La colaboración entre gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad civil es crucial para alcanzar este objetivo.

MICAELA BASTIDAS: HEROÍNA DE UNA HISTORIA MAL CONTADA

MICAELA BASTIDAS: HEROÍNA DE UNA HISTORIA MAL CONTADA

Por Yahir Campos

Mural de Micaela, por un nuevo amanecer ubicado en Barrios Altos. Por: SOL DE MARIA SILVA LINARES.

 El discurso histórico popular del Perú fue escrito por personajes que temían la degeneración de roles de género sostenidos desde la formación social virreinal. Aquella sociedad que abusaba de las diferencias de clases silenció a los más débiles y en esa categoría, lamentablemente, estaba la mujer. Esa, y la falta de documentación, sería una razón ‘aparentemente’ justificada para no reconocer las acciones tuvo Micaela Bastidas como mujer precursora de la independencia.

La reconocida esposa de Tupac Amaru, quien fuese el líder de la mayor rebelión indígena durante el virreinato, fue mucho más que una acompañante o colaboradora, como muchos documentos desfasados lo señalan. Su vida es un fiel retrato de la feroz heroicidad femenina. 

Sara Beatriz Guardia, directora del Centro de Estudios de La mujer en la Historia de América Latina (CEHMAL), en su libro Micaela Bastidas y las heroínas de la independencia, resalta como principal característica su temperamento y capacidad estratégica militar, comparada a un general de alto rango. Es necesario reconocer que la idiosincrasia de la época opacaba al género femenino. Pese a ello, luego del triunfo de la batalla de Sangarará, su nombre cogió más relevancia para el enemigo. Esta gran gesta se debió en gran medida a que Micaela Bastidas lideró el reclutamiento y la distribución de soldados en el pueblo. 

UNA LÍDER FUERA DE ÉPOCA

Desconocer acciones como estas se debe a la falta de divulgación, debido a que los historiadores, al documentar los hechos, registran su visión, muchas veces sesgada por una valoración colectiva que está inmersa en el machismo colonial que no aceptó figuras del grueso de Micaela Bastidas. No aceptaron que una mujer mestiza, huérfana, analfabeta y esposa de un arriero tuviera protagonismo en la derrota del ejército realista. 

Su inmolación no es expuesta como el salto del morro de Arica de Alfonso Ugarte, o admirada como la resistencia de nado del emisario y pescador José Olaya, y, mucho menos, sus palabras no han sido inmortalizadas como la frase célebre Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho” del coronel Francisco Bolognesi. Imposible, ella no dominaba el español y, por supuesto, no sabía leer ni escribir.

Micaela Bastidas es la heroína nacional por excelencia y representa el símbolo peruano máximo de lo que abarca el empoderamiento femenino, porque rompe los roles tradicionales y pasivos comúnmente asignados a la mujer en tiempos de guerra —tejer y cocinar, divulgado por varios cronistas. Algo impensable, ya que recién en el siglo XX se permitió a la mujer a ocupar cargos castrenses y políticos. Sin embargo, en el presente hay poca identidad con este personaje y eso se refleja en la falta de recogimiento cívico.

Su papel en las rebeliones fue similar al de Tupac Amaru, hay quienes la calificaban como el complemento ideal para el líder rebelde, pues, dominaba las reglas del poder y el mando, algo que quizás a José Gabriel Cóndor le faltaba. Tuvo facultades administrativas y políticas en la resistencia. Todo eso se conoce gracias a las cartas que se enviaron entre 23 de noviembre de 1870 al 23 de marzo de1781, donde ambos se comunican para conocer los pormenores de su situación.

Imagen tomada de portal web piurano El tiempo 

CARTAS DE AUTORIDAD Y GUERRA

Resulta conmovedor el cariño y respeto fraternal que se tenían. En las misivas ambos se llamaban; Chepe, hijo Pepe, Chepe mío, hijo Chepe mío, Chepe de mi corazón; firma: tu Mica; e hija mía, hija Mica; firma: Tu chepe. Respectivamente. 

En una carta, Micaela envía un reporte de acciones cometidas en Carabaya, Caylloma y Arequipa, donde informa que están esperando el avance hacia el Cuzco; sin embargo, Tupac Amaru intentaba ampliar el radio de acción de su tropa para después emboscarlos y cortarle el suministro a la Ciudad Imperial antes del ataque. Micaela, astuta y curtida de la dinámica de la conquista Inca, sospechaba la traición de sus hombres frente a un contraataque realista, como lo expresan las palabras escritas por su traductor, de quien se sabe que podría haber sido un miembro de sus tropas, el 6 de diciembre de (AÑO):

“Harto, te he encargado que no te demores…; pero tú te ocupas en pasear sin traer a consideración que los soldados carecen de mantenimiento… ellos solamente van al interés y a sacarnos los ojos de la cara mientras más tiempo pase se han de amilanar y se perderá toda la gente que tengo prevenida para la bajada al Cusco”

Luego de enviar la amarga carta, Micaela decide marchar a Cuzco de Tungasuca por su cuenta, aun teniendo opositores y con la amenaza latente de ser emboscada por el enemigo. Al regresar del sur, Tupac Amaru se comunica con Micaela, quien fue primero a Pomacanchi a reunir indios. A partir de allí, los líderes no volvieron a reunirse físicamente y comenzaron a aunar fuerzas para vencer a las fuerzas del virrey Agustín de Jáuregui, quien, enterado de las revueltas, organizó dos destacamentos compuestos de 1,846 hombres, 6 cañones y municiones ubicados con la táctica de ser acorralados por todos los frentes.

Imagen tomada de portal web Peruanísima

GRITOS EN SILENCIO

El 12 de abril de 1781 fueron apresados y, en el proceso de ser juzgados, Micaela Bastidas toma una postura absoluta de ignorancia y desconocimiento, alegando, incluso, a su falta de educación. Esta decisión la descalifica, para algunos historiadores, al reconocimiento de héroe, omitiendo la salvedad de que esta posición fue para no delatar a su esposo y compañero, y para salvar a sus hijos. Sin embargo, no logró su cometido, ya que los corregidores señalaron que tuvo igual o mayor injerencia, arrogancia y soberanía que Tupac Amaru. Dicho y hecho, la mujer nunca se quebró en el proceso ni al final de su sentencia. 

Por supuesto que hay más personajes femeninos en esta etapa de la historia del Perú, Francisco Martínez Hoyos, periodista, reúne en su texto llamado Heroínas Incómodas, a mujeres que debieron marcar un hito social en su comunidad, pero que no tienen la visibilidad ponderada por ser del “género sensible”. El caso más ilustre es Manuela Sáenz, quien tuvo la etiqueta de amante de Simón Bolívar, pero poco se le recuerda por su carácter imponente que la catalogó con el apelativo de “la gobernadora del gobernador”. 

 EL VALOR DE UNA CULTURA

La participación de Micaela Bastidas es el ejemplo más claro los sentimientos ambivalentes que produce la inclusión femenina en el proceso emancipador. En la actualidad persiste esa etiqueta social religiosa de que la mujer es un ser frágil. Las maneras podrán haber cambiado, pero aún está el comentario de “cómo debe comportarse una chica” para calificarla. 

Esto tiene un nombre y es “violencia simbólica”, un concepto acuñado por Pierre Bourdieu, sociólogo francés, que describe como la relación social naturalizada ejerce un dominio físico indirecto por repetición. Si este es desvirtuado, pues, te tachan con prejuicios. En ese análisis se puede colegir que una dama no puede ser ruda o tenaz porque deja de ser vista como mujer y queda desprovista de su dócil sensibilidad.

Personalidades guerreras y atrevidas aparecen cada cierto tiempo, por lo que me parecería impropio no fomentar la figura de Micaela Bastidas en colectivos o agrupaciones feministas. Todas las mujeres que el movimiento acoge alrededor del mundo toman consciencia de la transformación social que requerimos para tentar la igualdad y erradicar la violencia contra la mujer, pero hace falta sentirla cercana. Imitando o difundiendo valores como los de Micaela, pertenecientes a nuestra identidad cultural, probablemente podemos construir un lazo étnico, no sanguíneo, para dejar de seguir solo símbolos extranjeros. Se puede encontrar una consciencia feminista de la que todos seamos parte.

Arsénico, el enemigo silencioso de 37 personas en Huamachuco

Arsénico, el enemigo silencioso de 37 personas en Huamachuco

Por Karina Rodríguez

Afectados por Metales Tóxicos de Huamachuco protestaron en exteriores de la Red de Salud de Sánchez Carrión tras la comprobación de niños con arsénico en la orina. Foto: Proyecto Amigo – Cañi-Quimit

Padres de familia del distrito de Huamachuco, provincia de Sánchez Carrión, departamento de La Libertad, se encuentran sumamente preocupados por la salud de sus hijos. Varios de ellos han salido a marchar por las calles en pequeños grupos a la espera de un pronunciamiento de las autoridades regionales y nacionales.

El reporte que encendió las alertas sobre la calidad de agua que se consumía, fue el de la Red Integrada de Salud de Sánchez Carrión, que arrojó los resultados de los exámenes que se realizaron inicialmente a 32 pobladores, del sector de Shiracmaca y El Toro. En total, fueron 26 niños, 28 niñas y 3 gestantes. 

Cartel 13 niños contaminados por arsénico ¿Cuántos más? Foto: Proyecto Amigo – Cañi-Quimit

De este número, 13 presentaron concentración de arsénico en orina superior al referencial. En ese entonces, 3 de abril del 2024, aún se encontraban a la espera de los resultados del Censopas del INS, para conocer la situación de los 25 pobladores restantes cuyo estado de afectación de una posible presencia de (plomo, cadmio y arsénico) se desconocía. 

Sin embargo, en el más reciente informe al que pudo acceder La Antígona, producto de la solicitud del pasado 24 de junio, se conocieron algunas modificaciones. Es así que mediante el OFICIO N° 406 – 2024- GRLL-GGR-GRS-RISSC/METPES/DE, se observó que el número ascendió a 35, es decir, 22 individuos fueron identificados como afectados por tener arsénico en orina superior al valor de referencia para personas no expuestas ocupacionalmente.

Carteles hechos por los Afectados por Metales Tóxicos de Huamachuco que exponen sus reclamos. Foto: Proyecto Amigo – Cañi-Quimit

Otro testimonio recogido estos últimos meses, fue el de una madre de familia que vestía un polo blanco y una pollera negra. La trenza que llevaba en la cabeza ya estaba algo despeinada, pues con la historia que narraba casi al borde del llanto, poco importaba cómo lucía. Sosteniendo un cartel escrito a mano que decía: “Queremos agua sin metales tóxicos”, evidenciaba que la preocupación la iban consumiendo ante la presencia de otros ciudadanos con historias similares.

Durante pocos minutos, confesó que su hija de 7 años sufría de bullying en el colegio. Ella también presentaba constantes desmayos en su centro de estudios, motivo por el cual decidió buscar ayuda. “Quiero que tengan en reserva el nombre de mi hija, porque a veces se siente mal y me dice: ¿me voy a morir?”. A la madre de familia, el doctor le dijo que esos metales pesados matan lentamente, y así hierva el agua que consume 3 o 4 días, no será suficiente. Ahora, su niña debe consumir agua mineral, y de ser posible, recurrir a más tratamientos pero la falta de recursos económicos lo impiden.

“Acá el Estado tiene que cumplir su función, intervenir en identificar las fuentes de contaminación. Eso le compete al Estado para ver de dónde proviene esta contaminación. Por eso nosotros decimos que posiblemente sea de la actividad minera”, mencionó una de las integrantes de la Plataforma Distrital de Afectados por Metales Pesados en Huamachuco.

Según el portal del Ministerio de Salud, el arsénico no solo puede ser hallado en el agua, sino también en el suelo, aire, alimentos, plaguicidas y en determinados abonos empleados para la agricultura. Las señales que indican que una persona está contaminada con este metal, se ven reflejadas en la piel, modificaciones de color, aparición de lesiones cutáneas, durezas y callosidades, tanto en las palmas de las manos cómo de los pies. Conocidas también como hiperqueratosis. Lo que se sabe es que está problemática perjudica a 3 de cada 10 ciudadanos peruanos. En otras palabras, más de 10 millones de personas estarían expuestas a todos los riesgos que contrae el contacto con estos metales. Cifras que fueron proporcionadas por el mismo MINSA.

En la nota emitida el pasado 3 de febrero, también mencionan otros síntomas más invasivos: “se puede presentar irritación crónica de vías respiratorias, debilidad, adormecimiento, dolor o disminución de la sensibilidad, en manos y pies, entre otros”, se lee en internet. Ese, tan solo es el inicio de un mal que de no tratarse a tiempo podría terminar en cáncer de piel, vejiga o de pulmón.

Ante las cientos de preguntas que se hacen los afectados y quienes son testigos de algunos cambios en su organismo producto de esta contaminación, ha surgido una organización que les viene brindando soporte ante tanta desinformación. La Plataforma Distrital de Afectados y Afectadas con Metales Tóxicos de Huamachuco apareció en el año 2022, con el apoyo de Proyecto Amigo y la Red Muqui.

Poco a poco ha ido creciendo hasta contar con 35 integrantes que están comprometidos no solo con la salud, sino también el cuidado ambiental, la defensa de su territorio, recursos naturales e hídrico. Cabe precisar que, este grupo forma parte de la Plataforma Nacional de Afectados por Metales, Metaloides y Sustancias Tóxicas del Perú.

Parte de su plan de ayuda es que tanto niñas, niños, adolescentes y adultos conozcan cuales son los efectos de los metales tóxicos tanto en el organismo humano cómo para el ambiente. Además de acceder a un Plan de Acción Integral de Salud y finalmente que aquellos afectados se unan a la plataforma mencionada para mejorar sus estrategias.

Según la información proporcionada, ellos junto a las autoridades de Shiracmaca han logrado reunirse con el director de la Red de Salud para ejecutar acciones concretas: una de ellas, es que puedan incorporarse a las acciones de prevención y promoción en diversos grupos de influencia minera directa. Además de la instalación de una mesa multisectorial de trabajo que beneficie a las personas afectadas por metales tóxicos, en cumplimiento del PEM.

Existe la Ley N° 31189, que fue publicada el martes 4 de mayo del 2021. Esta declaraba de interés nacional la salud de aquellas personas afectadas por contaminación por metales pesados y otras sustancias nocivas para el organismo humano. Sin embargo, hasta la fecha no se habría aprobado el financiamiento para el cumplimiento de la citada norma, lo que perjudica a nivel nacional a quienes han ido presentando diversos signos de afectación por metales tóxicos.

Mujeres de lucha: cuando ellas buscan justicia

Mujeres de lucha: cuando ellas buscan justicia

Por Leah Sacín Gavancho

Retratos de Milagros Samillán y Yovana Mendoza. Fotos: Zlatna Gargurevich / Composición: La Antígona

Milagros Samillán y Yovana Mendoza, se han enfocado en fortalecer la Organización Nacional de Familiares de los Asesinados y Víctimas de las Masacres 2022 y 2023 levantando la voz por muertos y heridos en protestas.

Sus hermanos fueron asesinados en Juliaca y Ayacucho y cambiaron sus vidas para entregarse a la lucha por encontrar justicia. 

Un informe de Amnistía Internacional proporciona más evidencias sobre las responsabilidades en la cadena de mando. 

La vida de cada una de nosotras es la suma de infinidad de  momentos. Momentos hermosos que se atesoran y otros brutales que nos parten por la mitad. Hay momentos que se resumen en un  instante en que el mundo propio se rompe en pedazos que jamás se volverán a juntar. Pocas veces ese momento es parte de la historia de un país. Algunas menos, ese momento tiene un registro audiovisual que se repite en busca de justicia pero también abriendo una herida que sangra sin sanar. Las mujeres que cuentan sus historias en este reportaje comparten el momento, el registro, la herida y una lucha incansable por obtener justicia en este, su país. 

Milagros y Yovana son dos mujeres peruanas cuyas vidas cambiaron para siempre con la velocidad con la que una bala surca el aire y termina con una vida. Ambas son hermanas de dos hombres que fueron asesinados en protestas sociales en nuestro país hace poco menos de dos años. Milagros Samillán es hermana del médico y biólogo Marco Antonio Samillán, quien fue asesinado en la ciudad de Juliaca el 9 de enero del 2023. Yovana Mendoza es la hermana mayor de Jhon Mendoza Huarancca asesinado el 15 de diciembre de 2022 en Ayacucho.  

Retratos de Milagros Samillán. Foto: Zlatna Gargurevich

“Es un cambio muy muy fuerte. Es despertar un día y ver a tu familia destruída, ver que ya no está ese hermano, te han arrebatado a ese ser tan querido para tu familia. Yo no podía explicar el dolor que sienten mis hermanos, mis hermanas y yo como mujer”, Milagros habla con convicción y con la voz casi siempre a punto de quebrarse. Ella estaba a punto de celebrar su graduación como psicóloga cuando la noticia llegó: han matado a Marco Antonio. 

“Nuestra vida ha cambiado bastante, he dejado de trabajar, he dejado de ser la mamá que cuida a los hijos, he dejado de ser la esposa que está en la casa pendiente de su familia, ahora me dedico en buscar la justicia.” Yovana Mendoza sufrió la muerte de su hermano de 34 años y al poco tiempo la de su madre quien sufría de un cáncer avanzado. Su voz tiene el aplomo de quien ha decidido sostener una causa por su familia pero también, por la memoria y justicia en todo un país en el que, muchas muertes en protesta, han quedado impunes. 

Presentación de informe «Quién disparó la orden? Responsabilidad de la cadena de mando por muertes y lesiones en protestas en Perú». Foto: Amnistía Internacional.

Estas dos mujeres llegaron a Lima, como lo vienen haciendo desde hace casi dos años, por temas relacionados a la lucha de las familias de los fallecidos en el estallido social. Esta vez, están en la presentación del Informe de Amnistía Internacional titulado: “¿Quién disparó la orden? Responsabilidad de la cadena de mando por muertes y lesiones en protestas en Perú” En la mesa de presentación estaban cuatro mujeres: Ana Piquer, directora para las Américas de Amnistía Internacional. Marina Navarro, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Perú. 

Madeleine Penman, Investigadora de la misma institución y Yovana Mendoza en representación de la Organización Nacional de Familiares de los Asesinados y Víctimas de las Masacres 2022 y 2023,. En primera fila Milagros Samillán escuchaba lo que allí se leía. Un recuento de las inacciones del gobierno frente a las muertes, detalles de planes operativos y evidencia nueva que apunta a los culpables en las más altas esferas del poder. 

Lo presentado en el Informe de Amnistía Internacional fue contundente y doloroso.Luego de escuchar el resumen de todo lo contenido en la investigación, Milagros nos comparte el motivo por el cual decidió ser ella, junto a su hermano Raúl, quien lleve la voz de su familia para encontrar justicia: “Yo decido esto cuando recuerdo aquellas palabras de mi hermano Marco Antonio cuando estaba vivo que me decía que tenía que ser fuerte. No sabía que èl me estaba preparando para estos eventos, para esta realidad que hoy estoy viviendo. Gracias a dios yo todavía no tengo hijos, no tengo familia, entonces tengo la disponibilidad de poder viajar y levantar mi voz por mi hermano y por los demás asesinados.”

Retratos de Yovana Mendoza. Foto: Zlatna Gargurevich

Para Yovana todo ha sido más complicado pero no por ello ha decaído en su lucha: “Mi hermano era como un papá en la casa, tengo a mi papá que es discapacitado tiene neuropsicosis y mi mamá sufría de cáncer, ella falleció a los dos meses. Tuve que traer a toda mi familia a casa de mi mamá para hacerme responsable de mi padre que está enfermo, de mis hermanos menores, ahora ya no soy la mamá de un hijo, la esposa de un hombre, soy la mamá de todos mis hermanos. Nos enfocamos en buscar justicia todos los hermanos juntos. Ahora todos vivimos en una sola casa.”

La vida cambió de pronto para esta mujer pero dice que la fuerza sale de algo incluso más profundo que el amor por su hermano y la justicia para su familia, algo aún más grande la sostiene: “No es por mi hermano no más, no solo por mi, como me ven soy una persona adulta, una persona que ya un día se va de este mundo pero lo hacemos por mi hijo, por el hijo de todos los peruanos, por mi nieto, por los nietos de los peruanos. Por los que vienen es que salimos a buscar justicia. Nosotros en algún momento nos vamos a ir. Nosotros ya nos estamos deteriorando, en un año y medio ya nos sentimos deteriorados pero tenemos que seguir sacando fuerzas de dónde sea para buscar un país libre para los que vienen, para las nuevas generaciones.”. Si un día no me voy estoy segura de que mi hijo seguirá buscando justicia hasta encontrarla, agregó. 

En el caso de Milagros es como una vida en puntos suspensivos. Ella acababa de terminar su carrera de psicóloga y su hermano Marco Antonio estaba en su segunda especialidad. Su muerte volcó su energía joven a la causa de la justicia. “Hemos tenido que dejar nuestros estudios, nuestras familias, nuestro trabajo, para dedicarnos exclusivamente a buscar justicia y por el derecho que nos corresponde. Para que ya no hayan más violaciones de derechos humanos, más asesinatos”, comenta Milagros. 

Pero qué pasa con los sueños, con el proyecto de vida, con las ilusiones de la primera generación de la familia en estudiar en la universidad. Le preguntamos entonces por sus sueños: “Quiero lograr ejercer mi carrera profesional, yo acababa de culminar estudios en psicología, pero ya no pienso como antes, ahora pienso ejercer en el bien de mi comunidad, en el bien de mi gente, de mi pueblo peruano. Quiero ayudar a despertar a las mujeres, a los pueblos olvidados, que tenemos que levantar la voz, tenemos que actuar de diferente manera.”

La lucha de ellas es por cada una de las víctimas, por Sonia y la joven Yamileth, las dos mujeres asesinadas en contexto de protesta social. Pero también, por los múltiples casos, aún impunes, en los que desde el Estado, alguien dio la orden de disparar. 

Dos mujeres nos enseñan a luchar por el derecho a morir con dignidad

Dos mujeres nos enseñan a luchar por el derecho a morir con dignidad

Por Redacción La Antígona

Ana Estrada y María Benito marcaron un precedente. La primera tuvo que pelear por años para lograr de manera excepcional la inaplicación del artículo 112° del Código Penal, el cual penaliza el homicidio piadoso, mientras que la segunda, pese a que solo pidió que se cumpla la ley, tuvo que atravesar un juicio. Hasta el momento, tres congresistas han presentado iniciativas relacionadas a la muerte digna. 

En el Perú, donde hablar sobre el fin de la vida aún es tabú, dos mujeres decidieron alzar la voz y luchar por su derecho a una muerte digna. Ambas marcaron un precedente. Por un lado, Ana Estrada, que fue diagnosticada con polimiositis, tuvo que enfrentarse a un sistema indolente durante años para que finalmente acceda a una eutanasia, mientras que María Benito, quien padecía de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), incluso tuvo que pelear por un derecho ya contemplado por la ley: el rechazo al tratamiento. En los últimos años, gracias a Ana y María, el derecho a una muerte digna ha tenido avances, pero todavía falta tratar el verdadero problema: la falta de una normativa para que otras personas no tengan que esperar ni ser limitadas al momento de decidir sobre sus cuerpos.

Actualmente, cualquier ciudadano que busque ayudar a morir a pacientes terminales es castigado. Según el artículo 112° del Código Penal, todo aquel que ‘‘por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consciente para poner fin a sus intolerables dolores, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años’’. Asimismo, de acuerdo al artículo 113° ‘‘el que instiga a otro al suicidio o lo ayuda a cometerlo, será reprimido, si el suicidio se ha consumado o intentado, con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años’’. 

En el caso de Ana Estrada se buscó la inaplicación del artículo 112°. En su momento se señaló que su caso no sentaría un precedente legal, pero sí lo logró de muchas otras maneras, pues hizo historia. ‘‘En un principio, cuando busqué referencias en Perú (sobre la muerte digna), no encontré ninguna y eso me frustró y dio mucho miedo sobre qué iba a pasar si decía algo. Entonces, si más adelante hay alguien que también busca el derecho a la muerte digna, que me encuentre en la historia de los derechos humanos y que mi caso le sirva’’, dijo Ana a La República en el 2021. 

Las iniciativas 

Pues bien, a raíz de su lucha tres congresistas han presentado proyectos de ley al respecto, pero aún no han sido debatidos. En enero del 2021, Gino Costa fue el autor de la iniciativa N° 6976 que buscaba permitir el uso de la eutanasia. El objetivo era ‘‘regular el derecho que le asiste al o a la paciente de pedir ayuda médica para poner fin a su vida’’ en casos específicos ‘‘en el ejercicio de derechos fundamentales como son la autonomía y la dignidad humana’’. También, como disposición complementaria, el documento pedía derogar el artículo 112° y 113° del Código Penal, así como cualquier disposición que se oponga a la propuesta. 

El congresista Luis Kamiche también trabajó en el proyecto de ley N° 6772 que presentó en enero de este año. A diferencia de la iniciativa de Costa, Kamiche busca que la ley de reforma constitucional modifique el numeral 1° del artículo 2° de la Constitución ‘‘para reconocer las determinaciones para el final de la vida como ejercicio del derecho constitucional a una vida digna’’. 

Hoy en día, el numeral en cuestión señala que toda persona tiene derecho ‘‘a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece’’. El cambio que propone Kamiche sería el siguiente: ‘‘A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física, a su libre desarrollo y bienestar y a las determinaciones para el final de su vida para acceder a una muerte digna. El concebido es sujeto de derecho en todo lo que le favorece’’.

Para Josefina Miró-Quesada, quien fue abogada de Ana Estrada y María Benito, el PL de Costa fue un gran paso, pues suponía despenalizar la eutanasia, pero en términos de integralidad de contenido de muerte digna solo abordaba una de ellas. ‘‘Creo que una propuesta de ley que legaliza o en todo caso asegura las distintas expresiones del derecho a muerte digna tienen que necesariamente despenalizar la eutanasia, pero también el suicidio medicamente asistido y establecer medidas para garantizar la accesibilidad de los cuidados paliativos, la universalidad de estos (…)’’. 

En tanto, sobre la iniciativa de Luis Kamiche, que propone reconocer el derecho a la muerte digna en la Constitución, Miró-Quesada manifiesta que el tenerlo contemplado literalmente ‘‘si bien garantiza una mayor protección, creo que no es tan necesario como sí garantizar las expresiones en las que se ejerce el derecho a una muerte digna’’. Añade que más allá del reconocimiento expreso del derecho a una muerte digna, debe haber una propuesta de ley que busque que este derecho que ha sido reconocido pueda ser implementado en la práctica a través de sus distintos modos que son cuatro: eutanasia, suicidio medicamente asistido, rechazo al tratamiento y los cuidados paliativos. En el Perú, solo los dos últimos son legales.

El tercer proyecto de ley fue presentado el último 22 de mayo por el parlamentario Jorge Flores, quien busca modificar el Código Penal para la inclusión del artículo 112-A sobre la eutanasia. La propuesta señala que este método no constituirá como delito de homicidio al ser practicado por un médico con licencia, mientras se cumplan con determinadas condiciones, entre ellas que el paciente sufra de una enfermedad terminal o condición médica grave que provoque sufrimientos intensos y constantes. Además, el paciente habrá tenido que expresar su consentimiento expreso, libre e informado para que se practique la eutanasia a través de un documento escrito y ante un notario o autoridad competente, así como otros puntos más. 

Josefina Miró-Quesada dijo a través de sus redes sociales que es un paso importante porque ‘‘es una cuestión de dignidad y autonomía’’, pero también refirió que se deben hacer algunos ajustes, debido a que en la exposición de motivos del proyecto se habla sobre tipos de eutanasia, que incluyen la eutanasia involuntaria. La abogada resaltó que ‘‘solo existe un tipo de eutanasia: la activa, directa y siempre voluntaria. El resto no lo es’’. 

Cuando no se respetan los derechos

A diferencia de Ana Estrada, quien buscó que se inaplique el artículo 112° del Código Penal, el pedido de María Benito, que consistía en rechazar el tratamiento médico que implicaba el retiro del ventilador mecánico que la mantenía con vida artificialmente, sí estaba contemplado en la Ley General de Salud, Ley de los Derechos de las Personas Usuarias de los Servicios de Salud y el Código de Ética del Colegio Médico. María no tenía por qué llevar una demanda judicial, pero, debido a que EsSalud alegó que se trataba de una eutanasia, tuvo que hacerlo, mientras su salud se deterioraba cada vez más. Sin embargo, luego de obtener un fallo favorable, el jefe de la Unidad de Cuidados Intermedios del Hospital Edgardo Rebagliati Martins, Luis Carrillo, aseveró que ningún médico de su área podía llevar a cabo la medida porque existe la objeción de conciencia. 

Al respecto, Percy Castillo, exadjunto de la Defensoría del Pueblo y abogado que acompañó el caso de Ana y María, sostuvo que la objeción de conciencia tiene límites. ‘‘El tema es que como no hay regulación en el Perú es un tema gaseoso, pero al regularse la muerte en condiciones dignas deberá también establecerse las formas en que la objeción de conciencia puede aplicarse porque de ninguna manera podría paralizar el ejercicio del derecho de otros’’. 

A su vez, Josefina Miró-Quesada recuerda que la objeción de conciencia nace originalmente en contextos de servicio militar forzoso; sin embargo, el tratamiento existente debe ser diferente cuando se trata de servicios médicos, ya que el ser parte del personal médico es una decisión enteramente voluntaria de servir a los pacientes que requieren de una serie de prestaciones médicas para salvaguardar su salud. No obstante, la abogada añade que ‘‘la medicina no únicamente busca proteger la vida, sino también evitar sufrimientos. La protección y la vida, además, no deben entenderse como la preservación de la vida a toda costa, como equivocadamente se interpreta el juramento hipocrático’’. 

Al igual que Castillo, Miró-Quesada resalta que la objeción de conciencia no puede obstaculizar los derechos de un paciente. También indica que se debe tratar de una excepción y no convertirse en una regla, por lo que el Estado debe garantizar suficientes profesionales de la salud no objetores. 

Por su lado, Diego Chacón, médico internista de Urgencias especialista en Cuidados Paliativos, precisa que la objeción de conciencia no se puede realizar si no se puede ofrecer una alternativa de cuidados al paciente. ‘‘Si eres el único neurólogo en el área sanitaria donde está el paciente, y este ha sufrido un ictus, o cualquier enfermedad cuya atención no es demorable y para la cual no se pueden buscar alternativas de tratamiento o especialistas específicos para su atención, en ningún caso puedes objetar, ya que es deber médico preservar la salud de ese paciente por encima de valores individuales’’.

Chacón Moreno, quien actualmente labora en el Hospital General Universitario de Guadalajara, en España, sostiene que en los casos en los que los principios del profesional implicado en el acto médico (o enfermero) no se alinean con la petición o solicitud del paciente, puede objetar de realizar la acción, pero sí está obligado a buscar a otro profesional que pueda hacerse cargo. 

Sobre el significado de morir con dignidad señala que ‘‘es hacerlo sin lesionar tus valores y principio, dejándote marchar cuando la enfermedad te debilita tanto que para ti ha perdido el sentido esa vida. Sobre todo en esta circunstancia, y en lo que más me afecta como médico que trabaja en urgencias, y especialista en cuidados paliativos, creo que la manera de preservar la dignidad nace del conocimiento y la relación sincera y genuina médico-paciente, realizando acuerdos que siempre busquen el bienestar del paciente, no la preservación de la vida a toda costa. Un profesor mío decía: “La labor del médico es preservar la salud, no la vida” Cuando entendí esto, muchas cosas cambiaron en mí’’. 

Plano internacional

En cuanto a la muerte digna en el plano internacional, si bien todavía no existe un reconocimiento del derecho autónomo, sí existe a nivel de derecho comparado, explica Miró-Quesada. Por el momento, el tribunal que más ha desarrollado este derecho es la Corte Constitucional Colombiana, que ya ha definido el derecho a una muerte digna como un derecho fundamental. ‘‘Lo que hay y el concepto que se utiliza para describir este tipo de derechos es que se les llama derechos emergentes’’. 

Mientras tanto, en Perú se espera el debate del proyecto de ley presentado en el Congreso, pues, pese a que en nuestro país la muerte sigue siendo un tema difícil de discutir, lo cierto es que es una condición de la vida inevitable para todos, por lo que queda decidir cómo debe ser ese fin. 

Salud menstrual digna, un reto para el Estado y la sociedad 

Salud menstrual digna, un reto para el Estado y la sociedad 

Naturalizar la menstruación en cada una familia mejorará las primeras experiencias de niñas y adolescentes. Fotografía: UDG TV.

Cada 28 de mayo se conmemora el Día de la Higiene Menstrual a nivel mundial. En esta fecha, es importante recordar que la salud menstrual es parte de los Derechos Humanos y una obligación del Estado, que tanto niñas, adolescentes y jóvenes de diversas partes del país puedan acceder a los insumos y ambientes que garanticen su autonomía y libertad. La Antígona reunió algunas experiencias de jóvenes que narran cómo fue la primera vez que menstruaron, entre ellas un factor común es el temor, pero también la responsabilidad de pasar a una nueva etapa en sus vidas.

“Cuando pasó “eso” tenía cerca de 11 años. Recuerdo que meses atrás me dolía mucho el vientre y yo no sabía el por qué, creí que era porque la comida me caía mal. Ya tenía conocimiento sobre la regla por mi hermana mayor y mi mamá, por lo tanto sabía el tema de las toallas y pastillas, pero cómo no sabía la incomodidad en mi vientre no tenía identificado que era por un cólico menstrual. Luego me llevaron al doctor, pero no encontraron nada y regresé a mi casa. A los pocos días, me vino la primera menstruación. Hasta ahora no me gusta cuando tengo el periodo porque siempre me viene con mucho dolor y suelo recurrir al ginecólogo para ver ese tema”. Milagros, 28 años. 

“La primera vez que tuve la regla fue a los 12 años. Estaba con mi mamá haciendo compras, todo el día. Era un dolor casi inexplicable, incluso llegué a sentir un poco manchado mi pantalón, pero no sabía que estaba pasando. Luego, llegué a mi casa, corrí al baño y fue raro, no entendí mucho. Le dije a mi mamá que no sabía por qué estaba sangrando, creía que algo me hizo mal y me asusté. Pero ella me dijo que era el periodo y me dio toallas y algunas indicaciones. La verdad es que ella se puso muy feliz: «Ay, ya eres todo una chica, que lindo te va a venir cada mes». Indira, 23 años.

“A mi me vino el periodo por primera vez cuando tenía 13 años. Menos mal que “Andrés” vino en mi casa. Me fui a duchar y ya. Mi mamá ya me había hablado sobre esto y para mí no fue nada fuera de lo normal. Eso sí, tomé té de orégano, porque siempre tuve cólicos. Yo no lo veo cómo algo sucio, pero en lo personal soy de tener bastante higiene porque somos más vulnerables a contraer enfermedades. Me baño diariamente con agua caliente durante estos 7 días. Quieras o no, la sangre tiene olor, personalmente tengo flujo muy abundante y tengo ese tipo de higiene.” Angely, 21 años.

Según datos de Unicef y el Banco Mundial, en el mundo existen cerca de 500 millones de mujeres adolescentes y niñas que menstrúan pero no tienen acceso a implementos higiénicos y espacios seguros para vivirlo de manera óptima. No contar con recursos para atender la menstruación puede amplificar el temor y los estigmas que rodean este proceso natural, sobre todo interfieren en los derechos de las mujeres, dificultando en ocasiones su asistencia al centro de trabajo, centro educativo, u otros, en la época en la que menstrúan.

En el mes de marzo del año 2021, se aprobó la Ley 31148 que aborda el manejo de la higiene menstrual en niñas y adolescentes, no obstante la falta de reglamento evita que pueda aplicarse como debería. De igual forma, no se ha logrado visualizar un trabajo articulado entre el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación. A través del portal Convoca, el director de la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud (Minsa), Guillermo Atencio, precisó a fines del año 2022, que se encontraban en una etapa de discusión sobre si el presupuesto será otorgado por el Sistema Integral de Salud (SIS) o saldría directamente de este ministerio. 

Además, mencionó en aquel entonces que por ser un proceso largo se ha visto paralizado por la crisis sanitaria del Covid-19. Por si fuera poco, el Ministerio de Educación no ha participado activamente durante el proceso. “Esperamos que, para el 2023, ya esté listo el presupuesto”, manifestó el funcionario. 

En ese mismo informe, Maria Galarreta, obstetra con una maestría en Género, Sexualidad y Salud Reproductiva, informa que el  estancamiento en la implementación de la mencionada ley por el Estado impide el reconocimiento de los derechos de salud menstrual de las niñas y adolescentes, ya que no pueden acceder a productos e información sobre este proceso biológico, por ejemplo. Por otro lado, Galarreta hace énfasis en que la menstruación suele ser relacionada a algo negativo o asociada con suciedad y mal olor, sobre todo cuando aparece por primera vez. Esto muchas veces complica la postura de las madres quienes deben orientarlas pero no cuentan con las herramientas para hacerlo.

Esta situación que compromete la salud menstrual de las mujeres que desconocen su propio cuerpo y las acciones que deberían hacer para cuidarlo, se convierte en una barrera, la desinformación y la falta de compromiso de las entidades públicas acentúan la problemática. «Un mayor conocimiento sobre nuestro ciclo menstrual, significa un mayor conocimiento sobre nuestra salud reproductiva, que puede ayudar a prevenir embarazos no deseados”, agregó la especialista. 

Un informe de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, basado en estadísticas del MINSA, publicado en setiembre del año 2023, revela los pocos o nulos avances que se tiene con respecto a la educación sexual en este grupo. Las cifras son más que preocupantes: de enero a septiembre del 2023, se ha registrado el nacimiento de 30 mil 345 bebés con vida de madres adolescentes de entre 10 a 19 años. De esta cifra, 809 corresponden a recién nacidos de madres adolescentes de 10 a 14 años, lo que significa un incremento de 185 recién nacidos en relación al 2021. Por otro lado, 48 mil 693 recién nacidos vivos de madres adolescentes de 15 a 19 años, indicando el aumento de 788 recién nacidos en comparación al año 2021.

Un estudio realizado en el año 2022 por Plan Internacional cuya información fue recogida en un grupo de niñas de 12 a 17 años de los distritos de San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador y Carabayllo reveló que el 81% de los niños cree que la menstruación es una enfermedad. Asimismo, el 83 % de los niños es consciente que debe informarse más sobre el tema para no continuar cayendo en mitos sobre la menstruación. Ahora, la misma ONG realizó una encuesta en el año 2023, en que el 13% asegura que faltan a la escuela cuando se encuentran menstruando.

Para Corina Hidalgo, ginecóloga obstetra, independientemente de las barreras económicas, sociales o culturales, el trabajo para romper los tabúes, inicia desde casa. Si bien es cierto las redes sociales tienen gran influencia en niñas y adolescentes, la familia juega un rol importantísimo en el primer contacto con la salud menstrual. Desde el primer momento en el que aparece el botón mamario que es alrededor de los 12 años, tiempo en el que también suele presentarse la primera menstruación, los integrantes del núcleo familiar deben ir informando los signos de la primera menstruación, lo que sucederá en los meses posteriores, los productores que existen, desde toallas higiénicas, tampones, copa menstrual, entre otros, refiere. 

“Recordemos que, tenemos bastantes familias que cuentan con un solo progenitor, con un padre, un abuelo, una abuela. Mientras más nos familiaricemos con esos temas femeninos, tanto los niños como las niñas, se van a sentir más cómodos al hablar acerca de la menstruación y no será un sinónimo de burla. Es muy importante educar a todos en la casa, porque esas son las primeras experiencias de los cambios físicos que puede tener una mujer”, indicó la especialista.

En efecto, los padres son los pilares del tipo de educación que tienen sus hijos sobre el cuidado de sus cuerpos; sin embargo, en el presente año 2024, todavía hay movimientos y partidos políticos que continúan interfiriendo en ese ámbito. En el mes de abril del 2024, la congresista por Renovación Popular, María Jauregui presentó un proyecto en el que los padres tienen la opción de exonerar a sus hijos del curso de educación sexual integral que se dictan en los centros educativos básicos regulares.

Esto dependerá si creen que no guarda relación con sus creencias o convicciones religiosas. Con esta ley se busca modificar el artículo 5 de la Ley General de Educación, en pocos términos se resume a lo siguiente: “Los padres de familia, o quienes cumplen el rol de cuidado, tienen el deber de educar a sus hijos y el derecho a participar en el proceso educativo y a elegir las instituciones en las que éstos se educan, de acuerdo a sus convicciones, creencias y libertad de conciencia”.

Sin embargo, también hay iniciativas positivas. Un proyecto que ha intentado cambiar las estadísticas al menos en la capital, es del de Plan Internacional con Kimberly Clark, ya que con su más reciente evaluación de “Nuevas Reglas”, han logrado que su población encuestada, más del 70% ya conozcan sobre  higiene menstrual, así cómo que el 73.6% de niños ya sienten solidaridad con las niñas respecto a una menstruación digna.  Además de capacitar a más de 700 profesores y más de 13200 padres y madres. 

La higiene menstrual, no solo depende del trabajo que logren los funcionarios de diversos poderes, sino también del trabajo en escuelas, familias y comunidades. Tampoco debemos  olvidar que existe una ley que busca que niñas y adolescentes tengan múltiples facilidades para una mejor gestión menstrual, pero hasta el momento no existe un reglamento que pueda delegar responsabilidades en el Estado, para que este derecho se haga realidad en nuestro país.