¿Felices fiestas? La comunidad LGTBIQ+ y la Navidad

¿Felices fiestas? La comunidad LGTBIQ+ y la Navidad

Por Mya Sánchez

Las reuniones familiares navideñas suelen ser espacios de censura y autocensura para las personas LGTBIQ+. FOTO: Cottonbro

La familia es la temática central durante las fiestas de fin de año, pero es también esa figura que para muchas personas disidentes representa violencia y censura. Ante ello, La Antígona conversó con especialistas de Más Igualdad Perú sobre recursos y respuestas rápidas que aparecen como salvavidas en caso de marea alta.

Unión familiar, cánticos y regalos. Eso es lo que Ariel* ve a su alrededor cada vez que se acerca Navidad. Su hermana menor está emocionada porque, en esta oportunidad, —después de dos años— verá nuevamente a parte de su familia extendida. Sin embargo, para Ariel significa otra cosa: tendrá que afeitarse la barba que adora y en la que había invertido tanto tiempo y lágrimas. Su mamá no iba a querer que sus abuelos y tíos sepan lo que toda la cuarentena había logrado ocultar: que su hijo es un hombre transgénero.

Mientras que para algunas personas las fiestas de fin de año son motivo de celebración, para otros es sinónimo de caretas y soledad. Esto, aunado a las de por sí graves consecuencias que ha tenido el aislamiento por COVID-19 en la salud mental de la comunidad LGTBIQ+, hace que estas fechas sean especialmente difíciles para las personas disidentes. 

“Desde el Botiquín Emocional Arcoiris de Más Igualdad, hemos visto que durante la pandemia, a falta de espacios sociales de encuentro con personas con las que tienen algo en común, muchos han ido explorando su identidad u orientación solos. Una cosa es estar solo en tu casa con tu familia, y otra es estarlo en tu cuarto porque no te aceptan o te violentaron. O quizá ni siquiera tienes un cuarto porque te han botado de tu casa”, explica Geraldine Guzmán, coordinadora del referido servicio gratuito de primeros auxilios psicológicos para personas LGTBIQ+.

Muchos de ellos prefieren pasar las fiestas con su familia escogida. (FOTO: Rodnae)

A diferencia de Ariel, Santiago* no le ha contado a nadie de su familia que le gustan los chicos. Para él, su verdadera familia son los amigos a los que él escogió, pero sabe perfectamente que su padre no aceptaría que ellos asistan a la cena navideña en su casa.  

“Tenemos que recordar que la familia suele ser uno de los espacios más violentos y discriminatorios contra esta población, especialmente cuando son jóvenes. Cuando hablamos de violencia, hay factores de riesgo y uno de ellos son las relaciones de poder. Si  las personas LGTBIQ+ son dependientes, sus cuidadores estarán en una posición de autoridad respecto a ellas”, explica Alex Hernández, presidenta de Más Igualdad.

Santiago teme tener que enfrentarse otra vez a las burlas homofóbicas de sus tíos, que cada año ríen más fuerte al escuchar las imitaciones de una expresión de género que ellos consideran graciosa en los hombres. Para Hernández, lejos de ser humor, es una forma de violencia naturalizada detrás de la que se esconden las personas para manifestar su homotransfobia. 

Asimismo, los contextos familiares suelen ser espacios en los que se refuerzan otro tipo de sesgos, como los estereotipos de género y los cánones de belleza. Esto también afecta de manera particular a las personas disidentes. “Algunas personas que han pasado por transiciones hormonales o de otro tipo, tienen que básicamente disfrazarse de un género con el que no se identifican. La violencia también pasa por la corporalidad”, comenta Guzmán, también coordinadora de educación e incidencia social de la asociación.

Este deseo de “dar una buena imagen” frente a la familia extendida, que encuentra su explicación en la heteronorma, precisa Hernández, lleva finalmente a la censura. Pablo* lo sabe bien. A pesar de que su mamá parece no tener problemas con su orientación sexual, le ha pedido expresamente que su abuela no se entere de la misma. “Es contradictorio. No sé si realmente ha habido algún cambio y no veo ningún esfuerzo por buscar información”, relata él. Para Hernández, este tipo de condiciones representan una vulneración a los derechos de expresión de identidad y personalidad.

Y si bien muchas veces los ataques no son directos, el contexto sigue sin ser seguro para las disidencias, por lo que algunos optan por la autocensura. “Es muy común y no es culpa de la persona. Las reacciones de la familia pueden llegar a la expulsión del hogar, así que el clóset a veces sirve para protegerse de agresiones de terceros, pero incrementa los problemas de salud mental”, afirma la presidenta de Más Igualdad.

Es así que las fiestas de fin de año terminan reproduciendo numerosas dinámicas violentas, como los regalos basados en estereotipos de género que, si se entregan con la intención de influir en los gustos, orientación sexual o identidad de género de quien lo recibe, adquieren el mismo cariz que las terapias de conversión, opina Guzmán. 

El problema con estos eventos, comentan las especialistas, radica en que el valor de la familia de sangre y de la reconciliación se convierten en la norma, a pesar que no sean espacios seguros para las personas LGTBIQ+. “Esto puede ser violento y revictimizante para ellos”, concluye Guzmán.

Estragos en el bienestar

La pandemia ha recrudecido la ansiedad, depresión, estrés postraumático e incluso ideación suicida, afectando de manera particular a la comunidad LGTBIQ. (FOTO: MartProduction)

No es de sorprender entonces que el contexto propio de esta temporada pase factura en la salud mental de las personas de la comunidad LGTBIQ+. La delicada situación es tal que, según cuenta Guzmán, desde Más Igualdad han visto cómo los índices de depresión, ansiedad y estrés postraumático han recrudecido, al igual que los casos de ideación suicida, que aumentaron en diciembre, y que han sido derivados a sus aliados del Centro Peruano de Suicidología y Prevención del Suicidio Sentido.

Cuando se trata de agresiones físicas o psicológicas, los efectos son más predecibles. “Lo que se hace es desestimar y desvalorizar su identidad y su expresión desde algo tan humano que es la vinculación afectiva y sexoafectiva en un contexto en el que está sobrevalorado el concepto que nos venden de familia, lo cual puede ser aún más violento”, explica la especialista.

La imposibilidad de ser auténtico en un contexto familiar acarrea sentimientos de insuficiencia e inadecuación, al punto de sentir incluso que la propia identidad se debe a una patología. “Es negarte a ti y todo lo que te involucre, quitarte tu humanidad. Reducirte a tu orientación sexual o identidad de género, y creer que eso te impide tener vínculos humanos, románticos, tener un proyecto de vida o básicamente ser una persona”, añade.

Además, que los familiares mantengan en secreto estos aspectos de la vida de una persona LGTBIQ+ no es tan inofensivo como parece, pues es una agresión que involucra a terceros. “Se le dice a la persona ‘tienes que mentir por mí’ y además le quitan la oportunidad de encontrar posibles sistemas de apoyo”, explica Guzmán. 

Hernández agrega que este es un acto discriminatorio. “No se puede aceptar a las personas con condiciones. Censurar para evitar disgustos es básicamente decirle a la persona que es más importante cómo se sienten los demás que cómo se sientes ellas”, sentencia. Finalmente, entrar y salir del clóset como estrategia de supervivencia es también violento.

Salvavidas en la emergencia

Mientras que para algunas personas es sencillo defenderse en situaciones de vulneración, para otras no. En la opinión de las especialistas, esto depende mucho de los recursos con los que cuente cada individuo, porque en muchos casos esto puede exponerlos a mayor violencia o exponer sus identidades cuando no lo desean. 

Las familias escogidas, como las parejas, no suelen ser bienvenidas en las cenas navideñas en familias homofóbicas. (FOTO: Tirachardz)

Las personas LGTBIQ+, explica Guzmán, muchas veces sobreviven en base a estrategias que les permite perdurar en ciertos espacios incómodos hasta obtener mayores recursos para salir de ellos. Así, mientras algunos —por ejemplo— prefieren no festejar Navidad o Año Nuevo para no exponerse a eventos violentos, otros optan por reivindicar su derecho a participar y disfrutar de una cena como merecen.

En ese sentido, la psicóloga precisa que no existe fórmula perfecta para actuar en estas fechas, y recomienda, en su lugar, trabajar en la afirmación para recordar el motivo por el cual se está o no haciendo algunas concesiones y esfuerzos. De igual manera, las redes de apoyo virtuales han adquirido un rol importante en el contexto pandémico.

Es así que desde Más Igualdad se están incorporando recursos para salvaguardar el bienestar emocional de la comunidad LGTBIQ+ peruana en este contexto. Una de sus primeras estrategias será gestionar una Cena Navideña Virtual mediante un canal de Telegram, donde a través de actividades y herramientas, un grupo de psicoterapeutas acompañará a quienes lo necesiten durante la velada del 24 de diciembre.

Algunas organizaciones como Más Igualdad vienen gestando iniciativas para otorgar recursos a las personas disidentes en este contexto.

Asimismo, han llevado a cabo un taller virtual de Autocuidado Para Navidad el pasado domingo, y realizarán uno similar para Año Nuevo el 29 de diciembre a las 9:00 p. m., donde además de establecer resoluciones para el 2022 con los participantes, se buscará sostener aquellas emociones que hayan podido surgir a partir de las fiestas navideñas. Las inscripciones se pueden hacer en el enlace: https://www.masigualdad.pe/autocuidado-fiestas 

Por otro lado, gracias al fondo económico recientemente otorgado por la Embajada de Suiza, el equipo de especialistas en salud mental de Más Igualdad provee atención gratuita, inmediata y personalizada a quienes lo necesiten a través del WhatsApp del Botiquín Emocional Arcoiris. Para conocer los horarios y condiciones, ingresar al enlace: https://www.masigualdad.pe/botiquin 

“Empezamos nuestro trabajo de salud mental porque siempre ha sido primero un enfoque de trabajo interno. Pero, en el 2018, realicé un estudio exploratorio y encontré que los problemas de salud mental se incrementan en la población LGBT, que la atención en salud mental es terrible, que no hay capacitación y que hay muchos prejuicios. Con esa información, planteamos iniciativas desde la incidencia política a través de proyectos de ley, pero también con un directorio de profesionales de salud mental capacitados para atender a esta población y con el Botiquín Emocional Arcoiris”, sostiene Hernández sobre el trabajo que vienen realizando y que busca llegar a cada vez más personas.

Manual de protección

Tomando en cuenta que estamos frente a épocas duras para algunos, las especialistas dieron algunas recomendaciones. Las primeras de ellas están dirigidas a los familiares y aliados de personas disidentes:

  1. “Hay que acogerse a la rabia”, dice Guzmán. Alzar la voz cuando atestiguamos hechos de violencia homolesbotransfóbica es la mejor manera de participar en la lucha, principalmente por la revictimización y desgaste emocional que experimentaría una persona LGTBIQ+ al defenderse.
  2. Consultar a los familiares LGTBIQ+ si se sienten cómodos con las personas que asistirán a las reuniones. En muchas ocasiones, explica Hernández, los integrantes de la familia extendida pueden no ser personas seguras para ellos por manifestaciones previas de homotransfobia.
  3. Respetar sus maneras de vestir, presentarse y brindarles la tranquilidad de que no habrá censura contra ellos.
  4. Respetar las manifestaciones religiosas de cada uno. En muchas ocasiones, la relación entre las personas LGTBIQ+ y la religión es ambigua por los discursos que desde la Iglesia se han sostenido históricamente, por lo que es entendible que muchos de ellos no deseen ser partícipes de los eventos religiosos en el marco de la Navidad.

Para las personas de la comunidad LGTBIQ+, el autocuidado es la respuesta:

  1. Acérquense a las organizaciones LGTBIQ+ que están lanzando recursos e información para que estos eventos sean menos dañinos.
  2. Guzmán recomienda no sentirse obligados a pasar estas fiestas en espacios donde se sientan violentados. Debido a que la mayoría de personas disidentes cuenta con una familia escogida, permanecer con ellos es siempre una opción. 
  3. En caso de tener que hacerlo, se puede optar por diversas técnicas de afirmación. Una de ellas, sugiere, es escribirse a sí mismos una carta de Felices Fiestas, para agradecer la manera en la que están lidiando con estas fechas y leerla en momentos de vulnerabilidad. “El concepto de familia, finalmente, empieza en uno mismo”, concluye.

Disclaimer: Si estás experimentando ideación suicida, comunícate a la línea 13, opción 5 o sigue los siguientes pasos: https://www.sentido.pe/necesitas-ayuda 

*Ariel, Santiago y Pablo son nombres ficticios para proteger la identidad de las personas.

Daniela Patiño: “Decidí capturar para siempre”

Daniela Patiño: “Decidí capturar para siempre”

Por Diandra García

Hace años, Daniela Patiño Calle decidió capturar para siempre. La joven fotógrafa fue una de las seleccionadas en la muestra «Piura en Femenino», promovida por el colectivo Piuranas Audiovisuales, la Alianza Francesa, el Real Plaza e iPerú. Pero, para Daniela, el camino a la fotografía comienza una y otra vez, como un viaje en el tiempo. Hasta la conexión y transformación de uno mismo y lo que lo rodea.

«Mamá tenía una de esas cámaras antiguas de Kodak. Mi primer contacto fue con una de estas. Me acerqué y… ¡comencé a disparar! Con una de tipo profesional, fue luego, en la secundaria. Me gustó mucho el encuadre, el ángulo, el plano, la edición… Recuerdo mucho un viaje a Huaraz sumamente significativo. Allí, sentí que me conectaba conmigo y con la naturaleza por medio de la fotografía. Hizo que decida capturar para siempre.

Mi primera serie fotográfica, Sempiterno, se inspiró en un poema que escribí. Era un relato a la soledad, a lo bien que puede estar alguien con su propia compañía. Para mí, el tiempo a solas es tiempo de disfrute. No tiene que implicar algo negativo, eso lo ha estigmatizado la sociedad.

He trabajado con retratos, fotografía documental y de paisajes. Sempiterno, por ejemplo, está compuesta por retratos. En cuanto a documental, colaboré con las mujeres tejedoras de paja de toquilla en Catacaos. Fotos de paisajes… vaya. En Huaraz, en la Meseta Andina, en Canta, en Canchaque… hay más. Estos son algunos de los proyectos en los que he trabajado.

Creo que lo más bonito de la fotografía es eternizar los momentos que capturaste. Es como trasladarse en el tiempo: regresas a lo feliz, a lo triste; es una conexión y transformación constante. Hay instantes que pueden volverse eternos. Yo definiría mi relación con la fotografía como un viaje. A espacios, ambientes, personas. No hay que temerle a experimentar o a ser libre. 

Soy consciente de que el rubro audiovisual ha sido dominado por hombres por años. En mi pequeño recorrido como fotógrafa, fui seleccionada para la exposición «Piura en Femenino», primera muestra audiovisual de mujeres. Es importante generar oportunidades de paridad para que tengamos mérito por nuestro talento y trabajo. Además, formo parte del Taller de Poesía Audiovisual de EmpoderArte y Piuranas Audiovisuales, colectivo al que pertenezco. Nosotras promovemos y difundimos el arte de mujeres de la región«.

La virgen de Guadalupe y el arquetipo de la madre

La virgen de Guadalupe y el arquetipo de la madre

Por Arleth García

Imagen de la Virgen de Guadalupe.

El 12 de diciembre, se conmemora a la Virgen de Guadalupe en México, y aunque es una fiesta gozosa y de gran significado en el país, su creación y repercusión dentro de las mujeres tiene un contexto de opresión y violencia contra ellas de manera simbólica.

La Virgen de Guadalupe es el máximo estandarte religioso en México y, a la vez, es el inalcanzable rol e imagen de lo que debe ser una mujer, por lo que implica su historia de sacrificio, virginidad y recompensa dentro del espectro religioso. Aunque eso también ha significado una lucha para las mexicanas, dado que estas ideologías han impedido la lucha por la legalización del aborto, quitarle el tabú a la menstruación y tomarlo como un aspecto de salud, y el no poder gozar de una vida sexual sin enfrentarse a los estigmas sociales.

¿Qué relación tienen estas ideas religiosas con las formas de vida actuales? ¿Por qué a pesar de los años y cambios sociales no se han podido eliminar los estereotipos y roles de género impuestos? Sin duda, mucho tiene que ver con que la máxima figura mexicana sea una mujer, aunque también hay más detrás de estas imposiciones que tienen relación con las idiosincrasias universales.

Peregrinos afuera de la capilla de la Virgen de Guadalupe. FOTO: Arleth G.

Primero, hablemos de los mitos alrededor del culto a la Virgen de Guadalupe:

Según la historia, entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531, a 10 años de la conquista de MéxicoTenochtitlan, la Virgen de Guadalupe se apareció en cuatro ocasiones a un hombre indígena llamado Juan Diego en el cerro del Tepeyac, también conocido como de Guadalupe, situado a poca distancia de la Ciudad de México. 

En las dos primeras ocasiones, la Virgen pidió a Juan Diego que notificara al obispo de México, Fray Juan de Zumárraga, que deseaba que en el lugar de la aparición se erigiera una iglesia para que ella se convirtiera en patrona de las y los novohispanos, así como su intermediaria ante Dios. El obispo Zumárraga se mostró incrédulo frente al relato y solicitó una prueba de la veracidad de los hechos. La Virgen accedió a darla y en una cuarta aparición pidió a Juan Diego que subiera a la cima del árido cerro y cortara rosas de Castilla para llevarlas al obispo.

Él recogió las flores en la manta de algodón que llevaba anudada al hombro, prenda conocida como “tilma”, y al extenderla delante del obispo, las flores cayeron al suelo y la imagen de la Virgen quedó estampada en ella. Durante una quinta aparición, en esta ocasión a Juan Bernardino —un tío de Juan Diego— la Virgen realizó su primer milagro al curarlo de la peste. Zumárraga agradeció a Dios estos milagros, mandó construir la iglesia solicitada por la Virgen y depositó allí la tilma con la pintura, atribuida a los ángeles o al mismo Dios.

Representación de la aparición de la Virgen Guadalupe a Juan Diego.

El culto a la Virgen de Guadalupe se remonta a la primera época de la colonización española y se inscribe dentro del proceso de evangelización de los indígenas. El cerro del Tepeyac era un lugar sagrado en la época prehispánica. Allí había un santuario dedicado a la diosa madre Tonantzin, que junto con Ometéotl formaba la pareja de dioses primigenios del panteón mexica. Era muy visitado por personas de otras partes del territorio que llevaban ofrendas a la diosa y le brindaban cantos y danzas, según la usanza indígena.

Los soldados españoles conocieron este santuario durante las guerras de conquista, ya que estaba situado cerca de México-Tenochtitlan.  Allí estableció Gonzalo de Sandoval, el célebre capitán de Hernán Cortes, su cuartel. Y fue allí donde se refugiaron los españoles el 30 de junio de 1520 durante la llamada “Noche Triste” cuando tuvieron que huir de la ciudad tras ser derrotados por los mexicas.

Después de la conquista, este santuario consagrado a Tonantzin fue transformado por frailes franciscanos en una ermita católica dedicada a la Virgen de Guadalupe.

Cerro de Tepeyac y la Virgen de Guadalupe.

Aunque la veneración a la Virgen de Guadalupe inició como una imposición colonial, a lo largo de los años se dieron disputas entre los pueblos indígenas para recodificar su simbología, religiosidad y epistemología en su figura, la cual —hasta la fecha— se sigue dando por pueblos y barrios. Asimismo, continúa como un símbolo de identidad para las personas mexicanas que migraron a Estados Unidos.

Analizando una iconografía de la Virgen de Guadalupe hecha por Andrea, una historiadora del arte, podemos destacar que está embarazada, que en su vestido tiene un símbolo azteca de piel de conejo con cuello y mangas para mantenerla en calor y, a la vez, un símbolo español de una cinta negra arriba del vientre que da lugar a la expresión de “está en cinta”.

Una de las palmas tiene una piel más blanca en representación al español, y una más grande y morena en alusión al azteca. Las manos en forma de casita simbolizan una manera en la que saludaban las y los indígenas, y que en general representa a indígenas y españoles que se unen por primera vez. El manto es de color azul, que significa la vida, y rosa, que significa reina. Contiene las 46 estrellas que corresponden a la constelación exacta del 12 de diciembre de 1531 y debajo se forma la palabra “luz”.

Las flores del vestido representan el Nahui Ollin, uno de los símbolos más poderosos de los aztecas. Aparecen en el vientre, que significa que está esperando al hijo de Dios. La postura asemeja que está bailando por la rodilla doblada, que muestra la tradición de los aztecas a bailar cuando hacían algo importante, aunque también viste con un zapato español.

Sus ojos son los más detallados: en ambos, dentro de sus pupilas, aparecen 13 personas retratadas en la escena en que Juan Diego muestra al fray Juan de Zumárraga el manto con la imagen. Las nubes y el sol que la encuadran representan que el Sol (Dios) es más grande que ella. Por detrás del manto, el sol se ve por toda la tela. De frente, el sol es tapado por las nubes y, a la vez, las nubes y la lluvia significan la protección de Dios.

La Virgen tiene el pelo suelto y partido a la mitad como símbolo de virginidad y las pulseras (esclavas) son un símbolo de matrimonio. Está parada sobre una luna, que significa la noche, la oscuridad y lo desconocido, lo cual es una referencia a que la Virgen vence todos esos miedos. Además, se observa que quien la sostiene es un ángel que toma con una mano el manto (el cielo) y con la otra el vestido (la tierra).

Virgen de Guadalupe.

La devoción a la Virgen de Guadalupe se extendió de manera prodigiosa a lo largo de todo el territorio por las semejanzas con la comunidad y la representación del arquetipo de la madre. Su arraigo en el pueblo mexicano es de gran importancia, puede verse su imagen por todas partes y cada 12 de diciembre millones de peregrinos acuden con fe a cantarle ‘Las mañanitas’ y poner sus intenciones a los pies de la milagrosa Madre de Dios en su Capilla.

México es considerado como un país feminicida por el incremento de la violencia contra la mujer, ya que —según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística y Geografía)—, cada día son asesinadas 10 mujeres. Esto deriva a la incredulidad de cómo uno de los países más violentos para las mujeres tiene como principal estandarte de devoción a una figura femenina.

Centrándonos en la idea de que es “La madre de Dios”, podemos hacer alusión al arquetipo de la madre y toda la influencia que tiene sobre las personas la imagen de un personaje que implica dolor, sacrificio, amor y culpa, que son todos aquellos sentimientos de los que necesitamos protección y que encontramos en la Virgen.

Invitación a la misa de la Virgen de Guadalupe.

El psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo Carl Gustav Jung entendió los arquetipos como patrones e imágenes arcaicas universales que derivan de lo inconsciente colectivo y son la contraparte psíquica del instinto. Son potenciales heredados que se actualizan cuando entran como imágenes en la consciencia o se manifiestan en el comportamiento durante la interacción con el mundo exterior.

Al igual que todo arquetipo, el de la madre tiene una serie de aspectos inabarcables, ya que es la expresión típica de la mamá y abuela personales, la madrastra y la suegra; es decir, cualquier mujer con la que se tiene relación, incluida las que han estado en nuestras vidas como cuidadoras. A un nivel más elevado, se encuentra la Diosa; sobre todo, la Madre de Dios: la Virgen, quien es la meta del anhelo de salvación. La madre en los arquetipos es la mayor representación de lo femenino.

Los arquetipos no son iguales a los estereotipos de cómo debe ser una persona; en este caso, una madre. Los estereotipos pueden variar de acuerdo con el contexto, momento histórico y cambios en las formas de vida. Los arquetipos son la idiosincrasia que está en el universo y a lo que no podemos quitarle su fuerza, porque ya hay una idea general que todo mundo tiene de lo que es ser una “madre”. Esa gran madre que está presente en todo momento.

En México, el 12 de diciembre es una de las fechas más importantes, ya que es el cumpleaños de La Morenita. Se realizan misas en todas partes de la República, una gran peregrinación cruza el país para llegar a la Capilla en el cerro de Tepeyac, hay mariachis entonando ‘Las mañanitas’. Cada año, hay un artista que tiene el honor de cantarle, y todo el evento es transmitido por televisión. También en México las madres son lo más importante del país, pese a que hay una verdad poco conocida: el 10 de mayo, que es el Día de la Madre, nace bajo un contexto de opresión.

Según un artículo del CIEG de la UNAM “Día de las madres: una invención capitalista”, el 13 de abril de 1922, el periódico Excélsior lanzó una convocatoria pública con el pretexto de instituir un día para celebrar a las madres mexicanas. Sin embargo, un análisis más detallado muestra que esta iniciativa de celebración fue más bien una excusa para contrarrestar las demandas sobre maternidad que reclamaban las primeras mujeres feministas en el México de los años 20. En Yucatán, se había anunciado el primer congreso feminista, el cual tuvo lugar del 13 al 16 de enero de 1916, donde asistieron 617 mujeres. Entre sus demandas, estaba el sufragio femenino, así como educación sexual para ambos géneros. Desde entonces, comenzaron a circular folletos informativos sobre métodos para evitar la concepción.

La importancia de la madre y el arquetipo que engloba la misma tienen gran fuerza por su relación con el eterno femenino, que son todos aquellos atributos asociados a dar vida, la intuición, sacrificio, dolor, cuidados, el sostenimiento y la belleza. Todo estos —lamentablemente— caen sobre las mujeres, pues se piensa que ellas solo poseen esa energía femenina, a pesar de que las personas son un conjunto de energías tanto masculinas como femeninas.

El principal aspecto que engloba el arquetipo de la madre y lo femenino es el de procrear. Hay una gran relación e importancia dentro del plano espiritual y religioso de la vida, la concepción y el estar libre de pecado. No es casual que dentro de los rezos haya una frase que dice “sin pecado concebida”, y por eso es aún más significante la Virgen: porque es eso, un ser que no cayó ante los placeres mundanos y por eso pudo tener el privilegio de ser la madre de Dios.

Dentro del eterno femenino, también existen aspectos negativos de los otros tres arquetipos de la doncella, la hechicera y la bruja: los que se asocian a la virginidad, lo temible, lo salvaje, lo caótico y que —así como da vida— puede destruirla. Sin embargo, este condicionamiento afecta a las mujeres, pues las deja inmersas en los roles sociales, encasilladas a ser todo el tiempo el reflejo de esos arquetipos. En especial, el de no poder gozar de su sexualidad y el juicio de valor ante ello,  ya que existe la comparativa de que deben ser esa pureza, la cual representa a la madre o la Virgen de Guadalupe.

Representación de la virgen y una vagina.

Como reflexión, podemos dejar que cada persona escoja lo que representan o simbolizan los arquetipos. Aunque, dentro de la idea religiosa, sí hay un interés de seguir permeando estas representaciones de lo doloso y el ser dadoras de la vida. Porque si bien no podemos cambiar una construcción general que ha calado hondo en el imaginario social a lo largo de los años, sí podemos resignificarla hacia algo que nos haga sentir que nos apropiamos de esos arquetipos y roles preconcebidos. Como el culto a la vulva, otro tipo de adoración a la creación de la vida y, al mismo tiempo, al placer sexual como distintas formas de buscar recuperar el derecho sobre nosotras y nuestro cuerpo.

Elena y Gael: Desde el vientre

Elena y Gael: Desde el vientre

Texto y fotos por Arturo Gutarra

Una sensación rara se le presentó a Maria Elena. Se levantó pensativa, con cara de misterio. No había pasado mucho tiempo desde que se realizó su más reciente ecografía para ver el estado de su primogénito, quien venía en camino. Aquella mañana, no sentía los latidos de Gael:  “De seguro continúa durmiendo, ya se despertara”, pensó sin imaginar el  martirio que estaba por venir.

  1. El anuncio de un ecógrafo dañado y que un médico radiólogo es quien tiene el papel de dicho consultorio hizo que los esposos Quispe Chavez dudaran de la atención hospitalaria de Vista Alegre, ubicado en el distrito de Victor Larco Herrera en Trujillo. Desde aquel día, decidieron que las consultas en el ecógrafo las harían en los laboratorios particulares de la ciudad. A los tres meses de su embarazo, Elena se llevó la sorpresa de que su primogénito era varón. Bajo mutuo acuerdo, optaron por llamarlo Sebastián Gael
  1. El 2 de septiembre, durante los controles de maternidad, Marco Quispe recuerda: “La doctora me indicó que saque una cita con el ecógrafo para otra fecha y no en el momento, ya que supuestamente el bebé pesaba más de la cuenta, se supone que era una emergencia”, reclama. Él fue quien advirtió que estaban programando su cita para el 27 de septiembre, tan solo dos días antes de la fecha programada para el nacimiento de su pequeño.  Así que, tras varias insistencias, se le asignó una nueva fecha para el 7 del mismo mes, sin imaginar que, para ese momento, su niño no llegaría con vida. 
  1. El último día de la semana, Elena se despertó en horas de la madrugada tras tener una pesadilla: “Esperamos hasta la mañana, creíamos que nuestro hijo estaba durmiendo”. Aquel domingo, no había ni una patadita de Gael, la preocupación reinaba en la casa. El lunes por la tarde, Marco llevó de emergencias a su esposa al hospital Vista Alegre. Pese a la desesperación de no apreciar el nacimiento de su primer hijo, tres palabras bastaron para destruir su vida: “Tu niño no responde”. 
  1. Un traslado express para tratar de apaciguar la situación se convertiría en un dolor para la madre. “Atinaron a hacer trámites para que lo deriven a otro centro de salud y para inducir a un parto normal”. Sin embargo, al llegar la ambulancia, desde afuera le indicaron que no se podría realizar dicha acción, ya que no contaban con un banco de sangre, indispensable en vista a que estaba en riesgo de desestabilizarse si recurrían a la cesárea. 
  1. El día martes, fue derivada al hospital Belén por emergencia para que al día siguiente le pudieran extraer el feto. Solo horas más tarde, no dudó en hacer una denuncia pública que sería difundida en los medios de comunicación locales y nacionales. “Exijo al ministro de Salud Cevallos que vea mi caso y que esto no quede impune. A mi hijo nadie me lo va a regresar”, manifestó con dolor en su mensaje.
  1. La extracción por cesárea fue exitosa. Apenas 15 días después de apreciar la sepultura de su bebé de tan solo ocho meses mediante una videollamada de WhatsApp, Elena presenta secuelas luego de la operación. Al tenerlo tres días fallecido dentro de ella, fue testigo presencial de las limitaciones de atención en los programas del Estado. Los dolores de vientre y la ansiedad son solo algunas de las secuelas que le persiguen, sin considerar el profundo dolor que siente por no poder cargar a su pequeño en brazos. 
  1. Una oración, alabanzas y apoyo familiar acompañaron a Marco en el sepelio de su hijo. Las lágrimas caían en todos los presentes. La frustración de saber que si no fuera por una negligencia en la atención médica, su bebé estaría a salvo, penetraba sus corazones. Una muerte fetal que pudo haber sido prevenida tan solo con la ecografía de emergencias. Si se hubiesen cumplido los protocolos mínimos, se estaría escribiendo la historia de un bebé recién nacido compartiendo gratos momentos junto a su familia. 
  1. Luego de una semana dura de difusión periodística, un buen samaritano se presentó en vivo y se comprometió a brindar orientación legal y respaldo emocional para llegar hasta el fondo de los hechos. Pero las promesas de dicho abogado, sumamente conocido en Trujillo, fueron vanas. La familia quedó desolada. Con la herida aún no curada y con la frustración de no contar con ayuda para lograr que se atienda o, siquiera, revise su caso.
  1. A pesar de los meses transcurridos, Marco Quispe no pierde la fe de que un abogado o abogada los ayuden a encontrar justicia para Sebastián Gael. La pérdida de su primer hijo dio inicio a una nueva etapa de su vida. Vive su día a día con motivos para continuar. Elena, por su parte, sigue sin recibir medicinas del hospital donde la atendieron. Aún así, ella continúa firme y esperanzada en que su primogénito no quedará en el olvido. 
Marden Crunjer: “Quiero colorear la industria musical”

Marden Crunjer: “Quiero colorear la industria musical”

Por Mya Sánchez

Con un año de emocionantes lanzamientos a la vuelta de la esquina, Marden Crunjer viene a revolucionarlo todo. Su propuesta, caracterizada por los recursos narrativos que emplea, tiene como objetivo contar su historia de la manera más auténtica posible. El cantante y compositor peruano conversó con La Antígona sobre de dónde viene y hacia dónde va con su arte.

Colorido como él solo. La estética que David Bowie y Elton John propusieron cuando el mundo veía surgir al glam rock trajo consigo el cuestionamiento de prejuicios bastante arraigados en la sociedad. Son los mismos esquemas a los que Marden Crunjer, cantante y compositor peruano, se enfrenta con su propuesta creativa, pero esta vez en el Perú del siglo XXI. “¿Por qué no?”, se pregunta cuando piensa en la falta que de pequeño le hizo un “superhéroe” —como él lo llama— en la escena musical nacional, algo que hoy él intenta ser para quienes lo necesiten.

Marden se caracteriza por su vestimenta y maquillaje coloridos. FOTO: IG Marden Crunjer.

Sea con sombreros vistosos, maquillaje y pinturas, prendas de vestir excéntricas o personajes, Marden siempre consigue voltear las miradas hacia él. Sin embargo —explica— su objetivo como artista no es solo ofrecer algo distinto, sino también comunicar un mensaje. Es por ello que su música tiene también una particularidad: cual guion, está dividida por escenas. “Voy a presentar el drama pop”, responde cuando le pregunto a qué género corresponde su música. Él —dice— siempre ha sido de revolución, y no le falta razón.

Raíces

Y es que Marden y su proyecto gritan autenticidad e identidad. Incluso desde la elección de su nombre artístico, que heredó de su abuelo, originario de San Martín. “Cuando él falleció, yo traté de buscar dentro de mis propias experiencias qué quería comunicar con mi música y decidí revalorizar su nombre. Es propio de la selva y yo quiero que sea conocido por todo el mundo”, explica. 

Él sabe bien cuán importante es recordar siempre de dónde uno viene. ‘Arraigo’ es una palabra bastante común en su vocabulario cuando habla del porqué de su música, y aquello cobra sentido al conocer su historia. Marden aprendió sus primeros términos en quechua cuando acompañaba a su abuela materna a su trabajo en el mercado de San Miguel, donde muchas de las vendedoras hablaban dicho idioma. “Me he dado cuenta de que siempre sentí esa necesidad de conocer mis raíces”, relata.

Es así que más adelante estudió quechua y hoy incluso dicta clases como parte de su compromiso con la difusión de esta lengua originaria, en la que además ha compuesto música. “Es muy importante exportar al mundo algo que conecte con lo que realmente somos, sentimos y con esa existencia del quechua en nuestra vida cotidiana”, opina. Regresaremos (Kutirimusunchik), versión bilingüe que hizo de una canción suya para interpretarla con Milena Warthon y Naysha, responde a esta necesidad.

A pesar de que la música no fue su primera opción, Marden siempre estuvo conectado al arte. Es por eso que desde adolescente llevaba cursos artísticos, los que logró financiarse subiendo a cantar a los buses de Lima. “Carreando” —cuenta— llegó a pagar incluso sus primeros años de la carrera de actuación y teatro musical. Y si bien aquello le ayudó a desinhibirse, la lección más importante que la calle le dejó tuvo que ver con el ego. 

“Hay muchas personas a las que no les vas a importar, pero aprendes que no necesitas que te escuchen para compartir lo que sientes. No hay que frustrarnos por conectar con todo el mundo, sino ser sinceros y llegar a aquellos a los que realmente les gusta lo que haces”, reflexiona el artista. Es quizá ese el motivo por el que la música de Marden parece estar hecha solo para ser fiel a su verdad.

Cuando terminó la carrera, quería tomar un riesgo mayor: hacer un disco. En ese momento, todos los aprendizajes que adquirió en los salones, escuchando a las divas del pop hispano y consumiendo teatro musical, se condensaron en un primer proyecto que lleva por nombre La Tragicomedia de Prisma. Este cuenta la historia de Prisma, “un colorido músico callejero” que encarna y cuenta las vivencias autobiográficas de Marden, algunas de ellas tristes y otras felices, y tiene a Nube como el pasaje cumbre y final de esta historia organizada cronológicamente.

De esta manera, los recursos actorales que él adquirió durante su carrera han sido claves a la hora de componer música. “‘¿Cuándo ha sido la última vez que has oído una canción que te ha dejado con una historia en la mente?’, fue la pregunta con la que partí”, explica Marden, para añadir que es justamente esa narrativa la que su experiencia como actor ha aportado a sus canciones. 

Esto se evidencia no solo en el monólogo dramático al que remiten sus letras y la interpretación con la que las entona, sino también en el panorama sonoro que incluye en las producciones. Es así que se pueden oír sonidos, onomatopeyas, voces y demás efectos propios del contexto en el que se desarrolle la historia de cada canción. 

Además, su apuesta por lo diferente le ha servido incluso para el lanzamiento de ese primer álbum, donde las doce canciones son sencillos que fueron lanzados cada mes del 2019. “Quizá para un artista emergente no es lo más recomendable, pero a mí me gustó la experiencia. Realmente tenías a gente pegada con cada lanzamiento, porque el álbum tiene una numeración y un hilo que seguir. Eventualmente, lo volveré a hacer”, promete.

De colores

El arte de Marden es disruptivo. “A mí me gusta mucho (Me Llamo) Sebastián, me parece que es un muy buen referente chileno y por eso digo que hay alguien que debe hacer música recontra marica, LGTB y colorida acá en Perú, y yo quiero ser esa persona”. En ese sentido, considera que nuestra industria musical está en proceso de consolidación e iniciativas como la suya vienen intentando forjar una normativa amigable con las disidencias.

Portada del single Monocromático por el mes del orgullo 2020. IMAGEN: IG Marden Crunjer.

Prueba de esto es Monocromático, versión de una canción suya que grabó junto a Noah Blanco y Eme en el marco del Día del Orgullo 2020. “Yo creo que por el momento sigo haciendo arte que hace que la gente se cuestione, y eso me parece ya un acto político de por sí”, opina. Fiel creyente de que el cambio surge a través del arte, intenta hacer política desde el consenso. “Eventualmente, me verás aún más metido”, dice riendo.

Marden Crunjer y la Orquesta Multicolor. FOTO: IG Marden Crunjer.

El mensaje que el cantante peruano difunde es coherente con las decisiones artísticas que toma. Es así que el grupo de músicos que lo acompaña en escena es igual de diverso que el universo que crea con sus canciones. “Yo soy un compositor loco que tiene ideas locas. En mi música hay violines, viola, chelos, flautas, trompetas, saxofón y pensé: ‘debe haber personas en este país que también son rares y disidentes’. La vida misma me fue poniendo a estas personas. Somos una familia, una comunidad chiquita para la comunidad LGTB. Un grupo de 10 bichos raros tiene que conquistar el Perú”, afirma con esperanza.

Rodearse de creadores con propósitos similares al suyo es algo que quiere seguir haciendo a futuro, sobre todo porque aún no ha tenido la oportunidad de co-componer una canción. En su opinión, trabajar colectivamente es fundamental para que los distintos públicos se conozcan entre sí, y así construir la fanbase de los artistas independientes. 

“Yo soy de y para el pueblo”, afirma entre risas al hablar sobre el rol activo que sus oyentes tienen en su proyecto musical. No solo los convoca frecuentemente para participar en sus videos musicales, sino que también cumplen un papel relevante en sus conciertos, donde Marden interpreta canciones que requieren de interacción directa con la audiencia y ejecuta juegos teatrales. “Yo entrego alma, corazón y vida en mi trabajo para que las personas reciban el mensaje que emito. Así tiene que ser”, dice con convicción.

La vulnerabilidad que caracteriza a su música es lo que viene llamando la atención de cada vez más seguidores, quienes se ven atraídos por su fresca propuesta y sus excéntricos personajes. Esta es su forma de abrazar esas versiones anteriores de sí mismo y asegurarse de que sus experiencias pasadas sigan vivas en forma de aprendizaje y crecimiento. 

Rey Zero, protagonista del segundo álbum, a lanzarse el próximo año. FOTO: IG Marden Crunjer.

Es así que mientras Prisma es su “yo de los carros que cantaba por las calles y creía que todo lo que soñaba podía lograrlo”, su próximo personaje, el Rey Zero, representará a un Marden más centrado y comprometido con la lucha política de su comunidad. “Es una historia un poco más crecida y desde una perspectiva más alta, como es la de un rey”, precisa.

En vista de todo lo que le espera, invita a sus seguidores a permanecer atentos al lanzamiento de sus próximos singles y su álbum durante el 2022. “No sé si alguien está listo para lo que se viene”, asegura con la certeza de quien confía en la forma y fondo de su arte, y en el impacto que tendrá en quienes —como él en el pasado— necesitan saber que ser uno mismo nunca puede estar mal.